Levitico - Clase 17
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 12 viewsNotes
Transcript
Establecimiento de la casa terrenal de Dios: Del tabernáculo del Sinaí al templo de Sión
Establecimiento de la casa terrenal de Dios: Del tabernáculo del Sinaí al templo de Sión
Ahora que hemos analizado la estructura, la temática y la teología del libro de Levítico, estamos listos para ver como la teología de Levítico se desarrolla en el resto de las escrituras. Vamos a comenzar con el A.T.
El libro de los Números narra el fracaso inicial de Israel a la hora de entrar en la tierra de reposo temporal debido a su incredulidad (Núm. 14).
La incredulidad de Israel es central en la teología del libro de Números. En Números 16-17 por ejemplo, se narran tres episodios en los que, se cuestiona llamado de Aarón como sumo sacerdote Números 16:1-40, 41-50; 17:1-13). La última rebelión se resuelve trayendo junto al arca del testimonio doce báculos tomados de los jefes de cada una de las tribus de Israel. Al día siguiente, unce de las varas permanecieron tal cual, pero la vara de Aarón había florecido con almendras maduras, como si hubiera sido injertada en la menorá (Éxo. 25:31-40). Este símbolo de vida o muerte sirvió para vindicar a Aarón como mediador designado por Dios. Acercarse a Dios por medio de Aarón conduciría a la vida. Hacerlo al margen de este sacerdote ungido conduciría a la muerte:
Entonces los israelitas dijeron a Moisés: «Vamos a morir; estamos perdidos; todos nosotros estamos perdidos.
Vemos aquí nuevamente como Números responde a la pregunta ¿Quién subirá al monte de YHWH?
Sólo el sumo sacerdote designado por Dios, puede ascender a la cima del monte de Dios, el lugar santísimo.
Este evento puso de relieve un punto importante: mientras que Israel temió entrar en la tierra de Canaan que Dios les había concedido por gracia, no estaban temiendo entrar en el lugar santísimo. Temían a los Cananeos pero no tenían temor de Dios.
Como Israel no temió a YHWH, temió a sus enemigos.
Israel no entendió la importancia de lo que había pasado con la liturgia en el tabernáculo: Dios, el Creador del cielo y de la tierra, estaba habitando realmente en medio del campamento, y su Presencia divina había aumentado las expectativas de Israel, ya sea de vida abundante o de juicio y muerte.
Israel fracaso en confiar en Dios, al no anhelar el reposo de Dios y al menospreciar al ungido que Dios había designado para bendecirles.
Pero, el tema general del libro de Números es el amor inquebrantable de YHWH, demostrado por su decidido compromiso de llevar a su pueblo a la tierra: El decidió bendecir, no maldecir a Israel. Esto esta relatado en Números 22-24 cuando los moabitas contratan al profeta más famoso del paganismo, Balaam, para que maldiga a los israelitas. A la luz de la incredulidad de Israel, uno espera que Dios aproveche esta oportunidad para maldecir a su pueblo. Pero, cuando Balaam contempló a Israel acampado junto a sus tribus, el Espíritu de Dios vino sobre él, haciéndole ver y declarar estas palabras:
»¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob; Tus moradas, oh Israel! »Como valles que se extienden, Como jardines junto al río, Como áloes plantados por el Señor, Como cedros junto a las aguas.
Por el Espíritu de Dios, Balaam vio lo que Israel no quería reconocer: que Dios que es la fuente de la vida estaba en medio de ellos por medio del tabernáculo, y que su campamento se había convertido en el huerto de Edén.
Esta declaración de Balaam es fundamental para la existencia de Israel: el verdadero don de Dios, es él mismo; mejor ser vagabundos en el desierto con YHWH que establecerse en la tierra como nación sin él.
Lo que Israel no reconoce por incredulidad, Balaam lo declara por el poder del Espíritu.
Luego tenemos en el libro de Deuteronomio el sermón de despedida de Moisés, que se integra con el Decálogo, es un sermón en el que exhorta a Israel a escoger la vida en lugar de la muerte:
»Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. »No está en el cielo, para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?”. »Ni está más allá del mar, para que digas: “¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?”. »Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes. »Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. »Hoy te ordeno amar al Señor tu Dios, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. »Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, Yo les declaro hoy que ciertamente perecerán. No prolongarán sus días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla. »Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando Su voz y allegándote a Él; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob».
