LA IMPORTANCIA DE LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA.

UN MENSAJE DE JESUS A LA IGLESIA  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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La iglesia es una en esencia, porque está fundada en un evangelio, unidos a un Señor y con la morada de un solo espíritu. Su unidad está bajo constante amenaza debido a la tendencia a la división que es inherente en la humanidad caída y debe ser mantenida continuamente y activamente expresada en compañerismos.

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INTRODUCCIÓN

Introducción:

En nuestra respuesta a la pregunta ¿Cuál es el propósito que la iglesia debe cumplir mientras esta en la tierra?
La clase pasada vimos que unos de los propósitos de la iglesia mientras esta en la tierra es de de Edificar a los creyentes.
¿Cuál es el medio que Dios había destinado para la edificación de los creyentes en la igleisa?
Las Escrituras son el medio que Dios ha provisto para la edificación de la Iglesia según vimos en
2 Timoteo 3:16–17 (NTV)
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 17 Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.
Dios nos dejo su palabra con el propósito que por medio de ella, todos los santos seamos entrenados para vivir, la vida cristiana de la forma correcta, no bajo nuestro propio criterio y opinión sino bajo el pensamiento de Dios para nosotros.
Efesios 4:11–13 (NTV)
11 Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. 12 Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. 13 Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.
El proposito de Dios para que los creyentes sean edificados por medio de la palabra para que puedan llevar a cabo al obra de Dios, como el quiere, no como nosotros pensamos que debería ser.
Es imposible edificar la iglesia, cumplir con el llamado de hacer la obra de Dios si los creyentes no son edificados por la Palabra de Dios.
En ocasiones las Escrituras nos parecerán que son como un bálsamo que refresca el alma, pero en otros casos, las Escrituras nos parecerán amargas como el ajenjo. En estos casos, ¿debemos de rechazar el mensaje?
El proceso de la edificación de la Iglesia (es decir los miembros de la misma, no el edificio, es un proceso que es continuo, este no se detendrá sino hasta la venida del Señor o que el nos llame, mientras tanto, debemos estar dispuestos a poner por obra todo el consejo de Dios, aun aquel que le resulta incomodo a mi forma de pensar o de ver las cosas.
¿Que tan dispuesto estoy a poner por obra el consejo de Dios, cuando no es algo que me agrada mucho?
Una de las ideas más distorsionadas sobre la iglesia y la fe cristiana, es que el creyente una vez salvado y ser libre del pecado, ya no esta sujeto a ninguna ley y puede hacer lo que quiera, “pues tiene la libertad de Cristo”. Piensan que la iglesia esta obligada a “solapar su comportamientos, erráticos, irresponsables irreverentes, en nombre de un falso amor que Dios nunca a dicho en su palabra.
Piensan que no tienen porque rendirle cuentas a nadie, no se sujetan, no aceptan el consejo, la exhortación y mucho menos la disciplina.
¿Porque, si en el Trabajo, en la escuela, en el hogar, en el cine, etc, hay reglas y debemos cumplirlas, pensamos que el a iglesia no son aplicables?
¿Porque pensamos en el nombre del amor de Dios entre los cristianos, debemos tolerar y permitir indisciplina dentro de la iglesia?
Y es que otro de los propósitos de la iglesia mientras esta en la tierra es el de disciplinar a los creyentes. Pero este no es un tema muy agradable, para muchos.
Hebreos 12:5–6 (NTV)
¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos? Él dijo:
«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
y no te des por vencido cuando te corrija.
6 Pues el Señor disciplina a los que ama y castiga a todo el que recibe como hijo».
He 12.5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Esta exhortación esta el el libro de Proverbios 3.11-12. Aquí hay un principio a relatar, la disciplina es para los hijos, no puede ser aplicada a los extraños.
En tu casa tu pones las reglas que deben seguir, tanto los que viven en tu casa, como los invitados, ¿porque Pensamos entonces que en la iglesia no debería haber?
Si decimos que somos Hijos de Dios, estamos obligados a comportarnos como tales, a obedecer, pero venimos y queremos sentarnos donde nosotros queremos pero no donde se nos dice, queremos hacer las cosas como nosotros queremos y no como se nos dice, tratamos de imperar nuestra razón y opinión sobre todos.
Menospreciar = > Es considerar que lo que se me pide, por parte de Señor es un valor relativamente pequeño.
