EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS PARA LA VIDA DEL CREYENTE
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· 99 viewsQue mi audiencia asuma un compromiso más serio en vivir de acuerdo con la Palabra de Dios en su diario caminar.
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Cuántos saben que Dios es fiel a Su Palabra? ¿Y que Dios nos ha dejado su Palabra para nuestro caminar como creyentes?
“Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.” (Romanos 15:4, NBLA)
En tu diario caminar, mi amado hermano, necesitas la dirección y los límites que nos brindan la Palabra de Dios, pero también necesitas fuerzas y valentía para enfrentar los retos de la vida y la fuente para esto es la Sagrada Escritura, la cual es inspirada por Dios mismo.
Hoy estaremos compartiendo bajo el título de “El poder de la Palabra de Dios para el caminar del creyente” y abordaremos este tema bajo dos encabezados, en primer lugar “en su Palabra, Dios tiene dirección y lindero para tu caminar en la vida” y en segundo lugar “en su Palabra, Dios tiene la fuente de fuerzas y valentía para enfrentar los retos de tu caminar en la vida”.
Un poco de contexto para entender mejor nuestro pasaje bíblico del día de hoy.
El libro no indica quien es el autor del libro de Josué, pero la tradición y muchos estudiosos y eruditos bíblicos, entiende que Josué escribió, al menos parte del libro y otra persona, que pudo estar acompañando a Josué, escribió la parte final.
La audiencia a la cual se escribe este libro es el pueblo de Israel que ya está en la tierra prometida por Dios.
El tema central de todo el libro es la fidelidad de Dios al cumplir su promesa de la tierra prometida. Jehová ha cumplido la promesa de la tierra y podemos confiar en que cumplirá todas sus promesas.[i]
El libro de Josué sirve como continuidad al Pentateuco, en especial, a Deuteronomio, narrando la historia subsiguiente del pueblo de Dios, después de la muerte de Moisés.
EN SU PALABRA, DIOS TIENE DIRECCIÓN Y LINDEROS PARA TU CAMINAR EN LA VIDA (V. 1-4)
EN SU PALABRA, DIOS TIENE DIRECCIÓN Y LINDEROS PARA TU CAMINAR EN LA VIDA (V. 1-4)
Como seres emocionales que somos, siempre me he preguntado ¿Qué habrá pensado Josué y cuáles emociones afloraron en él cuando Dios le habla en este capítulo asignándolo como el sucesor de Moisés?
No sabremos a ciencia cierta lo que habrá pasado por su mente, pero lo que si sabemos es que la Palabra de Dios le capacitó para el ministerio que tendría por delante.
Nuestro texto inicia indicándonos que Moisés ya había muerto (ver v. 1). El gran líder del pueblo no estaba. ¿Qué pasaría con el proyecto que este hombre de Dios llevaba a cabo? ¿Dejó Moisés inconcluso su ministerio? ¿Qué va a pasar con el pueblo, ahora que estaban tan cerca de la tierra prometida?
La respuesta a estas preguntas tiene un nombre: Josué.
Moisés no dejó inconcluso el proyecto, porque no era su proyecto, era el proyecto de Dios, su promesa, su Palabra dada a través de la historia, la cual no quedaría son cumplimiento.
Observemos lo que dice de Moisés y Josué Deuteronomio 34:9-12 (buscar y leer)
Pero ahora, tanto el pueblo como Josué necesitaban dirección y con esta dirección, también límites para el caminar que tenían por delante. Así que como Dios sabe esto, él habla a Josué afirmándoles varias cosas que pueden sernos de mucha utilidad para nuestro caminar en la vida como creyentes.
En primer lugar, Dios confirma el liderazgo de Josué instruyéndole a que se “levante” a cruzar el Jordán para iniciar el proceso de conquista que tienen por delante (v. 2).
En primer lugar, Dios confirma el liderazgo de Josué instruyéndole a que se “levante” a cruzar el Jordán para iniciar el proceso de conquista que tienen por delante (v. 2).
