Levitico - Clase 12
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El servicio diario
El servicio diario
En Levítico 9, se describe cómo comenzó el servicio diario de adoración en el tabernáculo. Se establecieron rituales específicos que debían realizarse en la adoración diaria, estos rituales se describen en:
»Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. »Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero lo ofrecerás al atardecer. »Y ofrecerás 2.2 litros de flor de harina mezclada con un litro de aceite batido, y para la libación, un litro de vino con un cordero. »Ofrecerás el otro cordero al atardecer. Con él ofrecerás la misma ofrenda de cereal y la misma libación que por la mañana, como aroma agradable: una ofrenda encendida al Señor. »Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo. »Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar será santificado por Mi gloria. »Santificaré la tienda de reunión y el altar. También santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. »Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. »Y conocerán que Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar Yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios.
Después el Señor dijo a Moisés: «Ordena a los israelitas, y diles: “Tendrán cuidado de presentar Mi ofrenda, Mi alimento para Mis ofrendas encendidas, aroma agradable para Mí, a su tiempo señalado” »Y les dirás: “Esta es la ofrenda encendida que ofrecerán al Señor: dos corderos de un año, sin defecto, cada día como holocausto continuo. ”Ofrecerás un cordero por la mañana, y ofrecerás el otro cordero al atardecer; y como ofrenda de cereal, 2.2 litros de flor de harina mezclada con un litro de aceite batido. ”Es un holocausto continuo instituido en el monte Sinaí como aroma agradable, ofrenda encendida al Señor. ”Y su libación será de la cuarta parte de un hin (un litro) por cada cordero; en el lugar santo derramarás una libación de bebida fermentada al Señor. ”El segundo cordero lo ofrecerás al atardecer; como la ofrenda de cereal de la mañana y como su libación lo ofrecerás, ofrenda encendida, aroma agradable al Señor.
Tenemos:
El rito de expiación: el sacerdote, tras matar un cordero de un año, salpicaba con su sangre el altar de la ofrenda de ascensión. YHWH, de este modo, limpiaba y perdonaba a su pueblo, como preparación para reunirse con él y bendecirlo.
El rito de intercesión: tras lavarse las manos y los pies con agua de la fuente de bronce, el sacerdote entraba en el lugar santo para encender las lámparas y quemar incienso en el altar del incienso. Los textos no dicen si el sacerdote rezaba o no durante este rito, pero el acto ritual era en sí mismo un acto de intercesión: el sumo sacerdote llevaba los nombres de las doce tribus sobre sus hombros y su pectoral a la casa de Dios. Con este rito Jehová aceptaba a su pueblo, de nuevo como preparación para reunirse con él y bendecirlo. El sábado, las obligaciones del sacerdote también incluían cambiar el pan de la Presencia.
El rito de la ofrenda de ascensión: el sacerdote, con las vestiduras impregnadas de la fragancia de la nube de incienso, salía del lugar santo para depositar la carne y las diversas partes del cordero sobre el altar, junto con una ofrenda de tributo de harina mezclada con aceite y una ofrenda de bebida de vino. Esta ofrenda pública de ascensión, centrada en el rito hiqṭîr de transformar el animal en humo, se ofrecía en nombre de Israel, mañana y tarde, y significaba la consagración de Israel a Dios. La ofrenda creaba una columna de humo, que ascendía a la morada celestial de Dios como aroma agradable. Mediante este rito Dios comunicaba su aprobación y se reunía con su pueblo. El sábado se utilizaban dos corderos para cada uno de los servicios de la mañana y de la tarde.
El rito de la bendición: finalmente, el sacerdote se ponía de pie ante el altar, levantaba las manos y bendecía al pueblo, utilizando las palabras de la bendición Aarónica para poner el nombre de Jehová sobre ellos (Núm. 6:22-27). Aquí, una vez más, el encuentro de YHWH con su pueblo a través del camino que él mismo había ordenado condujo a la bendición y bienaventuranza plena de Israel en la presencia de Dios.
