JUAN 6:22-36 EL ENCUENTRO CON EL PAN DE VIDA

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Juan 6:22-36

LA PREPARACIÓN DIVINA DEL ENCUENTRO
22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos. 23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
LOS GRANDES ESFUERZOS DE LA MULTITUD
24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
EL ENCUENTRO
25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
introducción
la teología defectuosa de la iglesia moderna considera que un crecimiento numérico, es siempre una prueba infalible de bendición y de aprobación divina, pues al final el llamado de la gran comisión es ir y hacer discípulos a las naciones, por lo tanto, entre más gente tenga en la iglesia, entre más grande sea la iglesia, más obediente o con mayor eficacia debo estar haciendo la obra. ¿Pero es eso cierto? Es la iglesia de Jesucristo una mega empresa evangelística, es lo único que debe hacer?
Pero ellos pasan por alto varios aspectos importentes, hoy destacaremos uno, se puede seguir ha Jesús por los motivos equivocados.
LA PREPARACIÓN DIVINA DEL ENCUENTRO
22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos. 23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
Juan usa la expresión “El día siguiente” para darle continuidad y unidad de lo que ha sucedido con lo que está por suceder. Lo que sucedió el día anterior, fue la multiplicación sobre-natural de 5 panes y 2 pescados, con los cuales el Señor alimentó en promedio a unas 15 o 20 mil personas, es grandioso pensar en la creación ex nihilo de este pan mientras sus discípulos reparten a la multitud hambrienta. Tal milagro ocasionó un estallido emocional, las grandes multitudes querían a la fuerza coronar a Cristo como su rey terrenal. Jesús se aparta de ellas y mientras lo hace, manda a sus discípulos a cruzar el lago, una tormenta inesperada los sorprende, un fuerte viento agita y enfurece las aguas haciendo olas que amenazaban con voltear el pequeño barco. El Señor está observando todo desde la montaña a la vez que está orando para que la fe de los discípulos no mengue. Cuando era el momento, el Señor decide caminar sobre las aguas, y llegar hasta donde estaban ellos, esto los llenó de espanto, pero finalmente cuando reconocieron al Señor le adoraron.
La multitud que se había beneficiado del gran milagro comienza a buscar a Jesús. Destaca la insistencia de estas personas pues el relato según Mateo y Marcos la multitud fue despedida por Jesús. Los mandó a casa pero ellos no se fueron Mt 14:22, Mc 6:46. De hecho, se quedaron vigilando el lugar y se dieron cuenta "que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos”.
Ahora hay 15 mil personas en la orilla del lago deseosos de ver a Jesús y él simplemente sigue su camino? ¿Qué pasará con la salvación de estas familias? ¿se olvidará la divina providencia de ellos?
De hecho, no. Algo extraordinario sucede pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. Resulta que unas barcas de Tiberias se aproximaron al lugar (Tiberias está ubicado del lado occidental del lago de Galilea) pero ¿cómo llegaron ahí? la palabra arribado nos puede dar una idea. Arribar en términos generales significa venir o llegar a un lugar, pero también se utiliza en un sentido especial, para denotar la llegada de un barco a un puerto por algún evento fortuito, como p.ej. “un gran viento que soplaba” (v. 18). Pensamos que el mismo viento que ordenado por Dios para que asolara la barca de los discípulos para que el Señor mostrara su gloria y fuera adorado, fue el que provocó que estos barcos llegaran a esta costa para que la multitud pudiera usarlas e ir nuevamente a Jesús, bien comenta Dods:
“El hecho [...] de que barcas de Tiberias habían arribado en la costa este, es una confirmación incidental de la verdad de que un vendaval había soplado la noche anterior.”
Tal es el amor y la compasión del Señor por los perdido. Pudo haber dejado a esta multitud egoísta y llena de ambiciones en el olvido, pero no, estaba dispuesto a darles una nueva oportunidad, estaba listo para desafiarlos con el evangelio glorioso.
