Levitico - Clase 4
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En la clase anterior, consideramos los paralelismos entre el cosmos y el tabernáculo
En Israel, el cosmos se entendió como un gran templo y el templo como un pequeño cosmos. Varias cosas nos ayudan a ver esta relación cuando estudiamos Genesis:
El Espíritu de Dios (rûaḥ 'ĕlōhîm) que aparece en Génesis 1:2 para la construcción del cosmos, también lo vemos en Éxodo 31:3 y 35:31 para la construcción del tabernáculo. Además, la dotación del Espíritu a Bezalel, el principal artesano del tabernáculo, se describe en términos de sabiduría, entendimiento y conocimiento (Éx. 31:3), los mismos atributos con los que se dice que Dios modeló el cosmos:
Con sabiduría fundó el Señor la tierra, Con inteligencia estableció los cielos. Con su conocimiento los abismos fueron divididos Y los cielos destilan rocío.
Las lumbreras que aparecen en Génesis 1:14-15, aparecen nuevamente en Exodo cuando Dios ordena que hayan lamparas o lumbreras en el lugar santo.
La creación es pues un tabernáculo construido por Dios, con columnas, ventanas y puertas
Él es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, Cuyos habitantes son como langostas. Él es el que extiende los cielos como una cortina Y los despliega como una tienda para morar.
»Las columnas del cielo tiemblan Y se espantan ante Su reprensión.
El año 600 de la vida de Noé, el mes segundo, a los diecisiete días del mes, en ese mismo día se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo fueron abiertas.
Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba, Y abrió las puertas de los cielos;
Dios en Genesis es un arquitecto que construye su casa - templo, inspecciona, se pronuncia sobre su obra y luego descansa el sábado.
Cuando leemos Exodo, esta estructura de siete días seguido por un día de reposo es muy comun en las instrucciones de Dios para la edificación del tabernáculo del Éxodo 25-31, donde tenemos 7 discursos de Dios que terminan con la instrucción del día de reposo:
El Señor habló a Moisés y le dijo: «Habla, pues, tú a los israelitas y diles: “De cierto guardarán Mis días de reposo, porque esto es una señal entre Yo y ustedes por todas sus generaciones, a fin de que sepan que Yo soy el Señor que los santifico. ”Por tanto, han de guardar el día de reposo porque es santo para ustedes. Todo el que lo profane ciertamente morirá. Porque cualquiera que haga obra alguna en él, esa persona será cortada de entre su pueblo. ”Durante seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santo al Señor. Cualquiera que haga obra alguna en el día de reposo ciertamente morirá. ”Los israelitas guardarán, pues, el día de reposo, celebrándolo por todas sus generaciones como pacto perpetuo” »Es una señal entre Yo y los israelitas para siempre. Pues en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó».
De manera que, el cosmos y el tabernáculo comparten en mismo propósito sabático. mismo fin sabático; ambos se construyen con el mismo propósito. Vemos esto resaltado cuando Moises relata la finalización de la construcción del tabernáculo al final del Éxodo, el describe esto en los mismos términos con los que relata la culminación de la creación.
Y Moisés examinó toda la obra, y vio que la habían llevado a cabo. Tal como el Señor había ordenado, así la habían hecho. Y Moisés los bendijo.
Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.
.......
Así fue acabada toda la obra del tabernáculo de la tienda de reunión. Los israelitas hicieron conforme a todo lo que el Señor había mandado a Moisés. Así lo hicieron.
Así fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes.
.........
Moisés levantó el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y colgó la cortina para la entrada del atrio. Así terminó Moisés la obra.
En el séptimo día ya Dios había completado la obra que había estado haciendo, y reposó en el día séptimo de toda la obra que había hecho.
........
Y Moisés examinó toda la obra, y vio que la habían llevado a cabo. Tal como el Señor había ordenado, así la habían hecho. Y Moisés los bendijo.
Génesis 2:3 (NBLA)
Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.
.......
»Luego tomarás el aceite de la unción, y ungirás el tabernáculo y todo lo que hay en él. Lo consagrarás con todos sus utensilios, y será santo.
Génesis 2:3 (NBLA)
Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.
El cosmos es pues un gran templo y el templo es un pequeño cosmos.
