Escuela Dominical - Falsos Maestros 2
Escuela Dominical - Falsos Maestros 1 • Sermon • Submitted • Presented
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Introducción
Introducción
Hoy estaremos mirando como:
Las enseñanzas falsas pueden infiltrarse cuando:
Buscamos una enseñanza nueva o interesante
Tenemos una reacción exagerada ante ciertos errores doctrinales
Buscamos evitar las críticas del mundo
La búsqueda de una nueva enseñanza
La búsqueda de una nueva enseñanza
La iglesia cristiana ha existido por 2,000 años.
Durante este tiempo, los creyentes han analizado los pasajes de la Biblia, han estudiado su contenido, han formulado ciertos credos o afirmaciones doctrinales.
Es poco probable que haya un nuevo descubrimiento doctrinal / de enseñanza bíblica que no haya sido considerado por otros.
No estamos en busca de una enseñanza nueva sino que nos esforzamos en repetir lo que nuestros antepasados en la fe han afirmado desde el tiempo apostólico.
Si alguien dice que viene con una manera nueva de entender algún pasaje o alguna doctrina, lo más probable es que va a enseñar una falsedad.
Por ejemplo, existen algunas sectas judaizantes que afirman que los cristianos tienen que guardar ciertas leyes del Antiguo Testamento, como:
Fiestas (e.g., la Pascua)
Kosher (e.g., abstenerse de alimentos impuros)
Vestimenta (e.g., usar la kippá)
…los que afirman estos requisitos en ocasiones dicen que Dios les hizo sentir o que Dios se los mostró, y que Dios está despertando una manera nueva de entender la Biblia.
De pronto surgen algunos líderes religiosos que sacan enseñanzas como:
Los códigos secretos en la Biblia
La generación pre-adámica
La restauración de la alabanza
En su afán por buscar algo nuevo / novedoso, se confunden y confunden a otros.
3 Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros,
Por esta razón es importante que nuestros ministros conozcan la fe histórica que ha profesado la iglesia cristiana.
Debemos conocer los credos de la iglesia.
Debemos conocer el desarrollo de la doctrina y las controversias doctrinales que hubieron durante la historia de la iglesia.
Una reacción exagerada ante el error
Una reacción exagerada ante el error
Algunos han querido proteger a la iglesia de distintos errores, pero en su afán por corregir un error han cometido otro.
Por ejemplo, nosotros creemos que Jesús es el Dios-hombre.
Es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre.
Esta afirmación fue controversial durante los primeros 300 años.
Nestorio comenzó a afirmar que en Jesús existen dos personas distintas - una persona divina y una persona humana.
Así él creía que mantenía la divinidad y la humanidad de Jesús.
Pero, esto fue un error, porque Jesús no es un Dios y un hombre. La Biblia claramente dice:
5 Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,
7 sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.
Durante esta controversia Eutiques comenzó a predicar que Nestorio estaba en un error y dijo que Jesús es divino pero que su divinidad prácticamente aplastaba su humanidad.
En otras palabras, Jesús era mayormente divino y en menor grado era humano.
Ahora, para nosotros pareciera que están debatiendo por algo que tal vez no hemos considerado en algún tiempo.
Pero, tiene implicaciones muy importantes.
Sí Jesús no es verdaderamente hombre, entonces no se puede identificar con nosotros. No conoce nuestro dolor, debilidad, angustia, etc.
Sí Jesús no es verdaderamente Dios, entonces no pudo haber recibido sobre él la ira de Dios por nuestro pecado. Solo un ser divino podría haber resistido la ira que fue derramada sobre la victima inocente.
Pero, en nuestros casos podemos ver otras reacciones exageradas a ciertos puntos doctrinales:
La venida de Cristo
Unos ponen fechas, afirman que ciertos eventos en las noticias son 100% cumplimiento de las profecías.
Otros, viven sin esperar, pensar en, o desear la venida de Cristo.
La sanidad divina
Unos hacen campañas masivas de sanidad divina declarando sanidad sobre diversas enfermedades y hasta dicen que han resucitado muertos. Pero, cuando usted les pide pruebas de estas sanidades se da cuenta que no existen.
Otros no creen que Dios pueda sanar si así fuese su voluntad. No creen que sea correcto orar por los que padecen una enfermedad y creer que Dios los puede sanar.
La prosperidad del creyente
Unos declaran, proclaman, y afirman que Dios quiere que sean ricos, prósperos en el aspecto financiero. Dicen que es la voluntad de Dios para todo el creyente.
Otros creen que poseer bienes materiales es algo mundano y debemos evitar acumular bienes o tesoro porque son ataduras del maligno.
Los demonios
Unos creen que detrás de todo pecado, mal pensamiento, etc., hay demonios, ataduras, cadenas espirituales.
Otros se niegan a creer que el poder del enemigo esté detrás de muchas cosas que ocurren en la sociedad.
El afán de evitar la crítica
El afán de evitar la crítica
Muchos dejan de afirmar ciertas verdades fundamentales que Dios revela en su palabra para evitar ser criticados, ser vistos como gente ignorante, o simplemente no ser admirados como gente culta o inteligente.
Olvidan el principio Bíblico:
4 ¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito: «Para que seas justificado EN tus palabras, Y venzas cuando seas juzgado».
Comenzamos a negar que Dios es el creador de todo lo que existe y no el producto de la evolución o selección natural.
Comenzamos a decir que en el mundo antiguo el matrimonio era entre un hombre y una mujer - pero ahora somos una sociedad más sofisticada que valoramos el amor entre dos personas sin importar que sean del mismo sexo.
Comenzamos a decir que la identidad de género es fluida. Negamos que el género es binario (hombre o mujer).
Comenzamos a decir que el mensaje principal de la iglesia cristiana es ver como podemos hacer justicia social, pelear por los derechos de los grupos marginados, ayudar a los pobres, etc.