Marcos 13 exégesis
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Escriba un ensayo en que haga una presentación exegética de uno de los pasajes discutidos en el salón de clase. Se dará énfasis al género literario del pasaje, la historia de las tradiciones externas e internas de un relato y el análisis composicional del relato. Presenta unas pistas hermenéuticas para este tiempo.
Mark 13:14–23 “Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes”
INTRO GENERAL
(HELEN) A lo largo de este libro, Marcos muestra ser un seguidor de Jesús y que escribió principalmente para otros que compartían su devoción hacia Jesús. Es evidente que Marcos tiene la expectativa de que su obra sea leída, como se refleja en su comunicación directa con el lector en el versículo 13:14. En la narrativa, encontramos términos cristianos como "Espíritu", "bautismo", "evangelio" y "reino de Dios" sin una explicación detallada, esto puede dar indicios de que los primeros lectores eran parte de la comunidad cristiana. Es evidente que el autor tiene una base judía, como lo demuestran sus citas de las Escrituras judías y su comprensión de la relevancia de Jesús en el contexto más amplio de la historia de Israel. Este capítulo destaca un tema que ha estado sugerido a lo largo de la narrativa: que los seguidores de Jesús deben estar dispuestos a seguir el ejemplo de su maestro, incluso si eso implica sacrificar sus vidas. El destino de los discípulos se encuentra fuera del marco temporal de la narrativa, pero las palabras de Jesús establecen una conexión entre las circunstancias actuales de los oyentes y la vida y muerte de Jesús. Las referencias se tornan más enfáticas, haciendo referencia de manera específica a un tiempo que está más allá de la historia narrada: se habla de conflictos armados, movimientos sísmicos y escasez de alimentos (13,7–8), y se insinúa que los seguidores de Jesús sufrirán juicios (13,9–10). De manera similar, las advertencias sobre eventos futuros en el capítulo 13 y la profecía acerca del destino de Santiago y Juan (Marcos 10:35–40) cobran sentido cuando se comprenden en el contexto de una fidelidad que se extiende más allá del tiempo de Jesús.
GENERO LITERARIO
A partir del capítulo 13, el autor comienza a hablar de eventos futuros, rompiendo la barrera del tiempo entre su propio período y la audiencia de Marcos. Tenemos un cambio de género literario y nos movemos a un Pronunciamiento apocalíptico (magnum). Aunque el apocalipsis es un género considerablemente distinto a la biografía, el Evangelio de Marcos presenta elementos apocalípticos, lo que sugiere que el autor pudo haber incorporado elementos de ambos géneros al describir a los discípulos en este punto.Este capítulo describe las señales y eventos relacionados al fin de los tiempos y la parusía describe el esperado regreso de Jesucristo. Es la última lección de Jesús antes de su sufrimiento, y es como una vista previa de lo que sucederá en Jerusalén y con sus seguidores. Aquí, Jesús dice que el templo será destruido. Luego, habla sobre señales para reconocer la destrucción de Jerusalén, la persecución de sus seguidores, la difusión del evangelio en todo el mundo y la llegada del Hijo del hombre al final de los tiempos. Guijarro comenta que a pesar de que emplea imágenes apocalípticas para describir la difícil situación enfrentada por los oyentes del Evangelio, este no es un discurso apocalíptico. Más bien, esta composición funciona como una especie de discurso de despedida que anticipa retóricamente la situación que experimentarán los receptores. El autor hace referencia a menudo a la enseñanza privada que solo compartió con los Doce, lo que podría sugerir que había historias y explicaciones que no eran conocidas previamente por la audiencia que estaba escuchando. En el verso (14) encontramos una alusión al Antiguo Testamento cuando Jesús recuerda las palabras del profeta Daniel, y luego (15-23) tenemos una declaración apocalíptica. Este discurso se relaciona con la muerte de Jesús y predice la destrucción de Jerusalén como consecuencia de ese acto. Esta tragedia simboliza el fin del mundo y, en cierta medida, la llegada de Cristo con su poder y juicio. Jesús hace una valiente predicción sobre su regreso personal a la Tierra, aunque no revela cuándo ocurrirá. Jesús utiliza una imagen apocalíptica judía común para transmitir este tema complicado. Entonces, aunque en un principio Jesús enseña a un grupo selecto de discípulos, al final queda claro que su mensaje se aplica a todos: "Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos" (13,36). El "todos" al que Jesús dirige su enseñanza se refiere a la "generación" mencionada anteriormente, es decir, "esta generación" que "no pasará hasta que todo esto suceda" (13,30). Este tema está fuertemente conectado con los capítulos previos, en particular con los episodios en los que Jesús profetiza la destrucción del templo mediante la acción simbólica de maldecir la higuera (11:12-26).
