Los sufrimientos de Job
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· 437 viewsLos sufrimientos de Job enseñan que la verdadera piedad se demuestra en la prueba.
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Los sufrimientos de Job
Los sufrimientos de Job
Job 1:1 “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”
Job 1:6-12
6Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. 7Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 8Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Introducción
Introducción
La historia de Job causa al incrédulo muchas dudas respecto a la bondad de Dios.
Si Job eran hombre justo, ¿por qué Dios permitió que padeciera sufrimiento?
Lo que debemos considerar es que los padecimientos de Job resultaron para su beneficio
Esta historia nos revela la soberanía de Dios, y nos hace comprender que todo lo que tenemos le pertenece a Dios.
El testimonio de Job
El testimonio de Job
Job 1:1 “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”
La Biblia da testimonio de la rectitud de Job, perfecto (intachable), recto (integro) y temeroso de Dios: Job 1:1 (NTV) “ Había un hombre llamado Job que vivía en la tierra de Uz. Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal.”
Job era irreprensible, nadie podía hablar de que Job actuaba mal porque era prudente y sabio en acciones y palabras. Estas son características que Dios espera de nosotros:
Filipenses 2:15 “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
Satanás (adversario) sostiene que Job actuaba así porque Dios lo había bendecido, pero si perdía todo, también perdería su integridad.
Las verdaderas convicciones soportan la prueba.
Hay personas inconversas que tienen mejor conducta que muchos cristianos.
Son intachables, honestas y respetuosas, porque han sido enseñados en principios éticos y morales en sus casas.
La integridad de estas personas no depende de una vida transformada por el poder de Dios, sino en una educación integral, la cual falla cuando las cosas materiales que la sostienen desaparecen.
La verdadera piedad luce en el horno de la prueba, pues nuestra integridad no depende de las cosas materiales sino de Dios.
Pérdida de las cosas materiales
Pérdida de las cosas materiales
Job era sumamente rico: Job 1:3 “Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.”
Las mil ovejas le proveían carne, leche y abrigo.
Los tres mil camellos era el sistema de transporte de personas.
Las quinientas yuntas de bueyes eran sus tractores para trabajar la tierra.
Las quinientas asnas eran como los camiones de carga para transportar productos.
Los criados la mano de obra para su grande empresa.
Job era el más rico de su entorno, pero sobre todo, temeroso de Dios.
Satanás pide permiso para tocar las bendiciones de Job:
Job 1:11 “Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.”
Satanás pretendía hacer caer a Job de la gracia, quitando sus posesiones materiales, para que blasfemará contra Dios.
Dios lo permite, que pierda absolutamente todo, incluso sus hijos.
Las convicciones de Job le permitieron soportar la pérdida, porque sabía que todo lo que tenía le pertenecía a Dios.
Job 1:21 “y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”
Cuando nos aferramos a las cosas materiales, viviremos angustiados de perderlas, sufriremos mucho si las perdemos, porque nuestra confianza no está puesta en Dios.
Comprendamos que todo lo que tenemos le pertenece a Dios. Salmo 24:1 “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.”
Hageo 2:8 “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.” El oro es uno de los elementos que le da el valor al dinero de los países.
Es necesario ser buenos administradores de lo que Dios nos ha confiado, pero si Dios decide quitarlos, nada podrá detenerlo, y si alguien quiere quitárnoslos sin el permiso de Dios, no podrán hacerlo.
Salmo 84:11 “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.”
Sufrimiento para bien
Sufrimiento para bien
En el libro de Job se muestra la creencia de que la persona que sufre es porque ha pecado.
Este es el argumento de los amigos de Job : Job 4:7–8 “Recapacita ahora; ¿qué inocente se ha perdido? Y ¿en dónde han sido destruidos los rectos? Como yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran injuria, la siegan.”
Ante estas acusaciones Job siempre mantiene su postura de nunca haberse apartado de los caminos de Dios.
Surge la pregunta, ¿Por qué sufren los buenos?
Una respuesta es para fortalecer su fe::
Los padecimientos de Job fueron temporales mientras su fe era probada, al final Dios restauró sus bendiciones al doble.
Job 42:10 “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.”
Pero la bendición más grande fue que llegó a comprender su necesidad espiritual y llegó a conocer a Dios. Job 42:5–6 “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.”
¿Será tan grave la muerte del justo?
Isaías revela que la muerte para el justo es una bendición: Isaías 57:1–2 “Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo. Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.”
Las aflicciones para el justo son un beneficio pero para el impío una desgracia.
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Renunciemos a esa falsa enseñanza que el justo no debe sufrir, es libro de Job revela que el sufrimiento para el justo es necesario y beneficioso.
Conclusión
Conclusión
Lo que para unos, una situación puede ser un sufrimiento, para otros sería una bendición. Como aquellos que piensan que sufren porque no tienen el dinero para tener una casa más moderna, pero para los que no tienen casa esa sería una gran bendición.
Hay quien se queja de sufrimiento porque solo tiene frijoles para comer, para el que no tiene nada que comer eso sería una gran bendición.
Hay quienes se quejan por la falta de agua y que la tienen que acarrear o pedir una cisterna para que se las lleve. En lugares donde no hay agua, festejaría por tener un lugar donde ir a acarrearla.
Entendamos que no sufrimos lo que deberíamos sufrir, la misericordia de Dios no lo permite.
Isaías 43:2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Por tal razón, se nos exhorta a alabar a Dios en las adversidades:
Santiago 1:2 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,”