La permanencia de la salvación

El Espiritu santo y la salvación T.12  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 68 views
Notes
Transcript
IGLESIA CRISTIANA SAL Y LUZ A LAS NACIONES
Predica semanal
Sermón Temático
Luis Andrés Estupiñán Ch
Bogotá, septiembre 16 de 2023
La permanencia de la salvación
Aplicación de la salvación por el Espíritu Santo
A. INTRODUCCIÓN
a. Sujeto o tópico
La permanencia de la salvación se refiere a la cuestión de si todos los cristianos inevitablemente llegan a la salvación final o si es posible que alguno se pierda.
b. Tema
La iglesia primitiva creía que la salvación final estaba condicionada a la fidelidad del creyente, en cumplimiento a lo dicho por Cristo: “quien me ama, mis mandamientos guarda”. (Juan 14:15).
Este es el motivo por el que la cuestión del pecado que se comete después del bautizo es tan espinosa para los creyentes: si se requiere el bautismo para lavar el pecado original y los pecados cometidos hasta ese instante, pero si el bautismo se hace una sola vez,
· ¿cómo hacer para limpiarse de los pecados posteriores a este?,
· ¿qué recurso tienen las personas que pecaban posteriormente al bautismo?
La iglesia católica ante esta situación adoptó una postura indulgente, creando el proceso penitencial para restaurar a aquellos que habían caído en el pecado.
Nosotros insistimos en un arrepentimiento genuino, que lo lleva a tener un cambio de mentalidad por medio del cual usted conscientemente espera no volver a cometer el mismo pecado.
Texto
1 Pedro 1:3–5[1]
Una esperanza viva
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, 4 para que recibamos una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera. Esta herencia les está reservada en los cielos 5 a ustedes, que por medio de la fe son protegidos por el poder de Dios, para que alcancen la salvación, lista ya para manifestarse cuando llegue el momento final.”
Nuestra mente probablemente no pueda entender la dimensión del plan salvífico con el cual Dios obró en favor de la humanidad. Pedro bendice a Dios por tal regalo. La expresión: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo… podría entenderse de tres maneras.
· En primer lugar, en relación con Dios mismo.
· En segundo lugar, de Dios en relación con algo o alguien.
· En tercer lugar, como un atributo de Dios. En esta ocasión Pedro expresa tal bendición en referencia al kurios (Señor), el Señor que murió, resucitó e hizo posible nuestra salvación[2]
En estos versos vemos la naturaleza de lo esperado. La esperanza es viva y creciente. Es una herencia (v. 4) en el sentido de haberla recibido de otro, un patrimonio no ganado por esfuerzo propio, sino por la gracia de Dios.
En parte la herencia ya es nuestra, pero su plenitud aún ha de venir. Es algo de valor permanente, expresado mediante una semejanza: incorruptible, incontaminable e inmarchitable; es decir, lo esperado no es material que con el tiempo se corrompe, ni es capaz de ser ensuciado, y su hermosura no se marchita como si fuese una flor o una corona de laurel que ganara un competidor de atletismo. Está reservada para ser disfrutada en los cielos, el lugar más seguro, resguardada para cuando llegue el momento de disfrutarla.
También es algo muy personal, acreditado para vosotros por aquel que “a sus ovejas las llama por nombre” (Juan 10:3).
Para mucha gente el tiempo final (v. 5) es algo temible; pero para los que tienen esta esperanza prometida por Dios, es una salvacióntotal, una liberación completa de aquello que les limita o les causa dolor.
Pedro habla con base en su experiencia, una de las cuales mostraba que la guarda del ángel era más potente que la de los soldados (Hechos 12:5–7). Y Pablo afirma: “La paz de Dios…guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). Y todo se ajustará en la segunda venida de nuestro Señor.[3] Enseñando a mantener los ojos siempre puestos en el Señor.
B. CUERPO
a. La discusión
Nos remontamos a los padres de la iglesia y encontramos que:
Agustín estuvo de acuerdo en que era posible perder la salvación, pero dio una razón diferente para su posición.
En su opinión, Dios había escogido (elegido) a ciertas personas para ser salvadas con el fin de reemplazar a los ángeles que habían caído.
Si bien cualquier persona que era bautizada era regenerada, sólo los elegidos recibirían el don de la perseverancia; todos los demás abandonarían y se perderían.
El Segundo Sínodo de Orange en 529 d.C, aunque defendía el argumento de Agustín contra Pelagio, implícitamente rechazó la interpretación del primero sobre la perseverancia, declarando que todos los bautizados podían, con la ayuda de Cristo, hacer lo necesario para su continua salvación.