Definitivamente el pueblo de Israel necesita dirección, y una forma de dirección bíblica es el liderazgo que aplica la Palabra de Dios para el pueblo. Un liderazgo que sepa seguir las instrucciones divinas y guie al pueblo hacia los propósitos divino.
Como bien define Henry Blackaby sobre el liderazgo: «liderazgo espiritual es movilizar a las personas hacia los planes de Dios».[ii]
Y esto era lo que Josué tenia a cargo, movilizar al pueblo de Israel, que se encontraba en el desierto, hacia los planes de Dios, que en ese momento histórico era la conquista de la tierra e Canaán. (ver v. 2)
Una de las formas, divinamente constituidas, para guiar y conducir nuestras vidas, es a través de hombres y mujeres que Dios levanta, llenos del Espíritu Santo y su Palabra, para aconsejarnos, instruirnos, en fin, cumplir lo que dijo Pablo a Timoteo
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16–17, NBLA)
Por lo que cuando en tu caminar te sientas que necesites instrucción sobre lo que enseña la Palabra en alguna situación en particular, acércate a los hombre y mujeres maduros en la fe, que gozan de buen testimonio y están llenos de Dios, quienes en amor te ayudarán en tu problema.
En segundo lugar, las instrucciones dadas por Dios a Josué, y por tanto para el pueblo de Israel, estaban dentro de los márgenes de la promesa dadas a los patriarcas.
En segundo lugar, las instrucciones dadas por Dios a Josué, y por tanto para el pueblo de Israel, estaban dentro de los márgenes de la promesa dadas a los patriarcas.
A Abraham, podemos ver: “En aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram, diciendo: «A tu descendencia he dado esta tierra, Desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates: la tierra de los quenitas, los cenezeos, los cadmoneos, los hititas, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos»” (Génesis 15:18–21, NBLA)
A Isaac: “El SEÑOR se le apareció a Isaac y le dijo: «No desciendas a Egipto. Quédate en la tierra que Yo te diré. »Reside en esta tierra y Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham. »Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque Abraham me obedeció, y guardó Mi ordenanza, Mis mandamientos, Mis estatutos y Mis leyes»” (Génesis 26:2–5, NBLA)
A Jacob: “El SEÑOR estaba de pie junto a él, y dijo: «Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. »También tu descendencia será como el polvo de la tierra. Te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. »Ahora bien, Yo estoy contigo. Te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido»” (Génesis 28:13–15, NBLA)
Amado hermano, Dios siempre será fiel a su Palabra. En tu caminar en la fe, si tu no conoces su Palabra te perderás en el engaño de las nuevas revelaciones, que hechizan las mentes de los débiles e ignorantes y de aquellos que no dominan la verdad revelada en la Biblia.
¡Tu Biblia es tu brújula!
¡Tu Biblia es tu lampara en el camino!
¡Tu Biblia es tu alimento!
¡Tu Biblia es tu tesoro!
¡Tu Biblia es tu arma defensiva!
¡Tu Biblia es tu medicina!
¡Tu Biblia es tu recurso más importante para caminar en los caminos de Dios!
En tercer lugar, Dios provee de los límites y los linderos de la promesa para el pueblo (ver v. 3-4). La promesa de Dios para el pueblo le mostraba un plano dimensional en donde ellos podrían soñar, esforzarse y conquistar con la bendición de Dios.
En tercer lugar, Dios provee de los límites y los linderos de la promesa para el pueblo (ver v. 3-4). La promesa de Dios para el pueblo le mostraba un plano dimensional en donde ellos podrían soñar, esforzarse y conquistar con la bendición de Dios.
Ilustración: imagínese que usted es invitado a una finca donde tienen muchos cultivos de diferentes frutas. El dueño le indica que usted puede tomar y llevarse todo el fruto que usted desee de los que están en la zona norte de la propiedad donde están. ¡Todo lo que usted quiera y todo lo que usted pueda! Pero no puede tocar los frutos de las demás zonas.
Algo semejante fue lo que Dios le instruyó al pueblo. Tenían la libertad de conquistar y poseer dentro de un espacio geográfico específico. De ahí la frase del verso 3, “todo lo que pise la planta de su pie”.
