Consejo y oración para hoy
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19 de septiembre
19 de septiembre
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
El pecado trajo la maldición de la enemistad, los que habían estado platicando tan cercanamente fueron separados, y nació una hostilidad entre Satán y la mujer y su descendencia de consecuencias funestas.
Solo tenemos que relacionar la palabra enemistad con las siguientes palabras para darnos cuenta cuan lamentable es: muerte, amargura, desanimo, divorcio, violencia domestica, envidia, celos, temor, ansiedad, falta de perdón, pérdida, dolor, culpa, soledad, prejuicios, suicidio, trauma, adicciones, preocupación, y la lista puede seguir.
Tristemente las grandes enemistades se resuelven con tragedias y esta enemistad cósmica solo podría resolverse con sangre. La sangre del Hijo de Dios nacido de la mujer, como su simiente sería herido para traer la paz del paraíso perdido.
Quisiéramos solo hablar de un mundo en paz sin tener que recordar esta terrible enemistad, pero en este caso solo la derrota total de Satanás, nuestro adversario podría garantizar una paz perdurable.
Solo la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre el pecado, sobre su adversario garantizaría que la descendencia de la mujer no tuviera más temor porque su enemigo sería derrotado.
Celebremos el fin de la enemistad más antigua, que más daño a causado recordando el nacimiento del nacido de mujer que vino para derrotar a nuestro peor enemigo.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Dios me llama a reconciliarme con él, conmigo mismo y con mi prójimo. La obra de destruir la maldición de la enemistad ya fue hecha por Jesús, ahora nos toca celebrar la oportunidad de recibir por la gracia de Dios su perdón, el poder de perdonar a otros porque ya no somos esclavos del pecado que ofende a Dios y nos separa de nuestros hermanos.
Si alguna de estas experiencias de enemistad esta hiriendo mi vida: muerte, amargura, desanimo, divorcio, violencia domestica, envidia, celos, temor, ansiedad, falta de perdón, pérdida, dolor, culpa, soledad, prejuicios, suicidio, trauma, adicciones, preocupación debo acudir al sanador de mis heridas para que su paz reine sobre toda enemistad.
Soy beneficiario de la mas grande obra de triunfo sobre la enemistad con Satanás, Cristo me ha hecho libre de la maldición del pecado.
Voy a vivir confiando en la victoria de Cristo, descansando en su paz que trajo reconciliación y perdonando a aquellos con los cuales un pecado en nuestra vida trajo enemistad.
Oremos,
Padre tu obra de salvación me libra de la maldición del pecado. Enemistad y muerte han sido borradas de mi vida por la sangre de Cristo derramada por mí.
Gracias por que me has hecho por tu gracia, en Cristo, vencedor de mi enemigo, libre de la culpa y el dolor de una enemistad dolorosa.
Padre ayúdame a vivir en tu paz, recordando que tu perdón también trae reconciliación donde exista una enemistad que haga sufrir nuestro corazón.
Quiero orar por los que sufren con temor y dolor por una enemistad que no han podido vencer, un conflicto que les ha traído perdida y tristeza. Que el Dios de paz venga a sus corazones y los liberte de vivir con enemigos.
Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.
Para consejo y oración escribe a: sbustilloier@gmail.com