Su Identidad, ¿sabe quién es en verdad?
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· 22 viewsEn un mundo que día a día quiere definir lo que somos como personas tras un bombardeo ideológico, mediático y social, el cristiano tiende a no tener claridad de su identidad dada por Dios en Cristo, lo cual provoca en él algunas crisis de fe, de identidad y de encontrar propósito y valor durante su peregrinar en este mundo. Así que se hace menester entender esto, para que podamos batallar contra todas estos fenomenos externos e internos que quieren desestabilizar no solo nuestra fe, sino también nuestro gozo y plenitud que SÍ tenemos en el Amado Jesús.
Notes
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Handout
Introducción:
Introducción:
ÁGUILAS Y PERDICES
Había una vez un aguilucho que cayó al suelo desde lo alto de un peñasco donde se encontraba su nido. El pequeño se encontraba dando vueltas en tierra cuando se topó con un grupo de perdices. Eran criaturas bondadosas y generosas, así que adoptaron al indefenso aguilucho bajo sus alas y le enseñaron todo lo que necesitaba saber para poder sobrevivir. Las tiernas perdices le enseñaron a buscar semillas para comer cuando sintiera hambre. Sin embargo, aunque la pequeña aguilita comía hasta estar llena, todavía sentía una extraña sensación de hambre dentro de su corazón.
Poco a poco fue creciendo, así que comenzó a agitar sus alas y a moverse con torpeza de un lado a otro. Por supuesto, se veía algo grotesco, y las perdices no podían evitar reírse de él. Sus alitas comenzaron a hacerse enormes y ridículas, él no podía mantenerlas pegadas a su cuerpo ni moverlas como lo hacían todos los demás. De hecho, cuanto más crecía, menos se parecía al resto del grupo. Mientras tanto, las hembras del grupo comenzaron a tener una preocupación maternal por lo raro de aquel extraño ser y al reprenderlo lo hicieron sentir más avergonzado y confundido.
Con frecuencia, el aguilucho en crecimiento veía hacia arriba y observaba a las águilas maduras elevarse muy alto por los cielos. Su corazoncito latía por el deseo de volar así, pero uno de sus amigos ancianos cacareaba diciendo: “¡No, no! ¡En realidad no es bueno que quieras ser como ellos! ¡Esos son unos buitres!” Derrotado y frustrado, el aguilucho creció hasta la madurez sin haber jamás levantado el vuelo. Trataba con todo su corazón ser una buena perdiz, pero era muy infeliz y no sabía por qué.
Un día que estaba caminando y paseando por la pradera, arrastrando sus enormes e inútiles alas, se encontró con un sabio búho que le preguntó desde su rama en el árbol: “¿Quién eres tú? ¿y qué estás haciendo?” El águila respondió: “Soy una pésima perdiz. He tratado tantas veces, pero nunca hago nada bien”. El viejo búho respondió: “Tu problema es que no sabes quién eres. Te has hecho como las perdices. Pero tú eres un águila y las águilas fueron creadas para volar por los cielos. Nunca serás feliz si sigues viviendo aquí abajo en la tierra”.
El águila abrió los ojos grandes como pudo y por primera vez supo quién era en realidad. Vio el propósito para el cual fue creado. Después se armó de valor para intentar hacer algo que nunca antes había hecho. Abrió sus alas de par en par y las agitó hacia la copa del árbol y luego hasta el cielo. Cuando lo vieron las perdices, comenzaron a cacarear llenas de asombro. Muchas pensaron que se iba a caer. Pero el águila abrió sus alas y se elevó con la corriente de aire. Nunca más necesitó mirar hacia atrás. El águila ahora podía hacer lo que debía hacer… porque por fin supo quién era en realidad.
