Caminar Dignamente

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Introducción

Efesios 4:1 representa la transición de la doctrina y la teología a la práctica.
Recordemos algunos de los principios que Pablo ha desarrollado hasta ahora:
Nuestra adopción como hijos de Dios (1:4-5)
La esperanza de nuestra herencia (1:11,18)
La verdad del glorioso reino de Cristo (1:20-23)
Las riquezas de la generosa gracia de Dios (2:1-10)
Nuestra unidad con Dios y los unos con los otros (2:11-3:13)
La gloria del incomprensible amor de Dios (3:14-21)
El día de hoy comenzamos con la primera parte de la mitad práctica de Efesios. El capitulo 4 pudiera llamarse: Caminando y Creciendo: El estilo de vida del creyente.
A la luz del llamado y posición en Cristo, Pablo exhorta a los efesios y a nosotros a caminar conforme a nuestro llamado, que nuestro caminar refleje humildad, gentileza, paciencia, tolerancia, amor, unidad, paz y esperanza.
Escuchamos demasiado acerca de personas que creen una cosa y hacen otra. Personas que conocen el lenguaje cristiano, pero no caminan el camino cristiano.
Tristemente muchos cristianos nunca aprenden a avanzar del hablar, al caminar; de la fe a la vida, del llamado al compromiso.
Hoy vamos a estudiar los primeros 6 versículos de Efesios 4, pero quiero que lo hagamos con un enfoque muy particular. Que vayamos más allá del mero conocimiento y que pongamos los pies en el camino, y comencemos a caminar dignamente, conforme a nuestro llamado en Cristo.

Llamados

Ephesians 4:1–3 NTV
1 Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados. 2 Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. 3 Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz.
Durante 3 capítulos Pablo ha enfatizado EL LLAMADO.
Hemos sido llamados por Dios Padre, quien decretó Su plan de salvación en la eternidad pasada.
Hemos sido llamados por Jesucristo, quien implemento el plan a través de su encarnación, vida, muerte, resurrección y ascensión.
Hemos sido llamados por el Espíritu Santo, quien nos regeneró, nos selló y nos empoderó para cumplir Su voluntad.
Y entonces después de sentar las bases ahora Pablo nos llama a la acción.
El tiempo de aplicar la verdad de nuestro llamado a nuestras vidas ha llegado. Esa es la razón de que Pablo diga “Les suplico”, aunque el termino “παρακαλέω parakaleō”. También puede ser traducido como “instar” y “exhortar”. Se puede leer la apasionada urgencia de Pablo en su tono. Pablo formalmente exhorta a sus lectores no como apóstol con autoridad profética, sino como “prisionero del Señor”.
Pablo habla desde un lugar de autoridad práctica, Pablo es prisionero por el Evangelio. Su vida se ha convertido en un ejemplo a seguir de vivir UNA VIDA DIGNA DEL LLAMADO.
Ephesians 4:1 RVR60
1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
En la Reina Valera dice: “os ruego que andéis”, para mi lo dice todo. Se refiere a un estilo de vida, a una manera de conducir nuestra vida. Pablo no dice: “volar”, “correr”, “apresurarse”, o algo parecido. Pablo nos invita a ANDAR. Todos podemos ANDAR/CAMINAR. Un pie tras otro pie. Pequeños pasos si se requiere, grandes pasos si es posible. PERO TODOS PODEMOS CAMINAR. Camina en la dirección correcta, camina de la forma correcta, camina con el poder del Espíritu… pero CAMINA.
¿Cómo debemos caminar? DIGNAMENTE. De forma digna de nuestro LLAMADO. La palabra traducida como “digno/digna” es “ἀξίως axios”, que significa: de manera digna de, como corresponde a, dignamente. Pablo llama a sus lectores, y a nosotros, a vivir una vida igual a la realidad de nuestro llamado. ¿Qué significa esto?
Durante los siguientes versos, Pablo pinta una imagen muy clara de la clase de un estilo de vida digna de nuestro llamado.
Pablo empieza en el 4:2 estableciendo 5 principios para poder caminar dignamente, los cuales podemos resumir con 5 palabras, las cuales nos llevan como dice Efesios 4:3, ”unidad en el Espíritu mediante la paz”.

