Adulterio Espiritual
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· 1,015 viewsEl matrimonio de Oseas con Gomer, una mujer adultera, ilustra la infidelidad del ser humana y la fidelidad de Dios.
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Adulterio Espiritual
Adulterio Espiritual
Oseas 1:2–3
2El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová. 3Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.
Introducción
Introducción
Oseas, un profeta de Dios que fue llamado a predicar al reino de Israel, presenta por primera vez al matrimonio como figura de la relación del Dios con su pueblo.
El reino del norte, Israel vivía en una época de prosperidad material, pero decadencia espiritual. Habían mezclado la adoración a Dios con el culto pagano de Baal. (sincretismo religioso).
Las personas miraban tan normal la adoración pagana que no caían en la cuenta de que estaban siendo infieles a Dios y contaminando la tierra con prácticas paganas. “2...porque la tierra fornica apartándose de Jehová…”
Para ilustrar vívidamente la condición de Israel, Dios ordena al profeta Oseas tomar como esposa a Gomer, una mujer infiel.
Es posible que Gomer haya sido una adoradora de Baal, que en sus costumbres paganas religiosas, cometía adulterio como parte de su adoración.
Esta historia es muy chocante y hasta desagradable, no solo para la época en que fue escrito, sino también hoy en día, porque Dios ordena hacer cosas a Oseas que son contrarias a sus mandamientos: Levítico 21:7 “Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.”
En este acto profético en la vida de este profeta, Oseas es figura de Dios fiel y Gomer es figura de su pueblo infiel. Señalándonos a nosotros de ser propensos a la infidelidad.
Los hijos de Gomer
Los hijos de Gomer
El primer hijo de Gomer es hijo de Oseas:
Oseas 1:3 “Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.”
Oseas 1:4 “Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.”
Jezreel significa Dios siembra, en este caso Dios sembrará muerte y cautiverio por la infidelidad de Israel.
Aquí se declara que Gomer le dio un hijo a Oseas, este hijo era legítimo del matrimonio.
La segunda hija es muy posible que ya no sea de Oseas, porque esta vez se dice solamente que dio a luz: Oseas 1:6 “Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.”
Lo-ruama es la señal de que Dios no tendrá compasión de su pueblo sino que derramará su ira por su pecado.
El tercer hijo definitivamente ya no era de Oseas:
Oseas 1:8-9 “Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.”
El tercer hijo Lo-ammi es la figura del resultado del pecado de Israel, por si infidelidad fue llevado al cautiverio y la tierra se llenó de gentiles que ya no eran pueblo de Dios.
Los hijos de Gomer muestran la degradación del pueblo de Dios, de tener un hijo primogénito legitimo, a un hijo que a todas luces no le pertenecía.
La ingratitud de un pueblo
La ingratitud de un pueblo
Oseas 2:5 “Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.”
Gomer, abandonó a su esposo pensando que estaría mejor con sus amantes, que obtendría la felicidad, prosperidad y provisión en los placeres del mundo.
La historia del hijo pródigo tiene alguna similitud con la Gomer, el hijo abandona la casa del Padre pensando que estaría mejor, y Gomer abandona la casa del esposo por la misma razón.
Muchas veces nosotros somos infieles a Dios por buscar el bienestar en las cosas de este mundo.
Sin embargo, aún lejos de su esposo, Gomer recibía la provisión de parte de él.
Oseas 2:8 “Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.”
Oseas hacía llegar a Gomer la provisión y ella no se daba cuenta, pensaba que eran sus amantes.
Así es Dios de fiel con su pueblo: 2 Timoteo 2:13 “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”
Así muchas veces nosotros olvidamos reconocer que la bendición viene de Dios y la atribuimos a nosotros o cosas de este mundo, o a nuestra fuerza.
David reconoce que todo lo tiene Dios se lo ha dado: 1 Crónicas 29:14 “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.”
La ignorancia es un grave peligro: Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”
Gomer es rescatada
Gomer es rescatada
Oseas 3:1-2 “Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. 2La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.”
La infidelidad, ignorancia e ingratitud de Gomer la llevaron a caer en lo más bajo de la esclavitud. Muy parecido a la situación del hijo pródigo.
Adulteró con sus amantes y cuando se aburrieron la tiraron a la calle, terminó sola, pobre e humillada, vendida en el mercado como una esclava.
Su esposo Oseas siendo un hombre de Dios, se humilló para irla a buscar y reconocer públicamente que era su esposa.
El precio por un esclavo era de 30 siclos de plata (una cantidad considerable de dinero). Oseas no tenía todo el dinero, por eso pagó una parte en dinero y otra con cebada.
Para Oseas fue un gran sacrificio irla a buscar, pues sabía que había adulterado con muchos amantes. Un sacrificio más grande que el costo económico.
Si consideramos a Oseas por este gran sacrificio, como no vamos a considerar el sacrificio de Cristo que fue aun mayor: Filipenses 2:5–8 “5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Comprados con Sangre: 1 Pedro 1:18–19 "18sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.”
Conclusión
Conclusión
Por muy desagradable que nos parezca, debemos vernos reflejados en la tendencia adultera de Gomer, no en la fidelidad de Oseas:
Isaias 53:6 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Si no aceptamos esta verdad, muy difícilmente reconoceremos que hemos ofendido a Dios, y que necesitamos volver a Él humillados.
Pero aunque aun así Él nos sigue amando y cuidando.
Dios ilustra en el matrimonio de Oseas con Gomer, la condición de su pueblo, pero aún que Él nos ama y está dispuesto a recibirnos cuando pecamos.
Que Dios nos ame no significa que seamos corregidos. Oseas 2:14 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.”
No menosprecies este mensaje, si consideras que has sido fiel a Dios, que esta palabra te sirva para afirmar tus pasos: 1 Corintios 10:12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
De lo contrario, ven a sus pies arrepentido: Juan 6:37 “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.”