Levítico - Clase 16
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Vamos a considerar ahora la dinámica que existe entre las leyes sobre la pureza ritual de los capítulos 1-16 y la conducta ética dada por Dios en los capítulos 17-27.
El libro se puede dividir en estos dos grandes temas. En la primera mitad podemos ver que el énfasis esta puesto en el ritual del tabernáculo y la santidad esta relacionada con los espacios, los objetos y las personas que sirven en él; En la segunda mitad del libro el énfasis esta puesto el pueblo de Israel y la santidad en su vida cotidiana.
A la luz de esto, podemos asegurar en primer lugar que el Servicio de adoración en el tabernáculo tiene como propósito santificar a Israel de amanera que viva para la gloria de Dios mas allá de las puertas de las puertas de la casa de Dios.
Un detalle de vital importancia es que la santificación entonces solo es posible en delante de la presencia de Dios mediada en el tabernáculo, solo es posible exponiéndose a todos los medios de gracia designados por Dios para este fin, solo es posible porque la fuente de la santidad es Dios mismo.
La santificación de Israel no es posible entonces, siguiendo una serie de reglas o leyes, sino únicamente buscando la presencia de Dios de Dios regularmente, exponiéndose a la liturgia del tabernáculo, exponiéndose a la gloria de Dios por medio del camino que él mismos había abierto para que Israel pudiese habitar en la hermosura de su santidad.
La santidad de Israel dependía absolutamente de su compromiso con Dios los días de reposo.
De manera hermanos, que hay una relación estrecha y recíproca entre el servicio de adoración (1-16) y la vida en Israel (17-27), siendo el camino que Dios abrió para que su pueblo more en su presencia vital para ambos fines.
Venir a la casa de Dios, siempre resultará en bendición, santidad y vida, y no en juicio y destrucción. Salmo 133:3
Miren cuán bueno y cuán agradable es Que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo precioso sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Que desciende hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sión; Porque allí mandó el Señor la bendición, la vida para siempre.
El Señor ama las puertas de Sión Más que todas las otras moradas de Jacob.
Es maravilloso que Israel pueda acercarse a Dios para ser bendecido, por medio del camino que el abrió a través de los rituales sacrificiales. Era viniendo a Dios, corriendo a la casa de Dios, que Israel podría correr en pos de la santidad.
Entonces todos los tiempos señalados por Dios para adore en los capítulos del 23-25 y la prohibición de todo ritual fuera de las puertas de Sion, fuera de los limites del tabernáculo. Era que Israel morara y sirviera solo a Jehová, solo por el camino que el abrió mediante los sacrificios que Israel podría vivir para la gloria de Dios. Solo exponiéndose a la gloria del Santo Dios, como lo representaba las lampara del candelero en el lugar santo que iluminaban los 12 panes de la proposición en el capitulo 24, era que Israel podría caminar en luz:
Porque en Ti está la fuente de la vida; En Tu luz vemos la luz.
Esta relación entre el servicio de adoración en el tabernáculo y la conducta ética derivada, la encontramos también en el libro del Exodo, Dios primero redimió a Israel de Egipto y luego le entrego la ley, primero los expuso a su gloriosa presencia en el monte Sinaí, en ese glorioso servicio de adoración donde comieron en su presencia y luego les señala sus responsabilidades como pueblo santo.
Pero la relación también funciona a la inversa. Israel siendo un pueblo santo, puede vivir en comunión con el Santo Dios. De manera que fin ultimo no es la Santidad, sino la vida en unión y comunión con Dios.
Funciona igual que en el matrimonio. Inicias un pacto, este pacto te abre el camino a la intimidad marital, pero al intimidad marital no es el fin ultimo, el fin ultimo es la unidad y la comunión en el matrimonio que es fortalecida por la intimidad y que nos guardara del adulterio.
El fin ultimo de la santidad es la unión y la comunión con Dios.
Una de las preguntas que un Judío pudiese haber hecho era ¿Hay vida con Dios mas allá del servicio de adoración?
