GÁLATAS.
Carta a los Gálatas • Sermon • Submitted • Presented
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“La epístola a los Gálatas es mi epístola. Es como si estuviera unido en matrimonio con ella. Es mi Catalina”.
Así hablaba Lutero, quien consideró a Gálatas el mejor de los libros de la Biblia. Esta carta ha sido llamada “El grito de guerra de la Reforma”, “la gran carta de la libertad religiosa”, “la declaración cristiana de la independencia”,
Es importante, porque en cualquier época responde a la pregunta más fundamental que pudiera levantar el corazón humano: “¿Cómo puedo encontrar la verdadera felicidad?” “¿Cómo puedo yo obtener la paz, la tranquilidad y la libertad del temor?”.
LA REGIÓN DE GALACIA
LA REGIÓN DE GALACIA
Galacia es una antigua región del Asia Menor (actualmente parte de Turquía), donde se asentaron algunas tribus migratorias de galos procedentes del centro de Europa a principios del siglo iii a. C. La región tomó su nombre de estos galos y sus habitantes se llamaron gálatas.
A partir de 189 a. C., esta región, junto con otras adyacentes, fue gobernada directamente por Roma, hasta que en 25 a. C. se convirtió en provincia romana con el nombre de Galatia.
En el siglo i, esta zona fue visitada por el apóstol Pablo, quien entregó una epístola a sus habitantes, los gálatas, en las distintas iglesias cristianas que ya existían. En el siglo xi Galacia cayó en poder de los selyúcidas.
AUTOR DELA CARTA
AUTOR DELA CARTA
La carta fue escrita directamente pro el Apóstol Pablo, quien se identifica el mismo el los textos del
1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos),
2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
Esta carta fue escrita directamente por el apóstol si la necidad de un amanuense al escribir con su propia letra y letras grandes pro el problema de visión del apóstol
11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.
Esta epistolar es considerada y a sido llamada como la Carta Magna de la libertad cristiana.
LUGAR Y FECHA
LUGAR Y FECHA
Fue escrita desde Antioquía de Siria en el año 48 d.c,
DESTINATARIOS
DESTINATARIOS
A las Iglesias de la provincia de Galacia
2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:
Pablo escribía a las iglesias de Antioquia de Pisidia, Iconio, Listra, Derbe y posiblemente a otras en la región.
Estas iglesia de Galacia la actual Turquía central, y que se encontraban al sur de Galacia.
Estas iglesias fueron fundadas por Pablo en su primer viaje misionero que se encuentras registradas en Hechos 13 y 14.
EL PROPÓSITO DE LA CARTA
EL PROPÓSITO DE LA CARTA
La necesidad de esta carta se declara claramente en el primer capítulo, los judaizantes de habían infiltrado en las iglesias de Galacia, estaban en el proceso de pervertir el evangelio de Cristo y atacaban la autoridad y credibilidad del apóstol Pablo, en respuesta a esta situación tan grave, Pablo escribió a los Gálatas.
1.Defender su autoridad apostólica y el evangelio que él había recibido directamente de Jesucristo.
2.Reafirmar la verdad de que la salvación es solo por fe y no a travez de las obras de la ley.
3.Explicar la doctrina de la libertad en Cristo de la maldición y la carga de la ley, la cual no podía ni justificar ni santificar.
LOS JUDAIZANTES.
LOS JUDAIZANTES.
Los judaizantes eran probablemente judíos de Judea que habían aceptado el cristianismo, pero creían que todas las promesas y dones de Dios eran solo para los judíos el pueblo escogido y que a ningún gentil se le podían otorgar estos preciosos privilegios sin ligarlos al judaísmo de alguna manera.
Muchos judíos creían arrogantemente la idea de que Dios había creado a los gentiles para avivar el fuego del infierno.
Los judaizantes habían penetrado en las recién establecidas iglesias gentiles de Galacia, advirtiendo a estas iglesias: si no os circuncidáis conforme al rito de Moises, no podéis ser salvos
1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
Es a raíz de esto que nace el primer concilio de Jerusalén.
