Templos de sangre

Crecí en la iglesia, a la iglesia le debo mucho de mi formación.

Respeto la iglesia, sirvo desde una.

Creo en la iglesia, es la esperanza para la humanidad.

Amo la iglesia, entrego mi tiempo, recursos y talentos para servir en ella.

Sé que la iglesia no es perfecta, ni soy culpable de lo que otras iglesias han hecho o de cómo otros han abusado de la iglesia.

Sé que la iglesia, muchas veces, en vez de ser un hospital para el alma es un campo de batalla que hiere y maltrata.

Jesús entra a Jerusalén, centro del culto y la adoración, base de la religión judía, lugar donde los líderes principales de la “iglesia” se reunían. Ahí confronta a la iglesia, no a otra iglesia, a la nuestra.

Este mensaje no es una denuncia a la iglesia, es una lista de pecados cometidos por los cuáles quiero pedir perdón.

8 “Ayes” de Jesús a los fariseos

1. Sentirnos dueños de la salvación

V.13

“Niegan la entrada al reino de los cielos”

En el concilio de Jerusalén se discutía si una persona era salva o no porque se circuncidaba y no por la gracia de Dios.

Muchas veces, hemos puesto imposiciones humanas que invalidan la gracia de Dios en el caminar de una nuevo cristiano.

2. Sacar provecho a la posición

V.14

“Devoran las casas de las viudas”

En el reino de Dios, el mayor es el que sirve, no el que se sienta a la mesa.

Promovemos el liderazgo como un privilegio de posición y beneficios y no como una misión de entrega y servicio.

3. Buscar reconocimiento

V.15

“En busca de seguidores”

Buscamos seguidores, queremos llenar templos a toda costa.

Sacrificamos el mensaje de la verdad, el discipulado y el servicio por la estética, la comodidad y las multitudes.

4. Poner condiciones financieras. Clasificación social

V.19

“La ofrenda o el altar que santifica la ofrenda”

Hemos vendido milagros, alterado la verdad y aterrorizado a la gente por el tema del dinero.

A veces por las necesidades de la iglesia y otras veces por la vanidad de los líderes.

Hemos hecho iglesias con clases sociales, como si eso existiera en la familia de la fe.

Se predica más del dinero que de Dios.

Se muestra a un Dios economista, que solo procura tu riqueza y que quiere verte lleno de lujos terrenales.

5. Alterar las prioridades

V.24

“Cuelan el mosquito y se tragan el camello”

La justicia, la misericordia y la fe son más relevantes que el dinero y cuando se trata del dinero, lo relevante es que se use en favor de los que son tratados con injusticia, sin misericordia y no tienen esperanza.

Enseñando la ley del amor, se olvidaron de amar.

Hemos hecho que todo sea más importante que la persona. El programa, la estética, el protocolo, el proceso, los requisitos, etc.

6. Juzgar por las apariencias

V.26

“Limpia primero el vaso y el plato por dentro”

Anteponer el hacer sobre el ser.

Querer que se hagan las cosas aunque la motivación sea el temor o la vanagloria.

La transformación del cristiano es de adentro hacia afuera.

7. Subirnos al pedestal de la grandeza

V.28

“Se presentan ante todos como hombres justos”

Mostrar líderes y pastores incorregibles.

No tener derecho a fallar y exigirles a los líderes algo semejante.

Aislamos a los pastores y líderes que sienten que no pueden ser humanos, quebrarse o mostrar vulnerabilidad.

8. Mostrar un evangelio a la carta

V.29

“Adornan los monumentos de los justos”

Ellos nadaban en ambas aguas, según la corriente.

Buscaban congraciarse según la aceptación popular.

Vivían de las glorias de otros. Adoraban el pasado sin hacer nada por el presente.