La tradición católica continúa enseñando que la salvación final es posible para todos aquellos que se aprovechan de la gracia divina transmitida por los sacramentos de la Iglesia.
Muchas tradiciones protestantes creen que la salvación final, aunque incondicional por parte de Dios, requiere la fidelidad continua del creyente, la cual es posible gracias al Espíritu Santo, aunque no está garantizada.
Si bien la salvación continua no es tenue ni se basa en las obras del creyente, es posible que el creyente se aparte de Cristo y pierda por tanto la salvación.
Todas estas tradiciones creen que la salvación es sinérgica; es decir, creen que tanto Dios como los seres humanos son actores en el proceso de salvación, aunque Dios siempre es el iniciador y los seres humanos sólo pueden responder.
Sin embargo, la tradición reformada, retomando algunos aspectos de las enseñanzas de Agustín, cree que la salvación es monergista[4]; es decir, Dios es la única causa de la salvación.
Debido a que los seres humanos no contribuyen en nada al proceso de salvación, ni siquiera a una respuesta de su libre albedrío, todas las personas elegidas por Dios para la salvación serán inevitablemente preservadas por él hasta la salvación final.
Este punto de vista, llamado “perseverancia de los santos”, forma la “P” del acrónimo nemotécnico TULIP[5], que a menudo se usa para enseñar la visión reformada de la salvación.
a.1. La doctrina de la perseverancia significa que cualquier individuo que parece cometer apostasía nunca fue realmente creyente en absoluto.
La teología dispensacionalista[6], que comenzó en la década de 1820 en Inglaterra, desarrolló una versión modificada de la perspectiva reformada que tuvo influencia en el fundamentalismo y el evangelicalismo[7]estadounidenses.
Según este punto de vista, si bien la salvación es sinérgica al principio, se vuelve monergista a partir de entonces.
En otras palabras, mientras que cualquier persona puede dar una respuesta libre a la invitación del Evangelio, una vez que las personas se hacen cristianas, nunca pueden apartarse.
Esta postura frecuentemente recibe el nombre de “seguridad eterna”. Carece de la consistencia teológica de los otros puntos de vista y requiere el menor compromiso de los creyentes.
Todas las tradiciones teológicas ortodoxas[8]concuerdan en varios puntos:
· Dios desea mantener a los creyentes en la salvación y tiene el poder para hacerlo;
· Dios ha dado a los creyentes todo lo que necesitan para permanecer fieles;
· la salvación continua de los creyentes no se basa en sus obras, sino en la gracia de Dios.
Las tradiciones difieren en cuanto a si los propios creyentes pueden rechazar a Cristo y, por lo tanto, perder la salvación que recibieron.
En la iglesia creemos que la salvación se da por la gracia de Dios, y se recibe por la fe del creyente, y este debe guardarla con temor y temblor como lo enseña el apóstol Pablo (Filipenses 2:12), por lo que debe obrar conforme a los mandamientos del Señor para ser vencedor (Apocalipsis 3:5), pues quien no lo hace así, es borrado del libro de la vida (Salmos 69:28).
b. LA SEGURIDAD DEL CREYENTE[9]
La seguridad eterna es obra de Dios que garantiza que el don de Dios, la salvación, la da él porque quien la recibe ha sido escogido desde antes de la fundación del mundo, y sabe que mientras sea coherente con su fe, la mantendrá.
El concepto de la seguridad eterna enfatiza la actividad de Dios en garantizar la posesión eterna del don de la vida eterna a quien ha recibido a Cristo como Señor y salvador, viviendo conforme a su fe en Dios. Tiene que ver con aquellos a quienes el Espíritu Santo regenera, y los lleva a conocer toda verdad.
Dentro de diferentes posturas teologías con respecto a la salvación, compartimos la posición de Jacobo Arminio, quien sostiene la tesis que la salvación es condicional debido a que un creyente en Jesucristo puede, en su libre albedrio, si le parece alejarse de Cristo y perder su salvación. Diferente a la sostenida por Calvino, pues este considera que la salvación nunca se pierde.
La seguridad del creyente en su salvación se da por la fe que tiene en el sacrificio de Jesucristo en la cruz, pues él ya pago el precio del pecado, y al creyente le queda creer que es así, y que su elección lo ha hecho ya parte de la iglesia de Cristo. Al creyente le corresponde, por lo tanto, llevar una vida en santidad.
b.1. Las Razones para la Seguridad Eterna
Fundamentalmente, la seguridad se basa en la gracia de Dios y en el hecho de que la vida eterna es una dádiva y que es eterna.