La inauguración del servicio diario establece un paso importante en el modo en que la morada de Dios se convierte en la tienda de reunión para el pueblo de Israel. De hecho, éste era el objetivo declarado de su legislación:
»Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo. »Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar será santificado por Mi gloria.
Otro momento de crisis es introducido
Otro momento de crisis es introducido
La narración de Levítico 9 es un momento climático en el libro de Levítico. Pero noten como los versículos siguientes (10:1-3) introducen una crisis que impulsará el drama de los capitulos siguientes del libro (11-16).
El tabernáculo recién consagrado para ser un sustituto ritual del verdadero cosmos contaminado por el pecado de Adan, fue profanado por la desobediencia de Nadab y Abiú, y luego contaminado con sus cadáveres.
Este momento crítico es el contexto para las instrucciones que siguen en el resto del libro. Ahora la casa de Dios debe ser limpiada.
Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron sus respectivos incensarios, y después de poner fuego en ellos y echar incienso sobre él, ofrecieron delante del Señor fuego extraño, que Él no les había ordenado. Y de la presencia del Señor salió fuego que los consumió, y murieron delante del Señor. Entonces Moisés dijo a Aarón: «Esto es lo que el Señor dijo: “Como santo seré tratado por los que se acercan a Mí, Y en presencia de todo el pueblo seré honrado”». Y Aarón guardó silencio.
Notemos que esta es una imagen invertida, un contraste de la gloriosa ceremonia del cap. 9 que termino con bendición. Veamos el contraste:
Nadab y Abiú hicieron algo que Dios no ordenó, deliberadamente rompieron con el patrón de Levítico 8-9, donde cada secuencia ritual concluye con la frase 'como YHWH ordenó' (8:4, 9, 13, 17, 21, 29, 36; 9:7, 10).
En consecuencia, Dios 'consume' ('kl) a Nadab y Abiú como anteriormente había consumido los sacrificios en 9:24.
Aquí, Dios no fue 'glorificado' (kbd) por la ofrenda no autorizada de Nadab y Abiu, como lo fue con las ofrendas divinamente ordenadas de Moisés y Aarón, su gloria había aparecido ante toda la comunidad.
Levítico 9 y 10:3 concluyen lo mismo, Dios es glorificado ante el pueblo.
El silencio de Aarón tras la muerte de sus hijos contrasta con el grito de júbilo de la comunidad al concluir la ceremonia inaugural del tabernáculo.
Ambos episodios tienen lugar el mismo día (cf. 10:19), y ambos "funcionan juntos como un símbolo complejo que ilustra las implicaciones de la nueva relación con Dios iniciada en la inauguración del servicio sacrificial".
De manera que Levítico 9 y 10 retratan tanto la bendición del acceso de Israel a Jehová, como la profundidad del peligro que ese acceso ha creado simultáneamente para Israel.
Aquí el pueblo de Israel estaba aprendiendo que la única forma de acercarse a Jehová es el camino que él mismo ha abierto por revelación a Moisés.
El texto no dice que significaba el fuego extraño. Tal vez Nadab y Abiú estaban borrachos o fueron negligentes con sus deberes tomando fuego de una fuente equivocada. El punto es que ellos manifestaron una falta de temor a Dios, que les llevó a la negligencia.
Ahora el santuario necesitaba ser restaurado, limpiado de la contaminación de cadáveres resultante de las muertes de Nadab y Abiú. La contaminación por cadáveres era la más grave del sistema ritual de Israel, así como la más contagiosa.
En su papel de figura de Adán dentro del jardín del Edén, a Aarón no se le permite ni siquiera llorar la muerte de sus hijos, pues todo lo que huela a muerte como lo era el luto y todo lo que sea contrario a estar en la Presencia vivificante de Dios, estaba prohibido.
Notemos como Levítico 16 donde Dios establece el día de la expiacion anual, Dios recuerda a los acontecimientos de Levítico 10 - Levitico 16:1
El Señor habló a Moisés después de la muerte de los hijos de Aarón, cuando se acercaron a la presencia del Señor y murieron.
