Renunciando a la amargura
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· 22 viewsMinistración de perdón para sanidad del alma
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Renunciando a la amargura
Renunciando a la amargura
Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.”
Introducción
Introducción
Todos enfrentamos el enojo y la ira.
Por tanto, debemos evitarlo:
Santiago 1:19-20 “19Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”
Cuando sea inevitable, debemos controlarlo: Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.”
El punto está en no permitir que el enojo y la ira creen en nosotros resentimientos que hagan producir una raíz de amargura.
La ira es peligrosa
La ira es peligrosa
Si damos lugar a la ira , se convertirá en resentimiento , el resentimiento en amargura y deseos de venganza, todo esto te aleja de la gracia de Dios.
Si se permites que el enojo te domine, estarás rechazando el perdón de Dios (Mateo 18, el hombre que le fue perdonada una gran deuda no quiso perdonar la pequeña deuda de su hermano, le produjo castigo)
Mateo 18:35 “Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.”
Como combatir la amargura
Como combatir la amargura
Presta atención al consejo de Dios
Presta atención al consejo de Dios
Así como estamos dispuestos a seguir el consejo médico, así debemos seguir el consejo de Dios:
Colosenses 3:8 “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.”
Valora el perdón de Dios:
Valora el perdón de Dios:
Cristo sufrió el castigo que nosotros merecíamos para darnos su perdón, su sacrificio es muy valioso que no debes despreciar.
Recibir el perdón de Dios debe tener un efecto positivo en ti, manifestar el amor de Dios en tu vida: Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Si no estamos dispuestos a perdonar, estaremos dando lugar a la amargura y renunciando al perdón de Dios.
Confía en la justicia de Dios:
Confía en la justicia de Dios:
La amargura surge por haber sido ofendido, maquinas en tu mente el castigo que debe sufrir quien te ofendió, la amargura y resentimiento carcome tu corazón.
Piensas que sentirás satisfacción si reciben el castigo merecido, pero aunque ellos lo sufran no tendrás paz ni satisfacción. Solo el perdón te da acceso a la gracia, el favor y la paz de Dios que satisface tu alma.
Romanos 12:19 “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.”
Si damos lugar a la venganza estaremos obrando en injusticia, y quien comete injusticia será juzgado por Dios.
La amargura y el resentimiento se combate confiando en las promesas de Dios, sabiendo que su justicia nunca pasará por alto al que hace lo malo, por tanto, en nuestro corazón debe haber perdón y compasión.
Conclusión:
Conclusión:
Si decidimos entregar nuestra vida a Cristo, debemos tener claro que todo lo que suceda será para nuestro bien, nuestro carácter debe ser moldeado por medio de las pruebas.
1 Pedro 1:6-7 “6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”
En lugar de ver tu sufrimiento o injusticia como algo negativo, tómalo como algo positivo que hará fortalecer tu fe.
Recuerda que nosotros también hemos ofendido, no solo a nuestro prójimo, sino también a Dios, por tanto, así como necesitamos el perdón de Dios, también debemos perdonar a quien nos ofendió para alcanzar la gracia de Dios.
Permita que El Señor ministre sanidad a su alma.