Consejo y oración para hoy

12 de octubre

Levítico 19:16–17 RVR60

No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová. No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado.

El amor al prójimo va mas allá de tomar en cuenta la que él siente en su estomago, también tiene que ver con lo que dice de él nuestra lengua, lo que guardamos en nuestro corazón contra el y lo que planean nuestros cerebros para él.

Con nuestras lenguas podemos darles veneno, El predicador Spurgeon dice que el chisme es un veneno de efecto triple porque daña al que lo dice, al que lo escucha y a la persona de quien se habla. Un chisme expone la vida de nuestro prójimo al peligro de ser destruido por sus enemigos.

Fomentar el odio en nuestro corazón y en el de otro contra su prójimo producirá también otro efecto destructivo. Hay demasiadas familias destruidas por odios alimentados por el chisme, demasiados corazones rechazados cuando debimos amarlos acercandonos a ellos para rescatarlos de ellos mismos y los errores que han cometido.

El amor al prójimo desaparece cuando planeamos algo con lo cual dañar su vida para obtener nuestra propia recompensa.

Vivimos en una sociedad que se deleita en alimentar sus rencores para destruir todo lo bueno y correcto que pueda surgir ignorando el mandamiento bíblico: Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Hay tantas personas necesitadas de un plato de comida, como las hay de personas que necesitan recibir una palabra que les restaure su espíritu, sane sus corazones y traiga reconciliación a sus vidas.

No dejes de dar un plato de comida al que tiene hambre, una palabra de aliento al que esta deprimido, un abrazo a quien a sido rechazado, un consejo de paz a quien a sido ofendido.

Debo aplicar a mi lengua freno y no espuelas.

Oremos,

Padre que mis labios estén limpios de mentira y engaño para que puedan ser instrumentos puros con los que te adore.

Te doy gracias porque has transformado mi corazón para que pueda amar y ser amado, has renovado mi mente para que pueda darme cuenta cuando puedo causar daño a mi prójimo.

Te pido que cada día mi lengua pueda ser usada para expresar palabras de consejo sabio, aliento y esperanza a quienes se les ha causado dolor sin razón.

Te pido también por los que luchan por recuperarse en una relación que ha sido rota por promesas incumplidas, falsos testimonios de personas que han querido dañar sus relaciones, y buen nombre.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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