Es decir que el Día de la Expiación se revela el mismo día de la muerte de Nadab y Abiú, este día es el remedio para esta grave profanación - Con este día de Expiación Dios estaba proveyendo una manera de limpiar el tabernáculo de la contaminación de cadáveres causada por las muertes de los hijos de Aarón y posteriormente sería un día de limpieza anual para Israel y especialmente para santuario.
Un comentarista afirma que “El Día de la Expiación, limpiaba el servicio del tabernáculo para devolverlo al estado prístino original de su inauguración en Levítico 9.
Consecuentemente, debemos entender la legislación de Levítico 11-15, como un paréntesis en el relato, que se inserta por razones estratégicas, para resaltar la urgencia y relevancia de las leyes sobre las cosas limpias e impuras.
Ahora hay una necesidad (recurrente) de limpiar y restaurar el servicio del tabernáculo de toda contaminación. Dios entonces se dirige directamente a Aarón con estas palabras:
El Señor le dijo a Aarón: «Ustedes no beberán vino ni licor, ni tú ni tus hijos contigo, cuando entren en la tienda de reunión, para que no mueran. Es un estatuto perpetuo por todas sus generaciones, y para que hagan distinción entre lo santo y lo profano, entre lo inmundo y lo limpio, y para que enseñen a los israelitas todos los estatutos que el Señor les ha dicho por medio de Moisés».
El versículo 10 establece la agenda para las dos secciones restantes del Levítico: la distinción entre santo y profano se convierte en el tema general de los capítulos 17-27, y la distinción entre impuro y limpio se convierte en el tema de los capítulos 11-15, culminando en la legislación del capítulo 16, que el sumo sacerdote "hará por la tienda de reunión que queda entre ellos en medio de su impureza" (v. 16).
Solo después de haber distinguido entre lo santo y lo profano se puede separar aún más dentro de la categoría de lo profano entre lo limpio y lo impuro.
Este orden progresivo del libro está determinado por la experiencia histórica de Israel, ellos se movieron gradualmente hacia la Presencia de Dios, pasando de estar impuros (profanos - comunes) a ser limpios (santos) una vez fueron redimidos y pasaron por las aguas del mar .
Resumen
Éxodo 25:8; 29:45 → Éxodo 40:34 promesa: la morada de Dios en medio de Israel: la gloria de Jehová llena el tabernáculo.
Éxodo 40:35 → Levítico 9:23 crisis: no pueden entrar en la casa de Dios/resolución: entrar en la casa de Dios (Aparece YHWH)
Lev. 10:1-3 → Lev. 16 crisis: no pueden entrar dentro del velo, contaminación /resolución: entrada dentro del velo, limpieza (Aparece YHWH)
La muerte de Nadab y Abiu cumple una doble función:
Sus muertes han contaminado el tabernáculo (la nueva creación / jardín del Edén), lo que a su vez pone de manifiesto la necesidad de una forma de limpiar y restaurar la casa de Dios con regularidad para el servicio a Dios. ;
Su fracaso pone de relieve los límites para que el pueblo de Dios se acerque a El por medio de los rituales.
Esta doble tensión sirve para contextualizar la segunda parte del Levítico (caps. 11-16) ¿hasta qué punto el pueblo puede acercarse a Dios en su casa? y ¿cómo se puede limpiar regularmente la casa de Dios de la contaminación inevitable por causa del pecado?,
La respuesta de Dios a estas preguntas fue El Día de la Expiación, que también hablan de la naturaleza de la "tienda de reunión".
Aunque Dios había usado a Moisés para construir el tabernáculo como un monte que señalaba al jardín del Edén, todavía no había un nuevo Adán para esta nueva creación. Por lo tanto, Dios utilizó a Moisés para consagrar el sacerdocio, los actores de este drama ritual, y especialmente al sumo sacerdote, cuyo papel era el de Adán.
¿Preguntas?