Llamamiento de Isaias
Pebas, Perú
Primera Conferencia Misionera
Mayo 27 – 30 del 2004
La Preparación Para el servicio
El Llamamiento de Isaías
Pasaje: Isaías 6:1-9
Enseñanza: Conocer a Dios es una experiencia transformadora que nos prepara para el servicio efectivo.
Proposición: Tres aspectos que Isaías vio cuando fue llamado al servicio a Dios.
Introducción:
El que vivamos y sirvamos correcta o pobremente depende de lo pensemos de Dios. Lamentablemente la mayoría de nosotros no dedicamos ni el tiempo ni la energía para conocer a Dios.
Varios personas tiene la mentalidad de llamar a Dios como “el flaco” “el de arriaba”, tal parece que se están refiriendo a un pequeño diocesillo antes que referirse a nuestro Glorioso y Grande Señor.
Una mirada a los hombres y mujeres de Dios que han tenido un ministerio fructífero y bendecido nos muestra que todos ellos tuvieron los mas altos pensamientos con respecto a Dios. El conocimiento de, y la creencia en un Dios poderoso provee de motivación inspiradora para el servicio efectivo.
El hombre o la mujer que desea servir a Dios empieza con esta preparación: Conocer a Dios es una experiencia transformadora que nos prepara para el servicio efectivo. La experiencia de Isaías ilustra esta muy claramente.
- ISAÍAS VIO AL SEÑOR.
v Isaías vio a Dios en un momento doloroso de su vida, cuando murió el rey Uzías. 10 rey de Judá, que hizo lo recto ante los ojos de Dios. 52 años de reinado y murió ausente de la casa del rey ya que su corazón se enalteció y Dios lo hirió con lepra. 2 Crónicas 26.
v A veces las circunstancias difíciles son las que nos llevan a confiar mas en Dios y a verlo más cerca de nuestras necesidades espirituales.
v En ese estado triste y de dolor Isaías ve a Dios y la visión es de un Dios exaltado y sublime. Su presencia e influencia llenaban totalmente el templo.
v En ese momento Isaías clavó su mirada en el Poderoso Rey de reyes. Nada importaba mas que ver y conocer a Dios.
v Algunos de nosotros pretendemos tener una misma experiencia, como la de Isaías, o como la de Moisés o como la de Pablo. Pensamos, “si yo también hubiera estado con los apóstoles cuando Jesús se transfiguró seria mas fervoroso en mi servicio”. Esta manera de pensar es errónea, ya que Dios se ha revelado suficientemente para que todos lo conociéramos y no tengamos excusa.
v Dios ha hecho provisión adecuada para que nosotros le conozcamos. No debemos languidecer anhelando una visión pasada que no está disponible para todos sino que fue exclusiva para una sola persona.
- ISAÍAS SE VIO A SI MISMO. (6:5)
v Tan pronto como Isaías vio al Señor, se vio a si mismo. Nadie tuvo que decirle cuan necesitado estaba.
v Los hombres han tenido repetidamente esta experiencia, Cuando ven a Dios se ven asimismo realmente. Al conocer a Dios su orgullo es inmediatamente borrado.
v Job también tuvo esta experiecia. Después de las tribulaciones y de las lecciones que aprendió dijo: “de oidas te habia oido; más ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco y me arrepiento en polvo y en ceniza” (Job 42:5-6).
v El conocimiento de la Gloria de Dios tuvo el mismo impacto en la vida de Pedro. Después de la pesca milagrosa, cayó a los pies de Jesús y le dijo: “Apartate de mi, Señor, porque soy hombre pecador” (Lc. 5:8).
v Lo mismo ocurre en nuestras vidas. El conocimiento de Dios nos lleva a conocernos a nosotros mismos como verdaderamente somos.
v O bien conocemos a Dios solo de oídas y somos mirones complacidos, o bien vemos realmente a Dios y entonces nos inclinamos hasta el polvo.
v Cuando vemos y conocemos a Dios tal y como él es, eso nos muestra la verdadera estatura de nuestra pequeñez.
v El principio de la grandeza es ser pequeño. El aumento de la grandeza es ser menos todavía. La perfección de la grandeza es ser nada. D.L. Moody.
- ISAIAS VIO LA NECESIDAD Y RESPONDIO.
v Alguien dijo un verdadero obrero es quien ve la necesidad y responde a ella positivamente.
v Isaías vio que había una necesidad. Había un clamor de Dios y él respondio.
v Muy a menudo los cristianos luchamos y hasta casi desfallecemos por encontrar la voluntad de Dios. Tal enfoque hace parecer que Dios no hace las cosas claras para nosotros. Hace parecer que la voluntad de Dios es el secreto mas escondido por Dios y que él no quiere que nosotros sepamos.
v Pensar así es poner mayor énfasis a las cosas de nosotros más que a las de Dios.
v Lo correcto es primeramente tener una visión correcta de Dios. Nuestra necesidad primaria es conocerle y verle correctamente como él es. Y Luego todo vendrá por añadidura. Solo entonces estaremos seguros de encontrarnos a nosotros mismos en el lugar propicio para escuchar Su llamado.
v El salmo 73 nos da un claro enfoque de este asunto.
o Un día el salmista estaba atravesando tiempos difíciles tratando de hallar respuestas a algunas preguntas que lo tenían desanimado. “Hasta que entrando en el Santuario de Dios, comprendió todo” Salmo 73:17.
v Nosotros también hallaremos respuestas a preguntas difíciles y veremos claramente el camino de Dios, cuando adoremos a Dios y procuremos conocerle mejor. Entonces esteremos seguros de encontrarnos a nosotros mismo en el lugar propicio para escuchar Su llamado.
CONCLUSIÓN.
Los grandes pensamientos que tengamos de Dios, cuanto mejor conozcamos a Dios mejor sabremos que nos somos nada. Solo así estaremos en el lugar indicado para responder al llamado de Dios y dejar nuestras vidas en sus manos.
De Hudson Taylor el fundador de la misión al interior de la China, hemos observado que el servicio efectivo no viene ni automáticamente ni fácilmente. A menudo Hudson Taylor tuvo que apartarse y estar a solas consigo mismo para alcanzar un renovado sentido de su Gran Dios. Solo con una visión refrescada del Poder de Dios, pudo continuar gozoso su servicio en la obra que Dios le habia encomendado.
Otro gran misionero fue David Livingstone. En marzo de 1872 decidió quedarse de una vez por todas en el Interior del Africa Central. Livingstone dejó las comodidades y fama de su país natal para establecerse en los peligros del Africa. El 19 de Marzo cumplió 59 años de edad y escribió en su diario: “Mi Jesús, mi Rey, mi vida, mi todo; otra vez me dedico por completo a Ti....” David L. Se estaba re consagrando al servicio que había ofrecido para Dios. Un año mas de vida y nuevamente debía acercarse al trono de la gracia a abandonar sus fuerzas y tomar las de Dios para continuar el camino.
Cerca de un año mas tarde fue encontrado muerto, en posición de rodillas al lado de su cama, como si estuviera ornado. Una vela estaba ardiendo y él estaban en la presencia de su Salvador.
Conocer a Dios es una experiencia transformadora, que nos prepara para el servicio efectivo. Hagamos que nuestra oración sea: “Oh Dios, permíteme conocerte mejor y mejor. Dame un entendimiento cada vez más creciente de Tu santidad, amor, grandeza y poder. Ayúdame a servirte de manera apropiada a Tu bondad y grandeza. Amén.”