II. LOS GRANDES ESFUERZOS DE LA MULTITUD POR VER A JESÚS
24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Los cierto es que la gente al ver que Jesús no estaba allí, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. Aquí hay dos términos que debemos considerar:
Primero, “las barcas” el término (gr. ploia) se usa para indicar barcas de cualquier tamaño pero el contexto parece indicar que se referían a barcas pequeñas (v.23). No había manera de trasladar a una multitud tan grande en aquellas barcas, así que tuvieron que organizarse bien para poder ir al otro lado donde estaba Jesús, evidentemente, un gran número de ellos tuvieron que sacrificarse mucho y bordear todo el lago caminando. Eso es impresionante.
Segundo, “buscando” este termino lo ha usado Juan en varias ocasiones p.ej. cuando los discípulos del Bautista deseaban conocer a Jesús y ver donde se hospedada Jesús les preguntó “¿Que buscais?” Jn. 1:36-38. La noche del arresto de Jesús, cuando le gente salio con antorchas, linternas y armas para arrestarlo Él les preguntó “¿A quien buscais?” (Jn 18:4). Incluso, lo preguntó dos veces (Jn 18:7-8). Cuando Jesús resucitado vio a María Magdalena consumida por el deseo de hallar el cuerpo de Jesús le preguntó “Mujer…¿a quién buscas?”. Aún en Apocalipsis Juan usa esta misma palabra para describir el intenso deseo con el que los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente buscarán la muerte pero no la hallarán (Ap. 9:6). En cada caso el verbo implica el tratar de encontrar algo que se desea. Esta multitud estaba deseosa de encontrar a Jesús y estaban dispuestas a hacer lo que sea para encontrarlos.
El traslado en estas barcas no era gratis, así que aquellas personas tuvieron que pagar sus propios pasajes. Solidaridad, organización, disposición, emoción, gente dispuesta a invertir su propio dinero por ver a Jesús. Juan nos dice que literalmente esta gente Salió a buscar a Jesús.
EL ENCUENTRO
a. Primera pregunta
25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
Juan dice que lo hallaron (Lema gr. Heurisko), esto enfatiza el hecho que lo estaban buscando. le dijeron: Rabí. El término Rabí es una palabra que se usa para denotar a un Maestro importante. Pero su significado más literal es mi gran, mi honorable señor o mi gran Maestro. Esta palabra la usaron los primeros discípulos cuando querían que Jesús les llevara hasta su morada (1:38), la usó Nicodemo cuando le dijo: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro” (3:2) y también María Magdalena cuando reconoció al Cristo resucitado (aunque ella uso la forma más elevada del Rabí, a saber, Raboni).
Los cierto es que esta multitud no solo ha hecho un tremendo esfuerzo por ver a Jesús además lo están reconociendo con uno de los título más memorables de aquel entonces. Para ellos Jesús era el Rabí .
Esta es la pregunta que ellos le hace: ¿cuándo llegaste acá?
b. La respuesta que revela el corazón de la multitud
Jesús conociendo lo que había en corazón de cada hombre (Jn 2:24) decidió no responderles cuándo había llegado, sino porqué ellos habían ido a buscarle:
26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
Que Jesús haya comenzado su respuesta con la expresión: “De cierto, de cierto os digo” está indicando la solemnidad y la certeza de lo que está por decir. No fueron las señales que vieron lo que los condujo hasta él, sino el haber comido hasta hartarse de pan. El término señales (gr. Semeia) se usa para definir una obra maravillosa que tiene el propósito de comunicar un mensaje. Juan a lo largo de su evangelio usa el término para indicar un signo que confirma, corrobora y auténtica a Jesús como el Hijo de Dios enviado. Es con este sentido que Jesús les dice: “...me buscáis, no porque habéis visto las señales”. Él no les está animando a que lo sigan por las señales que le vieron hacer, sino por la verdad que comunicaban dichas señales, a saber, que él era Cristo.
