La victoria de David sobre Goliat
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· 267 viewsDios usa a David para vencer la amenaza de los filisteos.
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La victoria de David sobre Goliat
La victoria de David sobre Goliat
1º Samuel 17:1–11
1Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. 2También Saúl y los hombres de Israel se juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos. 3Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos. 4Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. 5Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. 6Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. 7El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él. 8Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. 9Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. 10Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. 11Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.”
Introducción
Introducción
Varios años atrás, en la última batalla de los israelitas contra los filisteos, por la mala decisión de Saúl de poner en ayuno a sus soldados, no fue posible derrotarlos definitivamente.
Ahora se habían recuperado y estaban dispuestos nuevamente a desafiar a Israel.
Invadieron el territorio de Judá y acamparon frente al ejercito de Israel.
Esta vez los filisteos tenían una nueva estrategia pensando en su última derrota, cuando Jonatán y su escudero los enfrentaron y derrotaron a varios de ellos.
Ahora habían entrenado a un campeón, un paladín, cuya imponente figura, no solamente causaba temor, sino que también tenía la capacidad física y militar para derrotarlos. Un guerrero llamado Goliat, catalogado como gigante.
Goliat
Goliat
Desde la época de Moisés y Josué , los israelitas habían enfrentado gigantes, como los de la tierra de Basan (Números 21) y muchos habitantes de la tierra prometida. Caleb a los 80 años conquistó su heredad derrotando a los gigantes (Josué 14)
Pero ahora, se amedrenta antes la presencia de un gigante: 1 Samuel 17:4 “Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.”
Goliat era un guerrero fuera de lo común, medía 6 codos 1 palmo equivalente 2.92 metros. No ha habido en la historia moderna una persona de semejante estatura y fuerza. (Robert Wadlow 2.72, 1940.)
La imponente figura de Goliat causaba temor a los israelitas. 1º Samuel 17:24 “Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor.”
Nuevamente vemos como los israelitas se intimidan ante los filisteos. (1 Samuel 13:6 “Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en estrecho (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas.” )
Es una reacción común del ser humano sentir miedo ante las amenazas, pero el problema no es sentir miedo, sino enfrentarlo, más aun, sabiendo que Dios está de nuestro lado. Romanos 8:31 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
La valentía de David y la resignación de Saúl
La valentía de David y la resignación de Saúl
Nuevamente, Dios interviene para que David fuera enviado por su padre a visitar a sus hermanos al campo de batalla. (Esto no es casualidad).
Mientras David hablaba con sus hermanos, apareció Goliat, que durante 40 días había estado retando al pueblo de Israel.
Ante las palabras de Goliat, David sintió celo por su Dios, se indignó ante su provocación. 1 Samuel 17:26 “Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?”
La presencia del Espíritu Santo estaba sobre David, no se fijaba en la estatura de Goliat, sino en el gran poder de su Dios.
Nuestra mirada debe estar en Cristo y no en las circunstancias.
Colosenses 3:1-3 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.”
Saúl
Saúl
Saúl era el indicado para enfrentar a Goliat por ser el más alto de Israel, pero estaba amedrentado.
Anteriormente Dios debió usar a Jonatán para vencer a los filisteos, ahora usa a David porque Saúl había perdido la presencia del Espíritu Santo.
Manda llamar a David quien se ofrece a pelear:
1 Samuel 17:31-32 “Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron delante de Saúl; y él lo hizo venir. Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.”
Saúl desanima a David: 1 Samuel 17:33 “Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.”
David anima a Saúl: 1 Samuel 17:34-36 “David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.”
Las Palabras de David debieron conmover a Saúl, pues él alguna vez experimentó esta confianza en Dios, y que nunca lo desamparó. Por tanto, accede al pedido de David.
Quizo armarlo conforme a la costumbre de los guerreros, pero David sabía que no necesitaba otra cosa que a Dios de su lado:
1 Samuel 17:38-40 “Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.”
En la soledad del desierto Dios había capacitado a David para este día, confiando en Dios va enfrentar al gigante sin armas pero con mucho valor y fe.
La derrota de Goliat
La derrota de Goliat
Al verlo Goliat lo menospreció, pues nuevamente vemos el error del ser humano de poner su confianza en las cosas que se ven.
1 Samuel 17:42-43 “Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.”
Aunque esta era una ventaja para David porque el gigante se presentaba confiando a la batalla, no era importante, pues aun cuando se presentara alerta y entregando toda su fuerza, tenía la batalla perdida porque Dios estaba con David.
La confianza de David: 1 Samuel 17 45-47 “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.”
David tenía experiencia para enfrentar a bestias salvajes, pero su confianza para la batalla no estaba ahí, estaba puesta en Jehová de los ejércitos.
Con una piedra en la frente David derrota a Goliat, corre a tomar su esperada y cortar la cabeza del gigante.
Con esta acción Israel se llenó de valor y persiguieron a los filisteos y los derrotaron.
Conclusión
Conclusión
Podemos pensar que es suficiente la fe para derrotar a los gigantes que nos amenazan, y aunque esto es verdad, debemos considerar que detrás de esto hay un proceso, una preparación de parte de Dios.
Tomemos la figura de las cinco piedras: 1 Samuel 17:40 “Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.”
Fueron cinco piedras “escogidas” del arroyo, las cuales por mucho tiempo fueron arrastras por la corriente, golpeadas, cada golpe las alisaba, arrancaba el material extra, fueron reducidas de tamaño hasta quedar lisas y pulidas.
Estos golpes no solo las pulieron sino que también las endurecieron, por esa razón fueron escogidas.
David fue escogido porque había sabido esperar en el Señor, no se enorgulleció cuando fue ungido, siguió sumiso a su padre y a Saúl hasta este momento.
Para que Dios nos use y podamos vencer a los gigantes que nos amenazan, es necesario fortalecer nuestra vida en el Señor, soportar las adversidades, para que cuando llegue el momento de vencer a los gigantes estemos preparados.