Cuando una persona cree en Cristo, es nacido de nuevo y vuelve a su estado original, en el que fue creado por el Padre, en una comunión permanente con Él, el creyente ha sido escogido para vivir una vida eterna al lado del Señor, pues Cristo los pidió para él; »Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. (Juan 17:24).
· Razones relacionadas con el Padre
Dos instancias se identifican:
1. Su propósito. Dios se propuso glorificar al mismo grupo que Él predestinó, llamó, y justificó (Romanos 8:30), si ellos se mantienen en el camino porque como dice Jesucristo: »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran. (Mateo 7:13-14).
2. Su amor. El amor del Padre por la humanidad es muy grande, dice la Palabra de Dios en: Juan 3:16-17 »Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
El Padre envió al hijo y dice que todo el que crea tendrá vida eterna, pues quien cree en Cristo no es condenado. Ahora bien, Dios hizo al ser humano con libre albedrio, por ello no obliga a nadie a creer en Jesús y quien no cree en Jesús es condenado.
· Razones relacionadas con el Hijo
Dos hechos las enmarcan:
1. Su muerte. Los creyentes han sido justificados y han alcanzado la vida eterna por el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Así que ellos deben dar muestras de una vida santa, pues
Si con toda intención pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados 27 sino una terrible expectativa del juicio y del fuego ardiente que devorará a los enemigos de Dios. 28 Cualquiera que desobedece la ley de Moisés, muere sin falta, siempre y cuando haya dos o tres testigos que declaren en su contra. 29 ¿Y qué mayor castigo piensan ustedes que merece el que pisotea al Hijo de Dios y considera impura la sangre del pacto, en la cual fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia? 30 Bien sabemos que el Señor ha dicho: «Mía es la venganza, yo pagaré», y también: «El Señor juzgará a su pueblo». 31 ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo! Hebreos 10:26- 31
2. Sus oraciones. Saber que Cristo ora por los suyos es reconfortante, como lo hace en Juan 17: 20-26 »Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo crea que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
24 »Padre, quiero que donde yo estoy también estén conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi gloria, la cual me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y aún lo daré a conocer, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.»
Esta es una petición hermosa por parte de Jesús, que invita a que la iglesia se mueva a la unidad, pues, es la muestra perfecta del corazón de Cristo, y la necesidad de la voluntad del creyente para que eso sea real.
· Razones relacionadas con el Espíritu
El creyente al recibir a Cristo como señor y Salvador se convierte en el templo del Espíritu Santo, y esté es quien lo lleva a conocer toda verdad, pero no lo obliga a obedecer los mandamientos del Señor, es del resorte de cada persona obrar conforme a lo que el Espíritu y la Palabra de Dios les revela o no. Siendo esto lo que le permitirá ser vencedor y vestir las vestiduras blancas al final de los tiempos.
c. AQUELLOS QUE CAEN
c.1. Un evento de mi cotidianidad para Ilustración
Quizá haya pocas cosas tan complicadas como el swing del golf. Hay que recordar cien cosas, y mantener el control de cada detalle puede ser angustioso. (La vida cristiana en búsqueda de la santidad)
Tomar el ritmo del juego puede llevar horas y horas de práctica, y pareciera que nunca es posible dominarlo realmente. (Tiempo de lectura y oración)
En el transcurso de mi vida en el juego, ha habido muchas ocasiones cuando he aprendido una clave del swing: una técnica, una postura, o alguna otra cosa en qué concentrarse, que creí que transformaría mi juego. (Cada nueva revelación)
Estaba tan entusiasmado por salir al campo de golf y probar esta clave, y estaba emocionado de que la clave funcionaría de una manera increíblemente efectiva, y me ayudaría a ejecutar un grandioso juego de golf. (Creer que ya se conoce y se sabe todo con relación al misterio divino)
Un día, después de usar una clave del swing en particular, pensé que ya lo tenía todo resuelto. Pero mi entrenador me advirtió que había un espíritu rondando por los campos de golf esperando que los golfistas piensen que lo tienen todo resuelto. Entonces les roba todo lo que tienen. (Satanás y el mundo al acechó)
El fenómeno de la efímera utilidad de las claves del swing me llevó una vez a aceptar la existencia de las “claves diarias”, las que solo funcionan un día. He tenido muchas claves diarias.
Yo repito exactamente la misma técnica que usé la primera vez, pero el segundo día, al parecer nada funciona bien. Ciertamente he confiado en algunas de esas claves diarias, y mi juego de golf ha mejorado un día, solo para volver a caer al día siguiente.
