Frutos que Demuestran Arrepentimiento

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Intro. Los árboles de la misma familia, como el de naranjo y toronja son muy parecidos en sus hojas. A menos que la persona sea experta es capaz determinar el tipo de árbol. Sin embargo, cuando los árboles dan fruto cualquier persona puede distinguir si es naranja o toronja.

Ser. Exp. Lo mismo sucede en nuestro compromiso con Dios: solamente el fruto puede demostrar un compromiso genuino.

Juan en este pasaje viene a confirmar la Palabra de Dios. Su mensaje es de guiar al arrepentimiento. Es en preparación para que la gente se arrepienta de la vida religiosa que han llevado y así preparen su corazón para una relación personal con el Mesías que tanto esperaban.

Es que en realidad solo un corazón arrepentido de su conducta y pecado está en capacidad de reconocer a Jesucristo.

Proposición. Por eso es necesario el arrepentimiento genuino para un verdadero compromiso con Dios.

T.S. Consideremos entonces los frutos que demuestran arrepentimiento genuino para un verdadero compromiso con Dios.

1. Que el compromiso sea de una convicción personal (Mt.3:8-9)

  • En el v.9 Juan les decía a los religiosos judíos que no argumentaran que eran descendientes de Abraham, porque aún siendo cierto, la fe de Abraham era de él, y cada uno necesita su propia fe.
  • Esto nos enseña que la fe no se hereda. Dios no tiene nietos. Quiere decir, que aunque mis padres sean o fueron cristianos, no significa que yo lo sea. (Rom. 9:8 NVI)  “En otras palabras, los hijos de Dios no son los descendientes naturales; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa.”
  • Ilustración de unos jóvenes cristianos que reunidos en un café contaban lo que habían dejado de hacer en su vida de pecado. Con ellos estaba un amigo hindú, quien en su mente pensaba las cosas que él también había dejado de hacer por causa de su religión. Luego el dijo que también era cristiano como ellos porque había dejado de hacer las mismas cosas.
  • El compromiso con Dios debe provenir de una fe personal y no por la emoción producida por la gente que nos rodea. Ser religioso no quiere decir que uno sea cristiano. Debe arrepentirse de sus pecados.
  • Así que un fruto que demuestra arrepentimiento genuino para un verdadero compromiso con Dios es la convicción personal de arrepentimiento del pecado y de una vida religiosa sin fruto y sin sentido.

2. Que el compromiso pase la prueba del tiempo (Mt. 3:10-12)

  • El fruto de un árbol toma tiempo en salir, y es el fruto el que da a conocer la clase de árbol que es. Sin embargo, un árbol que no da fruto está plantado en medio de árboles frutales y solamente absorbe los nutrientes y quita espacio. Un agricultor corta esta clase de árboles pues lo que ha plantado lo ha hecho para recoger una cosecha.
  • Juan en este pasaje les recuerda a sus oyentes que habrá un tiempo de juicio ante Dios (v.12). Toda persona tendrá que dar cuentas ante Dios: (Ac. 17:31 BLS) “Porque ya él decidió en qué día juzgará a todo el mundo, y será justo con todos. Él eligió a Jesús para que sea el juez de todos, y nos demostró que esto es cierto cuando hizo que Jesús resucitara.”
  • Así que el compromiso con Dios debe pasar la prueba del tiempo. El tiempo demostrará el fruto que cada persona ha dado. Sino da fruto, es un árbol estéril y sin vida.
  • Por lo tanto otro fruto que demuestra arrepentimiento genuino para un verdadero compromiso con Dios es dar fruto:

a.       Fruto interno en primer lugar (Gal. 5:22 NVI) “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.”). Esto es resultado de la obra del Espíritu Santo en nosotros.

b.      Fruto externo: es decir, la capacidad de reproducirnos en otras personas compartiendo el mensaje de salvación.

3. Que el compromiso demuestre claramente nuestro deseo de cambiar (Mt. 3:2-7)

§         El mensaje de Juan era un llamado al arrepentimiento. Es decir, a un cambio total de actitud o de propósito. En el NT el arrepentimiento siempre es un cambio hacia algo mejor. Por lo que el arrepentimiento de pecado es un cambio de actitud respecto al pecado, y el comienzo en el camino hacia Dios.

§         La fuerte acusación de Juan (v.7), era en reacción a la actitudes hipócritas de los religiosos fariseos y saduceos. Con su religión ellos habían envenenado el corazón de muchos, y ahora vienen a ser bautizados. Cuando Juan les pregunta quien les dijo… es porque el mismo que ellos esperaban, es el que ellos mismos como maestros debían haber enseñado.

§         Por lo tanto el bautismo de estos religiosos no debía ser un ritual solamente. Debía demostrar el cambio o arrepentimiento. Así, el compromiso con Dios debe demostrar con su conducta el deseo de cambiar.

§         Por lo que otro fruto que demuestra arrepentimiento genuino para un verdadero compromiso con Dios es una actitud diferente que con la conducta demuestre claramente que uno se ha vuelto a Dios.

Conclusión. La realidad es esta: que la religión solamente no basta. Es necesario un arrepentimiento genuino. Y todavía podrás decir:

  • No soy pecador, así que no necesito arrepentimiento – 1Jn. 1:8 dice: “Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.”(BLA)
  • He asistido a la iglesia por mucho tiempo creo que eso cuenta para algo - Tito 3:5 dice: “y nos salvó. Pero no porque hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos amaba y quiso ayudarnos.” (BLA).
  • Soy demasiado pecador y no se si Dios me pueda perdonar – Is. 1:18: “El Señor dice: Vengan, vamos a discutir este asunto.  Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana.” (DHH).

Así que, bajo tu propia convicción toma una actitud de arrepentimiento y comienza tu relación personal con Jesucristo hoy.

Oremos: Señor, no puedo ocultarte mi condición. Tú lo conoces todo, y conoces mi corazón. Soy un pecador y necesito tu perdón. Límpiame de toda maldad, y líbrame de la culpa del pecado; dame un nuevo vivir. Hoy deposito mi fe en Jesucristo y acepto el gobierno de Dios en mi vida. Creo que Jesús murió por el perdón de mis pecados, y que resucitó para darme salvación y vida eterna. Y por la fe en Jesús, ahora soy salvo, libre del pecado y de maldad, soy una nueva criatura. Amen y Amen!

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