La Vida Nueva Prometida, Ezequiel 36:26

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Introducción:
Primavera — el símbolo visual de la vida nueva.
Nos ayuda a pensar acerca del pasaje y el tema de hoy.
La historia hasta ahora...
Génesis 1:31 — Dios creó todo
Génesis 1:27 — Todos creados a imagen de Dios
Génesis 3:6 — La Caída lo cambió todo
Génesis 3:15 — La promesa de redención de Dios
Génesis 12:2-3 — La Simiente de Abraham
Génesis 49:10 — La Simiente Real de Judá
Éxodo 12:23 — El Cordero Pascual
2 Samuel 7:13 — El Linaje de David
Isaías 53:6 — El Siervo Sufriente
“Dios es el creador de todo, y todo lo que creó fue bueno. Dios creó al ser humano para ser Sus representantes en este mundo bueno, pero su decisión de desobedecer a Dios y ceder a la tentación resultó en la maldición del pecado sobre toda la humanidad y la creación. Sin embargo, junto con las consecuencias del pecado, Dios da esperanza: la promesa de la redención. Por medio de la familia de Abraham, y específicamente por medio del linaje real de Judá, David, las bendiciones del pacto vendrían al mundo. Debido a que el pueblo era culpable y merecían la muerte, los sacrificios de la ley Mosaica revelaron más claramente su necesidad de un substituto— el Siervo Sufriente.”
En todo el movimiento de proveer para nosotros un substituto, Dios estaba por establecer un nuevo pacto con el hombre, Jer. 31:31.
Jeremiah 31:31 RVR60
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
Este nuevo pacto incluiría una vida nueva para el hombre, proveyendo así la victoria contra el enemigo más insistente de la humanidad— la misma muerte, Rom. 5:12.
Romans 5:12 RVR60
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Aunque el resultado final para todo aquel que cree es la vida eterna física en el cielo, también hay un resultado corriente en la tierra, una vida nueva espiritual.
Ezekiel 36:26 RVR60
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Esta promesa fue hecha dentro de una profecía para la restauración del pueblo de Israel, por ende, es fácil pensar que es una promesa sólo para Israel.
Sin embargo, el creyente no-judío es copartícipe y beneficiario de las promesas espirituales que Dios prometió, Ef. 2:14-18.
Efesios 2:14–18 (RVR60)
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Cada persona debe buscar ser partícipe de esta promesa de la vida nueva debido a los resultados incomparables que trae consigo.

La promesa trae consigo nueva vida espiritual.

La creencia común judía era que los justos serían resucitados al final de los tiempos para estar con Dios, Jn. 11:24.
John 11:24 RVR60
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Pero esta promesa involucraba un corazón nuevo y un espíritu nuevo antes del final de los tiempos.
En el próximo capítulo Dios le muestra a Ezequiel por medio de una visión como haría tal cosa, Ez. 37:1-10.
Ezequiel 37:1–10 (RVR60)
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Dios daría nueva vida por el Poder de Su Palabra y Su Espíritu morando dentro de los suyos.
El propósito de esta vida nueva es para magnificar al Señor, Ez. 37:14.
Ezekiel 37:14 RVR60
Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
Es como obra hoy para dar vida nueva al que cree en el Señor Jesucristo, 1 Tes. 1:5-6; 2:13.
1 Tesalonicenses 1:5–6 (RVR60)
pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
1 Thessalonians 2:13 RVR60
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
El creyente tiene vida nueva en Cristo, Ef. 2:1, 4-6.
Efesios 2:1, 4-6 (RVR60)
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados… Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
Lo hace para mostrar Sus abundantes riquezas en la vida de Sus hijos, Ef. 2:7.
Ephesians 2:7 RVR60
para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Ilustración: La promesa trae nueva vida espiritual— La primavera trae nueva vida, pero requiere que la semilla muera.
Aplicación: La promesa trae nueva vida espiritual.
Uno debe morir al viejo hombre para nacer de nuevo, Jn. 12:24-25.
Juan 12:24–25 (RVR60)
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

La promesa trae consigo victoria en la vida espiritual.

Está nueva vida capacita a vivir para el Señor. El propósito de este corazón y espíritu nuevo era para que puedan puedan sinceramente y plenamente seguir fieles al Señor, Ez. 36:27.
Ezekiel 36:27 RVR60
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Nos permite desechar la vida vieja, la esclavizada al pecado, y vida para agradar al Señor, Rom. 6:13.
Romans 6:13 RVR60
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Añade novedades espirituales a nuestra vida, haciéndonos aptos en servir al Señor y honrarle, 2 Cor 5:17; Ef. 4:22-24.
2 Corinthians 5:17 RVR60
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Efesios 4:22–24 (RVR60)
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Nos capacita en las virtudes espirituales que nos facilitan agradar al Señor aún en nuestro trato con personas y situaciones difíciles, Gal. 5:22-23; 2 Ped. 1:5-7.
Gálatas 5:22–23 (RVR60)
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
2 Pedro 1:5–7 (RVR60)
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Ilustración: La promesa trae victoria en la vida espiritual— El cambio en la vida de un creyente.
Aplicación: La promesa trae victoria en la vida espiritual.
Uno debe morir al viejo hombre, Col. 3:5-6.
Colosenses 3:5–6 (RVR60)
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,

La promesa trae consigo seguridad de la vida eterna.

Tenemos una seguridad debido a nuestra posición en Cristo, 1 Jn. 5:12-13.
1 John 5:12–13 RVR60
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
Tenemos una seguridad debido a que pertenecemos al Padre, Jn. 10:27-29.
Juan 10:27–29 (RVR60)
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Tenemos una seguridad contra el enemigo más feroz— la muerte física, 1 Cor. 15:51-57.
1 Corintios 15:51–57 (RVR60)
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Ilustración: La promesa trae seguridad de la vida eterna.
Aplicación: La promesa trae seguridad de la vida eterna.
Conclusión:
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