Muchos cristianos, incluso aquellos que sirven, toman de poco valor el consejo, la exhortación que se les hace para que sean fieles, para que sean puntales, para que asistan a la reunión les da los mismo venir que no venir, se les hace fácil encontrar cualquier excusa para zafares de sus deberes, pero quieren venir y hacer como si nada hubiera pasado, y se les disciplina, se les descansa del ministerio, y el lugar de animarse, entonces simplemente se alejan.
Quien escribe esta carta, utiliza la palabra Disciplina = >paideia; es la imposición de dolorosas consecuencia sobre alguien por su desobediencia, como parte de un proceso de mejora del carácter de alguien,
EL proposito de la disciplina en la iglesia es mejorar nuestro carácter, es llevarnos a ser más como Cristo, pero no es algo que me resulta agradable.
Heb 12. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
No es agradable porque atenta directamente contra mi ego, contra mi propio pensamiento, contra mi cosmovisión de la Iglesia, del cristianismo de Cristo.
Si nos quedamos simplemente en el acto de la disciplina, entonces vamos a pensar que malos, no me comprenden, no me entienden, pobre de mi, sin embargo, la disciplina va más allá, tiene el propósito de quitar de nuestra vidas aquellas cosas que no son agradables a Dios y hacer nuestro carácter conforme a Cristo mas cada día.
El trozo de madera, mármol, piedra; que es tallado con una navaja, cincel, martillo, con el proposito de quitar todo lo que estorba para formar una bella escultura al final.
Muchos cuando viene la disciplina se amarga, se frustran y dicen “es que no hay amor, no tienen misericordia, no me comprenden, etc.”
Pero la disciplina no tiene el propósito de destruirnos, sino todo lo contrario, de edificarnos, de corregir conductas torcidas, y aun pecados que pueden estar ocultos en nuestra vida.
Heb 12. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Si tenemos un corazón humilde para recibir la reprensión, el consejo y aún para aceptar la disciplina esto nos trae bendición, paz, nos permite crecer en conformidad a Cristo.
He 12.7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
La disciplina es para los Hijos, no para los entenados, Dios tiene hijos, no tiene hijastros, ni entenados ni arrimados, todos aquellos que le han recibido como Señor, son sus hijos, por lo tanto el puede Disciplinarlos.
Y para hacerlo se vale de hombre y mujeres imperfectos que el ha puesto al frente de las iglesias, no es la disciplina la exhortación que se hace por parte de los Pastores que los hace mejor o los convierte en seres infalibles.
Simplemente son a quienes Dios a puesto para ejercer la Disciplina dentro de la Iglesia, para administrarla y ejecutarla, aun cuando a las ovejas y a los servidores no les guste, aun cuando esto les haga impopulares, pero no se trata de agradar a la gente, pues de los contrario ya no seriamos siervos de Cristo
Lo doloroso es que no somos capaces de resistir la disciplina, tantito me dicen algo y en lugar de tener la humildad de escuchar lo que me están diciendo, empiezo a esgrimir todos mis argumentos para defender mi posición porque es la unica que vale.
La disciplina es de orden general, es aplicable para todos, incluyendo al pastor, aqui no valen las influencias, que si somos amigos, que si comemos juntos, que si me caes bien, que si te considero, etc. Todos debemos participar de ella.
La no aplicación de la disciplina en la iglesia, lo unico que revela es una falta de amor verdadero, el solapar el pecado, las malas actitudes, la irresponsabilidad, la falta de lealtad a Dios y a su iglesia local en los servidores, lo unico que habla es de un falso amor, basado en un sentimentalismo cursi y vacío, pero no tiene nada que ver con el verdadero amor.
9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
El padre que ama verdaderamente a sus hijos, no les permitirá actos de indisciplina a sus hijos castigara todo acto de rebelión, desobediencia, reprenderá toda irresponsabilidad y falta de compromiso en la vida de sus hijos, porque los ama, porque el deseo de su corazón es que les vaya bien en la vida
Muchas veces la corrección de los padres terrenales no fue la mejor, quizá no se usaron las palabras correctas, o la forma de decirlo no fue la adecuada, sin embargo, nunca en un padre o madre que ama a sus hijos verdaderamente hay la intención de lastimar a sus hijos, sino todo lo contrario.
