Para la Boda de Leonardo y Natali

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Es fácil vivir contigo toda la vida,

si tu carácter y actitud son como los de Cristo.

Pasaje:                 Colosenses 3:12-17

Enseñanza:        Como cristianos debemos llenarnos de las cosas de Dios para que nuestro carácter

y actitud sean tan buenos que nos ayuden a vivir juntos para toda la vida.

Proposición:      Los ingredientes de un creyente que hacen que su carácter y actitud sean tan

buenos al punto que sea agradable vivir junto a ese creyente para toda la vida.

Bosquejo:

1.       Vestíos de… entrañable misericordia.

Los Griegos ubicaban a los sentimientos en las entrañas, mientras que nosotros los ubicamos en el corazón. Esta es una actitud permanente, que no se prende y apaga como un aparato eléctrico como una televisión. Debe ser una actitud constante del corazón que nos hace ser una persona con quien es agradable vivir.

2.       Vestíos de… benignidad. Nosotros hemos sido salvados por la benignidad de Dios hacia nosotros a través de Jesucristo. Nosotros, en cambio, debemos mostrar benignidad hacia otros. Efesios 4:32 dice: “antes sed benignos unos con otros…”

Una de las mas hermosas figuras de la benignidad en la Biblia fue la forma en que el rey David trató al lisiado príncipe Mefi-boset.   El deseo de David fue mostrar la benignidad de Dios a la familia del rey Saúl, ya que David amaba a su hijo, Jonatán.  El escogido para demostrar la benignidad fue Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl.

Si David hubiese actuado con justicia, le hubiese condenado a Mefi-boset, ya que pertenecía a una familia que fue condenada. Pero David actuó sobre la base del amor y la benignidad.

David buscó a Mefi-boset y le dijo que no tuviese miedo. El invitó a Mefi-boset a vivir en el plació como un miembro de su familia, y a comer en la abundante mesa del rey.  Esta es la benignidad de Dios.

Ustedes y yo hemos experimentado una benignidad aun mayor, ya que como cristianos, nosotros somos hijos de Dios y viviremos con Dios en los cielos.

3.       Vestíos de… humildad. El mundo pagano en el que vivía el apóstol Pablo no valoraba la humildad. En cambio, ellos engrandecían el orgullo y la dominación. Jesucristo es el ejemplo mas grande de humildad. Filipenses 2:1ss.

Humildad no es sentirse pobre ni tener un concepto pobre de si mismo. En lugar de eso, ser humilde es tener correcta estimación de uno mismo en la voluntad de Dios. Romanos 12:3.  La persona con humildad, piensa primero en otros y no el sí mismo.

4.       Vestíos de… mansedumbre. La Mansedumbre no es debilidad, es poder bajo control.  Esta palabra fue usada para describir una agradable brisa, una medicina que cura, y un potro que se ha herido. En cada instancia hay poder: un viento puede transformarse en una tormenta, mucha medicina puede intoxicar y hasta matar, y un caballo puede desbocarse.  Pero este poder está bajo control.

La persona mansa, no se deja llevar por las emociones hasta explotar, porque tiene todo bajo control.

5.       Vestíos de… paciencia.  Esta palabra es literalmente: “temperamento largo”. La persona de temperamento corto habla y actual impulsivamente y es débil en su auto-control.  Cuando una persona es “paciente”, puede sufrir a causa de personas o circunstancias sin tomar represalias.  Pero es malo enojarse rápidamente por motivos equivocados y por razones equivocadas.

6.       Vestíos de… una actitud de soportar unos a otros. Esta palabra literalmente significa “retrasar” o “retener”. Dios está soportando a los pecadores en que El retrasa su justicia. Mansedumbre, Paciencia y Soportar el uno al otro, siempre van de la mano.