Los judaizantes dieron a luz tres conceptos falsos acerca de la salvación:
1. Legalismo:
La enseñanza de que uno puede ganarse su entrada al cielo o salvarse por medio o haciendo sus propias buenas obras y guardando la ley.
Pablo refuta el legalismo en:
11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
2. Antinomismo (sin ley):
La enseñanza de que somos salvos por gracia, pero ya que la gracia de Dios es inagotable, no importa cómo vivamos, El antinomismo es, propiamente, un movimiento cristiano del siglo XVI considerado herético que defendía que la fe lo llenaba todo y era lo único necesario, y que como la ley de Moisés era inútil para la salvación, es indiferente que un creyente peque ya que no es juzgado por su pecado.
Santiago refuta este error, donde el creyente ahora está bajo la ley de Cristo:
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
3. Galatanismo:
Es la enseñanza de que uno es salvo por la gracia de Dios, pero mantiene la salvación por sus buenas obras.
Pablo refuto este error en:
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
EL TEMA DE LA CARTA
EL TEMA DE LA CARTA
El tema de este libro es la libertad cristiana, el concepto de la libertad cristiana es esencial a la doctrina de la justificación por fe.
Aquellos que an sido salvados por Jesucristo an sido liberados de la ley que los esclavizaba.
Un entendimiento correcto de la libertad cristiana, libera al cristiano que desea ser santo y más como su salvador, de la ley muerta que es inútil para santificar.
A través del ES el cristiano liberado es impulsado hacia una vida victoriosa que cumple los principios bíblicos para una vida santa que agrada y glorifica a Dios.
QUE PODEMOS DESTACAR DE LA CARTA
QUE PODEMOS DESTACAR DE LA CARTA
1.Puestos los ojos en Cristo:
A.Cristo el gran Redentor de la maldición de la ley
3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
B.Cristo es el gran libertador que nos ha liberado para una vida controlada por el ES, la cual no debe ser usada como ocasión para la carne:
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
Más bien debemos andar en el Espíritu y no en los deseos de la carne:
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
2.La vida crucificada de Pablo.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado”
18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Pablo había intentado con todo su ser hacerte justo ante Dios por medio de obedecer cada mandato de la ley.
Pero le fue revelado que tal intento no producía nada más que un profundo sentimiento de incapacidad y frustración porque jamás podría agradar a Dios con sus obras.
Puesto que Cristo había sufrido toda la furia de la ley a causa del pecado, y puesto que Pablo había recibido a Cristo, él estaba, por tanto crucificado con Cristo.
Este hecho lo daba por muerto para todas las exigencias de la ley. Así que, estaba muerto al hombre que era, y ahora ha llegado a ser copartícipe de la poderosa vida de Jesucristo.
Pablo comprendía lo que Cristo había hecho por él, algo que jamás habría podido hacer por sí mismo.
ARGUMENTOS DE LA SUPERIORIDAD DE LA GRACIA
ARGUMENTOS DE LA SUPERIORIDAD DE LA GRACIA
A. La gracia es mas antigua que la ley, consideremos a Abraham que vivir durante la gracia antes que la ley.
B. La ley solo puede hacer al hombre consciente de su pecado, pero no puede salvarlo de él. La ley es la única manera encomendada para llevar al pecador a Cristo.
C. La ley es un pacto de Dios y el hombre y puede ser quebrantada por la desobediencia del hombre. La gracia solo depende de Dios.
D. El fin inevitable de la ley es la maldición, solo Cristo puede salvarnos de esa maldición.
BOSQUEJO
BOSQUEJO
El libro esta compuesto por 6 capítulos de la cuales se puede dividir en 3 partes.
1. Los capítulos 1 y 2 donde encontramos la Doctrina.
2. Los capítulos 3 y 4 donde encontramos Exhortación.
3. Los capítulos 5 y 6 donde encontramos Aplicación.
LA LIBERTAD EN CRISTO.
LA LIBERTAD EN CRISTO.
la libertad en Cristo no es lo mismo que la libertad política o económica. De hecho, algunas de las personas que han sido oprimidas más duramente en la historia, han tenido completa libertad en Cristo. La biblia nos dice que, espiritualmente hablando, nadie está libre. En Romanos 6, Pablo explica que todos somos esclavos. O somos esclavos del pecado o esclavos de la justicia. Aquellos que son esclavos del pecado no se pueden liberar a sí mismos de él, pero una vez que somos libres del castigo del poder del pecado a través de la cruz, nos convertimos en una clase diferente de esclavos, y es en esa esclavitud que podemos encontrar la paz y la verdadera libertad.