¿Que implica esto? El servicio de adoración en el tabernáculo con todo su personal, su mobiliario y sus rituales, se deben entender a la luz de esta relación analógica:
El sumo sacerdote, se debe entender como una figura de Adán
El fin o propósito del servicio de adoración en el tabernáculo está relacionado con el fin o propósito del cosmos. A saber, que el hombre estaba siendo llamado a habitar en la presencia de Dios, a entrar en su reposo eterno.
El Sábado fue la meta de la creación y es la meta de la adoración en el tabernáculo.
La humanidad no es entonces el climax de la creación, sino la humanidad en comunión sabática con Dios. La humanidad fue creada para la mirar hacia el cielo, el alma humana fue creada para vivir en comunión con Dios. La vida abundante, se encuentra en la comunión con Dios en el día de reposo eterno.
Vemos al final de Éxodo 40 la nube de la gloria de Jehová llena el tabernáculo de reunión, anticipando como un nuevo cosmos ha irrumpido en el antiguo. El propósito de la humanidad establecido en la creación, ahora puede realizarse por medio del servicio de adoración de Israel. Mis sábados guardaréis y mi santuario veneraréis: Yo soy YHWH' (Lev. 19:30).
Ahora veamos las consecuencias de la caída. El hombre en Adán se leja de manera progresiva hacia el exilio, casa vez mas lejos de la presencia de Dios. Esta es la trama del pentateuco.
Génesis se mueve desde la Presencia vivificadora de Dios en el Edén (Gn 2-3) hasta la muerte y sepultura de José en Egipto (Gn 50:26), es decir, desde las alturas del Edén sobre la montaña de Dios hasta el Seol, la tumba.
Este movimiento refleja un patrón tipológico relacionado con la adoración en el monte Dios.
Recordemos que desde el principio Dios estableció que Adan le adorara en el monte de Edén, un monte del que salían grandes ríos para regar el huerto de Edén, ríos que representaban la presencia vivificadora de Dios que fluia desde el monte. En la cima de la montaña estaba una sombra de la morada celestial de Dios y allí el hombre tenía acceso al árbol de la vida.
No toda la tierra era un huerto. En la base de Edén estaban la aguas del caos bajo las cuales estaba el Seol, el lugar de los muertos. Si Adan comía del árbol de la ciencia del bien y del mal este sería su destino.
La desobediencia a Dios se debe entender como un descenso de la vida (creación) hacia la muerte (caos); y, a la inversa, el acercamiento a Dios se expresa como un ascenso de la muerte a la vida.
Los salmos de acción de gracias y lamentación se ajustan a menudo a este modelo de descripción de la liberación de un individuo a través de la geografía arquetípica de ser rescatado de las aguas del Seol y ser llevado a las alturas de la Presencia divina en el monte del templo.
Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron. Los lazos del Seol me rodearon; Las redes de la muerte surgieron ante mí. En mi angustia invoqué al Señor, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas.
y dijo: «En mi angustia clamé al Señor, Y Él me respondió. Desde el seno del Seol pedí auxilio, Y Tú escuchaste mi voz. »Pues me habías echado a lo profundo, En el corazón de los mares, Y la corriente me envolvió; Todas tus encrespadas olas y tus ondas pasaron sobre mí. »Entonces dije: “He sido expulsado de delante de Tus ojos; Sin embargo, volveré a mirar hacia Tu santo templo”.
El paso de la muerte a la vida, del exilio a la entrada en la Presencia de Dios, implica en la escritura un modelo de liberación: a través de las aguas al monte de Dios para adorar (es decir, para vivir en la Presencia de Dios).
Noé y su familia, es un ejemplo, serán liberados a través de las aguas del diluvio hasta el monte Ararat, donde ofrecerán sacrificios y recibirán la bendición divina.
Más tarde, Israel será liberado a través de las aguas del mar y llevado al Sinaí, entrando en pacto con Dios.
El modelo de exilio implica un movimiento inverso: del templo de Dios a las aguas de la destrucción. Al leer Genesis notamos que la narrativa de Génesis 2-11 pasa de la cumbre del Edén (templo/vida) a las aguas del diluvio (exilio/muerte), y de la cumbre del Ararat (templo/vida) a la dispersión desde la torre de Babilonia (exilio/muerte), y luego la historia patriarcal en Génesis 12-50 pasa de Canaán (templo/vida) a Egipto (exilio/muerte).
