EMPATÍA DE LOS PADRES HACIA LOS HIJOS. APRENDIENDO A ESCUCHAR.
Conferencia del colegio. • Sermon • Submitted • Presented
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· 35 viewsNecesitamos crear las bases para una relación de empatía y comunicación con nuestros hijos.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Para entender lo que es empatía debemos entender la enseñanza de Jesús en Mateo 7:12, conocida como la regla de oro.
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
En otras palabras Jesús nos exhorta a ponernos en los zapatos de los demás, y no ver a los demás en nuestros propios zapatos, sino en los de ellos.
Es un reto que todos enfrentamos como cristianos y por supuestos nos cuesta.
Ahora, las Escrituras hablan de la empatía como una cualidad, la cual es mostrado a través de distintos versículos.
Vamos a ver TRES aspectos relacionados a la empatía en la Biblia que todos los padres debemos conocer y aplicar en nuestras vidas y familia.
I. EMPATÍA EN LA BIBLIA.
I. EMPATÍA EN LA BIBLIA.
Pero, ¿Que es empatía?
La empatía es la capacidad de sentir indirectamente los sentimientos, pensamientos o actitudes de otra persona.
Pedro habló de esto cuando dijo: (1 Pedro 3:8).
8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
El apóstol Pablo también recomendó la empatía cuando exhortó a los cristianos: (Romanos 12:15).
15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
La empatía está relacionada con la simpatía, pero tiene un enfoque más limitado y por lo general se considera algo más personal.
Cuando le digo a alguien, “Siento tu dolor, estoy mostrando empatía, indica comprensión y solidaridad.
Mientras cuando le digo, “Siento que te duela”, estoy mostrando simpatía, es decir, me estoy identificando con la persona.
Jesús nos dá ejemplo de simpatía con la mujer del flujo de Sangre.Mateo 9:20-22
20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
Pero, la empatía también tiene que ver con la compasión, esta está presente al mostrar respeto a otros y deseo de ayudarle.
La compasión es la más alta muestra de misericordia de Dios. Jesús siempre se mostró sensible a la situación de los demás. Mateo nos cuenta acerca de esto.
36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Las tres juntas, La compasión, la simpatía y la empatía tienen que ver con tener pasión (sentimiento) por otra persona a causa de su sufrimiento.
El segundo aspecto a considerar es:
II. LA EMPATÍA Y COMUNICACIÓN.
II. LA EMPATÍA Y COMUNICACIÓN.
Ahora cabe la pregunta:
¿Tiene relación la empatía con la comunicación?
En la Biblia encontramos, que Jesús al mostrar empatía por alguien también se comunicaba. En Juan 5:6, tenemos un ejemplo de muchos como este.
6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
Entonces la respuesta es si, podemos ver la manera que en que la empatía funciona de una persona a otra a través de la comunicación.
Cuando muestro empatía a otro, deben ocurrir ciertos principios:
Debo escuchar, tener una actitud de apertura, de observar, preguntar, dejar a un lado los prejuicios y ofrecer ayuda.
También debo poner en juego tres áreas importantes:
Las emociones: Debo reconocer las emociones de los otros.
El área cognitiva: Reconociendo porque otros desarrollan cierta emoción.
Cambiar mi perspectiva. Me pongo en el lugar del otro.
Pero para hacerlo, lo primero que tengo que aprender es a comunicarme correctamente, y eso implica aprender a escuchar.
Y eso nos lleva a un tercer aspecto importante:
III. SER PADRES QUE MUESTRAN EMPATÍA CON NUESTROS HIJOS IMPLICA ESCUCHARLOS.
III. SER PADRES QUE MUESTRAN EMPATÍA CON NUESTROS HIJOS IMPLICA ESCUCHARLOS.
Debemos reconocer que uno de los problemas que tenemos como padres principalmente es que no escuchamos a nuestros hijos, y muchas veces juzgamos muy rápido a nuestros hijos, sin antes prestar atención a ellos.
Por eso la exhortación del apóstol Pablo en Efesios 6:4 es sumamente importante.