De la misma forma, es posible que siendo hombre y mujeres falibles, quienes estamos al frente del liderazgo de la iglesia, podamos cometer algún error en la forma de decir las cosas, o las palabras usadas no sea las correctas, a la hora de reprender una conducta, un pecado, una mala actitud, sin embrago, el proposito de esto, jamás es destruir o dañar a los hermanos, sino corregir algunos cosas que son incorrectas y que están afectado, no solo su vida, sino la propia vida de la iglesia.
La iglesia no puede permanecer inerte ante pecado en la vida de los que sirve, los que se congregan, no puede omitir la tarea de ejercer la disciplina, porque entonces estaría faltando al propósito por el cual Dios las dejo en la tierra.
El Apóstol Pablo, nos detalla como es que el pecado había entrado en la iglesia y esto estaba afectando al comunión con los hermanos, y el tenía a que tomar cartas en el asunto, por el bien de los propios hermanos de la igleisa.
1 Co 5.1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
Las mejores iglesias están expuestas, en el presente estado de imperfección, a las mayores corrupciones. Por tal razón es muy importante la aplicación de la disciplina en la iglesia para no permitir que el pecado se propague.
2 Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
La propia estima nos inclina a ver con lentes de aumento las faltas ajenas, pero cuando el orgullo se torna «corporativo», se pierden de vista tanto los defectos individuales como los del grupo.
Y lo peor era que, por lo que se ve, de esta ceguera participaban los líderes de la iglesia, sobre los que recaía la principal responsabilidad en la imposición de la necesaria disciplina.
3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo en unión con el verdadero Dueño y Señor de la Iglesia y con la garantía del poder del Señor con el que se convalida la sentencia de separar de la comunión eclesial al incestuoso, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, Esto no significa que se le entregue al diablo para que éste le de muerte, sino que, al ponerlo fuera de comunión, se le deja en la esfera donde el diablo ejerce su dominio maléfico
a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. Mediante la aplicación de la necesaria disciplina, el pecador es corregido y reconducido al arrepentimiento a fin de que el cristiano (si es verdadero creyente) aparezca purificado (salvo en su sentido más amplio) ante el tribunal de Cristo (comp. 2 Co. 5:10).
6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? La levadura, como siempre en la Biblia, es símbolo de corrupción,
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
Como Aplicar la disciplina en la Iglesia.
Mt 18.15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
En primer lugar, el asunto debería ser tratado en privado entre las dos partes. Si el ofensor reconoce su culpa, se ha conseguido la reconciliación. El problema es que no hacemos esto. Esparcimos rumores con todos los demás acerca de ello. De esta manera, la cuestión se esparce como un fuego y se multiplican las pendencias.
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Esto enfatiza la creciente gravedad de la persistencia en la contumacia, y además provee un testimonio competente
Nadie puede valorar la enormidad de los problemas que se ha causado en la iglesia por el fallo en obedecer la sencilla regla de que una acusación contra otra persona ha de ir apoyada por el testimonio de otros dos o tres. A este respecto, los tribunales del mundo actúan a menudo con más justicia que las iglesias o asambleas cristianas.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia;
Es importante notar que el cuerpo responsable para tratar el caso es la iglesia local, no un tribunal civil. El cristiano tiene prohibido ir a tribunales contra otro creyente
y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
El significado más evidente de esta expresión es que debería ser considerado como fuera de la esfera de la iglesia. Aunque puede que sea un verdadero creyente, no está viviendo como tal y no debería ser tratado como uno. Aunque siga perteneciendo a la iglesia universal, debería ser privado de los privilegios de la iglesia local. Una disciplina así es una acción grave; entrega temporalmente al creyente al poder de Satanás «para destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvado en el día del Señor Jesús» (1 Co. 5:5, V.M.). El propósito de esto es hacerlo consciente y llevarlo a confesar su pecado. Mientras no se consiga este objetivo, los creyentes deberían tratarle con cortesía pero también deberían mostrarle, con su actitud, que no aprueban su pecado y que no pueden tener comunión con él como hermano en la fe. La asamblea debería estar bien dispuesta a recibirlo de nuevo en cuanto haya evidencia de un arrepentimiento genuino.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Cuando una asamblea, en oración y obediencia a la Palabra, liga una acción disciplinaria sobre una persona, esta acción queda admitida en el cielo. Cuando la persona disciplinada se ha arrepentido y ha confesado su pecado, y la asamblea la restaura a la comunión, esta acción de desatar queda también ratificada por Dios
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
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