INTRO EXEGESIS
VERSO 1
Jesús había expresado abiertamente sus críticas hacia los líderes religiosos judíos y había revelado sus verdaderos rasgos de manera contundente. Con un lenguaje extremadamente fuerte, había anunciado el juicio divino que se cernía sobre ellos debido a su falta de fidelidad a su misión, lo que estaba conduciendo a la ruina de la nación. Y así, como se registra en Mateo 24:1, Jesús salió del templo y nunca más volvió a entrar en sus confines ni habló públicamente para enseñar. Cuando Jesús partió, de acuerdo con Olshausen, la presencia divina abandonó el lugar sagrado, y el templo, junto con su organización religiosa y su sistema teocrático, quedó condenado a la ruina.
VERSO 2
En el camino, uno de sus seguidores señaló la impresionante belleza y grandeza de la construcción y los edificios que lo rodeaban. Para sorpresa de sus seguidores, Jesús les dijo que pronto todo eso sería destruido.
VERSO 4
Es notable que cuatro de los discípulos mostraron un mayor interés en conocer cuándo ocurriría esto, aunque es posible que hablaran en nombre de los demás. Estos al escuchar las palabras de Jesús plantearon varias preguntas. Primero; ¿Cuánde serían estas cosas? y segundo ¿Qué señales habría? Es probable que ellos confundieran la fecha de la destrucción de Jerusalén con la venida de Jesús, y sus creencias sobre estos eventos estaban igual de enredadas que las fechas precisas en las que ocurrirían.
VERSO 5
La respuesta de Jesús comienza con una advertencia a estar con ojos abiertos a posibles falsos mesías que intentarían usurpar su reino luego de su partida. Les advierte que no se dejen engañar y que mucho menos los sigan.
VERSO 6
El Señor responde primero a la segunda pregunta sobre qué señales indicarían estos eventos pues aún habrá desafíos mayores antes de que todo llegue a su fin. Continúa su contestación alertándoles sobre los rumores de guerra, hambres, alborotos, naciones contra naciones, terremotos, los cuales serían el principio del sufrimiento (13,7-8). Los registros de Tácito nos narran cómo el Imperio Romano se vio agitado antes de la caída de Jerusalén debido a la lucha de varios aspirantes al trono imperial.
VERSO 9
Los apóstoles por ser sus seguidores estarían a la merced de pruebas y juicios por causa de su testimonio y la predicación de las buenas noticias de Jesús. Dios siempre advierte antes de enviar juicio, y es evidente que la gran mayoría de los judíos dispersos por todo el mundo habían escuchado el evangelio de boca de algún testigo antes de la caída de la nación judía.
VERSO11
Luego les invita a no preocuparse demasiado por lo que deben decir cuando comparezcan ante las autoridades por su causa. (JAMIESON)
El Señor cambia el enfoque de los discípulos hacia eventos más significativos. Algunas de estas predicciones parecen referirse a la caída de Jerusalén en el año 70. El comandante Tito ordenó la destrucción completa de la ciudad y el templo (según el relato de Josefo en Guerras Judías, vii. 1.1). Eleazar expresó su deseo de que todos hubieran perecido antes de presenciar la devastación de la ciudad sagrada a manos de los enemigos y la profanación impía del templo.
VERSO 14
El versículo 14 señala la mitad del período de la tribulación, marcando el inicio de lo que se conoce como la Gran Tribulación. Esta información se obtiene al comparar este pasaje con Daniel 9:27. En ese momento, se erigirá un ídolo grande y abominable en el templo de Jerusalén, y las personas serán forzadas a adorarlo o enfrentarán la muerte. Los auténticos creyentes, por supuesto, se negarán a hacerlo. Esta imagen idolátrica marcará el inicio de una intensa persecución. Aquellos que lean y crean en la Biblia reconocerán que es hora de escapar de Judea. Este "acto detestable de desolación" se refiere a los estandartes romanos que simbolizan un poder idolátrico y, por lo tanto, impuro. Esta interpretación se puede deducir al compararla con lo que dice Lucas en su versículo correspondiente Luke 21:20 “Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.” , y muchos comentaristas están de acuerdo en esto. La profecía de Daniel hace referencia a la profanación idolátrica llevada a cabo por Antíoco Epífanes en el altar judío. (JAMIESON) La "abominación de desolación", tal como fue profetizada por el profeta Daniel 9:26 “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.” Para confirmar esta interpretación los teólogos utilizan la referencia de en (1 Macabeos 1:54).
VERSO 15
El maestro ilustra de manera impactante la extrema urgencia de la situación y el peligro de ser tentado a retrasar la huida mientras aún sea posible debido al deseo de salvar sus posesiones cuando ellos vean estas cosas.
BIBLIOGRAFIA
MacDonald, William. 2004. Comentario Bíblico de William MacDonald: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.
Morris, Carlos A. 1992. Comentario bı́blico del continente nuevo: San Marcos. Miami, FL: Editorial Unilit.
Jamieson, Roberto, A. R. Fausset, y David Brown. 2002. Comentario exegético y explicativo de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.