Mandamiento #4
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“Gocen de buenas, continuas y satisfactorias relaciones sexuales.”
Proverbios 5:18–19 “18 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.”
En el principio, cuando Dios creó al hombre en cierto momento determinó ponerlo bajo el santo estado del matrimonio, dándole una esposa llamada Eva.
El matrimonio es un regalo de Dios que incluye muchas cosas, entre eso las relaciones sexuales que son una bendición de Dios, Él nos hizo seres sexuales y dentro del matrimonio nos regaló:
La desnudez sin verguenzas ni temores (Génesis 2:25)
Las relaciones sexuales tanto para reproducción como para placer (Génesis 1:28)
Además de otras muchas cosas más
Las relaciones sexuales han sido altamente distorsionadas por Satanás en el mundo en el que vivimos y esto muchas veces ha llevado a tener dos actitudes y/o comportamientos hacia las relaciones sexuales que no son cristianas, la aversión y la perversión. depravación
La Perversión: Es el envilecimiento, corrupción o desenfreno de los deseos sexuales y sus acciones. La perversión lleva a la fornicación, el adulterio, la pornofgrafía, la autocomplacencia, lascivia, entre otras persversiones. Por supuesto, esta es una actitud inspirada por la carne e inflamada por el mundo caído que nos rodea.
1 Tesalonicenses 4:1-8. El matrimonio nos ha sido dado como una maravillosa bendición y solución a la fornicación, pues el deseo de compartir sexualmente con una persona que físicamente y en otras áreas también, nos atrae, sería algo muy normal, pero no en inmundicia dando libertinaje a este deseo, sino controlado y bajo los designios originales de Dios. Una esposa, propia y jamás transferible. Allí Dios es claro en los textos. Además añade “en santidad y honor” por el contexto y las palabras empleadas interpretamos “santidad” = a no codiciar la mujer del prójimo sino a permanecer con la suya propia y manener relaciones sexuales solo con ella, “honor” enfocado a no deshonrar sus propios cuerpos como dice Romanos 1:24. con concupicencias perversas y pecaminosas, que sí son deseos sexuales pero carnales y perversos.
Hebreos 13:4. Este texto también refuerza la idea de un matrimonio puro en sus relaciones sexuales, un matrimonio fiel el uno al otro, consagrados el uno al otro en esta área. “lecho sin mancilla” hace referencia a su cama donde normalmente practicarían sus relaciones sexuales, es una “personificación o metafora” que pretende expresar la moralidad sexual. Es honroso, esto quiere decir valioso, preciadoy estimado no solo el matrimonio sino las relaciones sexuales SIN PERVERSIÓN. La contraparte de esto son los fornicarios y adultreros son dos pecados que reflejan perversión.
Gálatas 5:19 Evidencia que los deseos sexuales fuera del marco establecido por Dios son perversiones de la carne contra las cuales tenemos que luchar todos.
La Aversión: Es el rechazo, repugnancia, repulsion o fobia hacia las relaciones sexules. Esta actitud hacia este tema también es pecado, y va en contra de la voluntad de Dios. Dios diseñó las relaciones sexulaes, en la mente de Dios se planeó cómo el hombre podría multiplicarse, ¿se atevería a decir usted que Dios hizo algo repugnante? ¿se atrevería a considerar este diseño de Dios como algo no santo, sino sucio y vergonozoso? Definitivamente no, Dios es perfecto, santo y puro. Las relaciones sexuales no deben ser algo que el creyente rechace o repugne, sino que disfrute.
Proverbios 5:18–19. El llamado sigue siendo el mismo alejarse de la perversión y de la aversión. “alégrate” trae el significado sexual implicito, “sus caricias te satisfagan” esto va más allá de una simple mano den la cabeza, o tomarle una mejilla o darle un sencillo beso. La palabra empleada allí hace referencia a los pechos de la mujer y al hombre recostado sobre ellos (Cantares 1:13) la palabra satisfacción habla de llenura, estar completos. Cuán necesarias son las relaciones sexuales en el matrimonio. Este es un proverbio que hace referencia a las relaciones sexuales porque las establece como el medio para canalizar los deseos del hombre siempre honrando a Dios.
