Su Identidad, ¿sabe quién es en verdad? (pt. 2)

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INTRODUCCIÓN:

Buen día amados hermanos, la gracia de nuestro gran y poderoso Dios sea en ustedes. ¿Cómo se encuentran en este día? Damos gracias a nuestro precioso Dios que nos da la oportunidad de estar hoy aquí reunidos en Su Nombre como Su iglesia y novia. Debe ser para nosotros un privilegio. ¡En verdad que lo es!
A manera de Introducción, quiero hacer un breve resumen de lo que vimos hace una semana sobre nuestro tema. Así que quiero empezar por el título del mensaje. ¿Cuál fue el nombre del sermón? Bien. Ahora quiero preguntar, ¿cuáles fueron los temas qué compartí el domingo pasado?, ¿quién los recuerda?
Bueno, voy a compartirlos aquí de manera breve para que los hermanos que no pudieron estar hace ocho días, puedan saberlo, y así hoy poder seguir el hilo del tema.
Vimos entonces tres puntos principales en nuestro mensaje:
Definiciones:
¿Cuál es su identidad?
¿Cuál es la diferencia entre su identidad interna y la exterior?
¿Qué es una crisis de identidad?
Características:
Conflictos emocionales internos, en las crisis de identidad que vivimos
La evidencia externa de éstos conflictos internos.
Posibles Causas:
¿Cuáles la raíz del conflicto?
(Mostrar mapa mental)

I. Posibles Causas:

La semana pasada vimos solo una posible causa, con el favor de Dios hoy vamos a ver la segunda, y luego vamos a ver algunos pasos para encontrar la Solución a esta lucha de identidad con la que batallamos los cristianos. La primera que vimos es la de ¿cuál es la raíz del conflicto? Vimos una creencia errónea y una correcta y sobre todo bíblica. Ahora vamos a ver...

B. ¿Qué es lo que Provoca la Crisis de Identidad?:

Mucha gente está confundida acerca de quiénes son en realidad por falta de conocimiento y entendimiento de lo que la Biblia dice acerca de su identidad. En el ámbito espiritual, todos descendemos de Adán, nacimos en la “familia de Adán”. Nadie que ha nacido en la familia de Adán tiene la capacidad de vivir cómo Dios quiere que viva. Toda persona ha nacido en la familia de Adán, se identifica con él y muestra un carácter como el de Adán. Él representa el punto de vista humanista. Miremos lo que heredamos de él:
El que está en Adán cree que los seres humanos pueden controlar los eventos y las circunstancias de su vida.
El que está en Adán cree que no hay una verdad absoluta; sino que todo es relativo.
El que está en Adán cree que puede decidir cuáles serán sus propios límites morales.
El que está en Adán piensa que el mayor propósito en esta vida es la auto-realización.
Estar en Adán significa que hemos heredado todo lo que él era
Leamos los pasajes que relacionamos para validar esto en la Escritura:
Romanos 5:12 NBLA
12 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Y luego 1 Cor 15:22
1 Corintios 15:22 NBLA
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Ahora miremos que es posible tener una nueva vida espiritual en la persona del Señor Jesucristo. Aceptarlo a él cómo Señor y Salvador personal significa que ha heredado una nueva familia y una nueva identidad “en Cristo”. Con esta nueva identidad se puede comenzar a desarrollar un carácter semejante al de Cristo. Decidimos confiar en él para que nos ayude a resolver nuestros problemas diarios.
Debemos tener en cuenta que estar en Cristo no es decir que yo soy cristiano, o que yo simplemente vengo a la iglesia el domingo o participo en un estudio bíblico el miércoles o tal vez vengo a un ayuno o una vigilia,, u orar, o escuchar reflexiones, prédicas o incluso hacer un devocional. Estar en Cristo es más que todo esto, sin decir que todo lo anterior que mencione no lo debamos hacer, pues estar en Cristo es aquella persona que:
Experimenta un nuevo nacimiento (Jn 3:3)
Recibe un nuevo corazón (Ez 36:26)
Puede ser conformado al carácter de Cristo (Ro 8:29)
Ahora hermanos, si nosotros no tenemos clara nuestra identidad, si estamos luchando con crisis de identidad, o tal vez estamos teniendo en este momento conflictos emocionales fuertes que están distorsionando nuestra identidad, es imprescindible que evaluemos si estamos en Cristo, conforme a los tres pasajes que acabamos de leer. Pues si no estamos seguros de ésto hermanos, va a ser imposible que podamos definir nuestra identidad y saber lo qué somos en Cristo.
Veamos algunas de las riquezas que tenemos en Cristo:
—El que está en Cristo percibe que es Dios quien tiene el control de los eventos y las circunstancias de la vida. Proverbios 16:4
—El que está en Cristo es hecho libre por medio de la verdad. Juan 8:31–32
—El que está en Cristo conoce los absolutos morales que se deben seguir para tener un comportamiento piadoso. Salmos 119:4
—El que está en Cristo sabe que el propósito más importante en la vida es cumplir la voluntad de Dios. Mateo 7:21
- Estar en Cristo significa que heredamos todo lo que él es.
Gálatas 3:29 NBLA
29 Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
Ahora, con todo esto en mente, vamos a ver algunos pasos para encontrar la solución a nuestra enseñanza de hoy:

II. Pasos Para Encontrar La Solución:

Una de las maneras en que vamos a buscar la solución es hermanos, APROPIARNOS DE NUESTRA IDENTIDAD EN CRISTO. Así que vamos a hacer un contraste, entre lo que el viejo Adán piensa que somos, esto también incluye al mundo y las personas que están a nuestro alrededor, o incluso la cultura o sociedad, y luego lo vamos a ver contra lo que Dios dice que somos en Cristo.

