Sermó¿Para Qué Es La Prosperidad?
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Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
Dios tiene un plan, Él quiere que tú prosperes.
Dios tiene un plan, Él quiere que tú prosperes.
¿Pregunta?
¿Pregunta?
¿Porque quiere Dios que sus hijos prosperen?
¿Porque quiere Dios que sus hijos prosperen?
¿Porque le dice Dios a sus hijos que den?
¿Porque le dice Dios a sus hijos que den?
¿Porque le tenemos que dar a Dios?
¿Porque le tenemos que dar a Dios?
Sabemos que Dios no necesita dinero.
Sabemos que Dios no necesita dinero.
Sabemos que Dios no necesita ayuda financiera.
Sabemos que Dios no necesita ayuda financiera.
Si Dios nos dice que demos, es porque es la única manera que Dios puede bendecir nuestras financias.
Si Dios nos dice que demos, es porque es la única manera que Dios puede bendecir nuestras financias.
La biblia le llama, la ley de sembrar y cosechar.
La biblia le llama, la ley de sembrar y cosechar.
Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Razones porque debemos que dar a Dios.
Razones porque debemos que dar a Dios.
1 – Le damos a Dios porque amamos a Dios.
1 – Le damos a Dios porque amamos a Dios.
Dios expreso su amor para nosotros dándonos a su hijo Jesús.
Dios expreso su amor para nosotros dándonos a su hijo Jesús.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Nosotros mostramos nuestro amor para Dios dando para su reino.
Nosotros mostramos nuestro amor para Dios dando para su reino.
No le damos a Dios nuestro diezmo porque tenemos que dárselo, sino porque le amamos.
No le damos a Dios nuestro diezmo porque tenemos que dárselo, sino porque le amamos.
Él diezmo no es una deuda, es una semilla.
Él diezmo no es una deuda, es una semilla.
2 - Le damos a Dios en obediencia a su Palabra.
2 - Le damos a Dios en obediencia a su Palabra.
Dios dijo, dar y sé os dará.
Dios dijo, dar y sé os dará.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Dios dijo, traer él diezmo a mi casa.
Dios dijo, traer él diezmo a mi casa.
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
La Palabra dice, si honramos a Dios, Él nos honrara a nosotros.
La Palabra dice, si honramos a Dios, Él nos honrara a nosotros.
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
3 – Le damos a Dios para ayudar a predicar él evangelio.
3 – Le damos a Dios para ayudar a predicar él evangelio.
Cristo dijo, ir y predicar él evangelio.
Cristo dijo, ir y predicar él evangelio.
Cada vez que tú das estás ayudando a predicar él evangelio y ganar alamas para Dios.
Cada vez que tú das estás ayudando a predicar él evangelio y ganar alamas para Dios.
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
4 – Le damos a Dios porque queremos que la gente sea bendecida.
4 – Le damos a Dios porque queremos que la gente sea bendecida.
Damos para que la gente sella salva, sana y libre de este mundo de tinieblas.
Damos para que la gente sella salva, sana y libre de este mundo de tinieblas.
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,