Dios nos da una nueva identidad cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal. Junto con él hemos recibido “todo lo que pertenece a la vida y a la piedad” por medio del Espíritu de Cristo que mora en nosotros (2 Pedro 1:3–4). Con esa nueva identidad podemos desarrollar un carácter semejante al de Cristo si confiamos en él para enfrentar nuestros problemas cotidianos. Dios dice que “Cristo en nosotros” provee la habilidad sobrenatural de vivir como él quiere que lo hagamos.
Es muy probable que para desarrollar este tema, nos tomemos dos domingos, puesto que vamos a ver unas definiciones, características, causas y unos pasos para encontrar la solución al tema de hoy.
Para los que toman notas, el título de la enseñanza es: “SU IDENTIDAD, ¿SABE USTED QUIÉN ES EN VERDAD?
Y para ello, nuestro pasaje principal, de entre muchos que vamos a ver en este, prácticamente estudio, esta en Ef 5:8
8 porque antes ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz.
Les pido que me acompañen a orar por favor...
I. Definiciones:
I. Definiciones:
Bueno, vamos a empezar con la primera parte del tema y es: las definiciones:
A. ¿Cuál es su identidad?:
A. ¿Cuál es su identidad?:
Quiero que nos hagamos esa pregunta y por 30 segundos cada uno en su puesto, se tome ese tiempo para meditar en una posible respuesta. ¿Listo? Entonces, vamos a empezar ya, 30 segundos.
Listo, ahora, me gustaría que dos o tres personas nos comparta su respuesta por favor. Así que a dedocracia o de manera voluntaria me gustaría que las dos o tres personas que van a responder levanten la mano. [...] Listo entonces le pregunta a la primera persona:
Si alguien te preguntara: “¿Quién es usted?” ¿qué responderías?
Muchos hacemos una descripción de nosotros mismos diciendo lo que hacemos, por ejemplo: “Soy maestra”, o “soy contador”. Otras personas se definen por su descendencia familiar o también por algunas cualidades morales, como por ejemplo que son personas, pacientes, que es temperamental, o que es emocional, o que es una persona sabia, o es una persona depresiva, etc.
Me gustaría que viéramos una pequeña definición de la palabra principal que hoy tiene que ver con nuestra enseñanza:
La palabra "identidad" tiene su origen en el latín tardío "identitas", que a su vez deriva del pronombre latino "idem", que significa "lo mismo" o "el mismo". Por lo tanto, la raíz de la palabra "identidad" se encuentra en el concepto de ser el mismo o tener la misma naturaleza. En cuanto a su sentido original, la palabra "identidad" se refiere a la cualidad de ser idéntico, de ser el mismo en esencia o naturaleza. Se utiliza para describir la unicidad y la continuidad de un individuo o de un grupo en relación con su propia identidad.
La identidad de una persona está basada en las características singulares de ella:
La identidad incluye el carácter interno y la conducta externa, que se distinguen de todos los demás.
La conducta visible de la persona es un reflejo consistente de cómo es su carácter interno. Esto es lo que conforma su identidad.
Y como sabemos, la palabra de Dios es tan perfecta, que también nos da un pasaje para decirnos qué es la identidad, leemos en:
19 Como el agua refleja el rostro,
Así el corazón del hombre refleja al hombre.
Miremos un extracto que encontré sobre este tema en un diccionario de psicología:
Identidad. En términos más generales, la identidad se refiere a la respuesta de una persona a la pregunta "¿Quién soy?