Es cierto que el Señor ha prometido el sustento de pan para sus hijos. Pero no se puede seguir a Jesús motivado por una necesidad física, ni si quiera por la más elemental de ellas como el pan.
APLICACIÓN 2: Algunas personas piensan que la advertencia 1 Tim 6:5 en donde Pablo dice que hay hombres que se han hundido en ruina y perdición porque suponen que la piedad en un medio de ganacias se refiere solo a los maestros. Aunque ciertamente, la aplicación inmediata de este pasaje es a los maestros, bien puede aplicarse a cualquier creyente Pablo dice: “que el amor al dinero es el principio de todos los males” 1 Tim 6:10. Si una persona viene a la iglesia para que le amen, para que le resuelvan el matrimonio, la rebeldía de los hijos, o por alguna ayuda en particular, en un sentido está viendo la piedad como un medio de ganancias y la iglesia como su poveedora de servicios espirituales. Esto es tan viejo como el mismo diablo. Pablo llegó a decir: Todos buscan sus propios intereses no los de Cristo” Fil 2:21, además con lagrimas en los ojos dijo que muchos que se llamaban creyentes en realidad eran enemigos de la cruz de Cristo, cuyo fin es la perdición, cuyo Dios es u apetito, y cuya gloria es su verguenza, los cuales solo piensan en las cosas terreneales (3:18-19).
c. Lo que verdaderamente debían hacer
Pero Jesús no solamente los reprocha con solemnidad además les muestra el camino de lo que deberían hacer:
27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece,
Aqui vemos dos cosas. (1) Por lo que no debían trabajar, y (2) por lo que si debían trabajar. El termino trabajad implica un trabajo con esfuerzo, ellos no debían trabajar esforzadamente por la comida que perece (apollumi). El término evoca destrucción, algo que se acabará, aquello que se perderá y será cortado por completo. No hay nada de pecaminoso en trabajar por el pan diario, porque de hecho ese es el medio ordinario a través de cual Dios nos provee, pero buscar esforzadamente a Jesús por alguna cosa que tenga estás características es señal de una falsa fe. Puedo y debo acudir a él para que me ayude en todo lo concerniente a esta vida, pero nunca es la razón primaria.
Por el contrario, el Señor les dice que sí deben trabajar por la comida que a vida eterna permanece (meno), es decir, por aquello que se mantiene en pie más allá del tiempo. Cosas como el perdón divino, la gracia, la misericordia, la santidad, la justicia, el amor, entre otras, son todas ellas cuestiones que duraran más allá del tiempo.
Tal clase de comida la provee solo el Hijo del Hombre, en el mundo solo puedes hallar cosas inmediatas y materiales, solo en Cristo, hallas cosas eternas y espirituales.
¿Y dónde se encuentra esta clase de comida? en Jesús, claro está: la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. Como lo indica otra versión: Sobre este ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación. La palabra que usa aquí para sello de aprobación es sphragizo se refiere al acto de sellar con un anillo alguna carta o documento importante. Los judíos entendieron estás palabras como que Jesús contaba con la “firma legal” del Dios Padre, para garantizar y respaldar su obra en la tierra.
La segunda pregunta:
28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Note la frialdad de la pregunta. Esta era la pregunta más importante que un judío podía hacer en aquellos días. ¿Qué tenemos que hacer? ¿cuales son las obras que Dios exige?
A esta interrogante 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. No hay muchas obras, solo una “creer en mi”. Creer implica confianza, una confianza personal. Lo que Jesús le está diciendo aquí es que ellos entraran en un relación de confianza con él que depositaran su vida y su esperanza eterna en él como aquel a quien Dios había enviado con el objetivo de salvarlos.
