MANDAMIENTO #3
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 2 viewsNotes
Transcript
“Disfruten de los hijos, pero no vivan por ellos, al final serán nuevamente dos.”
Salmo 127:3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre”
Tener hijos es una tremenda bendición, y también una grandísima responsabilidad. Un hijo llega a nuestra vida para cambiar mucho, es lo que siempre decimos y es una verdad, pero los hijos NUNCA deben cambiar el amor de la pareja.
Los hijos son un proyecto de vida que Dios nos permite desarrollar, pero su paso por nuestro hogar es temporal, la relación de hijos y padres nunca acaba pero su paso por el hogar sí.
Nosotros los matrimonios con hijos tenemos algunas responsabilidades con los hijos:
Enseñarlos para que conozcan a Dios. Deuteronomio 6:6-7.
Criarlos con disciplina y corregirles. Efesios 6:4.
Enseñarles el camino correcto. Proverbios 22:6.
Mostrarles y dirigirlos al propósito correcto. Salmos 127:4-5.
Entre otras muchas cosas más de la vida cotidiana y las decisiones naturales de este mundo.
Muchas veces esta tarea se convierte en la #1 en el hogar, muchas parejas empiezan a desarrollar su matrimonio en torno a sus hijos, sus hijos llegan a convertirse en el centro, el motivo, el propósito de la vida de pareja. Algunos hasta van cediendo terreno en algun áreas que empiezan a dañar del matrimonio como por ejemplo:
Empiezan a dejárse en mal el uno al otro delante de sus hijos.
Empiezan a mostrar preferencia sobre los hijos, por encima del conyuge.
Comienzan a irrespetarse por defender a uno de los hijos.
Dedican más tiempo a sus hijos que el tiempo que dedican para ellos como pareja.
Comienzan a dejar la autoridad del hogar a la voz de los hijos.
Todas estas cosas son generadoras de problemas en el presente y potenciales destructores en el futuro, a esto debemos sumarle que por muchas parejas ya no tiene palabras de aprobación el uno al otro pero sí para los hijos, no tienen detalles lindos con su pareja pero sí para sus hijos, no salen juntos a ningun lado pero sí con los hijos, no dan prioridad a la elección del conyuge sino que se la dan a los hijos, poco a poco van convirtiendo a los hijos en reyes y reinas de la casa. ESTO ES POTENCIALMENTE UN GRANDISIMO PROBLEMA.
Los hijos son “saetas = a flechas” en mano de valiente, por la naturaleza de la metáfora saldrán de casa un día no estarán para siempre con nosotros por lo tanto los 20-30 años que sí los tendremos en casa NO PODEMOS DESCUIDAR NUESTRA RELACIÓN.
Eclesiastés 9:9 “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.”
Dios te ha bendecido con un matrimonio.
Proverbios 18:22 “22 El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”
Noe esta maravillosa expresión de Dios. Dos palabras claves:
Bien = a algo bueno y beneficioso.
Benevolencia = Gozo o una fuente de felicidad.
Estar casado es algo bueno, beneficioso es una fuente de gooz y de felicidad y debemos aprender a cuidarlos a través de los años, esta fuente de gooz y felicidad por supuesto no deja de ser con los hijos, PERO TAMPOCO ES A CAUSA DE LOS HIJOS. Lo bueno y beneficioso, la fuente de felicidad y gozo está en el matrimonio y de allí deriva todo lo demás, por lo tanto es extremadamente necesario vover al inicio y fomentar, cultivar una relación matrimonial sólida e independiente de los hijos.
Los matrimonios tiene que fortalecerse y recreárse sin hijos.
Tener tiempos a solas, los hijos absorven la mayoría del tiempo en el hogar, hacer una pausa y dejárlos para cultivar la relación matrimonial no hará daño a sus hijos, al contrario fortalecerá la familia.
Salir juntos y sin hijos, las salidas familiares son una bendición pero normalmente son más comunes, las salidas en pareja son especiales y necesarias y frecuentemente escazean.
Divertirse en pareja, las risas y el entrtetenimiento no pueden depender de los hijos, los matrimonios deben encontrar puntos en común que alimenten la diversión en su relación.
Conversar a solas, los hijos tienen mucho que contar y mucho que hablar es necesario que los padres tomemos tiempo para escucharlos, pero de la misma manera debemos tomar tiempo para escuchar a nuestro cónyuge y conversar a solas de nuestras vidas.
En psicología existe un síndrome que se llama “El Nido Vacío” que se produce cuando los hijos dejan el hogar para empezar sus propias vidas, los padres experimentan una tristeza tan profunda, una sensación de soledad, que puede convertirse en depresión.
Entender el propósito de los hijos en la vida matrimonial es clave para el día en que la casa sea nuevamente para dos como todo inició.
Debemos aprender a dar el lugar que corresponde a cada uno en el hogar.
(Gráfica de Dibujos) esto dentro de un círuclo con el nombre DIOS.
Papá - Mamá
Hijos
El orden correcto traerá resultados correctos y beneficiosos, el orden indebido traerá resultados destructivos. PREFIERA SIEMPRE A SU CONYUGE POR ENCIMA DE SUS HIJOS. Esa es la primera responsabilidad.
Llamado a la Acción
Establezcan un plan que genere un cambio en hábitos familiares que contribuya en la relación matrimonial. Póngan un día exclusivo para comppartir en pareja sin los hijos, busquen fechas para salir sin ellos. Lleve esto a la acción