Me Comprometo a no Abandonar la Iglesia
Me comprometo • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 19 viewsEnseñar la importancia de servir de manera equilibrada en la iglesia
Notes
Transcript
El desgaste puede producirse cuando un miembro de la iglesia está haciendo demasiado, o demasiado poco, o puede suceder cuando un miembro de la iglesia se dedica a algo por lo cual no tiene pasión.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
I. Servimos para Agradar a Dios
I. Servimos para Agradar a Dios
Dios ya tiene un plan para nuestro servicio, un plan para nuestras obras en la iglesia y más allá. Nuestra salvación es libre e inmerecida, pero tiene que llevarnos a hacer buenas obras para Dios.
Todos eran buenos ministerios. Tenían excelentes propósitos, pero mis motivaciones no siempre eran las correctas. Estaba tratando de agradar a las personas en lugar de agradar a Dios
Las «buenas obras» que debemos hacer son las que Dios ha preparado. Esos son los lugares donde tenemos que «andar».
Tenemos que servir según Dios nos muestra. Nuestro objetivo es agradarle a Él. Nuestra motivación es glorificarlo, servirlo y agradarle. Si lo hacemos, serviremos con gozo y jamás nos desgastaremos
II. Servimos para la gloria de Dios
II. Servimos para la gloria de Dios
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
III. Servimos porque sino nos atrofiamos
III. Servimos porque sino nos atrofiamos
Lo que quiso decir está clarísimo. Si un miembro no funciona, no le sirve al cuerpo.
Si eres un miembro de la iglesia que no funciona ni presta ningún servicio, no le sirves al cuerpo. Tu ministerio se está atrofiando.
La mayoría de las deserciones en la iglesia ocurre por dos razones. En primer lugar, los miembros se comprometen demasiado y terminan desgastados. Son los cristianos «cometa», que llegan como una llama encendida, pero desaparecen rápidamente. En segundo lugar, algunos miembros de la iglesia no sirven en nada, por diversas razones. No les han pedido que sirvan. Están cómodos siendo espectadores, o quizás no sean verdaderos creyentes en Cristo
El punto crucial es este: tenemos que evitar los extremos que llevan a la deserción congregacional, ya sea a través de un exceso legalista de compromiso o una falta intencional de compromiso.
Sin duda, tenemos que servir. Debemos funcionar como miembros del cuerpo de Cristo y tenemos que hacerlo de manera que agrade a Dios antes que a los demás