Consejo y oración para hoy

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5 de septiembre

Isaías 46:3–4 RVR60
Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
Yo seré su Dios toda la vida, sobre esa notable afirmación debían fundamentar su esperanza los israelitas que tendrían que enfrentar el exilio.
Hacemos de la religión una carga que necesitamos llevar mientras también cargamos nosotros mismos nuestras propias necesidades y luchas, creyendo que con nuestras propias fuerzas, recursos y habilidades podremos salir adelante. Para darnos cuenta tarde o temprano que lo que sería nuestro alivio se vuelve nuestra carga.
Escuchemos nuevamente la promesa del Dios eterno y poderoso...
Isaías 46:3–4 RVR60
Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
Mientras estemos con vida en este mundo debemos oír la voz de Dios, El no es un dios mudo, un dios que es desechado, porque en algún momento de nuestra vida es inútil o innecesario.
Empezamos a oír su voz en el vientre de nuestra madre y nuestros oídos espirituales deberán escucharle hasta nuestro último momento de respirar.
Pensamos equivocadamente, si en algún momento de la vida, llegamos a creer que Dios ha dejado de cuidarnos, proveer para nuestro sostenimiento y salvarnos continuamente. Esa es una tarea que Dios nunca abandonará, nunca descuidará con su pueblo.
Llegamos a la conclusión equivocada que Dios se olvida de nosotros, porque pensamos que él actúa como hombre. El no es un ídolo hecho a nuestra voluntad y deseo, que se vuelve pronto inútil. El no nos abandona por causa de nuestros fracasos, él no cae vencido en nuestras derrotas, él no es tomado prisionero a causa de nuestros pecados.
Simplemente él es nuestro Dios desde la matriz hasta las canas, cargarnos en sus hombros, levantarnos con sus brazos, alimentarnos con su mano y cubrirnos con su sombra es la muestra de su amor permanente por nosotros.
Dios me habla cuando estoy cargando mis preocupaciones y luchas como si él no estuviera cerca de mi, para hacer de mi problema su preocupación, pues él siempre estará a mi lado en cada momento de mi vida para cargarme y proveer sustento y abrigo a mi vida.
Aunque el anuncio de destrucción y dolor este delante de mi, debo recordar que Dios siempre está conmigo y él me ayudará a levantarme en medio de la prueba.
Dios me hizo eso me hace reconocer que le pertenezco a él; El ha estado siempre conmigo eso me recuerda que es mi amigo y tengo una relación personal con él; él me ha soportado en mis debilidades y pecados, mas no me ha abandonado porque es mi redentor; él me ha cuidado en medio de peligros y batallas porque él es mi Salvador.
Debo poner mi confianza en el Dios eterno y verdadero porque no necesito cargarme con lo que él me ha ofrecido llevar por mi y que nadie mas puede sostener.
Oremos,
Padre nuestro que estas en los cielos, no dejes de hablarme cuando tu voz es lo único que traerá paz y confianza a nuestra vida.
Tu eres el Dios vivo y verdadero en quien confío para salvar mi vida.
Gracias porque cuando salí desnudo del vientre de mi madre, tus brazos ya estaban listos para cargarme y no renunciaste a cuidarme a pesar de que muchas veces quise abandonar el cuidado seguro de tus brazos.
Hoy en este día de mi vida necesito que tu me cargues, mi sostengas y me cuides porque yo sigo siendo la misma indefensa criatura y tu sigues siendo el mismo todopoderoso Dios que me hizo.
Haz volver el corazón de los que se han ido de tu lado por confiar en lo que ellos mismos han construido pero que venido el día de la prueba no podrán sostenerlos.
Háblales con la ternura del padre que les ama y siempre estará con ellos hasta las canas.
Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Para consejo y oración escribe a: sbustilloier@gmail.com
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