La obstinación de Saúl

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Saúl se dio cuenta de que Dios estaba con David, aun así quería matarlo. Su obstinación lo conducía a pelear contra Dios.

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La obstinación de Saúl

1 Samuel 18:6–9
6Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 7Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles,
Y David a sus diez miles.
8Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 9Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

Introducción

Saúl había sido ungido por Dios para ser rey, El Espíritu Santo había sido derramado sobre él.
Su reinado comenzó en el Espíritu pero ahora lo vemos terminando en la carne. Gálatas 3:3¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
El fracaso de Saúl se resumen en su obstinación de aferrarse al reino cuando Dios le había declarado que le sería quitado.
Saúl estaba tan cegado que se vio peleando contra Dios.

Envidia

Durante 40 días Goliat estuvo retando a Israel, pero ninguno quiso enfrentarlo, ni aun Saúl, hasta que llegó David lleno del Espíritu.
Era de esperar que el pueblo alabara a David, pero Saúl que estaba acostumbrado a recibir la alabanza sintió celos y envidia.
No se gozó con el éxito de David, sino que, a pesar de que no hizo nada, quería la mejor alabanza.
1º Samuel 18:8Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
Saúl no merecía ninguna exaltación, pero aun así la gente también lo mencionaba en su cántico.
Mostró orgullo, envidia, egoísmo, arrogancia al no hacerse a un lado, hizo berrinche.
La envidia conduce a actuar fuera de la voluntad de Dios. Por envidia Jesús fue crucificado. Mateo 27:17–18Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? 18Porque sabía que por envidia le habían entregado.
No debemos guardar envidia en nuestro corazón sino alegrarnos por el éxito del prójimo. Romanos 12:15Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” Este es la evidencia de un corazón lleno del Espíritu Santo.

Peca contra su propia familia y pueblo

1º Samuel 18:20–21Pero Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien a sus ojos. Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David por segunda vez: Tú serás mi yerno hoy.
Saúl había prometido a David la mano de su hija Merab, pero al final la entregó a otro hombre.
Luego le prometió a su hija Mical con el propósito de tenderle una trampa. No le importaba que su hija enviudara pronto, sabiendo que ella amaba a David.
1º Samuel 18:25Y Saúl dijo: Decid así a David: El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos.
La maldad de Saúl lo llevó a desear la victoria de sus enemigos sobre su pueblo, con tal de darle muerte a David.
La obsesión egoísta ciega el entendimiento y no nos permite ver que con estas actitudes nos hacemos daño y a las personas que nos rodean. Cuando viene la desgracia entonces se llega a comprender el error pero ya es tarde.
Entonces viene el acusador a atormentarnos con acusaciones.
Santiago 1:20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Efesios 4:27ni deis lugar al diablo.

La prudencia de David

1º Samuel 18:14Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.
Mientras Saúl se comportaba como un impío, David guardaba su temor a Dios.
En dos ocaciones Saúl quiso matar a David con su lanza:
1º Samuel 18:11Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.
1º Samuel 19:10Y Saúl procuró enclavar a David con la lanza a la pared, pero él se apartó de delante de Saúl, el cual hirió con la lanza en la pared; y David huyó, y escapó aquella noche.
David no permitía que la actitud de Saúl lo perturbara. Seguía comportándose con prudencia, no permitió que el enojo o la indignación le hiciera rebelarse contra Saúl y contra la voluntad de Dios.
Debes echar mano de las promesas de Dios para poder actuar como David.
2 Timoteo 1:7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Por tal fidelidad, Dios honraba a David.
1º Samuel 18:30Y salieron a campaña los príncipes de los filisteos; y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los siervos de Saúl, por lo cual se hizo de mucha estima su nombre.

Conclusión

El pecado de Saúl fue la obstinación (terquedad, testarudez). 1º Samuel 15:23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
La obstinación llevó a Saúl a creer que él tenía razón y que todo el mundo y aun Dios estaban equivocados.
Cegado en su propia opinión se vio peleando contra Dios. Job 9:4El es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?
Tengamos temor de Dios, no le demos lugar al orgullo, la envidia, enojo o la obstinación, es mejor humillarte ante tu Dios y dejar que Él te exalte cuando fuere tiempo.
1 Pedro 5:6–76Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
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