Basta al discípulo llegar a ser como Su Maestro

Segundo Sermón de Jesús en Mateo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Jesús llama a los 12 apóstoles, y los envía a predicar a "las ovejas perdidas de la casa de Israel" y los instruye y les invita a confiar el Él para la misión, asimismo les advierte de la oposición que tendrán y que incluso sufrirán a manos de ellos, pero deben confiar en el Señor quien con Su Espíritu Santo los ayudará en esa tribulación.

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Lectura Bíblica:

(Juan 13.13-20)
Juan 13:13–20 NBLA
13 »Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. 14 »Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. 15 »Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan. 16 »En verdad les digo, que un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. 17 »Si saben esto, serán felices si lo practican. 18 “No hablo de todos ustedes. Yo conozco a los que he escogido; pero es para que se cumpla la Escritura: “El que come Mi pan ha levantado contra Mí su talón”. 19 »Se lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, crean que Yo soy. 20 »En verdad les digo, que el que recibe al que Yo envíe, me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, recibe a Aquel que me envió».

Introducción:

Cuando tienes un documento original, es a color, tiene algunos sellos con diferentes tintas, o huellas digitales, firmas, etc.
¿Pero qué pasa cuando se le saca una copia?
Ya no se mantiene el color, ni la textura de los sellos o las firmas con diferentes tintas. Todo sale a un solo color, aunque se mantiene lo esencial, se va perdiendo algo.
¿Y si se le saca copia a la copia?
Pues en cada vez el documento va perdiendo algo, hasta que parece que se han borrado algunos caracteres o las tintas más tenues.
Dependiendo las copiadoras, a veces salen manchadas las hojas y alteran el contenido.
Nosotros estamos llamados a ser discípulos de Cristo, pero son los hombres los que nos transfieren las enseñanzas.
La copia es fiel al original, aunque no con el mismo brillo, ni con el mismo color.
Nosotros somos esas copias, que transmitimos el mensaje.
Esta ilustración no es suficientemente perfecta para lo que queremos decir, pues todo cristiano es un discípulo, y está en la misión de hacer discípulos, pero no discípulos propios, sino discípulos de Cristo. (copias del original, no de la copia)
Dever, M. (2018) Discipular: Cómo ayudar a otros a seguir a Jesús. Traducido por S.P. de Mañón. Colombia: Poiema Lectura Redimida (Edificando Iglesias Sanas), p. 11.
Ser un discípulo de Jesús significa seguir a Jesús.
No existen discípulos de Jesús que no sigan a Jesús.
La definición de discipular para este libro es: ayudar a otros a seguir a Jesús.
Otra forma de definir discipular podría ser: discipular es hacer deliberadamente un bien espiritual a alguien para que él o ella sea más como Cristo. El cristianismo no es para los solitarios o individualistas.
Esto es para personas que viajan juntas en el camino angosto que lleva a la vida. Debes ser un seguidor y debes liderar. Debes ser amado y debes amar. Y amamos a otros mejor ayudándoles a seguir a Jesús a través del camino de la vida.
David Platt. “Sígueme: Un llamado a morir. Un llamado a vivir.” © 2013 Tyndale House Publisers
Es así como el evangelio se extendió en el mundo durante el primer siglo: gracias a los discípulos de Jesús que se negaban a sí mismos, tenían el poder del Espíritu y hacían discípulos de Jesús. Seguidores de Jesús pescaban personas. Discípulos hacían discípulos. Los cristianos eran conocidos por su entrega total a Cristo y a su causa.
“La gran comisión no era una opción que considerar, sino un mandamiento para obedecer.”
Y aunque enfrentaron pruebas indecibles y persecución impensable, también experimentaron un gozo inimaginable al compartir con Jesús la extensión de su reino.
¡Yo quiero participar en un movimiento así!
No quiero pasar mi vida construyendo edificios y diseñando programas para “cómodos asistentes de iglesias.” Tampoco quiero construir un reino que gire en torno a mis limitados dones y a mi liderazgo imperfecto.
¡Quiero formar parte de un pueblo que realmente crea que tenemos el Espíritu de Dios en cada uno de nosotros para la difusión del evangelio por medio de todos nosotros!
¡Quiero pertenecer a un pueblo que sacrifica gustosamente los placeres, metas y posesiones de este mundo porque vive por un tesoro del mundo venidero!
¡Quiero formar parte de un pueblo que ha abandonado toda ambición terrenal a favor de una aspiración eterna: ver que se hacen discípulos y se multiplican iglesias desde nuestros hogares a nuestras comunidades y de allí a nuestras ciudades y a todas las naciones!
Este tipo de movimiento nos incluye a todos. Que cada seguidor de Cristo pesque personas para él. Que cada discípulo haga discípulos. ¡Basta de espectadores!
En lugar de eso, gente común que difunda el evangelio de maneras extraordinarias por toda la tierra. Hombres y mujeres de diferentes trasfondos con diferentes dones y desde diferentes tribunas que hagan discípulos y multipliquen iglesias en cada ámbito de la sociedad y en todo lugar del planeta.
Este es el plan de Dios para su iglesia, y los discípulos de Jesús no deberían conformarse con nada menos.

