El costo de seguir a Cristo - notas

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DEJÁNDOLO TODO, EL COSTO REAL

Conferencia de Jóvenes

Iglesia Bautista Misionera de la Florida

Octubre, 28 del 2006

Pasaje:            Lucas 14:25-35

Enseñanza:       Debemos estar siempre dispuestos a pagar el costo real si queremos ser un verdadero discípulo de Cristo. 

Proposición:     3 costos que debemos estar dispuestos a pagar para ser un verdadero discípulo de Cristo.

Introducción:

Cuñado yo recién me convertí a Cristo, a la edad de 14 años. Me gustaba asistir a la reunión de jóvenes de mi iglesia.  Pero el sábado teníamos nuestra reunión habitual y el domingo teníamos una “célula de crecimiento” solo para jóvenes.

Esta célula de los domingos empezaba como a las 7 de la noche y terminaba siempre entre 9:30 y 10:00 de la noche.  El problema que se nos presentaba era que no teníamos transporte de vuelta a casa a esa hora de la noche en día domingo.  Por tal razón un hermano siempre nos hacía el favor de llevarnos de regreso a casa a mi hermana mayor y a mi después de la célula de jóvenes.

Un día el hermano dijo que no podía seguir como encargado del ministerio de jóvenes ya que su esposa y sus hijas pequeñas no podían estar los domingos todo el día fuera de casa y correteando con el grupo de jóvenes.  Por lo tanto tampoco podía hacernos más el favor de llevarnos en su auto.

Yo, en mi poco conocimiento bíblico le dije:  “hermano tu debes servir a Dios y no puedes  dejar este ministerio”. Y le regalé una tarjeta con este versículo: “Lucas 14:26y27”.

Creo que mi verdadero motivo no era animarle al hermano a seguir en el ministerio de los jóvenes, sino era la preocupación de que no habría nadie que nos hiciera el favor de llevarnos a casa al termino de la célula de jóvenes, ¡que ignorante fui!, Estaba pidiendo al hermano que aborreciera a su familia y me diera a mi el primer lugar en su lista de prioridades personales.

Hoy entiendo el verdadero valor de los versículos que acabamos de leer.

 

 

 

 

 

 

 

Transición:

Cuan a menudo nuestro mayor interés no es Cristo.   En un juego de fútbol, el mayor interés es ganarle al equipo contrario y si es posible por goleada.  O quizás en medio de la conferencia nuestro interés sea conocer muchachos, o lucir las zapatillas nuevas o el nuevo corte de pelo………

Hay miles de cosas que repentinamente ocupan el primer lugar en mi vida.  ¿Cuál es el primera costo que debemos asumir si queremos ser discípulos de Cristo?

 

  1. Debemos estar dispuestos a que nuestro mayor interés sea el amor a Cristo. Vv. 26-27
  • amar a Dios sobre todas las cosas. V. 26
    • No será sincero en su propósito, ni constante en su resolución a no ser que ame a Cristo más que a nadie y más que a nada.
    • El primer lugar en nuestro corazón lo debe tener Cristo.
    • Cristo no está hablando de materialismo ya que hasta filosofías del mundo enseñan a privarse de lo material.
    • La vara del cristianismo va más alta que cualquier filosofía.
    • Nuestros más cercanos familiares y amigos deben ser los segundos en la escala de nuestro amor y dedicación.  La palabra no es “odio”, el énfasis del pasaje es amar a Cristo más que a cualquier otro.
    • Si los intereses de los amigos o de la familia van abierta y deliberadamente en contra de Dios, el amor a Dios nos hace prevalecer y permanecer de pié cuando estamos yendo contra de la corriente.
  • sobrellevar lo que resulta muy pesado. V. 27
    • Todo creyente debe llevar su cruz y estar contento y no solo resignado de que los del mundo se burlen o traten de avergonzarlo por su fe.
    • Los antiguos romanos llamaban furcifer al que era condenado a muerte por horca y en su sentencia debían cargar públicamente su propia horca. Furcifer = “llevador de su propia horca”.
  • El principio más profundo incorporado en las enseñanzas y vida de Jesús se encuentra en Mateo 10: 38 y 39 (El pasaje paralelo).
    • La cruz es el símbolo de la muerte, el entregar la cosa más preciosa que tenemos en este mundo: la vida.
    • Esta es la última y más rigurosa demanda de Jesús para sus seguidores. La demanda es nada más que seguirlo, como su nombre "seguidores" significa.
    • El seguirlo a él conduce por el camino que lleva a la cruz donde él entregó lo más precioso que tenía en este mundo; su vida.
    • Esto lo hizo a favor de nosotros. El que no está dispuesto a ese nivel de amor y lealtad no es digno (v. 37) de él, es decir, no merece su gracia en la salvación, ni emplear su nombre y llamarse "cristiano".
    • El v. 39 expresa lo mismo que el v. 38, pero al revés. Anuncia la paradoja (una aparente contradicción) en el sentido de que el que se dedica a preservar su vida (no siguiendo el camino de la cruz) terminará perdiéndola, y viceversa. El que halla y el que pierde (v. 39) son participios del tiempo aoristo que enfatizan acción, o decisión, definitiva y puntual.
  • Ser discípulo de Cristo quiere decir “permanecer en la Palabra de Dios”. (Juan 8:31)

 

Transición.