¡Oh, cuantas veces no hemos escuchado a hermanos citar este texto mal aplicándolo! Permíteme decirte dos razones por las que “no todo lo que pise la planta de tu pie será tuyo”:
Lo primero es que una mala aplicación del texto no producirá que por arte de magia obtengas lo que quieres. Dios dio esta promesa en un contexto muy particular al pueblo de Israel, bajo condiciones descritas en el versículo 4.
Y lo segundo, Dios no puede darte todo lo que tu pises porque tu necesitas limites en tus deseos, necesitas limites en tus sueños, necesitas limites, a tus ambiciones, necesitas limites incluso para satisfacer tus necesidades. Tu engañoso corazón no siempre se alinea a la voluntad de Dios y por eso, hasta para lo que es bueno, Dios tiene que poner límites.
De manera que podemos ver que la Palabra de Dios fue poderosa en la vida de Josué para:
Confirmar su liderazgo en circunstancia muy especiales y extremas para que él pueda ser el instrumento divino para guiar al pueblo a la conquista de la tierra prometida. De igual manera nosotros también tenemos instrucción en la Palabra de Dios de que nos dejemos guiar por los lideres que Dios ha levantado en Cristo Jesús.
Confirmar la fidelidad divina y su compromiso con sus promesas para cumplirlas, de manera que hoy, esa misma fidelidad permanece firme de parte de Dios por lo que podemos confiar en su Palabra plenamente.
Establecerles los limites dentro de los cuales caminarían en el proceso de conquista de la tierra prometida. Los límites establecidos en la Palabra de Dios también son necesarios para nosotros por nuestra propensión a desbordarnos y extralimitarnos en todo en la vida.
EN SU PALABRA, DIOS TIENE LA FUENTE DE FUERZAS Y VALENTÍA PARA ENFRENTAR LOS RETOS DE TU CAMINAR EN LA VIDA (V. 5-9)
EN SU PALABRA, DIOS TIENE LA FUENTE DE FUERZAS Y VALENTÍA PARA ENFRENTAR LOS RETOS DE TU CAMINAR EN LA VIDA (V. 5-9)
Quiero invitarles amados hermanos a que hagamos un ejercicio de empatía con Josué. Pensemos por un momento en lo que estaba pasando en este hombre de Dios. Hay tres cosas que pudieron traer una gran preocupación o ansiedad sobre este hombre:
Lo primero es que él estaba sucediendo a Moisés, el líder más importante de Israel (como leímos en Deuteronomio 34:9-12). ¡Esto era unos zapatos bastante grandes que llenar!
Lo segundo era que el pueblo al que él estaba siendo llamado a liderar era un pueblo malo y despiadado, que hizo sufrir mucho a Dios y Moisés.
Lo tercero fue el trabajo a realizar, la conquista de la tierra prometida. Un trabajo que le tomó los próximo 7 años (aproximadamente) de su vida.
Ante la envergadura de lo anterior y sus implicaciones, Dios sabía que este hombre necesitaba Palabras de aliento y promesas de respaldo; no solamente instrucciones de cómo hacer las cosas. Por eso Dios le promete su respaldo, de la misma manera que se lo dio a Moisés (ver v. 5).
Ya Dios se lo había dicho a través de Moisés: “entonces Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: «Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad. El SEÑOR irá delante de ti; Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes».” (Deuteronomio 31:6–8, NBLA)
En tres ocasiones, en esta sección, encontramos a Dios diciéndole a Josué “se fuerte y valiente”.
En la primera ocasión (v. 6) apunta a su trabajo. La razón para ser fuerte y valiente era que Dios estaba garantizándole la victoria en su gestión ministerial de conquistar la tierra prometida.
En la primera ocasión (v. 6) apunta a su trabajo. La razón para ser fuerte y valiente era que Dios estaba garantizándole la victoria en su gestión ministerial de conquistar la tierra prometida.