El libro del Éxodo, como ya se ha señalado, narra el modelo de redención cuando el pueblo de Dios es liberado a través de las aguas de la muerte y conducido al Sinaí, sobre cuya cima desciende la ardiente gloria de Dios.
Veamos esto con mas detenimiento:
La era primigenia, del Edén al exilio en Babel: Génesis 2-11
Como vimos el Edén era el monte de Dios, tipo del reposo sabático y arquetipo del lugar santísimo del tabernáculo. Era el lugar en el que Adán tenía comunión íntima con Dios.
En el jardín, YHWH había colocado un árbol de la vida y un árbol de la ciencia del bien y del mal.
Estos dos árboles funcionan como la Torá, que pone delante de Adán la vida y la muerte:
Dt. 30:15, 19
»Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,
Resistir al segundo árbol, cuyo fruto ofrecía sabiduría independiente de Dios, fue la sabiduría de Adán, que le permitió perfeccionar el temor de YHWH mediante la sumisión de su voluntad.
Adan fracaso en su búsqueda obedecer a Dios de manera personal y perfecta. Murió y perdió el acceso a la gloria prometida en el árbol de la vida. No entro en el reposo de Jehová.
Tras su transgresión, Adán y su esposa se escondieron de la Presencia 'rostro' de Dios_
Y oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto.
Luego, tras experimentar tanto el juicio como la gracia de Dios, fueron expulsados de su Presencia en el Edén:
Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida.
Después de ser expulsarlo, YHWH Dios le impide la entrada al Edén por partida doble, colocando a los querubines (guardianes feroces, cuasidivinos) y a la espada llameante y giratoria.
La naturaleza del exilio " que es la muerte” se manifiesta cuando el texto dice que el propósito de los querubines era guardar el camino al árbol de la vida.
Adan pasa de la intimidad (Gn. 2) a la alienación (Gn. 3). Fuera del Edén, Adán es ahora un exiliado y un errante.
Al haber perdido la Presencia de Dios, la humanidad ha perdido también su propósito y fin ultimo, morar en gloria en la casa de Dios - no entraron a su reposo.
Los hijos de Adán viven ahora fuera de la puerta de la morada de Dios, fuera de la luz de su rostro.
Esta expulsión de la Presencia divina es el acontecimiento trágico central que impulsa la historia de la redención, determinando y dando forma a la narración bíblica subsiguiente.
De hecho, todo el drama de la Escritura se encuentra en relación con este singular punto de enfoque: Dios va abrir un camino para que la humanidad vuelva a habitar en su Presencia.
Adán fue el hombre el justo capaz de ascender a la montaña de YHWH, capaz de morar en la Presencia divina. Por su pecado ahora Adán es 'un sacerdote excomulgado'. Dios le hizo descender el monte.
Después de la caída de Adán, ¿Quién se atreve ahora a ascender?
Señor, ¿quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu santo monte?
¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo?
Esta cuestión fundamental, es central en el servicio de adoración establecido por Dios en la ley. La expulsión de Adan pone de relieve esta pregunta y establece la necesidad de la liturgia en las puertas de Sión:
El Señor ama las puertas de Sión Más que todas las otras moradas de Jacob.
En la liturgia establecida por Dios en la puertas de Sión se da respuesta a la pregunta ¿Quien subirá al monte?
El que anda en integridad y obra justicia, Y habla verdad en su corazón.
Debemos notar, que luego de que Adan y Eva fueron expulsados del huerto de Edén, ellos no se alejaron de los límites del monte.
La humanidad, que ya no puede permanecer en la Presencia divina dentro del jardín (lugar santísimo), se reúne ahora con Dios en la puerta del jardín del Edén, que se convierte ahora en un lugar de adoración donde se harán sacrificios.
Es importante recordar que la imagen de los querubines que Dios puso en las puertas de Eden, aparecen en las cortinas del del Santuario y en el arca del pacto.
»Harás además un velo de tela azul, púrpura y escarlata, y de lino fino torcido. Será hecho con querubines, obra de hábil artífice.
