In the lives of those who really love God
En la vida de los que realmente aman a DIOS,
el mundo ha muerto
Pasaje: 1 Juan 2:15-17
Enseñanza: Siendo que ya somos creyentes que hemos sido limpiados de nuestros pecados, debemos dejar de amar las cosas que el mundo ama. Todo lo que es del mundo, morirá y nos llevará consigo, pero lo que es de Dios permanece para siempre y nosotros permaneceremos con él.
Proposición: ¿por qué debemos dejar el amor por las cosas de este mundo? 3 razones por las cuales toda la fuerza de mi amor debe ir dirigido hacia Dios.
1. La primera razón por la que debemos dejar las cosas del mundo es porque son pasajeras y nos conducen a lo temporal. Mientras que las cosas de Dios son eternas y nos llevan a la vida eterna. No hay concordancia, o igualdad.
a. v.15 “AMAR” griego “agapao” es un verbo. Sentir un afecto muy fuerte por….
· Expresa el amor a las cosas y enfatiza el esfuerzo que el ser humano hace para conseguirlas.
· “No améis al mundo”… This prohibition (present tense in the original, and thus progressive action) would literally be translated, “Don’t continue your love for the world …” (meaning after you have been saved).
b. Es el mismo vocablo en cuanto a “amar las cosas del mundo” que “el amor del Padre no está en él. Asi que en ese sentido la dirección de doble:
· Si amamos las cosas del mundo = (sentimos un afecto fuerte y hacemos un esfuerzo para conseguirlas) ocasionaremos que:
· El amor del Padre (ese mismo sentimiento fuerte y ese esfuerzo que hizo él por conseguir nuestra salvación) no esté operativo en nosotros.
c. Ya que el amor al Padre y el amor al mundo no son compatibles dentro de un mismo ser, por eso no se puede amar a los dos a la vez.
· MATEO 6:24 No se puede servir a dos señores, amará al uno y aborrecerá al otro.
d. “CARNE” del griego “Sarx” Varios usos. El hombre en su estado no regenerado o degenerado.
1. Rom. 7:5. “Mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, que eran por la ley obraban en nuestros miembros…”
2. Rom. 8:8 “los que viven según la carne…”
3. Rom. 8:9 “vosotros no vivís según la carne…”
· El asiento del pecado en el hombre. 1 Juan 2:15.
· El elemento temporal de bajeza en el hombre…
· Gálatas 3:3 “habiendo comenzado por el Espíritu… vais a acabar por la carne”.
· Galatas 6:8 “El que siembra para su carne… de la carne segará corrupción…”
CONCLUSION.
ROMANOS 13:4 Vestíos del Señor Jesucristo y no proveáis para los deseos de la carne.
2. La segunda razón por la que debemos dejar las cosas del mundo es porque ellas despiertan en nosotros un deseo negativo que va en contra del propósito de Dios para nosotros.
a. v. 16. “DESEOS” Del griego “epizumia”. Connotación éticamente negativa. Traducido como “concupiscencia” KJV.
· Anhelo, deseo, codicia, lascivia, pasión.
· Deseo positivo: Lucas 22:15. “cuanto he deseado estar con vosotros….”
· Deseo neutro: Marcos 4:19. “…las codicias de otras cosas… ahogan la palabra”
· Deseo negativo:
1. 1 Juan 2:16-17
2. Judas 18 “burladores que andarán según sus malvados deseos”
3. 2 Pedro 2:10 “siguiendo la carne andan en concupiscencia”
4. Romanos 7:7 “La codicia”.
· Aquí denota CODICIA. Se refiere al mandamiento de NO CODICIAR, que le convenció al apóstol de su culpa de abrigar deseos ilegítimos hacia otros objetos además del deseo de beneficio.
· “la palabra deseo en este versículo identifica directamente a lo que en el mundo abunda: El deseo de lo ilegal”.
b. La palabra “mundo” se usa 6 veces en estos 3 versículos. (y 23 en toda la carta).
· “MUNDO” del griego “kosmos” se traduce de varias maneras como “mundo, universo, orden”
· En el sentido de “ORDEN” siempre va en connotación en contra de lo que Dios ha establecido. Y es un figurativo moral. Por ejemplo:
1. Juan 1:10. “El mundo no le conoció…”
2. Juan 7:7 “El mundo… a mi me aborreció…”
3. Juan 17:4 “el mundo les aborreció… no les quites del mundo, guárdalos del mal”.
4. 1 Juan 3:13 “el mundo nos aborrece…”
· La sociedad humana está controlada temporalmente por el poder del mal y se organiza en oposición de Dios. Por ejemplo:
1. 5:19 ”el mundo entero está bajo el maligno”
2. 4:3–5 “ellos son del mundo, por eso hablan del mundo y el mundo los oye.
3. Juan 16:11. “el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado”
3. La tercera razón por la que debemos dejar las cosas del mundo es porque si nos dedicamos a ellas no nos dedicaremos a las cosas de Dios. Nuestro corazón se llenará del deseo por las cosas del mundo y no tendremos el deseo por las cosas de Dios. (no hay tal cosa como la “dualidad” o el “cristiano carnal”).
a. GALATAS 5:17 el deseo de la carne es contra el Espíritu y el Espíritu es contra la carne, éstos se oponen entre si, para que no hagáis lo que quieres.
· El deseo del joven rico estaba en sus riquezas más que en Jesús. Mateo 19:21-22.
b. Las cosas del mundo, se disfrazan de cosas buenas, para hacernos dudar. Pero el fin de los que se envuelven en los negocios de la vida, es final de perdición.
· En Lucas 9:59-62 dos jóvenes le dijeron a Jesús que estaban dispuestos a seguirle, pero antes tenían que hacer ciertas cosas típicas del mundo. (enterrar al padre, despedirse de sus familiares).
c. El mundo aparta de Dios el corazón y mientras más prevalezca el amor al mundo, más decae el amor a Dios. Las cosas del mundo se clasifican conforme a las tres inclinaciones reinantes de la naturaleza depravada:
· La concupiscencia de la carne, del cuerpo: los malos deseos del corazón, el apetito de darse el gusto con todas las cosas que excitan e inflaman los placeres sensuales.
· La concupiscencia de los ojos: los ojos se deleitan con las riquezas y las posesiones ricas; esta es la concupiscencia de la codicia.
· La soberbia de la vida: el hombre vano ansía la grandeza y la pompa de una vida de vanagloria, lo cual comprende una sed de honores y aplausos.
CONCLUSION. Las cosas del mundo se desvanecen rápidamente y mueren; el mismo deseo desfallecerá y cesará dentro de poco tiempo, pero el santo afecto no es como la lujuria pasajera. El amor de Dios nunca desfallecerá. —Muchos vanos esfuerzos se han hecho para eludir la fuerza de este pasaje con limitaciones, distinciones o excepciones. Muchos han tratado de mostrar cuán lejos podemos llegar en el camino a DIOS estando orientados carnalmente y amando al mundo; pero es difícil equivocarse respecto al significado evidente de estos versículos. A menos que esta victoria sobre el mundo empiece en el corazón, el hombre no tiene raíces en sí mismo y caerá o, en el mejor de los casos, será un profesante estéril. De todos modos, estas vanidades son tan seductoras para la corrupción de nuestros corazones, que, sin velar y orar sin cesar, no podemos escapar del mundo ni lograr la victoria sobre su dios y príncipe.[1]
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[1]Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (1027). Miami: Editorial Unilit.