Erik Erikson, el pensador más conocido en este ámbito, propuso que la identidad implica un sentido de unicidad personal y autocontinuidad y una identificación con los ideales del grupo. Erikson (1968) describió el proceso de desarrollo de la identidad afirmando que "emplea un proceso de reflexión y observación simultáneas, un proceso que tiene lugar en todos los niveles del funcionamiento mental, mediante el cual el individuo se juzga a sí mismo a la luz de lo que percibe como la forma en que los demás le juzgan en comparación con ellos mismos y con una tipología significativa para ellos; mientras que él juzga la forma en que ellos le juzgan a él a la luz de cómo se percibe a sí mismo en comparación con ellos y con tipos que han llegado a ser relevantes para él.... Además, el proceso descrito está siempre cambiando y desarrollándose: en el mejor de los casos es un proceso de diferenciación creciente, y se hace cada vez más inclusivo a medida que el individuo toma conciencia de un círculo cada vez más amplio de otros significativos para él, desde la persona materna hasta la 'humanidad'" (pp. 22-23). En teoría, las relaciones personales y la capacidad de adoptar las perspectivas de los demás son fundamentales para el desarrollo de la identidad. La investigación corrobora empíricamente parte de este proceso (por ejemplo, Enright, Ganiere, Buss, Lapsley y Olson, 1983). - Gassin, E. A. (1999). Identity. En D. G. Benner & P. C. Hill (Eds.), Baker encyclopedia of psychology & counseling (2nd ed., p. 604). Baker Books.
Por lo general, en psicología hablan de dos tipos de identidad, la externa y la interna.
B. ¿Cuál es la diferencia entre su identidad interna y la exterior?:
B. ¿Cuál es la diferencia entre su identidad interna y la exterior?:
La persona visible (externa) que es usted: Cómo lo conocen o lo ven los demás.
Por su personalidad.
Por sus máscaras, pretensiones y apariencia exterior.
Por sus acciones
Miren que incluso sobre esto, una vez más la Palabra de Dios nos afirma algo. Leamos: Proverbios 20:11
11 Aun por sus hechos un muchacho se da a conocer
Si su conducta es pura y recta.
La persona real (interna) que hay en usted: Cómo lo conoce Diosa:
Por su naturaleza básica.
Por su carácter.
Por su sistema de valores
Ahora bien, hablemos un poco de lo qué es una crisis de identidad, pues uno de los motivos por los que estamos hablando hoy. ¿O les pregunto hermanos: levante la mano quién NO ha sufrido una crisis de identidad?
C. ¿Qué es una crisis de identidad?:
C. ¿Qué es una crisis de identidad?:
Una crisis de identidad es un período difícil de transición, como sucede en la adolescencia o la media vida, cuando su yo visible entra en fuerte conflicto con su persona real, provocándole así mucho dolor, tristeza y el deseo de un cambio.
“¿Quién soy?”
“¿Qué creo?”
“¿Cuáles son los valores que deben regir mi vida?”
“¿Qué quiero hacer con mi vida?”
Leamos lo que dice Pro 15:21:
21 La necedad es alegría para el insensato,
Pero el hombre inteligente anda rectamente.
Una crisis de identidad es un período de profunda desilusión cuando su identidad se basa en un papel que ha jugado o una relación interpersonal que ha cambiado o que se ha roto.
Perder el trabajo: Su identidad era su profesión (un papel).
Perder al cónyuge ya sea por muerte o por divorcio: Su identidad se encontraba en su cónyuge (una relación).
El “nido vacío”: Su identidad era ser padre (un papel).
Salir de un ambiente seguro: Su identidad se encontraba en sus amigos y familiares (una relación).
La aparición de una incapacidad física: Su identidad era su habilidad de hacer algo (un papel).
Perder a un amigo íntimo: Su identidad era un compañero amado (una relación).
Una pérdida económica: Su identidad se encontraba en su estatus social (un papel).
Miren la profunda tristeza que experimento Job al perder a sus hijos, sus bienes, y hasta su salud: Job 6:13
13 »¿Es que mi ayuda no está dentro de mí,
Y está alejado de mí todo auxilio?
Esa crisis de identidad puede ser una forma muy grave de confusión producto de un trauma en la niñez o adolescencia.
Mentalidad de víctima (sentirse sin valor en sus relaciones interpersonales)
Crecer sin una figura paterna adecuada.
Abuso o maltrato físico durante un periodo de su niñez o adolescencia.
Algún tipo de violencia intrafamiliar, externa por otras personas o grupos determinados que afectan profundamente su vida.