5 Principios para caminar dignamente

Humildad: (ταπεινοφροσύνη, -ης, ἡ tapeinophrosynē): la disposición de valorarse o evaluarse uno mismo apropiadamente; especialmente teniendo en cuenta la naturaleza pecaminosa o la condición de ser criaturas.
Es la misma palabra usada en Filipenses 2:3
Philippians 2:3 NTV
3 No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes.
Esta palabra para el cristiano significa poner a Cristo primero, los demás segundo y nosotros al último. Lo cual no es algo popular. No lo era en el siglo primero y mucho menos ahora. Es una palabra que nos hace pensar en esclavitud, miseria, servidumbre, sujeción, etc. Sin embargo, esta exactamente la actitud que acompaño a Cristo durante su encarnación y su ministerio terrenal.
Philippians 2:5–8 NTV
5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. 6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. 7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, 8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
Jesus mismo se describía como humilde y tierno de corazón y como alguien que vino a servir no a ser servido. ¿Cómo estan tus niveles de humildad?
Gentileza: Humilde y tierno de corazón, el término usado ahí es GENTILEZA. La humildad y la gentileza van de la mano. La humildad es una actitud de la mente, la gentileza es la expresión manifiesta de una persona humilde. La gente considerada gentil no es dura con los demás, no pelean para que las cosas pasen como ellos quieren, no hacen que todo sea una discusión de ganar o perder. Al contrario, ellos demuestran consideración por las necesidades y los sentimientos de los demás.
Al igual que la humildad, la gentileza es una principio clave para la unidad,ya que es un atributo que evita que dañemos a los que estan a nuestro alrededor.
Leí algo que me gusto: SI TODOS NOSOTROS EN LA IGLESIA EQUILIBRÁRAMOS NUESTRA FUERZA CON HUMILDAD Y GENTILEZA, COMO LO HIZO JESÚS, ENTONCES TODOS NUESTROS CONFLICTOS DESAPARECERÍAN.
Paciencia: El tercer principio para caminar dignamente. De los tres que llevamos este es el más complicado, es el que muchas veces duele más. Porque significa ejercitar la humildad y la gentileza pero con personas frustrantes, necias y a veces ofensivas. Significa seguir adelante cuando todo dentro y fuera de ti te dice que te rindas, que no vale la pena. La paciencia toma tiempo, y eso en este mundo apresurado es muy difícil de dar. Nos cansa esperar 30 segundos por el microondas, nos cambiamos de carril al manejar si sentimos que el nuestro va muy lento, empezamos a ver el reloj 12:25 si el líder de alabanza no se ha subido a la ministración.
Pero si queremos alcanzar la unidad verdadera en la iglesia, la PACIENCIA es esencial. Nos permite a aprender a diferentes ritmos, cometer errores y a esperar el largo y arduo proceso del crecimiento espiritual.
Tolerancia: Así como la humildad y la gentileza trabajan juntas. La paciencia y la tolerancia van de la mano. La paciencia nos predispone a soportar toda clase de circunstancias; mientras que la tolerancia nos ayuda a soportar a todo tipo de personas. Las personas tolerantes alcanzan a los demás con perdón, entendimiento y simpatía. Tratan a los demás con gracia, dejándolos que crezcan en Cristo de diferentes formas y a diferentes ritmos.
La tolerancia nos permite recibir a otros porque nosotros hemos sido recibidos por Cristo.
1 John 4:19 NTV
19 Nos amamos unos a otros, porque él nos amó primero.
Obviamente Pablo no esta hablando de tolerar el pecado, inmoralidad o maldad. Pablo habla de mostrar gracia a los demás, dejándolos vivir su vida cristiana en formas que quizás sean diferentes a las nuestras. Se trata de dejar a los demás desarrollar sus habilidades únicas sin miedo a ser juzgados.
Amor: El principio final en el camino hacia la unidad es el AMOR. Obviamente se refiere al amor (ἀγάπη, -ης, ἡ agapē). El amor incondicional que no espera nada. De muchas maneras los 4 principios anteriores describen como se ve el AMOR REAL, por eso Pablo dice que debemos tener humildad, gentileza, paciencia y tolerancia “por amor”.
El amor no mira por sus propios intereses, sino por los intereses de los otros:
Philippians 2:4 NTV
4 No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.
ESTOS 5 PRINCIPIOS NOS MARCAN EL CAMINO HACIA LA UNIDAD VERDADERA.
El inconveniente con estos cinco principios que nos llevan a la unidad verdadera es que no solo se trata de llegar a ella, sino de mantenerse. Necesitamos trabajar para que todos esos vicios que atacan las cinco virtudes mencionadas no nos hagan caer: un ego orgulloso, un comportamiento severo, un espíritu irritable, un corazón juicioso y una actitud de odio.
La unidad es un tema que se trabaja, que requiere persistencia y consistencia en todo el cuerpo de Cristo.
EL TESTIMONIO MÁS PODEROSOS QUE LA IGLESIA PUEDE DAR ES LA UNIDAD GENUINA MOTIVADA POR EL AMOR VERDADERO Y DEMOSTRADA SIENDO UN EJEMPLO DE PAZ.
Hoy más que nunca los creyentes debemos aferrarnos a estos principios. Vivimos en un mundo polarizado, donde la Iglesia se debe mostrar como ese vinculo de paz.

