Participes del Espíritu Santo
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Introducción
Introducción
4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
Uno de los últimos informes del Centro de Investigación Cultural de la Universidad Cristiana de Arizona muestra que la mayoría de las personas que profesan ser cristianos en Estados Unidos tienen una comprensión muy débil de su fe , aun en los temas FUNDAMENTALES.
Por ejemplo, los estudios han concluido que la gran mayoría de los adultos estadounidenses (69%) se identifican a sí mismos como «cristianos».
Sin embargo, solo el 35% afirma haber nacido de nuevo.
No obstante, la mayoría de este 35% suponen que han nacido de nuevo solamente porque en algún momento de su vida (repitieron una oración en la cual aceptaron a Cristo como su Salvador)
Lo mas impactante, que de todo este grupo solo el 6% afirman Verdades Fudamentales como
La Biblia es la Palabra de Dios precisa y confiable, Dios es el Creador omnisciente, todopoderoso y justo del universo que todavía gobierna el universo hoy, y toda elección moral honra o deshonra a Dios.
Y no solo esto, sino que algunos sostienen que el Espíritu Santo no es Dios, sino simplemente un símbolo del poder, la presencia o la pureza de Dios. Una fuerza, pero no es Dios y por el otro lado, la gran mayoría de los que si afirman que el Espíritu Santo es Dios, están sumergidos en una gran confusión con respecto al ministerio, los dones y las manifestaciones del Espíritu Santo.
Esta no es una cuestión que se debe de tomar con ligereza;
estamos hablando de temas FUNDAMENTALES EN LA FE CRISTINA,
concuerdo con las palabras que el pastor A.W. Tozer escribió en su tomo:
“El conocimiento del Dios santo”
“Lo que viene a la mente cuando pensamos en Dios es lo más importante de nosotros […] La adoración es pura o fundada cuando el adorador recrea pensamientos elevados o no de Dios. Por esta razón, la cuestión más grave ante la iglesia es siempre Dios mismo, y el hecho más VALIOSO acerca de cualquier hombre no es lo que en un momento dado pueda decir o hacer, sino lo que en la profundidad de su corazón concibe que es Dios. Tendemos por una ley secreta del alma a avanzar hacia nuestra imagen mental de Dios. Esto es cierto no solo para el cristiano individual, sino para la compañía de cristianos que compone la iglesia. Siempre lo más revelador acerca de la iglesia es su idea de Dios”
Tozer no se equivoca, Lo mas importante de nuestra existencia es Conocer a Dios;
y tal conocimiento solamente pude y debe ser adquirido mediante la Palabra Inspirada por Dios.
Y esto también es aplicable a un tema que en la actualidad es muy controversial;
Estoy hablando del Espíritu Santo.
El autor de Hebreos; en esta sección, se refiere a un grupo de personas;
que profesaban fe en Cristo, que poseían conocimiento de la palabra de Dios,
que habían experimentado el amor fraternal de la iglesia de Dios;
y que como dice la ultima parte del versiculo 4:
“y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo”
Sin embargo, estas personas nunca fueron verdaderamente salvas, nunca nacieron de nuevo,
disfrutaron de tantas experiencias propias de la vida cristiana,
Sin embargo, ellos nunca verdaderamente poseyeron una fe Genuina.
Sin lugar a duda, la frase
“Fueron hechos participes del Espíritu Santo” es muy intrigante;
porque exige que hagamos la siguiente pregunta:
¿Como una persona que no es salva participar del Espíritu Santo?
Sin embargo, antes de comenzar con especulaciones,
es necesario que recordemos lo que la Escritura nos enseña con respecto a la persona del Espíritu Santo y su papel en la Salvación para evitar caer en el error,
como hemos dicho, es necesario que tomemos estos temas con seriedad y no a la ligera.
El creyente debe de saber; Quien es el Espíritu Santo y como es que es solamente por medio del Espíritu Santo que una persona puede ser verdaderamente salva.
Un comentarista dijo esto con respecto al Espíritu Santo:
“Pensar justamente sobre él y su obra resulta esencial para la adoración, la doctrina y la correcta aplicación de la teología en la conducta diaria.”
La Escritura enseña claramente que el Espíritu Santo no es simplemente una fuerza o poder que emana de Dios, sin que es Dios.