La tercera pregunta:
Ante una oferta tan amorosa del mismo Dios-hombre, usted esperaría que los corazones de está audiencia se derritieran, y se entregaran irreparablemente a Cristo, y que lo coronara como el verdadero Señor de sus vidas. Pero lamentablemente, eso no es lo que sucede, la multitud sigue mostrando su hostilidad hacía el evangelio.
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
Parece increíble que hicieran esta pregunta. Pero ese fue la clase de corazón que caracterizó al pueblo de Israel. El Salmista hablando de la rebelión del pueblo dijo que cuando Dios los salvó de la mano de los que los odiaban, y los redimió de la mano de los enemigos, ellos “creyeron en sus palabras, y cantaron alabanzas. Pero pronto se olvidaron de sus obras no esperaron su consejo. Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, y tentaron a Dios en las soledades (Salmo 106:13-14, 78:11). Ese mismo corazón tiene esta multitud.
Los cierto es que estos seudo-seguidores le han citado al Señor el salmo 78:22. Lo que ellos parecen no notar es que el contexto de ese salmo indica el juicio de Dios sobre ellos por haber tentado a Dios al pedirle comida a su gusto. Ellos están haciendo lo mismo. Están tentado a Dios en su corazón.
La respuesta de Jesús se puede dividir en tres partes:
a. No fue Moisés el responsable de darles el pan del cielo:
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo.
La NVI lo dice así: “Ciertamente les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo” -afirmó Jesús-.
Y en efecto, la Biblia nos dice:
Entonces el Señor le dijo a Moisés: Voy hacer que les llueva pan del cielo […] ¿Y esto que es? […] -Es el pan que el Señor les da para comer. Éxodo 16:4,15.
Hizo que les lloviera maná, para que comieran; pan del cielo les dio a comer. Todos ellos comieron pan de ángeles, Dios les envió comida hasta saciarlos. Salmo 78:24-25.
Y,
Saciaste su hambre con pan del cielo calmaste su sed con agua de la roca. Nehemías 9:15.
b. La superioridad del verdadero pan del cielo
“...mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.”
Aquí hay dos palabras claves que enfatizan la misma verdad. La palabra verdadero (gr. alethinos) Jesús la usa en un sentido de “real” y “genuino”. La Biblia de estudio de la Reforma dice:
La palabra "verdadero" tiene un significado especial. Jesús se refiere a lo que es eterno, en oposición a algo meramente representativo. El pan que Dios proporcionó a través de Moisés fue solo material y temporal, no espiritual y eterno.
Jesús les está aclarando que aquel pan, que en efecto descendió del cielo, era un pan representativo, un tipo, que los alimentó físicamente, pero que no tenía la función de darles vida eterna, pues en efecto, como Jesús les explicará más adelante, todos ellos murieron.
Y la otra palabra es “dase encuentra en la expresión mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. El tiempo verbal de la palabra “da” implica que el verdadero pan del cielo el Padre no lo ha dado antes, sino que es ahora cuando lo da.
c. La personalidad y alcance del pan de cielo
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Esta expresión y especialmente el termino descendió aclara que no es una lluvia de pan que Dios arroja para que les cayera a las afuera de sus tiendas como ocurrió en el desierto. Por el contrario, este pan tiene voluntad. No es algo, es Alguien baja del cielo.
Su alcance es extraordinario:
Primero, da vida. Mientras aquel pan en el desierto solo nutrió sus cuerpos físicos por un tiempo, Jesús el verdadero pan del cielo, les da vida espiritual. Es un pan que proporciona alimento para el alma, infunde la vida (zoe) de Dios, en todos aquellos que lo coman.
Segundo, Al mundo. A diferencia de aquel pan en el desierto que solo era para el pueblo de israel, el verdadero pan del cielo, esta disponible para personas de todo el mundo, de toda lengua, etnia, tiempo y nación.
