La cueva de Adulam

1º Samuel 22:1–2 (RVR60)

1Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. 2Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

Introducción

David no podía permanecer en el territorio de Israel, quiso refugiarse en Gat de los filisteos, la tierra de Goliat, pero no pudo estar allí porque lo reconocieron.

Regresa al territorio de Israel y se esconde en una cueva, en la región de Adulam, que estaba en la frontera de Filistea e Israel.

David había pasado de ser un ignorado pastor de ovejas a un respetable comandante del ejército de Israel, ahora se esconde como un fugitivo.

Su condición es lamentable, pues debe esconderse en cuevas como un criminal. Pudo haberse lamentado el momento que enfrentó a Goliat.

La cueva de Adulam

1º Samuel 22:2 “Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.”

En Adulam, los delincuentes, rebeldes, endeudados y fugitivos se refugiaban porque podían esconderse fácilmente de sus perseguidores. Aunque era un lugar incomo, había manantiales de agua.

La noticia de que David sería el próximo rey de Israel se había regado.

Cuando llegó a Adulam, David se relacionó con estos convictos, (algo inaceptable por la sociedad) y fue aceptado como su líder.

Así como David no despreció a los despreciados, aun a costa del rechazo de la sociedad, 500 años después un descendiente suyo haría lo mismo:

Mateo 9:10–13 “10Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”

David no permitió que ellos lo influenciaran a él, sino que él los influenció positivamente.

David tenía corazón de pastor, y así como cuidaba de sus ovejas, también atendió y cuidó a estos 400 hombres con sus familias.

Aunque es mal visto por la sociedad tener relación con personas de mala fama, juntarnos con ellos no es el problema, el problema es que ellos nos lleguen a influenciar y nosotros a ellos.

Debemos tener un corazón lleno de compasión por el necesitado y con firmes convicciones para poder conducirlos por el camino de la salvación, así como lo hace el buen pastor con nosotros.

La paranoia de Saúl

1º Samuel 22:6–8 “6Oyó Saúl que se sabía de David y de los que estaban con él. Y Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo de un tamarisco sobre un alto; y tenía su lanza en su mano, y todos sus siervos estaban alrededor de él. 7Y dijo Saúl a sus siervos que estaban alrededor de él: Oíd ahora, hijos de Benjamín: ¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí tierras y viñas, y os hará a todos vosotros jefes de millares y jefes de centenas, 8para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, y no haya quien me descubra al oído cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí y me descubra cómo mi hijo ha levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?”

Saúl se había vuelto paranoico, veía conspiración en sus hombres.

Esta condición de Saúl le afectaba en su desempeño como rey, ya no atendía sus funciones como rey por estar pensando en las conspiraciones.

Doeg edomita informa a Saúl lo que vio en Nob. (David - Ahimelec)

Cuando damos lugar a los sentimientos negativos (envidia, celos, odio, enojo), se abre puerta a los demonios que perturban la mente con temor, angustia, paranoia, resentimiento y obstinación.

Vemos enemigos en cada persona, convirtiéndonos en personas desconfiadas y agresivas.

Proverbios 28:1 “Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.”

La paranoia es una maldición: Levítico 26:36 “Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.”

La muerte de los sacerdotes

Saúl manda a llamar al sumo sacerdote Ahimelec y a todos los sacerdotes después del informe de Doeg.

1º Samuel 22:11–16 “11Y el rey envió por el sacerdote Ahimelec hijo de Ahitob, y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos vinieron al rey. 12Y Saúl le dijo: Oye ahora, hijo de Ahitob. Y él dijo: Heme aquí, señor mío. 13Y le dijo Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí, cuando le diste pan y espada, y consultaste por él a Dios, para que se levantase contra mí y me acechase, como lo hace hoy día? 14Entonces Ahimelec respondió al rey, y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno también del rey, que sirve a tus órdenes y es ilustre en tu casa? 15¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí; no culpe el rey de cosa alguna a su siervo, ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, grande ni pequeña. 16Y el rey dijo: Sin duda morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre.”

Saúl confronta a Ahimelec por haber ayudado a David.

Ahimelec se defiende diciendo que no desconfió de David porque era el mejor y más fiel soldado del rey, además de ser su yerno, y que siempre había llegado para pedir su ayuda y consultad a Dios por él.

Sin embargo, la paranoia llevo a Saúl a una degradación espiritual que había cambiado su temor a Dios, ya no pensaba con lucidez ni escuchaba razones. Manda a matar a los sacerdotes.

2 Timoteo 3:13 “mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.”

1º Samuel 22:17 “Entonces dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Volveos y matad a los sacerdotes de Jehová; porque también la mano de ellos está con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar a los sacerdotes de Jehová.”

Los soldados tuvieron temor de matar a los sacerdotes porque veian que Saúl estaba actuando influenciado por el mal.

Sin embargo, Doeg edomita, sin temor a Dios y buscando el favor del rey asesinó a los sacerdotes (85 en total) y luego fue a su aldea a asesinar a su familia.

Solo escapó Abiatar hijo de Ahimelec que se refugió con David.

David escribe un salmo contra Doeg edomita

SALMO 52

Futilidad de la jactancia del malo

Al músico principal. Masquil (letra y música) de David, cuando vino Doeg edomita y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec.

1 ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.

2 Agravios maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engaño.

3 Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad.

4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua.

5 Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada,

Y te desarraigará de la tierra de los vivientes.

6 Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo:

7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad.

8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.

9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.”

Conclusión

En toda este proceso difícil David cometió errores, pero nunca renegó ni permitió que la amargura llenara su corazón.

Mantuvo su fe en Dios, buscando su dirección. Dios envió profetas para guiar sus pasos.

Quiso huir de Israel pero Dios no se lo permitió porque este proceso era necesario que lo sufriera en Judá porque tenia que llegar a ser un rey conforme al corazón de Jehová.

En cambio Saúl, le dio lugar a los sentimientos de celos, ira, orgullo y obstinación, por tal razón fue presa de Satanás que destruyó su alma.

No seamos como Doeg, que por buscar recompensa de Saúl actuó con maldad e injusticia, y aunque quizá obtuvo riquezas por parte de Saúl, recibió la maldición de Dios.