Encarcelados por hacer el bien.

Introducción:

Sabemos que en la providencia de Dios él usa todo para el cumplimiento de sus propósitos. Que cuando viene alguna enfermedad hay un propósito detrás de todo eso, o cuando las cosas no salen como esperábamos es porque el Señor tiene algo mejor, pero ¿Es la providencia de Dios que seamos tratados injustamente?, ¿Qué pasa cuando sufrimos por hacer algo bueno, o cuando la gente rechaza el bien que procuramos hacerles? Por ejemplo podemos pensar en el rechazo que podemos sufrir por parte de nuestra familia cuando queremos compartirles el evangelio.... ¿Cómo ver la bondad de Dios en ese tipo de circunstancias?

Hechos de los Apóstoles 16:16–24 RVR60

16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. 19 Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades; 20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, 21 y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos. 22 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.

Desarrollo:

En esta sección vemos la liberación hecha a una mujer con espíritu de adivinación y la consecuencia de ese milagro.

Tres verdades se desprenden de este relato:

1. Dios está por sobre los poderes del mal.

Hechos de los Apóstoles 16:16–18 “16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.”

Este milagro demuestra en primer lugar que la adivinación es algo que Dios aborrece. Aunque la muchacha poseída por este espíritu proclamaba algo que es verdad, esto es que los misioneros eran mensajeros del Dios altísimo y que anunciaban el camino de la salvación, esto no era aprobado por Dios y por eso el apóstol Pablo expulsa a este demonio. Esto está en armonía con lo que el Señor enseña en su Palabra: que Dios aborrece la adivinación, Dios prohibe que personas, influenciadas por espíritus inmundos tengan acceso a información oculta. Esto se confirma por los siguientes textos:

Deuteronomio 18:10–12 “10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”

1º Samuel 15:23 “23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.”

Por otra parte esta mujer estaba esclavizada por un espíritu. La Palabra dice que el poder que ella tenía para adivinar venía de un espíritu. Cuando vemos los relatos en los evangelios de personas que estaban poseídas por demonios vemos que estos tiene poder sobre las personas en las que están, por ejemplo se dice de un joven que tenía un espíritu inmundo que hacía que se cayera al fuego o al agua,( Mateo 17.14-18) También recordamos al endemoniado gadareno que por acusa de los demonios que estaban en él se obligaba a vivir en los sepulcros y se golpeaba con piedras. Por lo tanto, al expulsar a este espíritu la mujer fue liberada de la esclavitud espiritual en la que se encontraba.

Este acto demostró la autoridad que el Señor tiene sobre el mal.

Esto debía haber provocado temor a los habitantes de Filipos, en especial a los dueños de esta mujer al ver un poder superior al que había tenía la mujer. ¿Pero qué ocurrió?

2. La obra de Dios es rechazada por los hombres.

Hechos de los Apóstoles 16:19–24 “19 Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades; 20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, 21 y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos. 22 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.”

La obra que Dios había hecho en esta mujer, la cual demostraba su autoridad sobre el mal y representaba un bien hecho a ella no fue entendido por la gente, en especial por sus dueños porque vieron perdida la fuente de su ganancia. Ellos no querían realmente conocer al Dios verdadero o ser salvos, solo amaban sus ganancias. El resultado fue que acusan falsamente a los apóstoles y los meten en la cárcel. Esto habla de la condición caída del ser humano. No siempre la obra de Dios en una persona será recibida por los demás ya que los pensamientos y el corazón de los hombres no está puesta en Dios, si no en lo terrenal.

Esto es semejante a lo que ocurrió en Efeso, Hechos de los Apóstoles 19:23–27 “23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino.24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices;25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.”

La Palabra dice que lamentablemente el amor al dinero hace que las personas incluso desprecien la salvación de sus almas. 1 Timoteo 6:10 “10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”

3. La providencia está presente en la injusticia que sufren los suyos.

¿Qué podemos decir hasta aquí?

La Palabra dice que por causa de esto los misioneros fueron llevados ante las autoridades.

Fueron acusados falsamente.

Les rasgaron las ropas y los azotaron con varas.

Y finalmente fueron echados a la cárcel y fueron asegurados sus pies en el cepo.

Fueron tratados com criminales. ¿Y valió la pena todo esto?

Si seguimos leyendo mas adelante podemos ver lo siguiente:

Hechos de los Apóstoles 16:25–34 RVR60

25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

Los apóstoles fueron llevados a la cárcel y azotados. Fue un momento duro para ellos. Sin embargo esto fue lo que el Señor usó para llevar el evangelio al carcelero y su familia.

El sufrimiento de ellos daría como resultado la salvación de muchas almas. Es semejante a lo que el Señor hizo por nosotros, él tuvo que ser rechazado por los hombres, encarcelado, azotado y ejecutado para traernos salvación. El camino de Cristo implica sufrimiento, pero ese sufrimiento, como veremos mas adelante, es recibido con gozo por aquellos que aman a Dios y aman el reino de él.

Conclusión:

Nunca debemos olvidar dos cosas importantes.

Nuestro Dios lo gobierna todo y lo orquesta para el cumplimiento de sus propósitos. Aun la injusticia puede ser la manera en que Dios nos conduzca a algo bueno. Aun la injusticia que podamos sufrir o los malos tratos Dios puede usar para que otros sean salvos.

Unido a lo anterior, debemos poner el reino de Dios por sobre nuestra comodidad o Bienestar. Esto solo se logra cuando nos negamos a nosotros mismo y vivimos para él.

Que podamos servir al señor y hacer bien a los demás entendiendo que pase lo que pase, Dios estará con nosotros y sus propósitos se cumplirán.