5. Las obligaciones amorosas de la iglesia en el Pacto de Gracia: La disciplina eclesiástica

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1 Corintios 5:12–13 RVR60
12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.

Introducción

Por la gracia y misericordia del Señor el día de hoy continuaremos con nuestra serie “Las obligaciones amorosas de la iglesia en el Pacto de Gracia”. Antes que comencemos con la obligación en la que meditaremos el día de hoy, repasemos las primeras que vimos:
La catequesis en el Pacto de Gracia
La predicación de la Palabra del Señor en el Pacto de Gracia
La administración de los sacramentos en el Pacto de Gracia
El día de hoy veremos una obligación que lamentablemente la iglesia en la actualidad no realiza o si lo hace no lo hace por el honor del Señor sino incluso por preferencias personales, si el Señor así lo permite hoy estaremos meditando en la obligación amorosa de la disciplina en la iglesia o disciplina eclesiástica.

Exposición Bíblica

Para meditar en la disciplina eclesiástica vayamos a una perícopa de las escrituras en la cual se nos presenta un ejemplo sobre nuestra doctrina en particular.
Leer 1 Corintios 5.
Esta perícopa del texto bíblico nos enseña:
Pablo comunica a la congregación que el pecado de fornicación (incesto) entre un hombre y su madre (mujer de su padre) es público, el cual es tan escandaloso y preocupante porque ni siquiera entre los impíos se escucha hablar o se nombra ese pecado públicamente. Vs. 1
Pablo exhorta a la congregación duramente porque no habían intervenido en este caso escandaloso de pecado público dentro la iglesia. Vs. 2
Pablo estando lejos juzga a ese hombre según su pecado porque este era un miembro de la iglesia, también podemos ver la urgencia de tratar el caso "reunidos vosotros y mi espíritu". Vs. 3-4
La sentencia del juicio disciplinario por causa del pecado escandaloso de fornicación entre un hijo y su madre es la expulsión de la iglesia de Corinto. Vs. 5 Calvino comenta sobre este pasaje:
“Ser entregado a satanás lo entiendo simplemente como excomunión. Porque entregar a Satanás es una expresión apropiada para denotar excomunión; porque así como Cristo reina en la Iglesia, así Satanás reina fuera de la Iglesia, como Agustín, también, ha remarcado, en su sexagésimo octavo sermón sobre las palabras del Apóstol, donde explica este pasaje. Así, pues, como somos recibidos en la comunión de la Iglesia y permanecemos en ella con la condición de estar bajo la protección y tutela de Cristo, digo que quien es expulsado de la Iglesia es entregado en cierto modo al poder de Satanás, pues se convierte en extranjero y es expulsado del reino de Cristo”
Pablo continúa exhortando a la congregación porque habían permitido y aprobado que ese miembro impenitente continuara con ellos, utiliza una pregunta retórica ilustrativa para para que se den cuenta que es necesario quitar ese "poco de levadura" antes que toda la masa sea leudada. Vs. 6
El apóstol ahora pasa a mandarles a “limpiarse de la vieja levadura” es decir, dejar de comportarse con malicia e hipocresía como lo hacían estando lejos de Cristo, sino que ahora en virtud a la limpieza que tenían en Cristo, deben comportarse y actuar según la gracia que el Señor les había dado en el nuevo nacimiento. Vs. 7
Nuevamente utiliza la metáfora de la levadura para instar a la congregación a dejar de actuar como si no pasara nada con el impenitente (con malicia y maldad) como un impío suele hacerlo, sino que siendo nuestra Cristo nuestra pascua, es decir, aquel que nos lavó por su muerte expiatoria, los hermanos en Corinto deberían obrar en sinceridad y verdad contra el infractor. Vs.8
Pablo ahora hace mención de una carta la cual no existe hoy, pero por su información podemos saber que el ya les había exhortado a no tener comunión con aquellos que diciendo ser cristianos o hermanos vivían una vida de pecado abierta. Vs. 9-11.
Finalmente Pablo se concentra en enseñarles que la iglesia tiene la obligación directa de juzgar o disciplinar a los miembros y que los que están fuera de la iglesia (incrédulos) el Señor los juzgará. Pablo les manda: Quitad o explusen a ese incestuoso de en medio de ustedes.
Ahora que hemos expuesto el texto, pasemos a tratar con la obligación amorosa de la disciplina eclesiástica como doctrina.

Exposición doctrinal

Una de las marcas visibles de la iglesia es la disciplina eclesiástica, además de la predicación fiel de la palabra y la administración de los sacramentos.
Los reformadores enfatizaron la importancia de la disciplina, ya que la iglesia papista se había hecho la vista gorda con el desenfreno pecaminoso de su clero. Ante ello vamos a encontrar por ejemplo a Lutero, Calvino, Knox hablar de la necesidad de la pureza dentro la iglesia y en virtud a ello la necesidad de la disciplina.
Para una correcta disciplina eclesiástica, los ancianos deben conocer y hacer seguimiento a los miembros. Deben mostrar una preocupación por cada ofensor y al mismo tiempo, un amor que produzca arrepentimiento.
En esta explicación no hemos de trarar con la disciplina divina por medio de la providencia, aquella que el Señor obra sin la intervención de la congregación , sino la eclesiástica, donde sí los miembros y ancianos intervienen.