7.       Vestíos de… perdón. Este es el resultado lógico de todo lo que Pablo ha escrito en esta sección. No es suficiente que el cristiano deba resistir a la provocación, y que rehúse tomar represalias, el cristiano debe perdonar al que le ocasiona problemas.  Si no lo hace, sentimientos de malicia se desarrollarán en su corazón y esto puede guiarle a un pecado aun mayor.

En la manera de Dios de perdonar (Efesios 4:32), el acto del perdón abre las puertas a la llenura del amor de Dios. El mismo instante en que tenemos una queja contra otra persona, debemos perdonarle en nuestro corazón. Y todo ello se logra en el vinculo perfecto y completo del amor.

8.       Vestíos de… amor.   Esta es la más importante de las virtudes cristianas, y tiene la acción de una faja, que se fija alrededor y sostiene a las demás virtudes en su lugar y apretadas unas a otras. Las otras cualidades cristianas que Pablo a nombrado son aspectos del verdadero amor cristiano como lo leemos en 1 Corintios 13. El amor es el primer fruto del Espíritu Santo, y las otras virtudes le siguen: gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, mansedumbre.

Cuando el amor gobierna nuestras vidas, une a todas estas virtudes espirituales de manera que existe belleza y armonía, que muestran la verdadera madurez del cristiano.  Esta belleza y armonía guardan la vida en balance y en crecimiento.

En el verso 15 Pablo cambia del carácter del creyente a la actitud del creyente. ¿Cómo un cristiano puede saber si lo que hace es la voluntad de Dios? La respuesta es: La paz de Dios en su corazón y en la iglesia.  Cuando un creyente pierde su paz interior, sabe que en alguna manera ha desobedecido a Dios.

La palabra “gobernar” aquí usada viene de un trasfondo atlético y significa literalmente: “presidir los juegos y distribuir los premios”.  Pablo usa una variación de esta palabra en su carta a los Colosenses 2:18 donde dice: “nadie os prive de vuestro premio…” donde literalmente se puede leer: “que nadie les declare como indignos de su premio”.   En los juegos griegos había jueces que se encargaban de  rechazar a los concursantes que no estaban calificados, y también de descalificar a aquellos que habían roto las reglas del juego.

Por eso aquí la paz de Dios debe “gobernar”, es decir ser nuestro “juez” en nuestros corazones y en nuestra iglesia. Cuando obedecemos a la voluntad de Dios, tenemos SU paz con nosotros; pero cuando damos un paso fuera de su voluntad (incluso sin intención), perdemos SU paz.

De todas maneras debemos asegurarnos de que tenemos la “PAZ CORRECTA”, no como la de Jonás. Que al desobedecer a Dios sintió tanta paz que hasta se puso a dormir en la cubierta del barco cuando había una tormenta!!!  Solo con decir: “tengo paz” no es suficiente evidencia de la voluntad de Dios. Debemos orar, debemos rendirnos nuestra voluntad a Dios y buscar su guía a través de las escrituras.  La paz del corazón “solo” no siempre es la paz de Dios.

Algo más está envuelto: Si tenemos paz en nuestro corazón, tendremos paz con otros hermanos en la iglesia.  Estamos llamados a ser un solo cuerpo.  Nuestra relación en ese cuerpo debe ser en armonía y paz.  Si estamos fuera de la voluntad de Dios traeremos desacuerdo y discordia a ese cuerpo.  Jonás creyó que tenía paz en su corazón cuando en realidad estaba creando una tormenta.

Cuando un creyente pierde la paz de Dios, empieza a irse lejos, va en dirección que está totalmente opuesto a lo que Dios quiere para uno de sus hijos.   Ese creyente empieza incorporando a su vida cosas que son típicas del mundo y de la carne para compensar lo que ha perdido de Dios.  Trata de escapar, pero no puede, solamente cuando el creyente confiesa sus pecados, es que Dios le da nuevamente la oportunidad de volver al camino del amor, de la paz, del perdón, de la bondad, de la mansedumbre.

Cuando hay paz en su corazón, hay alabanza en sus labios: “sed agradecidos”… v 15.

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