Deuteronomio 5 - Los 10 mandamientos (pt 2) | 1er mandamiento
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Ilustración inicial:
Infidelidad, Oseas y Gomer.
Domingo anterior
3 implicaciones de los 10 mandamientos para considerarlos en nuestro día a día.
1. Los 10 mandamientos implican obediencia (v. 1)
a. Conocerlos.
b. Aprenderlos.
c. Guardarlos.
d. Vivirlos.
2. Los 10 mandamientos implican seriedad (v. 2-5)
a. Es un pacto de YHWH.
b. En presencia de YHWH.
3. Los 10 mandamientos implican agradecimiento (v. 6)
a. YHWH nos hizo suyos.
b. YHWH nos sacó de la esclavitud.
Los mandamientos de decretaron con el propósito de ofrecer libertad a quienes los aceptan y los cumplan.
Revela Su carácter, Su voluntad perfecta y soberana, y establece en forma detallada cómo el ser humano puede relacionarse con Él.
La ley y los mandamientos se deben ver como un regalo para nosotros, Sus hijos.
El término que se utiliza para referirse a la ley de Dios se traduce como “enseñar”.
97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
4 mandamientos del Señor para que le adoremos exclusivamente
4 mandamientos del Señor para que le adoremos exclusivamente
Dios, prioridad sobre todas las cosas
Nada ni nadie puede sustituir a Dios
Reverenciar el santo y glorioso nombre de Dios
Descansar en el Señor
PRIMER MANDAMIENTO - DIOS, PRIORIDAD SOBRE TODAS LAS COSAS
PRIMER MANDAMIENTO - DIOS, PRIORIDAD SOBRE TODAS LAS COSAS
Idea: El primer mandamiento nos llama a amar y adorar a Dios por encima de todas las cosas, y a través de Cristo, encontramos el camino hacia una relación profunda y significativa con nuestro Creador.
Viviendo para el Señor como los más importante de la vida.
Queridos hermanos y hermanas, hoy nos adentramos en el corazón mismo de los mandamientos de Dios, que son la base de Su santa ley. Nos sumergiremos en el primero de estos mandamientos, que se encuentra en Deuteronomio 5:7, donde el Señor declara: "No tendrás dioses ajenos delante de mí." Este mandamiento es fundamental, no solo para la vida del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, sino también para nuestra vida como creyentes en Cristo hoy.
A medida que exploramos este mandamiento, descubriremos su profundo significado y cómo nos lleva a una comprensión más profunda de nuestro Salvador, Jesucristo.
Proposición Homilética: El primer mandamiento nos llama a amar y adorar a Dios por encima de todas las cosas, y a través de Cristo, encontramos el camino hacia una relación profunda y significativa con nuestro Creador.
I. Un mandato a la devoción exclusiva a YHWH
I. Un mandato a la devoción exclusiva a YHWH
Este primer mandamiento nos insta a no tener "dioses ajenos delante de mí". En otras palabras, Dios demanda nuestra adoración exclusiva. Para comprender plenamente este mandamiento, debemos reconocer la suprema posición de Dios en nuestras vidas. Jesús mismo nos enseñó que debemos amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas (Mateo 22:37). Aquí vemos una imagen clara de la supremacía de Dios en la adoración, y esto nos lleva directamente a la obra de Cristo.
Este mandamiento busca crear una unidad inquebrantable entre Dios y Su pueblo. Dios no quiere compartir la adoración que le corresponde solamente a Él con otros dioses. Tal como lo dijo en Isaías: “Mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas” (Is. 42:8). Dios está acercándose a Su pueblo a través de estos mandamientos, y los llama a un amor marcado por lealtad: No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Este mandamiento fue dado al pueblo de Israel específicamente para confrontar la tentación de adorar dioses egipcios o de otras naciones mientras se dirigían a la tierra prometida para llegar a ser una nación santa, apartada para la adoración y el servicio exclusivo de YHWH.
Juan Calvino escribió que el corazón del hombre era “una fábrica perpetua de ídolos”, y lo identificó como la fuente principal de la adoración falsa.
Ídolos en nuestro corazón:
Ídolos en nuestro corazón:
1. El ídolo del materialismo
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
2. El ídolo de la vanidad
10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
3. El ídolo del dinero
9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
4. El ídolo de la familia
25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
5. El ídolo del ego (orgullo)
17 La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día. 18 Y quitará totalmente los ídolos.
II. La devoción exclusiva se hace más específica en Cristo
II. La devoción exclusiva se hace más específica en Cristo
Antes de Cristo la obediencia a este mandamiento para Israel significó abstenerse de toda lealtad, devoción o confianza en dioses ajenos a Yahveh. Pero con la llegada del Mesías, Dios fue revelado más claramente como el Dios Trino, y Cristo como verdadero hombre y verdadero Dios, digno de toda adoración.
Pensemos seriamente en esto. Desde el principio los discípulos de Jesucristo le adoraron de forma explícita. Por ejemplo, Pedro (Mt. 16:16; 1 P. 3:15), Tomás (Jn. 20:28), Juan (1 Jn. 5:20), Pablo (Fil. 2:6-11), y muchos más (Mt. 2:11). Como buenos judíos, los discípulos de Jesús sabrían que esta adoración constituiría una trasgresión clara del primer mandamiento, tal y como los fariseos expresaron: “No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (Jn. 10:33).
8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
La única forma en que podemos obedecer el primer mandamiento es a través de una relación con Jesucristo. Él nos reconcilia con Dios, nos limpia de nuestros pecados y nos capacita para amar y adorar a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24). Cristo se convierte en el camino, la verdad y la vida a través del cual cumplimos el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas.
III. Un ejemplo de Adoración exclusiva a Dios (Salmo 115)
III. Un ejemplo de Adoración exclusiva a Dios (Salmo 115)
Introducción:
Explicación de la importancia de entender la soberanía y la gloria de Dios.
5 aspectos de la adoración exclusiva a YHWH en el Salmo 115.
I. La Gloria de Dios (Salmo 115:1-3):
Explicación del deseo del salmista de dar gloria a Dios.
Enfatizar la importancia de glorificar a Dios en todas las cosas.
II. La Necedad de la Idolatría (Salmo 115:4-8):
Análisis de la idolatría en el contexto histórico del Salmo.
Reflexión sobre la persistente tentación de adorar a falsos dioses en la actualidad.
III. Dios es el Dios Vivo y Verdadero (Salmo 115:9-11):
Destacar la diferencia entre Dios y los ídolos hechos por el hombre.
Exponer la importancia de poner nuestra confianza en el Dios vivo y verdadero.
IV. Confianza en el Señor (Salmo 115:12-15):
Resaltar la bendición de confiar en el Señor en medio de la adversidad.
Llamado a confiar en Dios sin importar las circunstancias.
V. El Desafío a Israel y a las Naciones (Salmo 115:16-18):
Explicación de la exhortación del salmista a Israel y a todas las naciones.
La importancia de alabar al Señor y no a los ídolos.
Conclusión:
Conclusión enfatizando la supremacía de Dios sobre todas las cosas.
Llamado a la reflexión personal sobre nuestra adoración y confianza en Dios.