1. Mentira:

“No me puedo sentir valioso a menos que mi familia y la gente importante en mi vida me acepten y me amen”.
Verdades Bíblicas:
Dios me ha dado un valor especial porque él me ha colocado en una nueva familia donde Dios me acepta y me ama incondicionalmente.
• Fui escogido por Dios. Efesios 1:4
• Fui adoptado por Dios. Efesios 1:5
• Soy un hijo de Dios. Juan 1:12
• He nacido de nuevo. 1 Pedro 1:23
• He sido adoptado en la familia de Dios. Romanos 8:15–16

2. Mentira:

“Nunca podré sentirme valioso porque así soy. No puedo cambiar”.
Verdades Bíblicas:
Tengo un valor especial dado por Dios porque él me ha cambiado por dentro y me ha dado nuevas características.
• Soy una nueva creación. 2 Corintios 5:17
• Tengo una nueva naturaleza. Colosenses 2:11
• Poseo un nuevo corazón. Ezequiel 36:26
• Tengo un nuevo espíritu. Ezequiel 36:27
• Poseo una nueva mente. 1 Corintios 2:16

3. Mentira:

“No puedo sentir que poseo ningún valor a menos que viva en el vecindario correcto, tenga el carro correcto y me vista con la ropa correcta”.
Verdad:
Tengo un valor especial dado por Dios porque ahora tengo una nueva residencia en el reino de Dios y el nuevo ropaje de Cristo.
• Estoy revestido de Cristo. Gálatas 3:27
• Soy bautizado en Cristo. Romanos 6:4
• Estoy escondido en Cristo. Colosenses 3:3
• Estoy sellado con el Espíritu de Cristo. Efesios 1:13–14
• He recibido toda la armadura de Dios. Efesios 6:13–17

4. Mentira:

“Mi vida carece de valor porque he hecho muchas cosas malas, mi vida está arruinada”.
Verdades Bíblicas:
Tengo valor porque Dios me lo ha dado y me ha dado también una vida nueva en Jesucristo.
• He sido redimido. Efesios 1:7
• He sido lavado. 1 Corintios 6:11
• He sido purificado. 1 Juan 1:7
• He sido justificado. Romanos 5:1
• He sido santificado. 1 Corintios 6:11

5. Mentira:

“Mi vida tiene valor sólo si los demás me ven con buenos ojos”.
Verdades Bíblicas:
Tengo un valor especial dado por Dios aunque haya fallado en el pasado y me tropiece en el futuro. Él me ha dado una nueva imagen.
• Cristo me ha aceptado completamente. Romanos 15:7
• Estoy totalmente sin mancha delante de Cristo. Colosenses 1:22
• Estoy totalmente justificado en Cristo. 2 Corintios 5:21
• Estoy completo en Cristo. Colosenses 2:9–10
• Soy totalmente perfecto gracias a Cristo. Hebreos 10:14

6. Mentira:

“Mi vida carece de valor porque he fallado y merezco ser castigado por ello”.
Verdades Bíblicas:
Tengo valor especial dado por Dios que no se basa en lo que haya hecho en el pasado, sino en la persona de Cristo, quien vive en mí y que me ha librado de la condenación.
• Soy libre de toda acusación. Colosenses 1:22
• Soy libre de toda condenación. Romanos 8:1
• Soy libre de la ley. Romanos 7:4
• Soy libre de pecado. Romanos 6:11
• Soy libre de la ira de Dios. Romanos 5:9

7. Mentira:

“Mi vida no tiene valor si no tengo éxito económico y dejo una gran herencia a mis descendientes”.
Verdades Bíblicas:
Tengo un valor especial dado por Dios porque él me ha dado una nueva herencia la cual provee satisfacción verdadera y duradera, y la mayor seguridad posible.
• Soy un heredero de Dios. Gálatas 4:7
• He recibido todo lo que necesito para vivir piadosamente. 2 Pedro 1:3
• He heredado una naturaleza divina. 2 Pedro 1:4
• He recibido toda bendición espiritual. Efesios 1:3
• He heredado la vida eterna. Juan 3:16

Conclusiones:

Recuerdan hermanos, que al terminar el culto pasado les hice tres preguntas:
1. ¿Quién soy yo para Cristo?
2. ¿Cómo me ve el Padre a mi, siendo un hombre tan débil que no merece nada más que la muerte, la condenación en el infierno y la ira de un Dios Santo?
3. ¿A caso mi vida tiene un valor diferente al que este mundo consumista y las persona me dan?
A consciencia, de los que estuvieron hace 8 días, ¿quiénes se tomaron el tiempo de pensar en esas preguntas y luego un tiempo más en responderlas?
(Esperar respuesta de los hermanos.)
Hemos visto un total de 35 versículos que nos dicen y afirman lo que un verdadero creyente es en Cristo. Y no sé ustedes, pero yo hermanos, cada uno de estos pasajes me deben llevar a resolver no solamente, de manera clara y contundente, cuál es mi verdadera identidad en Cristo, si no que también me lleva a ser agradecido con Dios, me lleva a ver todo lo que Dios ha hecho, esta siendo y seguirá haciendo por mí.
Y aquí me detengo un poco a pensar en esto: ¿quién era yo antes de Cristo? Y realmente la respuesta a esa pregunta, según la declaración de las Escrituras, y de mi propia consciencia, es que yo era un vil, misero, pobre, ciego, desnudo, perverso y un putrefacto pecador, ímpio lleno de maldad e impiedad. Pero Dios, en su Gran Amor, mire todo lo que hace por mí hermanos.
Palabras más de animo, meditación y finalizar con oración...
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