Jesus el gran Medico

Jesus en la Galeria de Juan  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 14 views
Notes
Transcript
Handout

Después de estas cosas

Juan 5:1 “Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.”
Juan viene dando saltos entre historia e historia y toma las que para él son más relevantes. Es curioso ver que el acontecimiento previo a este es también un milagro que involucra la salud. En Juan 4:46-54, se nos cuenta el milagro del hijo de un oficial del rey, que estaba enfermo de muerte al parecer, y solo bastó que el padre tuviera fe en Jesús y sus palabras. Después de estas cosas, Jesús tiene que ir a Jerusalén; han pasado meses entre estos dos acontecimientos.
Juan 5:2 “Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.”
Jesús está en Betesda (casa de misericordia), y este lugar era un lugar de reunión pública. Alrededor siempre había personas con alguna enfermedad. Ahora, el versículo 4 no se encuentra en los manuscritos más antiguos; al parecer, es una nota agregada al margen en alguna copia posterior. El motivo es que, para los lectores nativos del evangelio, no era necesario explicar que había un ángel que movía el agua y el primero en entrar recibía sanidad. Esto era algo del conocimiento común en esa época y para los que vivían allí.
Juan 5:5–6 “Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?”
Ahora bien, cuando hablamos de los milagros del Señor Jesús, en su mayoría involucran la fe de alguien. En el caso anterior, el padre del joven enfermo tenía fe. En el caso de la mujer con flujo de sangre, fue su propia fe la que la sanó. En el caso de Bartimeo, su fe fue lo que le hizo recuperar la vista. Y en el caso del paralítico de Capernaum, la fe de sus amigos fue crucial.
Sin embargo, en el caso del paralítico de Betesda, no parece que la fe de alguien esté llevando a lo que está por suceder. La respuesta del paralítico a Jesús no es la de un hombre con mucha fe en Cristo. Juan 5:7 dice: 'Señor', le respondió el enfermo, 'no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro desciende antes que yo'. No hay fe en el hombre, al menos no está puesta en Jesús, y aun así, él recibe su milagro.
El hombre está confiando en sus tradiciones, como muchos de nosotros que en muchas ocasiones nos aferramos a nuestra manera de pensar, solo porque así me lo enseñaron o así lo resolví en el pasado. El paralítico necesita llegar a un momento de quiebre; tenía ya 38 años de enfermedad, y su esperanza era que ojalá entre primero al agua. Más adelante, vemos que él no conocía a Jesús, al parecer, nunca había escuchado de Él, y aún así lo tuvo frente a frente, recibió gracia y misericordia. Juan 5:8 “Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.”
Tu y yo recibimos gracia en el pasado, me encanta la definición de Gracia: favor o bondad no merecido ni ganado, como el paralitico estuvimos por mucho tiempo algunos mas, otros menos, esperanzados en nuestras tradiciones, en nuestros esfuerzos y un día alguien nos presento a Jesus o mejor dicho Jesus se presento ante nosotros, asi sin buscarle, porque aunque tu y yo creamos que le hemos buscado la palabra de Dios dice Romanos 3:11 “No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.” y esta es una cita de Salmo 14:2 “Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios.” Tu y yo y el paralitico no buscamos a Jesus, en cambio el nos busco, en lo único que tuvo injerencia fue en no vivir su vida como era antes.
Juan 5:9 “Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.”
Es interesante el ver que el hombre no se le pide dejar su lecho ahí e irse, cuando venimos a Jesus traemos cosas de nuestro pasado, rencores, traumas, adicciones, duelo, problemas de autoestima, etc, Jesus ofrece una vida nueva, si, pero no desaparece toda la carga, esa hay que irla trabajando, Jesus no le dice dame tu lecho y vete, el ex-paralitico se desharía del lecho en el caminar de su nueva vida, seria ilógico que ya no necesitandolo siguiera cargando con El o eso pensaría uno.
Juan 5:10 “Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.”
Increíble, solo tenia que ir a algun bote de basura y tirarlo o irse a casa a dejarlo pero no, prefirió seguir en una festividad cargando su lecho, asi somos aun hoy, seguimos cargando aquello de lo que Cristo nos ha hecho libres (Juan 8:36)
Ahora aquí hay otra enseñanza interesante, a los judios no les impacto ver al paralitico (que muchos conocían pues tenia 38 años en esta condición) sano, les impacto ver su atrevimiento, como es que estaba cargando su lecho, es común que el ser humano pase por alto las obras majestuosas de Dios y le demos importancia a las que hace el hombre.
Juan 5:11–13 “El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.”
Ves, antes de su encuentro con Jesus no le conocía, pero vs 14 Jesus le dice algo muy importante
Juan 5:14 “Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.”
El hombre estuvo 38 años paralitico y aun asi Jesus le dice si continuas en pecado, puede venirte algo peor, la gente piensa que puede conocer a Jesus, venir a ser salvo y vivir en pecado sin que esto tenga consecuencias, nuestra vida le pertenece a Cristo y debemos de vivir en concordancia con esto.
Related Media
See more
Related Sermons
See more