”Además, haré Mi morada en medio de ustedes, y Mi alma no los aborrecerá. ”Andaré entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán Mi pueblo.
Los dos machos cabrios ofrecidos el día de la expiación representan: como la vida en la presencia de Dios, como acercarse por el camino que Dios abrió santifica y asegura la presencia permanente Dios para Israel, y como alejarse del tabernáculo, vivir apartado de Dios asegura la maldición-
La bendición o maldición final de Israel se describe en términos de progresivo acercamiento o progresivo alejamiento de la Presencia de Dios. Este acercamiento o alejamiento progresivo depende de si Israel persigue la relación con Dios establecida por el pacto.
Noten la naturaleza de la relación pactual de Dios con su pueblo. Esta es una relación progresiva y orgánica que tiene un fin ultimo: Dios establecerá su tabernáculo en medio de ellos ( las esperanza dada en Éxodo 25-40) para caminar con ellos mas allá del santuario.
Esto nos recuerda la vida de Adan en el huerto y la vida de los patriarcas que caminaron con Dios en Genesis 1-5, ellos habitaron a las puertas del Edén y caminaron con Dios - esto ocurrió antes del diluvio. De manera que Lev 26 esta conectado los primeros capítulos de Genesis, y también esta conectando con el final de este libro, esta relación apunta al hecho de que la tipología del tabernáculo y del Edén están señalando al pueblo de Israel hacia el reposo de Jehová en gloria.
»Conforme a todo lo que te voy a mostrar, conforme al diseño del tabernáculo y al diseño de todo su mobiliario, así ustedes lo harán.
Otra pregunta que ellos tendrían que hacerse era: ¿cuál es el requisito necesario, más allá de los ritos de sangre ordenados por Dios en Levítico 1-16, para que nosotros habitemos en esa gloria prometida a Adan desde el principio para morar en la presencia de Dios y verle cara a cara?
El requisito ineludible, es la Santidad.
«Habla a toda la congregación de los israelitas y diles: “Santos serán porque Yo, el Señor su Dios, soy santo.
Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
La santidad es necesaria, sea para que el pueblo se acerque a la presencia de Dios o para que Dios salga de su casa y camine en medio de ellos como pasaba en el huerto. Así que el pueblo debía ser santo y la tierra debe ser santa.
El pacto mismo, que tiene como fin ultimo morar en el reposo de Dios, refuerza la idea de la necesidad de la santidad. Entonces el propósito de Dios y el drama de la redención se puede definir en tenemos de la santificación: La Santificación completa del pueblo y del cosmos.
Estas dos ideas son inseparables en el caso de los sacerdotes y el el tabernáculo.
Una vez que Israel aprendía sobre la distinción entre lo limpio y lo impuro según los (Capitulos 11-15) y una vez ellos han sido purificados por completo el día de la expiación (Capitulo 16) estaban listos para consagrarse plenamente a Dios como pueblo santo (17-25) y Dios habitaría en medio de ellos mas allá del santuario como lo hacía en el tiempo antes del diluvio, cuando los hombres habitaron a las puertas de Edén. Esto fue lo que Dios prometió en Sinaí:
”Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra. ”Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que dirás a los israelitas»
A la luz de esto, cuando llegamos al nuevo pacto, vemos como se realiza de manera plena el propósito de Dios para Israel. El Antiguo y Nuevo pacto están conectados el uno con el otro de manera orgánica, como promesa y cumplimiento, ambos estarán apuntando al mismo propósito, que el pueblo de Dios habite con Dios en su reposo eterno.
Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron. Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho: «Como juré en Mi ira: “No entrarán en Mi reposo”», aunque las obras de Él estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del séptimo día: «Y Dios reposó en el séptimo día de todas Sus obras»; y otra vez en este pasaje: «No entrarán en Mi reposo». Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia, Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes: «Si ustedes oyen hoy Su voz, No endurezcan sus corazones». Porque si Josué les hubiera dado reposo, Dios no habría hablado de otro día después de ese. Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a Su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las Suyas. Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguien caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.