Josué iba a ser exitoso no por sus habilidades adquiridas a los pies de Moisés, ni tampoco por la buena reputación que gozaba para con el pueblo. Mucho menos tendría éxito, porque era uno de los dos sobrevivientes a la generación que salió de Egipto, por lo que lo hacía más sabio y conocedor de la historia judía. ¡No! El éxito de Josué estaba supeditado al compromiso que Dios mismo tenía con su Palabra de dar la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham.
Como bien dijo David en su pelea con Goliat: “y para que toda esta asamblea sepa que el SEÑOR no libra ni con espada ni con lanza; porque la batalla es del SEÑOR y Él los entregará a ustedes en nuestras manos».”(1º Samuel 17:47, NBLA)
En la segunda ocasión (v. 7-8) apunta a su corazón. Josué necesitaba entender que su carácter dependería de su relación con la Palabra de Dios. Esa relación implicaba que:
En la segunda ocasión (v. 7-8) apunta a su corazón. Josué necesitaba entender que su carácter dependería de su relación con la Palabra de Dios. Esa relación implicaba que:
Josué tenía que conducirse en su vida de acuerdo con todo el consejo de la Torah (הַתּוֹרָ֗ה)/ la Ley.
Josué para alcanzar lo anterior, tenía que recitar y meditar con toda frecuencia la Ley del Señor. En otras palabras, tenía que estudiarla con diligencia para ser un experto que vive conforme a la Palabra de Dios.
Solo al hacer esto, es garantizado el éxito en lo que el haga en su vida.
En la tercera ocasión (v. 9) apunta a su carácter. Todo gran desafío o llamado de Dios requiere de una gran valentía. El caso de Josué no era la excepción.
En la tercera ocasión (v. 9) apunta a su carácter. Todo gran desafío o llamado de Dios requiere de una gran valentía. El caso de Josué no era la excepción.
Josué tenía que ser valiente al relevar al líder más importante de todos los tiempos para los judíos, Moisés.
Josué tenía que ser valiente para lidiar con un pueblo al cual Dios ha tenido que disciplinar en innumerables ocasiones por su terquedad.
Josué tenía que ser valiente para enfrentar una misión de conquista de naciones más numerosas y preparadas que la que él lideraba.
Josué tuvo que ser valiente porque Dios le estaba pidiendo que sea valiente.
La valentía y el esfuerzo realizado por Josué fue posible gracias al poder de la Palabra de Dios en su vida. El creyó a Dios y se esforzó en poner por obra las instrucciones dadas por Él. Gracias a esto, el tuvo existo.
CONCLUSIÓN Y APLICACIONES FINALES
CONCLUSIÓN Y APLICACIONES FINALES
Al Dios cumplir su promesa de darles la tierra prometida al pueblo de Israel, establece el escenario para que desarrolle los eventos que darían lugar al nacimiento de la Simiente/Descendiente prometido tanto de la mujer de Gn. 3:15 como de Abraham Gn. 12:1-3, que sería nuestro Señor Jesucristo quien nos libraría de la condenación del Pecado y la Muerte. Y este Cristo Jesús nos ha prometido un lugar para nosotros, donde descansaremos de nuestros pesares, dolores, malestares, sufrimientos y de todo con lo que este mundo caído nos golpea. Si Dios cumplió la promesa hecha a Abraham y hoy sus descendientes viven en esa tierra prometida, también Dios cumplirá su promesa de una patria celestial para nosotros hermanos. Así que depositemos nuestra confianza y esperanza en la Palabra de Dios que nos habla de estas cosas.
Pero mientras esperamos esas moradas celestiales, tenemos que esforzarnos en vivir para la gloria de Dios, por eso hermanos, tenemos que aferrarnos a las instrucciones de la Palabra de Dios, como lo hizo Josué, y vivir con la Palabra en el corazón y la mente, obedeciendo las instrucciones divinas para nuestro caminar como creyentes.
[i]Adolph L. Harstad, Josué, ed. Roland Cap Ehlke y John C. Jeske, La Biblia Popular (Milwaukee, WI: Editorial Northwestern, 2000), 11.
[ii] Blackaby, Henry T.; Blackaby, Richard. Liderazgo Espiritual (Spanish Edition). B&H Publishing Group. Edición de Kindle.