El Hijo Pródigo

I. El hijo menor

A. La petición

Lucas 15:11–12 NBLA

11 Jesús añadió: «Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde”. Y él les repartió sus bienes.

¡Dame la parte de la hacienda que me corresponde!

¿Qué significa lo que el hijo está pidiendo?

Le está pidiendo su herencia, sin que el Padre haya muerto.

El hijo menor quiere los bienes y bendiciones del Padre, pero no quiere al Padre, quiere los privilegios, pero desearía que el Padre estuviera muerto.

B. La respuesta

¡Fue impresionante:!

El Padre repartió sus bienes (su vida, lo que tiene en su haber, su tierra). Al primogénito le tocaba doble, por lo que al menor le tocaba 1/3 parte de todo lo que el Padre poseía.

C. El Resultado:

Cuando el hijo menor recibe la herencia, la reúne y se va, a malgastar todo lo que le dieron, a vivir perdidamente. Cuando está en la miseria, en el fango, cuando lo ha perdido todo, incluso sus amigos lo han abandonado. Comenzó a pasar necesidad.

D. El Plan

El hijo menor idea un plan, cuando se da cuenta dónde está y lo mal que ha hecho.

Él sabe que ha violado la moral de su familia, de su pueblo, de su gente. Él sabe que no basta con una disculpa y nada más, por lo que planea regresar a casa de su Padre, confesar su pecado, y aceptar la culpa por todo el daño que ha hecho. Desea regresar a casa de su Padre y trabajar para Él como un jornalero, Él desea pagar por su restitución, para poder ganarse su lugar en la familia de nueva cuenta

El Padre lo ve y sale a su encuentro, no permite que se realice el plan del hijo, sino que decide que el lugar en la familia se lo dará Él mismo como Padre.

II. El hijo Menor

La intención de Jesús es que nos identifiquemos con uno de estos 2 hijos, no cabe otra posibilidad

El amor inicial del Padre (Él te busca a ti)

Debes aprender a arrepentirse de lo que hiciste mal y aun las cosas buenas que hiciste no las hiciste para Jesús.

Debes reconocer lo que le costó al Señor tu regreso a casa

Jesús enseña sobre lo que se ha perdido, la moneda, la oveja y el Hijo

La moneda la busca su dueña, la oveja la busca el pastor.

En la tercera parábola no nos cuentan quién busca al hermano, pues nadie va a buscarlo.

El hermano mayor debió haberse acercado al Padre y decirle: Padre, mi hermano menor se fue, lo iré a buscar y lo traeré a casa, cueste lo que cueste.

Cuando el Padre dividió los bienes, el doble le tocó al hijo mayor. Cuando el Padre reparte la herencia del hijo menor, él va y la malgasta, por lo que cuando lo reinstala en la familia, toma de la herencia del hermano mayor para que otra vez esté en la familia y herede lo que le corresponde.

Lo que Jesús enseña con esto es que necesitamos un verdadero hermano mayor (a Jesús) quien costeó todo para ir a buscarnos, y nos rescata