En segundo lugar, vamos ahora a ver algunas características sobre nuestra Identidad:
II. Características:
II. Características:
¿Qué sucedería si enfrentara una crisis de identidad?
En cierta manera, sería como padecer amnesia, no sabe quién es, y no puede encontrar el camino de regreso a su casa. ¡Qué situación tan terrible! Su corazón está inundado de temor. Si no sabe quién es usted ni qué hacer consigo mismo, es necesario que sepa lo que Dios sí sabe acerca de usted. Él tiene todas las respuestas y también espera que usted le busque para que le dé las respuestas correctas.
4 Busqué al Señor, y Él me respondió,
Y me libró de todos mis temores.
En ocasiones cuando hablo con mi esposa, luego de haber tenido una discusión, reflexionamos sobre nuestra conducta o las palabras que nos hemos dicho, que en ocasiones son hirientes. Y por lo general, le digo a mi esposa que la evidencia externa del conflicto que acabamos de tener, es el resultado de varias cosas que están pasando primero de manera interna en cada uno de nuestros corazones.
En este segundo punto vamos a ver dos puntos relevantes. El primero es:
A. Conflictos emocionales internos:
A. Conflictos emocionales internos:
Los conflictos emocionales son comunes en todas las personas que están luchando por obtener su identidad personal, sin importar su edad. Esos sentimientos se relacionan íntimamente con los eventos externos así como con los pensamientos y preocupaciones internos. Por ejemplo:
Ansiedad: “No sé en realidad quién soy”.
Depresión: “No tengo esperanza para el futuro”.
Duda: “Me siento fuera de lugar”.
Timidez: “Nadie me acepta ni me ama”.
Baja auto-estima: “Soy un bueno para nada”.
Y recordemos que estos conflictos emocionales internos, son la consecuencia de los diferentes periodos que provocan crisis de identidad en nosotros, y que ya los mencionamos antes; es decir:
Un periodo de difícil transición en diferentes etapas de la vida como la niñez o adolescencia, o la edad media o incluso cuando se entra a la tercera edad.
Un periodo de desilusión
Un periodo de confusión por un trauma
Pero saben hermanos, incluso la biblia registra como algunas personas vivieron conflictos emocionales internos duros. Miren lo que dice el Sal 13:2
2 ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma,
Teniendo pesar en mi corazón todo el día?
¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?
Como consecuencia de estos conflictos emocionales internos, de manera inevitable, éstos se van a hacer visibles hacía las personas que nos rodean en la familia, trabajo, la iglesia, amistades, vecinos, etc.
B. Evidencia externa del conflicto:
B. Evidencia externa del conflicto:
Así que, el resultado de los conflictos internos, son ciertos patrones de conductas que sabemos están mal o son errados. Por ejemplo:
Actitudes y acciones que se oponen entre sí
Dificultad para hacer un compromiso espiritual positivo
Amistades no convenientes
Incapacidad para tomar decisiones o se toman decisiones de manera impulsiva
Rechazo de los valores familiares o la aceptación ciega de los valores de otras personas
Lucha con la inmoralidad sexual
Difícilmente puede establecer intimidad Demasiado problema para escoger una carrera
Incapacidad para proponerse metas a largo plazo.
Y una vez más la Palabra nos confirma estas conductas como lo expresa Stg 1:8
8 siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos.
¿Cómo vamos hasta ahora? Solo hemos visto dos puntos centrales de nuestra enseñanza que son: - las definiciones, y - las características. Y vamos a ver el tercer punto de nuestra enseñanza para ir terminando hermanos.
III. Posibles Causas:
III. Posibles Causas:
Aquí solo mencionaré dos posibles causas:
A. ¿Cuál es la raíz del conflicto de identidad?:
A. ¿Cuál es la raíz del conflicto de identidad?:
Las personas que no son creyentes no se sienten satisfechas porque han decidido seguir en la familia de Adán… siguen luchando por suplir sus propias necesidades y vivir con sus propios recursos. Los creyentes también pueden estar insatisfechos por no entender que su identidad ahora se encuentra en la persona de Cristo. Quieren servir a Dios, pero siguen tratando de suplir sus necesidades con sus propios recursos.