¿Cuál es el propósito de la disciplina eclesiástica?

El propósito de la disciplina eclesiástica es producir un cambio redentor y un crecimiento continuo hacia la santidad en la vida de un cristiano. Por lo cual podríamos decir que la disciplina eclesiástica tiene un fin medicinal y otro quirúrgico. (explicar con la ilustración de la gangrena)

Medicinal

Para lograr, si es posible, la reforma del miembro infractor.

Quirúrgico

Donde la reforma del miembro infractor resulta ser finalmente imposible, este debe ser excluido de la membresía de la Iglesia a fin de que todo el cuerpo no se vea afectado por su pecado

¿Por qué es necesaria la disciplina eclesiástica?

Es necesaria:
Para ganar y hacer volver a los hermanos ofensores
Para disuadir a otros de cometer ofensas semejantes
Para purgar aquella levadura que podría infectar toda la masa
Para vindicar el honor de Cristo y la Santa procesión del Evangelio
Para prevenir la ira de Dios que justamente podría caer sobre la iglesia si está consintiera que el pacto del señor y sus signos fuesen profanados por ofensores notorios y obstinados

¿Quiénes son sujetos a disciplina?

Los oficiales y los miembros, ya que ellos se encuentran en plena comunión y gozando de los privilegios de los sacramentos.
Los niños bautizados que aún no han profesado la fe pero que son miembros de la iglesia visible.
Pero por otro lado, la Iglesia no tiene poder de disciplina o autoridad sobre aquellos que no han buscado o adoptado su comunión; y en segundo lugar, la Iglesia no tiene penas en su acervo de autoridad más allá de la pérdida que puede conceder a los infractores de los privilegios que han recibido de su comunión. Y cuando se pronuncia la sentencia de expulsión de éstos, en el caso del último extremo, su autoridad está entonces y allí agotada y terminada.

¿Quiénes deben salvaguardar la pureza de la iglesia?

Formalmente

Los ministros organizados en un consistorio, el cual es el tribunal de casos de sensura. 1 Pedro 5:2–3 “2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.”

Normalmente u ordinariamente

Los miembros comulgantes de una congregación. Colosenses 3:16 “16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” Romanos 15:14 “14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.” 2 Tesalonicenses 3:6 “6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.”

¿Cómo se debe tratar el pecado en la iglesia?

Para este fin debemos seguir la instrucción que nuestro Señor Jesucristo nos deja en el capítulo 18 del Evangelio de Mateo.
Mateo 18:15–17 RVR60
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
En primera instancia como dice nuestro texto, el pecado ha de tratarse de forma personal, si esto tiene éxito por la gracia de Dios has ganado a tu hermano.
Si la primera instancia no tiene efecto debes llevar a un testigo o dos contigo (estos deberán ser ancianos de la iglesia) para instar al arrepentimiento al miembro pecador.
Si ninguna de estas instancias funciona, deberá ser llevado el caso al consistorio de la iglesia local para que este sea reprendido por ellos. (Proceso judicial con suspesión de privilegios sacramentales)
Si el pecador se tornado en impenitente, deberá ser expulsado de la congregación. Con el fin de que el Señor si así le place lo restaure.

Tipos de Disciplina

Existen 5 tipos de disciplina eclesiástica: Amonestación, exhortación, suspensión, destitución y excomunión

Disciplina preventiva

Amonestación: Este es el grado más leve de censura y es comúnmente utilizado por el tribunal en casos de negligencia en el cumplimiento del deber. Consiste en reprender al ofensor, advertirle del peligro de su caminar y comprometerlo a ser más fiel en su vida cristiana. El tribunal también puede hacer que las personas bajo su supervisión conozcan públicamente el hecho y la razón de la amonestación.
Exhortación: Esta es una censura por un pecado más agravado y es comúnmente usada por el tribunal en casos de transgresión activa o de negligencia continua en el deber a pesar del consejo. Consiste en una reprensión autoritaria en el nombre de Cristo y en un llamado al arrepentimiento y a la reformación de la vida. El tribunal también puede hacer que las personas bajo su supervisión sean públicamente informadas del hecho y la razón de la reprimenda.