Amando primero a Cristo, el siguiente costo en realidad no es un precio, debería ser una acto de gratitud al Señor.

Hoy en día se habla mucho de “integral”    Hay los institutos integrales de capacitación. Hay las disciplinas integrales de deporte y los deportistas integrales, etc.  La palabra “integral” quiere decir, según el diccionario: “Dicho de cada una de las partes de un todo: Que entra en su composición sin serle esencial, de manera que el todo puede subsistir, aunque incompleto, sin ella.”

Cuando optamos por seguir a Cristo hay algo que debemos tener en cuenta.  ¿Cuál es ese segundo costo que debemos asumir si queremos ser discípulos de Cristo?

 

 

  1. Debemos estar dispuestos a ser totales en nuestra decisión por Cristo  V. 33

El costo del discipulado.  Es mejor “no comenzar”  que  “no seguir adelante después de haber comenzado.”

  • Antes de comenzar debemos reflexionar sobre lo que significa perseverar.
  • Ser seguidor de Cristo exige pasar un examen.
  • Satanás muestra el lado “color rosa” de la vida, pero oculta lo peor.
  • Dos ilustraciones que Jesús usó para ilustrar esta enseñanza:
    • Un hombre que empieza a edificar una torre. Para ello es preciso que considere el costo. Vv. 28-29
      • Posiblemente cueste perder su reputación entre los demás hombres.
      • Posiblemente cueste perder la vida misma. Anhelos, gustos, intereses personales.
      • Cristo ha dicho: “Bástate mi gracia (2 Corintios 12:9).
      • No tienen excusa los que retroceden después de haber empezado. (2 Pedro 2:20-22).

    • Un hombre que va a la guerra. Para ello es preciso considerar los riesgos que eso conlleva.
      • ¿No es el creyente un soldado?  (2 Tim. 2:3)
      • Debemos estar dispuestos a soportar las dificultades que un buen soldado de Cristo debe soportar.
      • El joven rico (Mateo 19:16 - 30) hizo mejor en irse de Cristo con tristeza que quedarse con Cristo con disimulo.

Transición

Pero de qué nos vale si solo observamos de lejos la actividad de Cristo?.  Hoy en día el evangelio sufre por causa de aquellos que dicen ser creyentes pero en realidad no lo son.

Cuan a menudo vemos o sabemos de personas que dicen: ¡yo tengo un compañero en el colegio que dice que es canuto, pero tiene una boca mas sucia, de 10 palabras que habla, 11 son garabatos….!

O vemos a escuchamos a creyentes diciendo: “ese es mi carácter y si a alguien no le gusta, que se vaya…..”

O hermanos de la iglesia que dicen: “voy a llevar una bebida para el almuerzo que vamos a tener en la iglesia, pero le voy a poner un piquetito…..”

No entiendo para qué estas personas se auto engañan diciendo que son cristianas. El ser discípulo de Cristo significa ser la sal de la tierra.  ¿Cuál es ese tercer costo que debemos asumir si queremos ser discípulos de Cristo?

  1. Debemos estar dispuestos a oír la advertencia de Cristo. Vv. 34-35 Les advierte en contra de aquellos que retroceden en su camino y vuelven a las cosas del mundo.

  • Eso los volvería totalmente inútiles, inservibles.
  • Los buenos creyentes son la sal de la tierra. (Mat. 5:13)
  • Los cristianos carnales, degenerados, que desacreditan su fe antes que dejar las cosas del mundo son como la sal que ha perdido su sabor, la cual es lo más inútil que hay en el mundo pues no sirve para sazonar los alimentos, y convierte en estériles los campos. Ha perdido su único valor y además nunca lo recuperará.
  • Aun el estiércol es útil para abonar la tierra, pero la sal si pierde su sabor, es inútil.
  • Así el más perdido criminal está más cerca de Dios, que el cristiano carnal, falso profesante.
  • Un creyente carnal, insípido e inútil, como no sirve para Cristo tampoco sirve para el mundo, todos lo desechan, no sirve para nadie ni para nada.
  • Un cristiano comprometido con Cristo, hasta los que le odian llegan a respetarle.
  • Pero al que no se comporta conforme a lo que dice ser: “¿quién va a creerle?”.
  • El que tiene oídos para oír, oiga.
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