7 facetas de la unidad

Ephesians 4:4–6 NTV
4 Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. 5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 y un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos y en todos, y vive por medio de todos.
La unidad es tan fundamental para el caminar cristiano que Pablo nos muestra 7 facetas de la misma.
Todos los creyentes compartimos estas 7 cosas, sin importar la denominación, lugar, edad, o cualquier otra preferencia que divida a las iglesias.
Es importante resaltar que todas estas realidades son presentes, no esta hablando de algo que vendrá algún día. Aquí están los siete pilares en los que se puede edificar la unidad de la Iglesia de Cristo.
Un cuerpo: Judío y gentil, esclavo y libre, hombre y mujer, rico y pobre, joven y anciano, todos somos unidos en UN SOLO CUERPO: LA IGLESIA. La idea no es que hubiera, iglesia de jóvenes, iglesia de ancianos, iglesia de ricos, iglesia de pobres, iglesia tradicional, iglesia moderna. LA IGLESIA ES UN SOLO CUERPO.
Un espíritu: Todos recibimos el mismo espíritu. Cada creyente desde la iglesia primitiva. Si hay propósitos, talentos y dones diferentes. Pero todos somos llenos del Espíritu por igual. No hay diferentes tipos de Espíritu Santo. UN SOLO ESPÍRITU NOS DA UNA VIDA NUEVA.
Una misma esperanza: Todos los cristianos compartimos la esperanza de la vida eterna.
Titus 1:2 NTV
2 Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente— les prometió antes de que comenzara el mundo.
Una esperanza que esta centrada en Jesucristo, que es nuestra esperanza.
1 Timothy 1:1 NTV
1 Yo, Pablo, apóstol de Cristo Jesús, nombrado por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús, quien nos da esperanza,
Una de las divisiones principales en la iglesia tiene que ver con la postura acerca del milenio, el rapto y la gran tribulación. Sin embargo a esas de todas esas diferencias, todos esperamos la vida eterna, una vida sin pecado, sin dolor, sin muerte y llena de gozo en la presencia de Dios. Como creyentes debemos enfatizar y resaltar las grandes verdades que nos unen, en lugar de señalar los pequeños problemas o diferencias que nos dividen.
Un Señor: Además de compartir un mismo Espíritu, refiriéndose a la 3er persona de la trinidad. Pablo ahora se refiere a la 2da persona: Jesucristo.
1 Corinthians 8:6 NTV
6 Pero nosotros sabemos que hay sólo un Dios, el Padre, quien creó todo, y vivimos para él; y hay sólo un Señor, Jesucristo, mediante el cual Dios hizo todas las cosas y mediante el cual nos ha dado vida.
Todos los creyentes verdaderos han sido salvados por gracia a través de la fe por la persona y la obra del ÚNICO SEÑOR.
Una fe: Todos los cristianos estamos unidos por la misma fe. En este punto fe se refiere al cuerpo de verdades cristianas esenciales
Jude 3 NTV
3 Queridos amigos, con gran anhelo tenía pensado escribirles acerca de la salvación que compartimos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que debo escribirles sobre otro tema para rogarles que defiendan la fe que Dios ha confiado una vez y para siempre a su pueblo santo.
Esto es las doctrinas básicas cristianas relativas al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; la persona y la obra de Jesucristo, el Dios-hombre que murió por nuestros pecados y se levanto de los muertos; así como otras enseñanzas fundamentales que nos unen en una misma fe. No importa que las iglesias, denominaciones y creyentes tengan perspectivas e interpretaciones únicas en los asuntos no esenciales, todos los creyentes verdaderos están de acuerdo en las verdades esenciales reveladas en la Escritura.
Un bautismo: Sin importar los distintos métodos para bautizar, la edad de la persona cuando es bautizada o las palabras usadas al hacerlo, todos los creyentes saben que el bautismo es el ritual de iniciación de la vida cristiana. No es un requerimiento para salvación, sino más bien una proclamación pública de nuestra identificación con Cristo. UNA SEÑAL EXTERNA DE UNA REALIDAD INTERNA. Los métodos pueden variar, pero toda iglesia cristiana practica este sacramento.
Un Dios y Padre para todos: Cómo el último de esos 7 pilares de la unidad. Pablo menciona a la 1era persona de trinidad: Dios Padre. Todos somos salvos por medio de la fe en Su Hijo y todos somos regenerados por la obra del Espíritu Santo, así mismo todos compartimos un mismo Padre. Me gusta el énfasis que hace Pablo:
Ephesians 4:6 NTV
6 y un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos y en todos, y vive por medio de todos.
ASÍ COMO EL ESPÍRITU, EL HIJO Y EL PADRE SON UNO, ASÍ TAMBIÉN NOSOTROS LO SOMOS.
Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, y también somos conformados a la imagen de Cristo.
Romans 8:29 NTV
29 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos.
2 Corinthians 3:18 NTV
18 Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.
Que maravillosas razones para caminar de una manera digna del llamamiento con el que hemos sido llamados.