Todo lo que era una sombra el A.T. hoy es una realidad en Cristo. El ritual del Día de la Expiación celebrado en el tabernáculo, apuntaba al antitipo, a la obra de expiación necesaria para limpiar tanto el cosmos como la humanidad, a la obra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Según esto, ¿la santidad era una posibilidad real para Israel? La respuesta es un rotundo SI. Dios abrió un camino a travez de los tipos y sombras , la confesión de Westmisnter hablando del pacto de gracia, afirma:
Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster Capítulo Siete: Del pacto de Dios con el hombre
Este pacto fue administrado en diferentes formas en el tiempo de la ley y en el del evangelio:153 bajo la ley se administraba mediante promesas, profecías, sacrificios, la circuncisión, el cordero pascual y otros tipos y ordenanzas entregados al pueblo judío. Todo lo cual señalaba, de antemano, al Cristo que había de venir;154 y para aquel tiempo, a través de la operación del Espíritu Santo, eran suficientes y eficaces para instruir y edificar a los elegidos por la fe en el Mesías prometido,155 por quien tenían la plena remisión de pecados y la salvación eterna. Este pacto se denomina el Antiguo Testamento.
Para ellos la santidad era imposible sin la persona y obra de Jesucristo, Dios les revelo a ellos el evangelio como a nosotros, a travez de tipos y sombras, que aclaraban delante de sus ojos el camino que Dios había abierto para ellos de manera que tuviesen esperanza de gloria.
La presencia de Dios en medio de Israel, era tan real, como la presencia de Dios en medio de nosotros hoy. Y como la precencia de Dios es la fuente de toda santidad, la santificación tanto para ellos como para nosotros es posible, es posible en la medida que acercaran a Dios de la manera en la que él los estableció. Lo mismo ocurre hoy.
La santificación para nosotros solo es posible si nos acercamos a Dios en sus términos, con una liturgia que revele, exalte y celebre a Cristo. Dios desea que la gloria de su hijo sea el centro de nuestras interacciones en la iglesia:
»Él me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes.
»Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.
Un pastor dijo acertadamente que: "Dios ordena que la seguridad eterna sea un proyecto comunitario porque no quiere que su Hijo sea olvidado como una vacunación, sino que sea celebrado cada día como el mayor tesoro del universo”
Porque la santidad proviene de la presencia misma de Dios, y porque desde tiempos pasados Dios eligió morar entre su pueblo, otorgándoles momentos sagrados para celebrar en el tabernáculo para que comprendieran así el significado del evangelio y sus promesas, la falta de consagración por parte de Israel no puede interpretarse como otra cosa más que un genuino y culpable fracaso, una ruptura del pacto y una verdadera apostasía. Esta lección también es aplicable a nosotros hoy en día.
Hermanos, el reposo de Dios no podemos alcanzarlo, ni ellos, ni nosotros, a parte del uso diligente los medios de gracia que Dios reveló para que le adoremos. De manera que Levítico es la revelación de Dios para que Israel alcance su fin ultimo, ser un pueblo Santo para Dios y en consecuencia una esperanza en medio de las naciones.
Resumiendo nuestra lección:
Fundamentalmente, a Israel se le brindó la oportunidad de experimentar una vida en estrecha comunión con Dios según lo establecido en el pacto, que estaba intrínsecamente ligado a la condición de la santidad. La forma en que Dios promovió esta santidad en ellos era a través de su participación regular en la Presencia divina durante los días de reposo. A medida que Israel se sumergía en la resplandeciente santidad de Dios y en el mensaje del evangelio simbolizado en las ceremonias del tabernáculo durante su adoración, el mismo Dios progresivamente santificaba a la nación de Israel.
Este proceso de santificación implicaba evitar las prácticas aborrecibles que se llevaban a cabo en Egipto y que los rodeaban en Canaán. Más bien, exigía que Israel, al igual que el rostro radiante de Moisés, reflejara la gloria de Dios entre las naciones, siendo un testimonio vivo de la luz divina en medio de un mundo en tinieblas.