Los caminos que se bifurcan en el pacto de gracia: Vida o Bendición - Muerte o maldición, vuelven a aparecer. Estos caminos están representados por dos montes:
El Monte Gerizim (vida)
Ebal (muerte)
»Y acontecerá, que cuando el Señor tu Dios te lleve a la tierra donde entras para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal.
Al igual que con las promesas y amenazas de Levítico 26, es crucial entender que estos caminos no pueden reducirse de forma simplista de obediencia Vs. desobediencia en el sentido de una relación meramente política, análoga a los tratados entre soberano y vasallo.
Israel está llamado a amar a YHWH y a seguir fielmente sus caminos, incluida la entrada regular en su Presencia cada sábado, una relación que generalmente se describe con términos domésticos (padre-hijo, esposo-esposa). De manera que, acercarse continuamente a Dios conduciría a la vida abundante, mientras que alejarse de su camino llevaría progresivamente a la muerte. Este es un pacto de gracia:
»Comprende, pues, que no es por tu justicia que el Señor tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo terco.
Israel será heredero de la tierra, no a causa de su justicia. Hay un detalle importante en el libro de Deuteronomio que no podemos perder de vista, Israel entra en la tierra de la promesa siendo liderada por Josue, luego de la muerte de Moisés- La entrada al reposo de Dios esta vinculada a la muerte de Moises, que proyecta su sombra sobre todo el libro: toda mención de la entrada de Israel presupone la muerte del mediador.
La muerte de Moises, fuera de la tierra de tierra prometida, se proyecta como una sombra de aquel que moriría luego fuera del campamento para introducirnos al reposo de Dios.
La muerte de Moisés puede verse además como un paradigma de la muerte del sumo sacerdote. La obra de expiación del sumo sacerdote culminaba con su propia muerte, que 'purgaba la tierra de la culpa de sangre asociada a la muerte violenta y permitía a los condenados por homicidio abandonar las ciudades de refugio y regresar a sus hogares:
y no tomarán rescate por el que ha huido a la ciudad de refugio para que vuelva y habite en la tierra antes de la muerte del sacerdote.
Moisés como mediador, por medio de su propia muerte, permite a Israel entrar en la tierra de su herencia. Esta entrada, además, es para vivir en la Presencia de Dios
»Y se alegrarán en presencia del Señor su Dios, ustedes, sus hijos y sus hijas, sus siervos y sus siervas, y el levita que vive dentro de sus puertas, ya que no tiene parte ni heredad entre ustedes.
Grande es el Señor, y muy digno de ser alabado En la ciudad de nuestro Dios, Su santo monte. Hermoso en su elevación, el gozo de toda la tierra Es el monte Sión, en el extremo norte, La ciudad del gran Rey. Dios en sus palacios Se dio a conocer como baluarte.
Gran parte del desarrollo de la historia de la redención puede trazarse como un movimiento desde el Sinaí, donde Israel fue consagrado a Dios en el desierto, hasta Sión, cuando Israel heredó la tierra de Canaán.
Así como Israel había sido liberado a través de las aguas del mar y llevado al monte Sinaí, el mismo patrón se repite para la montaña de Dios en la tierra: Israel es conducido a través de las aguas del río Jordán y llevado al monte Sión.
Luego el monte Sión se convirtió en el monte de Dios para Israel, el monte que con el tiempo será exaltado sobre toda la tierra, transformado en Edén.
Sión en la escritura significa: Creación, realeza, templo, Edén, lugar de reposo, victoria y herencia, bendición para las naciones.
Por lo tanto, el monte de Sión desarrolla la teología bíblica del Levítico: morar con Dios.
Veamos como es que Sión es señalado como una bendición para las naciones y como fue señalado así desde el tiempo de los patriarcas.
El monte de Sión para el tiempo patriarcal se le llamaba Moriah. Fue en este monte donde Dios le pidió a Abraham que sacrificara a Isaac en Génesis 22. En el contexto original del Genesis, este pedido de Jehová a Abraham tenía la intención de invertir el juicio de Dios sobre las naciones en Babel:
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Y Abraham llamó aquel lugar con el nombre de El Señor Proveerá, como se dice hasta hoy: «En el monte del Señor se proveerá».
Esta es la confirmación del Pacto de Dios a Abraham, en este momento Dios provee un cordero y le recuerda a Abraham la promesa que le hizo en su llamamiento:
»En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque tú has obedecido Mi voz»
La bendición de las naciones vendrá por medio de su simiente, ya que las naciones habían sido expulsadas de la presencia de Dios en Babel.
Este juramento de Dios que le confirma a Abraham su promesa, esta ligado al holocausto del cordero que Jehová le proveyó en el monte Moriah.
