Abraham y Rahab, ejemplos de una fe viva

Introducción

En los versos anteriores Santiago insiste en que la fe en Jesús produce frutos. Es la forma en cómo debemos vivir.

Leer v.20

Un hombre sin fe viva está viviendo una vida sin propósito. Escuche lo que dice el v.20 en esta versión “No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil.” DHH

Uno de los propósitos de Dios para tu vida/para un creyente es hacer “buenas obras” Ef. 2:10.

Para probar esto Santiago da dos ejemplos de cómo la fe produce frutos.

I. La fe de Abraham v.21-24

Pareciera que Santiago está enseñando que la salvación es por obras, pero no.

Veamos lo que Pablo dice:

Rom 4:2-3- Abraham fue justificado (salvo) por la fe (cp. Gá 3:6).

Pablo estaba hablando de que Abraham fue reconciliado con Dios porque tuvo fe, no por obras.

Pablo cita Ge 15:6 antes de que Abraham sea llamado para sacrificar a Isaac.

Lo que Santiago enseña:

La fe de Abraham quedó demostrada como real, verdadera por lo que hizo (obedecer a Dios hasta el punto de sacrificar a su hijo).

Sus acciones demostraron su fe en Dios.

Si la fe en Jesús no produce buenas obras, es muerta e inútil.

Nuestras acciones deben demostrar que tenemos fe en Jesús.

Pablo enseña que Abraham entró en una relación con Dios por la fe, Santiago está diciendo que la relación de fe que Abraham tenía con Dios fue demostrada como genuina por sus acciones/obras.

II. La fe de Rahab v.25

Resumen de la historia de Rahab

Al igual que Abraham, Rahab demostró su fe en Dios al proteger a los espías.

Tenía fe en que el Dios de los israelitas era el verdadero y actuó de acuerdo a ello.

Se necesitaba una gran fe para creer que ayudar al pueblo de Dios era mejor que ayudar a su propio pueblo.

También fue elogiada en Hebreos 11:31.

En Hebreos la elogia por su fe, y Santiago dice que la fe que tenía quedó demostrada por el hecho de que protegió a los espías hebreos.

III. La fe muerta v.26

Santiago vuelve a insistir en este punto: la fe sin obras está muerta.

Así como el espíritu da vitalidad/vida al cuerpo, las obras dan vitalidad a la fe. ¡Nos hace vivos!

La fe sin acciones no es realmente fe; la fe muerta no es fe en absoluto

Santiago vuelve una y otra vez por dos razones que creo:

Ayudarnos a no descuidar nuestra fe en Jesús.

ya hemos visto el ejemplo de Abraham. Si tienes fe obedeces.

Librarnos del engaño.

facilmente nos engañamos a nosotros mismos a vivir una “vida cristiana” sin acciones coherentes a la fe en Jesús.

Conclusión y aplicación

¿Cómo está tu fe?

Leer 2 Co 12:5 -Examina tu fe.

Debemos ser discípulos que amen a Dios no sólo de palabra, sino también con hechos.

Debemos amar a la iglesia, no sólo con lo que decimos, sino con lo que hacemos. ¡Debemos amar a los demás no sólo con nuestra profesión, sino también con nuestra práctica!

Recuerda que solo se puede ser salvo por la fe en Jesús… pero esa fe queda evidenciada por tus acciones.

Eres salvo? ¡Pongan a trabajar su fe viva!