Disciplina correctiva

Suspensión: Esta es la exclusión temporal de los privilegios de la membresía de la iglesia, incluida la participación en los sacramentos, o el ejercicio del cargo ordenado o de ambos. Esto se hace necesario cuando los miembros son culpables de pecado grave o de negligencia persistente. Esta censura será pronunciada por el moderador en el tribunal constituido, y en el nombre de Jesucristo. El tribunal también dará a conocer públicamente el hecho y la razón de la suspensión a las personas bajo su supervisión. El levantamiento de la suspensión depende de la evidencia de arrepentimiento.
Destitución: Es la destitución disciplinaria del cargo de un oficial ordenado por la iglesia. También puede ir acompañado de la suspensión de los privilegios de la iglesia. Esta censura se impondrá por transgresiones graves en la doctrina o en una conducta que obviamente descalifique a la persona para ejercer el cargo. La sentencia será pronunciada por el moderador en el tribunal constituido, y en el nombre de Jesucristo. El tribunal también deberá informar públicamente a las personas bajo su supervisión del hecho y la razón de la suspensión. Cuando se destituye a un anciano docente, el tribunal notificará por escrito (normalmente dentro de siete días), a los secretarios de todos los presbiterios de la iglesia y al secretario del Sínodo. A una persona suspendida o destituida se le otorgará, a su solicitud, una carta de buena reputación, que incluirá los motivos por los cuales se impuso la censura.
Excomunión: Esta es la exclusión disciplinaria de un miembro de la iglesia visible. Se debe imponer solo por errores maliciosos o violaciones persistentes de la ley de Dios, que sean totalmente inconsistentes con la profesión cristiana de fe o que sean subversivos a la doctrina y el orden de la Iglesia de Cristo. Primero se deben hacer todos los esfuerzos posibles para llevar al pecador al arrepentimiento. Antes de que se pronuncie la excomunión, el tribunal debe hacer un intento válido para informar al infractor de la acción pendiente. La excomunión será pronunciada por el moderador en el tribunal constituido y en el nombre de Jesucristo. Se elevará una oración a Dios por misericordia y arrepentimiento. El tribunal dará a conocer públicamente el hecho y la razón de la excomunión a las personas bajo su supervisión. Los miembros deben relacionarse con la persona como alguien que está fuera de la iglesia visible y que necesita arrepentimiento y salvación. Los hijos del excomulgado no deben ser bautizados hasta que presente frutos dignos de arrepentimiento

Aplicaciones Experienciales

En esta tarde estoy frente a un grupo de personas posiblemente no homogéneo, por lo que quiero describir la forma de pensar en relación a la explicación que presenté. Medita en cuál de los grupos te encuentras

Grupo indignado

Este grupo se caracteriza por ver la disciplina como algo malo, como algo falto de amor e incluso no cristiano ya que dicen ellos, Jesús no haría eso.
Contra este grupo digo: ¿No es Cristo y su iglesia santa?¿No es el Señor Jesús mismo quien manda a tratar la disciplina?
Tristemente he de decir que aquel que piensa que la disciplina eclesiástica es una exageración, el tal es un libertino que no desea abandonar su vida de pecado, al cual insto al arrepentimiento, clama por que el Señor te de entendimiento de la gravedad del pecado ante los ojos del Señor.

Grupo dudoso

Este grupo se caracteriza de considerar la disciplina eclesiástica pero no tan extrema, es decir, sin llegar a la excomunión.
Contra este grupo digo: ¿Quieres seguir tolerando que el nombre del Señor sea profanado en la iglesia?¿Están los sentimientos del pecador impenitente por encima del orden de las escrituras?
Posiblemente (sólo el Señor sabe) eres un creyente fiel al Señor, pero he de decirte que la obediencia a la escritura debe ser íntegra y no a medias, por lo que te insto a buscar el rostro del Señor y a que puedas ver la gravedad del pecado y a no tolerar los pecados por el honor de tu salvador.

Grupo preocupado

Este hoy se ha sentido triste pero con el ánimo de avanzar, comprende que los pecados públicos y escandalosos no deben dejarse sin tratar, y que el honor de Cristo está por encima de cualquier hombre.
A favor de este grupo digo: Hermano, colabora exhortando con toda paciencia y doctrina a tus hermanos en la fe, denuncia pecados que estén afectando a la congregación, no calles sino busca la Gloria de Dios.
A ti mi hermano en la fe te digo: no descuides a tus hermanos en las exhortaciones amorosas, ora porque el Señor corrija tu hermano ofensor, y si aún un ministro estuviera en pecado abierto nunca tengas miedo denunciar el pecado y siempre pero siempre busca el honor de Cristo.
El presbiterianismo es vital en la disciplina ya que si alguna vez se disciplina a alguien injustamente se puede recurrir al presbiterio, incluso las medidas más severas hacia los ministros son tratados por un tribunal superior.
Amados de la UPM tenemos que avanzar en la reforma, este es un punto que debemos reformar. Gracias al Señor tenemos el consejo del presbiterio de usar el libro de disciplina de la constitución provisional que tenemos.
Hermanos si alguna vez en la providencia del Señor se llega a un proceso disciplinario, recuerden por favor que todo el proceso disciplinario debe llevarse a cabo con reverencia, oración, amabilidad, cuidado, amor, legitimidad, humildad y perseverancia por parte de aquellos que algún día rendirán cuentas a Dios por su trabajo.
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