La Escritura le atribuye una personalidad distintiva, al igual que al Padre y el Hijo
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
La Escritura nos proporciona con pruebas IRREFUTABLES de que el Espíritu Santo posee todos los elementos esenciales de la personalidad.
Así que podemos afirmar con toda seguridad que el Espíritu santo es Dios.
El nuevo Testamento hace mención del Espíritu Santo constantemente:
56 veces en los evangelios.57 veces en el libro de los Hechos.112 veces en las cartas de Pablo.36 veces en el resto del Nuevo Testamento.
3. El Espíritu Santo piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad, se le puede tratar como una persona, se le puede mentir, se le puede probar, se le puede resistir y se le puede contristar
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
En la Palabra encontramos la afirmación de Su divinidad.
El Espíritu Santo posee TODOS los atributos divinos:
omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad
Omnisciencia:
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Omnipresencia:
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Omnipotencia:
Zacarías 4:6 (RVR60)
6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Eternindad:
Hebreos 9:14 (RVR60)
14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
El Espíritu Santo es llamado de distintas maneras a lo largo del Nuevo Testamento:
El Espíritu de Dios (1 Co. 3:16)
El Espíritu de Cristo (Ro. 8:9)
El Espíritu Eterno (He. 9:14)
El Espíritu de Verdad (Jn. 16:13)
El Espíritu de Gracia (Hch. 10:29)
El Consolador
La Divinidad del Espíritu Santo; es una verdad central en cristianismo,
no debemos comprometer ni negociar con esta doctrina que esta claramente revelada en la Escritura.
Y como ya hemos demostrado esta verdad a la luz de la Escritura; ahora es necesario concentrarnos en la obra del Espíritu Santo en la salvación del hombre.
De acuerdo a la Escritura; la obra principal del Espíritu Santo es guiar a las
personas a Jesucristo
26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Y la forma en que el Espíritu Santo guía a una pecador a Cristo es por medio de la Escritura,
La Escritura y el Espíritu Santo son indispensables en el tema de la salvación.
No puede haber salvación sin la proclamación fiel del evangelio:
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Sin embargo, para que un no creyente pueda responder apropiadamente a la proclamación del evangelio es necesaria la intervención del Espíritu Santo, ya que por naturaleza el hombre se resiste a la verdad de Dios e incluso es incapaz de comprender la gravedad de su pecado ante un Dios santo y por consecuencia no puede percatarse del grave peligro en el que se encuentra.
14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
De manera que para que un no creyente pueda depositar su fe en Cristo, es necesario que primero SU CONCIENCIA SEA EXPUESTA A la gravedad de su pecado, y es por eso que uno de las tareas que lleva a cabo el Espíritu Santo en la salvación es que convence de pecado al pecador.
8 Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio;
9 de pecado, porque no creen en mí;
10 de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más;
11 y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Cuando proclamamos el evangelio y llamamos al pecador al arrepentimiento esto es conocido como “el llamado general y externo del evangelio”
Mediante la predicación del mensaje del Evangelio, los no creyentes en el mundo se
enfrentan a la realidad de su pecado y las consecuencias de su incredulidad.
Para los que rechazan el evangelio, el veredicto es claro:
18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Estas personas no experimentaron la obra iluminadora del Espíritu Santo.
Sin embargo, para aquellos a quienes el Espíritu atrae al Salvador, su obra de
convicción es EFECTIVA, ya que REDARGUYE sus conciencias y penetra hasta lo más íntimo. Por lo tanto, para los elegidos de Dios , esta obra de convicción es el principio de la salvación de Dios, el llamamiento eficaz.
El pecador no puede arrepentirse genuinamente sin antes haber sido convencido por el Espíritu Santo; esto significa que no hay salvación sin la intervención de Espíritu Santo; no importa cuan elocuente y elaborada sea nuestra presentación del evangelio, dependemos del Espíritu Santo para Salvación.
Es por esta razón que el recocido evangelista Dwight L. Moody una vez declaro:
“No existe en el mundo un evangelista mejor que el Espíritu Santo”
John Owen: (puritano ingles)
Solamente el Espíritu puede mortificar el pecado; se nos promete que él hará esto al tiempo que se afirma que todos los demás medios serán vacíos y vanos sin su presencia. ¿Cómo haríamos, entonces, para mortificar el pecado sin el Espíritu? Es más probable que una persona vea sin tener ojos y hable sin tener lengua que mortificar un pecado sin el socorro del Espíritu.
1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto;
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.