La Vida en el Espíritu IV: Lo que recibimos: Libertad
Vida en el Espiritu • Sermon • Submitted • Presented
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1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
El yugo de esclavitud era todo aquello que se estaba obligado a hacer humanamente para agradar a Dios.
El yugo de esclavitud era todo aquello que se estaba obligado a hacer humanamente para agradar a Dios.
Era lo que la ley obligaba, pero no solo era una libertad en términos de la ley sino también de nuestra vieja manera de vivir.
18 Ahora son libres de la esclavitud del pecado y se han hecho esclavos de la vida recta.
19 Uso la ilustración de la esclavitud para ayudarlos a entender todo esto, porque la naturaleza humana de ustedes es débil. En el pasado, se dejaron esclavizar por la impureza y el desenfreno, lo cual los hundió aún más en el pecado. Ahora deben entregarse como esclavos a la vida recta para llegar a ser santos.
20 Cuando eran esclavos del pecado, estaban libres de la obligación de hacer lo correcto.
21 ¿Y cuál fue la consecuencia? Que ahora están avergonzados de las cosas que solían hacer, cosas que terminan en la condenación eterna;
22 pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.
23 Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
"ya no somos esclavos del pecado pues Cristo me ha llamado a vivir en libertad”
"ya no somos esclavos del pecado pues Cristo me ha llamado a vivir en libertad”
Cristo nos hace libres en tres áreas:
Física
Emocional
Espíritual
Por eso la obra de Cristo en la cruz es una obra completa. Integral.
Lo contrario a libertad es estar atado.
atadura es todo aquello que me domina, que me gobierna. Y estas ataduras están en el cuerpo, en las emociones y en el Espiritu.
Dios comienza trayendo libertad en el Espíritu para que esta libertad afecte las otras áreas de nuestras vidas.
Cuando Jesús hacía milagros en muchas ocasiones decía Tu fe te ha salvado. Pero la palabra para salvar era LIBERAR.... En otras palabras tu fe te ha liberado.
Por que las ataduras no tienen que ver con el lugar donde estás sino con quien te está gobernando.
Pedro estuvo en la cárcel en cadenas, Pablo estuvo en la cárcel en cadenas, Juan fue deportado y desterrado a una isla solo, pero allí disfrutaban la libertad.
Los que han sido hechos libres no los gobiernas una realidad exterior sino los gobierna una verdad en el interior.
Los que han sido hechos libres no los gobiernas una realidad exterior sino los gobierna una verdad en el interior.
Ahora, la libertad en Cristo no se puede confundir con autonomía.
Autonomía -Facultad de la persona o la entidad que puede obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros.
Autonomía -Facultad de la persona o la entidad que puede obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros.
Los hijos de Dios no somos autónomos, le pertenecemos a El, nos dio una nueva naturaleza, una nueva vida que nos asemeja a El.
No vivimos según el Evangelio de San Benito
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Cuando nuestra libertad le pisa los pies a otros deja de ser libertad en Cristo.
Cuando nuestra libertad le pisa los pies a otros deja de ser libertad en Cristo.
1 Ahora, con respecto a la pregunta acerca de la comida que ha sido ofrecida a ídolos, es cierto, sabemos que «todos tenemos conocimiento» sobre este tema. Sin embargo, mientras que el conocimiento nos hace sentir importantes, es el amor lo que fortalece a la iglesia.
2 El que afirma que lo sabe todo, en realidad, no es que sepa mucho;
3 pero la persona que ama a Dios es a quien Dios reconoce.
4 Entonces, ¿qué acerca de comer carne ofrecida a ídolos? Pues sabemos que un ídolo no es en verdad un dios y que hay sólo un Dios.
5 Puede que existan esos llamados «dioses» tanto en el cielo como en la tierra, y algunas personas de hecho rinden culto a muchos dioses y a muchos señores.
6 Pero nosotros sabemos que hay sólo un Dios, el Padre, quien creó todo, y vivimos para él; y hay sólo un Señor, Jesucristo, mediante el cual Dios hizo todas las cosas y mediante el cual nos ha dado vida.
7 Sin embargo, no todos los creyentes saben esto. Algunos están acostumbrados a pensar que los ídolos son reales, entonces, cuando comen un alimento que fue ofrecido a ídolos, lo consideran adoración a dioses verdaderos, y violan su débil conciencia.
8 Es cierto que no podemos obtener la aprobación de Dios por lo que comemos. No perdemos nada si no lo comemos, y no ganamos nada si lo comemos.
9 Pero ustedes deben tener cuidado de que su libertad no haga tropezar a los que tienen una conciencia más débil.
10 Pues, si otros te ven —con tu «conocimiento superior»— comiendo en el templo de un ídolo, ¿acaso no se sentirán alentados a violar su conciencia al comer un alimento que se ofreció a un ídolo?
11 Así que a causa de tu conocimiento superior, se destruirá un creyente débil por quien Cristo murió.
12 Cuando ustedes pecan contra otros creyentes al alentarlos a hacer algo que para ellos está mal, pecan contra Cristo.
13 Por lo tanto, si lo que como hace que otro creyente peque, nunca más comeré carne mientras viva, porque no quiero hacer que otro creyente tropiece.
23 Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo trae beneficio.
24 No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás.
25 Así que pueden comer cualquier carne que se venda en el mercado sin preguntar nada por motivos de conciencia.
26 Pues «la tierra es del Señor y todo lo que hay en ella».
27 Si alguien que no es creyente los invita a cenar a su casa, acepten la invitación si desean. Coman todo lo que les ofrezcan sin preguntar nada por motivos de conciencia.
28 (Pero supongamos que alguien les dice: «Esta carne se ofreció a un ídolo». No la coman, por respeto a la conciencia del que lo dijo.
29 Tal vez no sea una cuestión de conciencia para ustedes, pero lo es para la otra persona). Pues, ¿por qué tendría que ser restringida mi libertad por lo que piense otra persona?
30 Si puedo darle gracias a Dios por la comida y disfrutarla, ¿por qué debería ser condenado por comerla?
31 Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
32 No ofendan a los judíos ni a los gentiles ni a la iglesia de Dios.
33 Yo también trato de complacer a todos en todo lo que hago. No hago sólo lo que es mejor para mí; hago lo que es mejor para otros a fin de que muchos sean salvos.
15 La voluntad de Dios es que la vida honorable de ustedes calle a la gente ignorante que los acusa sin fundamento alguno.
16 Pues ustedes son libres, pero a la vez, son esclavos de Dios, así que no usen su libertad como una excusa para hacer el mal.
Recuerda la libertad no la ganaste, Cristo la compró a precio de sangre.
En Exódo, Dios sacó a su pueblo en libertad por medio de la sangre.
Dios les dijo maten a un cordero y pongan la sangre en los postes de la puerta.
13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
23 pues el Señor pasará por la región para herir de muerte a los egipcios. Pero cuando él vea la sangre en la parte superior y en ambos lados del marco de la puerta, el Señor pasará esa casa de largo. No permitirá que su ángel de la muerte entre en las casas de ustedes y los hiera de muerte.