Veamos que reacción produjo estas palabras en estas personas:
Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
No entendieron las palabras de Jesús, la igual que Nicodemo (3:4) y la mujer Samaritana (4:15) y aún sus propios discípulos (4:33), estás personas habían tomado literalmente unas palabras que tenían un sentido espiritual. ¡Repito! es muy fácil, muy fácil, mal interpretar las enseñanzas de Jesús. Por lo que no debemos conformarnos con una lectura rápida, aquí y allá de la Escritura.
Lo cierto es que vuelve aparecer el insaciable deseo de usar a Jesús para satisfacer sus necesidades físicas y temporales. Tal deseo, es un indicador claro de un interés superficial. Los templos están llenos de seguidores como estos. Debe cuidarse usted de no tener deseos superficiales para seguir a Jesús. Son identificables, lo único que hay que ser es dolorosamente sinceros. Si tal cosa hay en usted, usted debe arrepentirse.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Jesús aprovecha su petición egoísta para seguirles enseñando el evangelio, y les dice:
a. Jesús es el verdadero pan de vida
En vista de que está audiencia no estaba entendiendo sus palabras, el Señor le dice de la manera más diáfana posible:
“Yo soy el pan de vida” (v.35). La expresión Yo soy “ego eis” es una clara referencia al nombre más sagrado de Dios, YO SOY EL QUE SOY. Jesús se está identificando con la deidad, está reclamando su divinidad ante esta audiencia incrédula. Hasta ahora la idea es esta: “Yo soy Dios, y he bajado del cielo en forma de hombre para darles la vida eterna, que no es otra que la vida de Dios”.
Y continúa diciéndoles:
“El que a mi viene nunca pasará hambre, y el que en mi cree nunca más volverá a tener sed” (v.35)
Aquí el Señor les dice que el que viene a Él no pasa hambre. Pero, además incluye otra figura, que el que crea en Él nunca más volverá a tener sed. Hambre y sed son las necesidades más elementales del cuerpo físico y se usa como una referencia también para las necesidades espirituales.
Veo aquí una referencia al salmo 78, con el que la multitud quiso manipular a Jesús. Si ellos estaban familiarizados con el versículo 24 y 25 que dicen:
“Hizo que les lloviera maná, para que comieran: pan del cielo les dio a comer. Todos ellos comieron pan de ángeles; Dios le envió comida hasta saciarlos.”
También debían estarlo con el 15 que dice:
“En el desierto partió en dos las rocas, y les dio a beber torrentes de aguas; hizo que brotaran arroyos de la peña y que las aguas fluyeran como ríos.” Salmo 78:15-16
Ante ellos estaba la verdadera Peña de horeb y el vededero pan de vida.
El Señor añade una de las palabras más aterradoras de toda la Biblia:
36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
Estas palabras son aterradoras, es como si Jesús les dijera: me han visto con los ojos de la cara, me han hecho objeto de su estudio y sin embargo, no pudieron creer en mi.
Aplicación 1
Aquí una vez más tenemos un asunto muy practico para nuestra vida Cristiana, debemos usar la gracia común siempre que podamos para abir los caminos para que la gente se encuentra con el evangelio. Proveer los medios necesario para derribar los obstaculos que puedan impedir que la gente venga a escuchar el evangelio. A veces cuando algunos hermanos me quieren dar una noticia mala, o exhortarme, suelen decirme: “Pastor! Quiero invitarlo a comer,” yo me pongo nervioso, porque no sé que me diran, lo cierto, es que hay un elemento de “gracia común ahí” una buena comida pueda apaciguar los animos ¿no es cierto?, lo mismo ocurre con el evngelio, no conozco a Nadie que haya venido a escuchar el evangelio con buena disposición, despues de un tremendo regaño. Quizas usted no es la voz que el Señor usará para proclamar su evangelio ese día, pero si puede usar tu auto para recoger a alguien y llevarlo a la iglesia, o usar tu billetera para invitarlo a comer despues del Sermón. O quizas pueda usar tu rostro agraciado y mirada compasiva para darle la bienvenida a las personas en la entrada de la iglesia.
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