Mas adelante en la historia de la redención, Dios le ordena a David ofrecer en este monte un holocausto u ofrenda de asenso para que cese la mortandad en Israel a causa del Censo que él había hecho en desobediencia a Dios (2 Sam. 24).
Entonces David edificó allí un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al Señor, y Él le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto.
Entonces David dijo: «Esta es la casa del Señor Dios, y este es el altar del holocausto para Israel».
Entonces Salomón comenzó a edificar la casa del Señor en Jerusalén en el monte Moriah, donde el Señor se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
Este monte era de un hombre llamado Ornán el jebuseo'. David lo compra para la casa de Dios en Israel.
En la casa de Dios trabajan Judíos y gentiles:
Entonces Salomón envió un mensaje a Hiram, rey de Tiro, diciendo: «Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa donde habitar.
Entonces Salomón comenzó a edificar la casa del Señor en Jerusalén en el monte Moriah, donde el Señor se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
»También en cuanto al extranjero que no es de Tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de Tu nombre (porque oirán de Tu gran nombre, de Tu mano poderosa y de Tu brazo extendido); cuando venga a orar a esta casa, escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre para que te teman, como te teme Tu pueblo Israel, y para que sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.
Desde que Dios apareció a Abraham en Moriah (Gn 12:3), tenía la intensión de hacer al monte de Sión, una casa de oración para todos los pueblos - tenía la intención de bendecir a todas las familias de la tierra.
Mas adelante los profetas desarrollan esta realidad:
Y sucederá en los últimos días Que el monte de la casa del Señor Será establecido como cabeza de los montes; Se elevará sobre las colinas, Y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones y dirán: «Vengan y subamos al monte del Señor, A la casa del Dios de Jacob, Para que Él nos instruya en Sus caminos, Y nosotros andemos en Sus sendas». Porque de Sión saldrá la ley, Y de Jerusalén la palabra del Señor. Él juzgará entre muchos pueblos, Y enjuiciará a naciones poderosas y lejanas; Entonces forjarán sus espadas en rejas de arado Y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. Cada uno se sentará bajo su parra Y bajo su higuera, Y no habrá quien los atemorice, Porque la boca del Señor de los ejércitos ha hablado. Aunque todos los pueblos anden Cada uno en el nombre de su dios, Nosotros andaremos En el nombre del Señor nuestro Dios para siempre.
Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, y para celebrar la Fiesta de los Tabernáculo. Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos. Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no habrá lluvia; será la plaga con la cual el Señor herirá a las naciones que no suban a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. En aquel día estará grabado en los cascabeles de los caballos: «Santidad al Señor». Y serán las ollas en la casa del Señor como los tazones delante del altar. Toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al Señor de los ejércitos. Todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán. Y no habrá más mercader en la casa del Señor de los ejércitos en aquel día.
Lo que vio Isaías, hijo de Amoz, con relación a Judá y Jerusalén. Acontecerá en los postreros días, Que el monte de la casa del Señor Será establecido como cabeza de los montes. Se alzará sobre los collados, Y confluirán a él todas las naciones. «Vendrán muchos pueblos, y dirán: “Vengan, subamos al monte del Señor, A la casa del Dios de Jacob, Para que nos enseñe acerca de Sus caminos, Y andemos en Sus sendas». Porque de Sión saldrá la ley, Y de Jerusalén la palabra del Señor. Él juzgará entre las naciones, Y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, Y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra.
De manera que el Pacto de Dios con Abraham al cual Dios le añadió un juramento en Génesis 22 es el fundamento del servicio de adoración en la tierra de Canaan.
Cuando Dios perdonó a Isaac en este monte, estaba en él, perdonando a Israel y supliendo para ellos un sacrificio vicario sustitutivo. Al tiempo que estaba llamando a Israel a ofrecerse en sacrificio vivo a Dios, a consagrarse completamente a El y ser así luz de las naciones.
Y Abraham llamó aquel lugar con el nombre de El Señor Proveerá, como se dice hasta hoy: «En el monte del Señor se proveerá».
Sion es el monte donde Dios proveyó para Israel un sustituto. Los antiguos intérpretes judíos entendieron la legislación de la Pascua, por la que el cordero o el macho cabrío habían sustituido al hijo primogénito de la familia israelita (representando a Israel como hijo primogénito de Dios), como un cumplimiento simbólico de esta expectativa.