»Harás también dos querubines de oro. Los harás de oro labrado a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. »Harás un querubín en un extremo y el otro en el otro extremo. Harás el propiciatorio con los querubines en sus dos extremos de una sola pieza. »Los querubines tendrán extendidas las alas hacia arriba, cubriendo el propiciatorio con sus alas, uno frente al otro. Los rostros de los querubines estarán vueltos hacia el propiciatorio. »Pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que Yo te daré. »Allí me encontraré contigo, y de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te hablaré acerca de todo lo que he de darte por mandamiento para los israelitas.
Luego aparecerán mas adelante en el temoplo de Salomón:
También en el santuario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de 10 codos (4.5 metros) de alto. Un ala del querubín tenía 5 codos (2.25 metros) y la otra ala del querubín 5 codos. Desde la punta de una de sus alas hasta la punta de la otra de sus alas había 10 codos (4.5 metros). El otro querubín también medía 10 codos (4.5 metros); ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma. La altura de uno de los querubines era de 10 codos (4.5 metros), y asimismo la del otro querubín. Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba una pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus otras dos alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa. También revistió de oro los querubines.
El tabernáculo y el templo tenían además una puerta al oriente que servía para que los israelitas acudieran a presentar sus ofrendas delante de la Presencia de Jehová:
y puso el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo de la tienda de reunión, y ofreció sobre él el holocausto y la ofrenda de cereal, tal como el Señor había ordenado a Moisés.
”Si su ofrenda es un holocausto del ganado, ofrecerá un macho sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la tienda de reunión, para que sea aceptado delante del Señor.
”El sacerdote pondrá también de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático que está en la tienda de reunión delante del Señor, y derramará toda la sangre del novillo al pie del altar del holocausto que está a la puerta de la tienda de reunión.
Podemos inferir que Caín y Abel llevaron sus ofrendas a la puerta del santuario en el monte de Edén, que estaba custodiada por querubines. Noten esta traducción de la biblia hebrea:
Si ofrendaras correctamente ¿no serías acepto? He aquí la ofrenda por el pecado aún está a la puerta, anhelándote, y tú puedes beneficiarte de ella.
Dios al parecer estaba revelando a Caín el medio por el cual podría ser restaurado a la comunión divina, precisamente el mismo medio que revelaría más tarde a Israel a través de Moisés en el libro del Levítico: una ofrenda de expiación por el pecado en la puerta del santuario.
Luego de que Caín rechazará la invitación de Dios al arrepentimeinto, el asesinó a Abel, y luego fué enviado al exilio, aun más lejos de las puetas del huerto:
Y salió Caín de la presencia del Señor, y se estableció en la tierra de Nod, al oriente del Edén.
Esto debe considerarse como una segunda expulsión, lejos de toda esperanza. Caín entiende claramente su exilio como una muerte segura:
»Hoy me has arrojado de la superficie de la tierra, y de Tu presencia me esconderé, y seré vagabundo y errante en la tierra. Y sucederá que cualquiera que me halle me matará»
Aunque se les garantiza la protección divina, Caín y su posteridad se han convertido en extranjeros, que se han alejado de la vida de Dios que fluye de la vida con Dios.
Vemos como la historia continua hasta Genesis 6 Los hijos de Dios toman para sí a las hijas de los hombres, engendrando poderosos héroes de 'nombre' ('anšê haššēm), y Dios resuelve borrar al 'hombre' (hā'ādām) de la faz de la 'tierra' (hā'ădāmâ) (Gn. 6:1-7) mediante un diluvio de aguas - esta es una tercera expulsión divina.
Moisés nos dice que el conocimiento del camino de YHWH se había abandonado, se había perdido casi por completo:
Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
El único uso anterior de esta palabra 'camino' (derek) fue cuando Dios había puso los querubines yuna espada flamante para guardar 'el camino al árbol de la vida' (Gn. 3:24)
El camino de YHWH es también el camino a YHWH.
Más tarde, Dios conocería a Abraham 'para que mande a sus hijos y a su casa después de él, que guarden/guarden el camino de YHWH' (Gn. 18:19).
Más tarde aún, Moisés, intercediendo por Israel en la cima del Sinaí cubierta de nubes, suplicaría a Dios:
»Ahora pues, si he hallado gracia ante Tus ojos, te ruego que me hagas conocer Tus caminos para que yo te conozca y halle gracia ante Tus ojos. Considera también que esta nación es Tu pueblo»
En la siguiente clase continuaremos viendo como el Monte de Ararat, establece un nuevo comienzo.
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