Conclusión

Cada uno de nosotros somos personas únicas. Tenemos temperamentos diferentes, dones diferentes, experiencias diferentes, convicciones diferentes, intereses diferentes, bendiciones diferentes, y diferentes dolores, heridas y culpas. Una de las cosas que tenemos en común es que todos somos completamente diferentes.
Precisamente esa es la causa de que vivamos en un mundo donde todos compiten con todos, donde la cultura del ganar a toda costa es dominante, y en una sociedad donde parece que los 7 pilares y los 5 principios son solo buenos deseos.
Muchos creyentes, para evitar esta cultura se encerraron en burbujas y micro-sociedades, pero eso no es lo que Dios quiere y espera de nosotros.
Eso no es caminar dignamente. Eso no es caminar de una forma digna de nuestro llamado. Hoy quiero que hagamos una auto-evaluación:
¿Eres chismoso? ¿Te gusta esparcir rumores? ¿Creas discordia en la familia de Dios? ¿Ignoras verdades que nos unen y te enfocas en las diferencias que nos separan? ¿Pierdes la paciencia con otros? ¿Eres generoso solo cuando puedes obtener algo de regreso? ¿Guardas resentimientos? ¿Tienes amargura?
Si al respuesta fue afirmativa, pregúntante: ¿Por qué lo hago? ¿Dónde lo aprendí? No sé donde lo aprendiste, pero si te puedo decir que no lo aprendiste de Cristo. Si te puedo decir que el Espíritu no te movió a ese lugar. No lo haces por obediencia al Padre.
¿De donde viene todo esto? Viene de tres posibles lugares: el mundo, la carne y el diablo. ¿Qué debo hacer? Rendirme en la gracia de Dios y renunciar a todo lo demás.
¿Estás dispuesto a comprometerte a la unidad en el Espiritu?

Oración

Iglesia Identidad, que el Señor te bendiga y te guarde; que el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; que el Señor te muestre su favor y te conceda la paz, en el nombre de Jesús, Amén
1 Corinthians 9:25 NTV
25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.
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