4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Al nosotros sumergirnos rápidamente en la falta de atención, y la falta de escucha perdemos la capacidad de ayudarlos, y más bien los juzgamos, muchas veces por los prejuicios que tenemos.
A veces no ponemos en lugar de nuestros hijos, pero lo hacemos negativamente, decimos frases como, “yo ya vengo de vuelta”, “Yo ya pasé por eso”, “Este cree que me va a engañar a mi”, etc, son frases llenas de prejuicio, por lo mal que nos portamos nosotros en esas edades o bien en lo que vimos de otros.
Eso muchas veces provoca que nuestros hijos respondan airadamente, o molestos. Luego eso trae más conflicto, y nosotros seguimos echando la culpa a ellos de los conflictos, cuando la razón primordial fue no atenderles, no escucharles, no mostrar empatía con sus problemas.
Ahora, nuestra comunicación con nuestros hijos, debe ser:
A. Comunicación Asertiva.
A. Comunicación Asertiva.
Cuando hablamos de una comunicación asertiva, estamos ante una actitud personal positiva a la hora de relacionarnos con otros, y consiste en expresar opiniones y valoraciones evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos.
Con nuestros hijos, un comportamiento asertivo de parte nuestra tiene que ver con un conjunto de pensamientos, sentimientos y acciones que ayudan a un niño o adolescentes a alcanzar sus objetivos personales de forma socialmente aceptables.
Cuando tenemos una comunicación asertiva con nuestros hijos, vamos a responder adecuadamente a los estados de ánimo de ellos y además vamos a expresar lo que sentimos positivo o negativo sin llegar a caer en la desconsideración.
Es importante que tengamos en cuenta que comunicarnos asertivamente nos debe llevar a mostrar empatía a nuestros hijos, y viceversa, si mostramos empatía por ellos vamos a comunicarnos asertivamente.
Eso implica que mostramos respeto por nosotros mismos y por ellos, y así mismo les enseñamos a respetarse a si mismos y a respetarnos a nosotros.
Ilustración: El padre aplazado.
Ser empático, implica evitar las heridas y hacer daños a nuestros hijos.
B. La relación de Jesús con Dios(el padre), es un buen ejemplo de empatía y comunicación.
B. La relación de Jesús con Dios(el padre), es un buen ejemplo de empatía y comunicación.
Jesús mantuvo una relación muy especial con «su» Padre. El evangelio de san Juan subraya esta comunicación que es fruto de esta unión íntima y singular:
«Yo y el Padre somos uno» (Jn 10, 30).
«Todo lo que tiene el Padre es mío» (Jn 16, 15).
Existe una reciprocidad entre el Padre y el Hijo:
En lo que conocen de sí mismos ( Jn 10, 15),
En lo que son ( Jn 14:10),
En lo que hacen ( Jn 5: 19; 10:38 )
Y en lo que poseen: «Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío» (Jn 17:10 ).
Es un intercambio recíproco que encuentra su expresión plena en la gloria que Jesús obtiene del Padre en el misterio supremo de la muerte y la resurrección, después de que él mismo se la ha dado al Padre durante su vida terrena:
«Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. (...) Yo te he glorificado en la tierra. (...) Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti» (Jn 17, 1.4 ).
Pero de igual manera vemos al padre que se sentía complacido con su hijo.
17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Esta reciprocidad entre el Padre y el Hijo debe ser para nosotros los creyentes, el principio de nuestra vida en Cristo.
El ejemplo de Jesús en comunicación con su padre, debe motivarnos a enseñar a nuestros hijos que siempre estamos ahí para atenderlos.
42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
Una vida que nos permita interactuar en la misma plenitud con nuestros hijos, como lo hizo el padre celestial con su hijo.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Dios nos ha dado la responsabilidad y privilegio de ser padres, nuestros hijos son un regalo de Dios para nosotros, así enseña el Salmo 127: 3
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Debemos aprender del ejemplo de paternidad de Dios el padre, con el hijo.
Pero también debemos aprender las cualidades de empatía que había el mismo Señor Jesús: Jesús mostró simpatía y compasión por la gente, pero además se comunicaba bien.
Debemos evaluarnos, ¿Cómo estamos nosotros con nuestra empatía hacia nuestros hijos?