Aunque parezca una contradicción, la única verdadera libertad en Cristo viene a aquellos que son sus esclavos. La esclavitud ha llegado a significar degradación, miseria y desigualdad. Pero el paradigma bíblico es la verdadera libertad del esclavo de Cristo que experimenta el gozo y la paz, los derivados de la única y verdadera libertad que alguna vez podamos llegar a conocer en esta vida.
El cristiano, por el contrario, no tiene nada que ofrecerle al señor en pago por su perdón, y le pertenece totalmente al amo que lo compró con su sangre derramada en la cruz. Los cristianos son comprados por esa sangre y son posesión de su señor y salvador. No somos contratados por él; le pertenecemos a él.
Lejos de ser oprimidos, el esclavo de Cristo es verdaderamente libre. Hemos sido liberados del pecado por el hijo de Dios quien dijo, "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). Ahora, el cristiano puede decir con verdad, junto con Pablo, "Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Romanos 8:2). Ahora sabemos la verdad y esa verdad nos hace libres (Juan 8:32). Paradójicamente, a través de nuestra servidumbre a Cristo, también nos hemos convertido en hijos y herederos del Dios altísimo (Gálatas 4:1-7). Como herederos, somos partícipes de esa herencia, la cual es la vida eterna que Dios concede a todos sus hijos. Este es un privilegio más allá de cualquier tesoro terrenal que alguna vez podamos heredar, mientras que aquellos en la esclavitud del pecado heredan sólo la muerte espiritual y una eternidad en el infierno.
Entonces, ¿por qué tantos cristianos viven como si estuvieran aún en la esclavitud? Por una sencilla razón; a menudo nos rebelamos contra nuestro amo, negándonos a obedecerle y aferrándonos a nuestras vidas pasadas. Nos sujetamos a los pecados que una vez nos ataron a Satanás como nuestro amo. Ya que nuestra nueva naturaleza aún vive en la vieja naturaleza carnal, todavía somos atraídos al pecado. Pablo le dice a los de Éfeso que "se despojen" del viejo hombre viciado conforme a los deseos engañosos y que "se vistan" del nuevo hombre creado según Dios en la justicia. Despojarse de la mentira, y vestirse de la verdad. Dejar a un lado el robar, y convertirse en alguien útil y que trabaja. Despojarse de la amargura, la rabia y la ira, y vestirse de bondad, compasión y perdón (Efesios 4:22-32). Hemos sido liberados de la esclavitud del pecado, pero a menudo nos volvemos a poner las cadenas porque hay una parte de nosotros que ama la vida antigua.
Además, muchas veces no comprendemos de que hemos sido crucificados con Cristo (Gálatas 2:20) y que hemos nacido de nuevo completamente como nuevas criaturas (2 Corintios 5:17). La vida cristiana es una de morir a sí mismo y de levantarnos a "caminar en la novedad de vida" (Romanos 6:4), y esa vida nueva se caracteriza por tener pensamientos sobre aquel que nos salvó, no por tener los pensamientos acerca de la carne muerta que ha sido crucificada con Cristo. Cuando continuamente estamos pensando en nosotros mismos y complaciendo la carne en los pecados de los cuales hemos sido liberados, estamos básicamente cargando un cadáver, lleno de podredumbre y muerte. La única manera de enterrarlo completamente es por el poder del Espíritu, que es la única fuente de fortaleza. Fortalecemos la nueva naturaleza cuando la alimentamos continuamente con la palabra de Dios, y por medio de la oración obtenemos el poder que necesitamos para escapar del deseo de volver a la vieja vida de pecado. Luego nos daremos cuenta de que nuestra nueva condición como esclavos de Cristo es la única libertad verdadera, y pediremos su poder para que "no reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias" (Romanos 6:12).
A Dios sea la Gloria, que Cristo regrese pronto, Amén.