Sión es pues, la morada elegida de Dios. Fue donde Dios proveyó un cordero para que Abraham sacrificara en lugar de Isaac y fue también el lugar al cual Dios rajo a David para que ofreciera un holocausto para aplacar su ira.
El libro de Samuel trata con el tema de como Israel se mueve de adorar en el tabernáculo que era una carpa móvil, al edificio del templo en Moriah. El punto central de la narrativa de Samuel es la historia de Israel trasladando el arca al templo y la ceremonia de dedicación de Salomón en 1 Reyes 8.
En la dedicación de Salomón, 7 veces el afirma elpapel mediador del templo para todos los pueblos, el templo será un lugar donde el cielo irrumpe el la tierra.
En retrospectiva, entendemos que la liberación del éxodo tenía como propósito introducir a Israel en el monte de Sión, que representaba toda la tierra de Canaán:
Preparó senda para Su ira; No libró sus almas de la muerte, Sino que entregó sus vidas a la plaga, E hirió a todos los primogénitos en Egipto, Las primicias de su virilidad en las tiendas de Cam. Pero a Su pueblo lo sacó como a ovejas, Como a rebaño los condujo en el desierto; Los guió con seguridad, de modo que no temieron, Pero el mar se tragó a sus enemigos. Los trajo, pues, a Su tierra santa, A esta tierra montañosa que Su diestra había adquirido.
La teología, las esperanzas y las expectativas vinculadas al monte Sión son ensalzadas en la liturgia de Israel y por sus profetas, con especial énfasis en que es el monte de elección permanente de YHWH:
Sión es el lugar de reposo (mĕnûḥātî) de YHWH para siempre (Sal. 132:13-14; cf. 52:1; 78:69)
porque ama a Sión (Sal. 78:68)
ha edificado allí su casa (Sal. 87:2)
ha escogido a Sión (Sal. 68:17)
habita en medio de ella (Sal. 46:6)
Sión es el monte santo de YHWH (Jer. 31:23)
la alegría de toda la tierra (Sal. 48:3)
la perfección de la belleza (Sal. 50:2)
el lugar donde Dios pondrá la piedra angular de la nueva creación (Is. 28:16).
Sión es el lugar de su descanso, que se convierte en el lugar de reposo prometido a Israel, como Salomón declara claramente en la ceremonia de dedicación del templo
«Bendito sea el Señor, que ha dado reposo a Su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió. Ninguna palabra ha fallado de toda Su buena promesa que hizo por medio de Su siervo Moisés.
Moisés ya había hablado sobre esta correspondencia entre la tierra de reposo de Israel y el monte elegido por YHWH:
»Tú los traerás y los plantarás en el monte de Tu heredad, El lugar que has hecho para Tu morada, oh Señor, El santuario, oh Señor, que Tus manos han establecido.
porque todavía no han llegado al lugar de reposo y a la heredad que el Señor su Dios les da. »Cuando crucen el Jordán y habiten en la tierra que el Señor su Dios les da en heredad, y Él les dé descanso de todos sus enemigos alrededor de ustedes para que habiten seguros, entonces sucederá que al lugar que el Señor, su Dios, escoja para morada de Su nombre, allí traerán todo lo que yo les mando: sus holocaustos y sus sacrificios, sus diezmos y la ofrenda alzada de su mano, y todo lo más selecto de sus ofrendas votivas que han prometido al Señor.
Dios prohibe a Israel adorar en otros lugares:
»Allí también ustedes y sus familias comerán en presencia del Señor su Dios, y se alegrarán en todas sus empresas en las cuales el Señor su Dios los ha bendecido. »De ninguna manera harán lo que hacemos aquí hoy, que cada cual hace lo que le parece bien a sus propios ojos;
»Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas,
Solo en Sión podrán adorar, en el monte de Jehova, el un templo estable donde Morará para bendecir a su pueblo.
David estaba decidido a construir el templo, pero recordemos lo que Dios le dijo:
»Pero Dios me dijo: “No edificarás casa a Mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”.
David era un hombre de guerra que representaba la conquista y la estabilidad del reposo prometido por Dios. Era pues mas adecuado que su Hijo Salomón edificar la casa de Dios, el representaba la estabilidad de la dinastía, su nombre anticipaba la Shalom de Jehová.
Sión es segura y estable, la fuente del río de la vida y la abundancia, el lugar del trono del rey davídico, el lugar al que peregrinarán las naciones para adorar a YHWH, el fundamento de la nueva creación y el centro de las esperanzas escatológicas de Israel.
¿Tienen preguntas, que no tengan que ver con la guerra que se esta librando hoy?