Capítulo 16: Cuando todo cambió
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La resurrección (Marcos 16:1–8)
La resurrección (Marcos 16:1–8)
Jesús murió por la tarde de un viernes, específicamente el día de la Pascua, cuando los judíos celebraban la emancipación de sus antepasados de la mano de los egipcios. El sábado por la tarde, las mujeres nombradas por Marcos en el capítulo anterior, María del pueblo de Magdala; María, la madre de Jacobo (algunas versiones lo llaman Santiago, pero este era un seguidor de Jesús); y otra mujer llamada Salomé; deciden ir al mercado a comprar especias funerales para terminar lo que no pudieron hacer la tarde anterior.
El domingo, temprano, van a la tumba de Jesús. Mientras caminaban, comenzó entre ellas la preocupación de quién movería la enorme piedra que bloqueaba la entrada. No obstante, deciden seguir en marcha. Al llegar, se encuentran con algo que nunca se hubieran imaginado: ven la piedra echada a un lado, y un joven adentro, pacíficamente sentado, admirando la escena.
Todas se asustaron. ¿Qué pasó aquí? ¿Quién movió la roca? El joven, que resulta ser un ángel, leyó sus miradas y les dice (posiblemente con una sonrisa), “Tranquilas, no pasa nada. Sé a quién están buscando. Quieren ver a Jesús, el de Nazaret, que fue crucificado. Él estaba aquí. Esta es su tumba, pero ¡ha resucitado! ¡Jesús está vivo! Vengan, tranquilas. Todo está bien. ¿Ven este hueco por acá? Aquí fue donde lo colocaron. Él ya se fue. Pero díganle a los discípulos y a Pedro que Jesús los está esperando en Galilea. Él los quiere ver de nuevo, y yo sé que ellos lo quieren ver a él. Ellos saben dónde, pero que avancen porque él se los había dicho antes de morir.
Las mujeres dejaron de gritar, pero se asustaban más y más con cada segundo y entendimiento de lo que estaba pasando. ¿Jesús se murió— lo mataron, pero ahora está vivo? ¡Nosotras lo vimos morir! Nosotras mismas cargamos el cuerpo hasta acá! Toda esa sangre… Nadie podría sobrevivir lo que le hicieron a Jesús. ¡Pero ahora está vivo! ¡Gloria a Dios, Jesús está vivo!
Las mujeres salieron corriendo de la tumba, sin decir nada a nadie por el miedo que tenían.
Nota al calce
Nota al calce
Hasta aquí llegan las copias más antiguas del Evangelio según Marcos, con las mujeres corriendo de la Tumba. Sin embargo, han sobrevivido más copias del libro más tardías donde aparecen un final adicional.
¿Si fuéramos a analizar el Evangelio hasta aquí, qué podemos aprender sobre Jesús? Jesús es un maestro y sanador que todos admiran excepto los líderes religiosos. Jesús es un hombre que enseña a cualquiera que se le acerque, sean grandes o pequeños.
Más allá, Jesús era alguien que ama como nadie más puede. La gente de hasta otras provincias dejaban sus hogares y familias para conocer a alguien que sabía amar. Algunos lo buscan para ser sanados. Otros, para aprender de él. Sin embargo, son pocos los que pueden ver que él es la Verdad. Esos eran sus discípulos.
Aun los más fieles seguidores de Jesús lo dejaron solo en su mayor necesidad. Eran gente como tú y como yo, pero con bendición de pasar día tras días con Jesús. Imagínate tener a Jesús contigo en un banquete, él admira tu plato, te mira a los ojos, y te dice ‘buen provecho.’ Ahora imagina esa escena pero todos los días. Aun los que tenían esa experiencia huyeron de los guardias en Getsemaní cuando Jesús fue arrestado. El rey de los judíos fue sentenciado a morir por otro reino, en su propia ciudad capital, Jerusalén, asesinado como el peor de los criminales y enterrado en una tumba que no sería suya por mucho tiempo.
Su vida fue una verdadera tragedia, pero el ángel en la tumba nos anuncia que la peor tragedia de todas se ha borrado por completo. Jesús está vivo, y nos está esperando.
Un poco más (Marcos 16:9-20)
Un poco más (Marcos 16:9-20)
La primera persona que ve a Jesús resucitado es María Magdalena. De repente, Marcos nos deja saber que esta mujer llegó a tener siete demonios dentro de ella. No es la primera vez que ella aparece en el texto, pero esta información parece ser valiosa, con una historia de trasfondo significativo. Lamentablemente, Marcos no nos da más detalles (para eso tendríamos que leer el Evangelio según Lucas), pero tal detalle en este momento sigue siendo importante.
Jesús ha liberado varias personas de demonios previamente dentro de este Evangelio, cosa que demuestra su autoridad sobre ellos. Además, murió recientemente, pero ha resucitado, y a vencido la muerte y al infierno en el proceso. El hecho que una mujer con historial de demonios ahora pueda ser considerada como la primera testigo de Jesús resucitado demuestra, una vez más, que donde antes había cadenas de maldad, ahora hay libertad celestial. Con su anuncio, María Magdalena es la primera por anunciar que ahora hay una libertad espiritual para toda la humanidad.
María Magdalena salió a buscar a los discípulos. Cuando los encontró, notó que todos seguían triste y llorando amargamente (como Pedro al darse cuenta de su negación). Ella fue la mensajera de Jesús, y les avisó que el maestro los esperaba. Tristemente, no le creyeron. ¿Desde cuándo los muertos resucitan?
Esta vez, Jesús mismo busca a dos de sus estudiantes para convencerlos, aunque de otra forma. La apariencia de Jesús ha cambiado. Ya no es el mismo hombre que viajaba por Israel. Este dúo si creyó en la resurrección, pero los demás siguen obstinados en su pena.
Ya que esto no fue suficiente, Jesús mismo se le aparece a todos los once discípulos (Judas había muerto, aunque Marcos no incluye el relato), mientras todos comían. Quizás, estaban recordando la última vez que todos habían comido juntos, y posiblemente hasta celebraban la Santa Cena entre ellos, cuando Jesús apareció. Jesús los regaña por su incredulidad. ¿Por qué no creían que Jesús resucitaría, si siempre se los dijo? De veras creían que Marta y los otros discípulos les estaban mintiendo?
Aun así, ya que todos pueden decir que han visto a Jesús vivo, les da la última orden que sigue vigente:
Vayan por todas partes y prediquen esta noticia. Toda persona que crea en el mensaje y se bautice será salvo. El que no crea en el mensaje, sufrirá condenación más adelante. Todo aquel que crea en esta noticia podrán hacer cosas milagrosas. Echarán demonios en el nombre de Jesús, hablarán como nunca han podido antes, podrán enfrentar serpientes y vencerán, si tomaran algo venenoso sin saber, no les hará daño, y podrán poner sus manos sobre los enfermos, y quedarán sanos.
Luego de unas últimas palabras con Jesús, este fue levantado al Cielo, y se sentó a la derecha de Dios, como lo declaró cuando estaba en el juicio contra los ancianos del Sanedrín. Si los discípulos no creen que Jesús se ha levantado de entre los muertos, ahora creen que Jesús se levantado de este mundo.
Los discípulos obedecen a Jesús. Van por todas partes y predican de la vida de Jesús, y Jesús valida el mensaje de ellos con los milagros que hacen.