Así que siempre hay que estar atentos a conservar la salvación, y no creerse tan fuerte como para no perderla, como dice Pablo: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. (1 Corintios 10:12)
d. Conclusión y sus partes
a. Reafirmación de la proposición
La permanencia de la salvación se refiere a la cuestión de si todos los cristianos inevitablemente llegan a la salvación final o si es posible que alguno se pierda.
b. Resumen o sinopsis de las divisiones principales
· La discusión en torno a la pérdida o no de la salvación
· La seguridad del creyente
· Aquellos que caen
c. Aplicación final del mensaje
Los creyentes en Cristo tienen una constante lucha de la vida cristiana. Es ahí donde vivimos; no en el ambiente abstracto de los conceptos filosóficos o teológicos, sino en medio de una batalla bastante real en nuestra vida diaria como cristianos.
Recordemos la declaración de Jesús de que “el que resista hasta el fin, será salvo”(Mateo 24:13). También pensamos en estas palabras que él dijo: “Nadie que mire hacia atrás, después de poner la mano en el arado, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62). Jesús advierte a quienes han salido de las creencias falsas y han abrazado la fe que no miren atrás.
Es evidente que hay personas que aparentemente hacen una profesión de fe creíble y más tarde repudian esa profesión de fe. Cualquiera que haya sido cristiano durante más de un año conoce a personas de ese tipo, personas que, por lo que se ve exteriormente, aparentemente se han dedicado al cristianismo y más tarde han abandonado la fe o la iglesia.
El sendero que conduce a la gloria es la perseverancia en la fe y la penitencia, y no en un simple formalismo cristiano. Suponer que la creencia en la perseverancia conduce al descuido en la vida y a una presunción llena de arrogancia, es tener un concepto totalmente errado.
Cuando los creyentes regenerados actúan de acuerdo con su personalidad, manifiestan un interés agradecido y humilde por agradar al Dios que los salvó, y saber que Él ha prometido mantenerlos seguros para siempre sólo sirve para aumentar esta aspiración.[10]
d. Invitación o llamado a responder el mensaje
La permanencia del cristiano, no se trata de estar quietos, no se trata de solo leer la biblia, no solo es ministerio en la iglesia.
La permanencia del cristiano proviene de creer en Cristo y actuar conforme a su palabra en todo momento y circunstancia.
“Cristo es la esperanza de Colombia”
Amen
[1]Reina Valera Contemporánea (Brasil: Sociedades Bíblicas Unidas, 2012), 1 P 1:3–5. [2]Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2006), 316. [3]Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 23: Hebreos, Santiago, 1 Y 2 Pedro, Judas (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2006), 315–316. [4] El monergismo es una teoría de la teología protestante que sostiene que la salvación es una obra realizada únicamente por Dios, sin cooperación del esfuerzo humano. Según esta teoría, el Espíritu Santo es el único agente eficiente en la regeneración, pues la voluntad humana no tiene inclinación hacia la santidad hasta que ha sido regenerada y por lo tanto no puede cooperar en la regeneración1 [5]Guia de estudio de John Piper defiendan la Palabra de Dios con respecto a la obra salvadora de Dios. Cada uno de los cinco puntos del calvinismo-T otal depravación, elección condicional, Lexpiación imitada, Irresistible gracia, Perseverance de los santos-discutiendo el implicaciones y los problemas desde una perspectiva completamente bíblica. [6]El dispensacionalismo es un sistema teológico cristiano evangélico, que afirma que Dios ha empleado diferentes medios de administración de sus planes en diferentes períodos de la historia humana, donde ha demostrado Su gracia. Lo distintivo del dispensacionalismo es que sostiene que Israel (como nación) y la Iglesia (como cuerpo de Cristo), no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes.1 [7] El evangelicalismo es un movimiento dentro del cristianismo protestante que promueve la doctrina de la salvación por gracia a través de la sola fe en la expiación de Jesucristo. Los evangélicos creen en la centralidad de la conversión o en la experiencia de “nacer de nuevo” cuando se recibe la salvación, en la autoridad de la Biblia como la revelación de Dios a la humanidad y en la difusión del mensaje cristiano. [8] Iglesias primitivas que no se alejaron de la tradición [9]Charles Caldwell Ryrie, Teologı́a básica (Miami: Editorial Unidita, 2003), 374–375. [10]J. I. Packer, Teologı́a concisa: Una guı́a a las creencias del Cristianismo histórico (Miami, FL: Editorial Unilit, 1998), 245–247.
Related Media
See more
Related Sermons
See more