Por lo general, debido a esto, surge en nosotros una creencia incorrecta de cuál puede ser nuestra identidad, incluso llega a ser muy similar a la que tienen los no creyentes, los que pertenecen a la familia de Adán.
CREENCIA ERRÓNEA:
“Mi identidad se encuentra en los papeles significativos y relaciones que tenga en mi vida. Estaré satisfecho cuando la gente me perciba como una persona de éxito. Me sentiré realizado cuando logré una carrera profesional, cuando logré tener una casa, un apto, un carro; cuando logré tener salud estable, cuando logré tener un trabajo, cuando logré salir de deudas, cuando logré un ascenso en mi trabajo o cuando cambié de trabajo, cuando tenga una novia, cuando logré casarme, cuando tenga un hijo, cuando mi hijo crezca, se gradue y se case y tenga su familia; cuando logré reconciliarme con mi esposa o un hermano o familiar, cuando pueda superar la depresión en la que estoy, o cuando logré cambiarme de casa, de barrio o incluso de iglesia, y así podríamos mencionar decenas de cosas más”.
Pero pensar de esta manera hermanos, es incorrecto, no es lo que debemos hacer. Pues es desmeritar la obra de Cristo a nuestro favor, y también por debajear la manera en Dios nos ve. Así que la forma adecuada de pensar debe ser...
CREENCIA CORRECTA:
Estoy satisfecho al reflejar en mi vida la imagen de Dios permitiendo a Cristo vivir en mí y a través de mí. Mi identidad no se encuentra en los roles terrenales o relaciones que pueda tener, sino en la persona de Cristo.
Leamos lo que la Sagrada Escritura afirma Colosenses 2:8–10:
8 Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
9 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él,
10 y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
Vamos a dejar hasta aquí hermanos, porque me falta mucho más para tocar. Así que con el favor de Dios, el próximo domingo espero terminar este tema y sobre todo ver cuál es la salida que nos brinda la Escritura sobre esta problemática que afecta a todo el mundo, tanto a los hijos de Dios que hemos sido rescatados por la sangre de Cristo, como también al incrédulo que vive alejado de Dios.
Quiero terminar, a manera de conclusión con una aplicación práctica:
Conclusión:
Conclusión:
Hemos leído al menos 9 versículos de las Escrituras entorno a este tema. Y algo que he notado en mí mismo, en mi caminar desde que soy creyente, es que muchos las luchas, de las cargas, de mis angustias, de mis preocupaciones, de mis incertidumbres o incluso momentos de depresión, de desánimo y no saber qué hacer ante diferentes situaciones que enfrento, es justamente esto: “NO TENER CLARA MI IDENTIDAD DE LO QUE SOY EN CRISTO”. O dicho en otras palabras, “ES NO VERME COMO DIOS ME VE”.
Y hermanos, quiero que cada uno pensemos en esto durante esta semana, y consideremos estas preguntas para que cada uno de ustedes se les haga y pueda pensar en una posible respuesta:
¿Quién soy yo para Cristo? ¿Cómo me ve el Padre a mi, siendo un hombre tan débil que no merece nada más que la muerte, la condenación en el infierno y la ira de un Dios Santo? ¿A caso mi vida tiene un valor diferente al que este mundo consumista y las persona me dan?
Con la ayuda de Dios, el próximo domingo vamos a encontrar respuestas a todas estas preguntas, y principalmente hermanos, tener una claridad en las Sagradas Escrituras, de lo que somos verdaderamente en Cristo. De entender quién soy para el Señor, de verme como El Padre me ve, y de saber cuál es el valor que yo tengo para nuestro Dios.
Oremos...