Viviendo en el Espiritu III

Efesios 4:22–24 RVR60

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

A modo de repaso hablamos que cuando creemos Dios nos da por medio de Cristo una Nueva Vida.

Esta vida es diferente y requiere un abandono de la pasada manera de vivir y vestirnos del hombre nuevo que camina, actúa, vive y se comporta diferente.

pero,

Entre quitarnos la vieja manera de vivir y vestirnos del nuevo hombre está el renovar nuestra mente.

La renovación de nuestra mente es lo que hace que podamos disfrutar la nueva vida en Cristo.

La mente es la capacidad psicológica para ENTENDER, RAZONAR Y DECIDIR.

Entendemos, razonamos y decidimos de acuerdo a la información que tenemos en la mente.

Es lo que trató de Jesús explicar a su audiencia cuando les dijo:

Marcos 2:21–22 RVR60

21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura. 22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

La información y mensaje del Reino era un vino nuevo que estaba rompiendo con lo que habían aprendido los discípulos de Juan y los fariseos.

Cuando el jugo de uva se ponía en los odres este se fermentaba y hacía que los odres se expandieran.

Si los odres eran nuevos podían resistir los gases de la fermentación, pero si eran viejos, la fermentación hacia que estos se rompieran y el vino se perdiera.

De la misma manera, necesitamos tener una mente renovada para que el vino nuevo produzca pensamientos y acciones nuevas.

Los fariseos tenían su manera de ver las cosas y cuando Jesús les hablaba no se amoldaba a lo que ellos creían y lo juzgaban y criticaban.

La critica y juicio partía del entendimiento que ellos tenían.

Las personas juzgan y actúan desde la base de lo que conocen o desconocen.

Cambia el pensamiento y cambiarás la manera de entenderlo, razonarlo y ejecutarlo.

Por eso Pablo menciona lo importante de renovar nuestra mente.

Romanos 12:2 RVR60

2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Romanos 12:2 NTV

2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

Cuando cambia mi mente nos convertimos en personas nuevas.

Cuando cambia mi mente conocemos la voluntad de Dios.

Las luchas que tengo con Dios o contra Dios son solamente la necesidad de un cambio de pensamiento.

La palabra que se usa para tranasformaos es metamorphoo que viene de metamorfosis.

Metamorfosis - Transformación que experimentan determinados animales en su desarrollo biológico y que afecta no sólo a su forma sino también a sus funciones y su modo de vida.

la Biblia dice que la transformación viene cuando nuestra mente es renovada.

Y renovar es llevar algo a un estado como nuevo, en este caso a es a una nueva mentalidad, la de Cristo.

1 Corintios 2:16 NTV

16 Pues, «¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?”. Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.

¡Nosotros tenemos la mente de Cristo!

Renovar es alinear nuestros pensamientos a la mente de Cristo.

Entonces cuando viene el temor.

2 Timoteo 1:7 NTV

7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Lo entiendo, lo razono y lo decido. Me lanzo sin temor!!

Dios no me ama y me abandona

Romanos 8:35–38 NTV

35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»). 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. 38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios.

Entendemos, razonamos y decidimos!

Dios te da una nueva vida pero necesita que alinees tu mente con la de El para que puedas entender y hacer todo aquello para lo cual fuiste diseñado.

Pienso si Dios nos torturará enseñándonos todo lo que podíamos hacer y no hicimos simplemente por que nuestra mente no había sido renovada.

Dios quiere trabaja con tus inseguridades, temores, depresiones, ansiedades para que puedas disfrutar lo que ha preparado para ti.

Alguien que está inseguro de su salvación pasará gran parte de su vida luchando por no perderla en lugar de disfrutar la vida en Cristo.

Los hijos de Dios no se enfocan en lo que pueden perder sino en lo que esperan recibir.

Hebreos 10:34–39 NTV

34 Sufrieron junto con los que fueron metidos en la cárcel y, cuando a ustedes les quitaron todos sus bienes, lo aceptaron con alegría. Sabían que en el futuro les esperaban cosas mejores, que durarán para siempre. 35 Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! 36 Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. 37 «Pues, dentro de muy poco tiempo, aquél que viene vendrá sin demorarse. 38 Mis justos vivirán por la fe. Pero no me agradará aquél que se aparte de mí». 39 Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.

No renovar la mente, resultará en que nos perdamos lo mejor de Dios.

Terminaremos con apariencia de Cristo pero con mentalidad del mundo.