Cantares 1:1-4, 4:10. La palabra “amores” empleada en estos texto tiene que ver con los deseos sexuales y su atracción. CAntares habla sobre este amor romántico y las relaciones sexuales dentro del matrimoino. No es casualidad que de los 1000 cantares que escribió Salomón Dios escogiera e inpirar este para el canon bíblico, no es casualidad porque Dios es el diseñador de las relaciones sexuales, y nos la dio como un regalo y no podemos desprecialas, sobre todo que son fuerte seguro contra los deseos carnales y los pecados del adulterio y la fornicación.
Hermanos, las relaciones sexuales están implicitas dentro del matrimonio. 1 Corintios 7:8–9 “8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.”
Una de las razones por las cuales hoy día muchos jovenes no piensan en casarse es porque, el virgen quiere disfrutar las relaciones sexuales y el matrimonio le da ese privilegio por lo cual desea casarse para poder disfrutar de esto con la muchacha que le gusta y ama. Pero ahora muchos disfrutan de eso sin casarse, entonces ¿cuál es la motivación para ellos entonces en esta área? no la hay. Esto es un peligro gigante que nos está explitando en la cara.
La perversión o aversión de los deseos sexuales y las relaciones sexuales no es algo que venga de Dios, al contrario son el resultado de mala educación sexual de los padres a los hijos, o demasiado sexualizados o demasiado temerosos, la satanización de las relaciones sexuales conduce a la aversión también y la mucha pornografía conduce a la perversión.
Cualquiera de estos dos extremos es pecado y atentan contra el diseño maravilloso de Dios.
La perversión conducirá tarde o temprano al adulterio, y la aversión posiblemente también. Pues el pecado se multiplica en más pecado.
La Biblia nos enseña que debemos
“Gozar de buenas, continuas y satisfactorias relaciones sexuales.”
Buenas: Bien hechas, sin reprimirse siempre en el marco y diseño de Dios en santidad. (no necesitan nada más que a ellos dos para disfrutarlas)
Continuas: No es sano para ningún matrimonio no tener relaciones sexuales, es más NO DEBE un matrimonio vivir sin relaciones sexuales si no hay impedimento médico comprobado. Una vez como mínimo a la semana sería algo normal, dos o más veces algo bueno y de allí en adelante cada pareja conoce sus posibilidades. Pero lo que si no debe haber son intermitencias de semanas, mucho menos meses y ni que decir de años.
Satisfactorias: Las relaciones sexuales satisfactorias son todo un reto ya que Dios busca através de ellas una unión profunda, va más allá de lo físico y nos invita a fusionar no solo nuestros cuerpos, sino nuestras emociones también, ya que no será una experiencia física nada más sino profundamente emocional. Encontrar la satisfacción en la relación sexual requiere de amor, esfuerzo, humildad y comunicación. Para conversar de lo que nos gusta y lo que no sin que esto afecte sino más bien colabore a beneficio de ambos.
Los ascetas (practicaban el ascetismo) creían que la sujeción de todo impulso sexual fuera o dentro del matrimonio daba realce espiritual. Esto porque creían que la materia era intrinsecamente mala y el espíritu bueno.
Esta creencia hacia que dentro del matrimonio no huibiera ningún rasgo de deseo sexual, tocar a su esposa, besar profundamente, y mucho menos tener relaciones sexuales.
Para atacar esta idea diabólica en la que estaban inmersos hermanos en Corinto Pablo escribe
1 Corintios 7:1–5“1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
No hay beneficio alguno en negarse a tener relaciones sexuales, pero sí hay mucho beneficio en aquellos que las gozan buenas, continuas y satisfactorias como regalo de Dios.
LLamado a la Acción
¿Cómo está su matrimonio en esta área?
¿Por qué cree que están en esa circunstancia?
¿Qué van a hacer para cambiar o mantener eso, según sus respuestas anteriores?