I. El discípulo.

Jesús constantemente enseña con ilustraciones, con ejemplos fáciles de entender.
En esta ocasión toma algo que ellos conocían bien y que nosotros conocemos bien; la ilustración de un Maestro y un alumno.
En nuestros días hay muchos dichos populares que nos recuerdan principios básicos de esta relación, por ejemplo:
“La práctica hace al maestro” dicho popular
“Enseñando aprendemos” Séneca (filósofo romano contemporáneo de Cristo)
“Si aprendes de tus fracasos, realmente no has fracasado” Zig Ziglar (escritor estadounidense actual)
“Nunca he encontrado una persona tan ignorante que no se pueda aprender algo de ella.” Galileo Galilei (científico italiano)

a) Concepto

Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo (Discípulo)
1. mathetes (μαθητής, 3101), lit. aprendiz (de manthano, aprender; de una raíz math̑, indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo), en contraste a didaskalos, maestro; de ahí, denota a uno que sigue la enseñanza de otro,
Un discípulo no es meramente uno que aprende, sino un partidario; de ahí que se les mencione como imitadores de su maestro. (Jn 8.31, Jn 15.8)
La primera vez que escuché del término discípulo, fue en la escuela, y me explicaron que hubo un Gran Pensador en la Antigua Grecia, de nombre Sócrates:
Se divide a los filósofos de la antigua Grecia entre lo que fueron antes y después de Sócrates, con lo cual podemos ver su notable importancia.
Sócrates, tuvo muchos discípulos famosos, pero el más conocido es Platón. Platón fundó la Academia de Atenas. Un lugar para recibir enseñanza y compartirla con otros.
El discípulo más notable de Platón, fue Aristóteles, quien a su vez fundó otra escuela diferente llamada el Liceo, donde estudiaban también acerca de otras ramas del conocimiento.
Aristóteles fue maestro particular de un joven llamado Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo II, quien llegó a ser: “Alejandro el Grande o el Magno” quien conquistó gran parte del mundo conocido en tan solo 13 años y nunca perdió una batalla.
Otro ejemplo es:
Pitágoras fue Un filósofo, y matemático antes de Sócrates, quien es conocido por lo que sus alumnos “los Pitagóricos” han enseñado y es difícil realmente saber cuál fue la enseñanza de Pitágoras y cual la de sus alumnos que contribuyeron y enriquecieron el conocimiento.
Pero del Único y Gran Maestro del que nos hablan las Sagradas Escrituras es El Señor Jesucristo, quien tuvo discípulos, no tan notables como Platón, Aristóteles o Alejandro magno, pero que “trastornaron el mundo con el mensaje de Su maestro y con el poder y autoridad que Él les concedió”
Hemos recorrido una vista panorámica de cada uno de estos discípulos, y debemos reconocer que no tenemos el registro histórico de todo lo que pasó con ellos, pero vemos el fruto de su trabajo y de la obra de Cristo en ellos en la Iglesia de Cristo que sobrevive hasta nuestros días.
Los verdaderos discípulos prueban que son seguidores al permanecer obedeciendo y dando fruto.
Juan 8:31 NBLA
Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos;
Juan 15:8 NBLA
»En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.
Según Platón, el filósofo griego:
Kittel, G., Friedrich, G. y Bromiley, G.W. (2002) Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
El propósito del maestro es hacer pasar a sus alumnos del conocimiento inconsciente al consciente. Platón insiste en que siempre estamos activos en el aprendizaje, y que éste es más exigente que la gimnasia puesto que involucra el ser entero.
En base al aprendizaje recibido, la cercanía con el maestro, el ejercicio que involucra todo nuestro ser, (la práctica) que estamos siendo preparados para ser como nuestro MaestroCristo.”
Lucas 6:40 NBLA
40 »Un discípulo no está por encima de su maestro; pero todo discípulo, después de que se ha preparado bien, será como su maestro.
Kittel, G., Friedrich, G. y Bromiley, G.W. (2002) Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Para el filósofo Epicteto la mejor forma de aprender es de los demás, especialmente en la ética, donde es importante el ejemplo. (a través de la conducta humana,​ diferenciando lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc.)

1. En el Antiguo Testamento:

Desde que la Ley fue dada al pueblo de Dios, la implicación era clara:
(Deuteronomio 4.19)
Deuteronomio 4:19 NBLA
19 »Y ten cuidado, no sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que el Señor tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
(Deuteronomio 6.6-9)
Deuteronomio 6:6–9 NBLA
6 »Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. 7 »Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 »Las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. 9 »Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.
La encomienda a todo el pueblo a ser “aprendiz” - un discípulo de la Ley de Dios, y en consecuencia: “hacer discípulos en nuestros hijos.”
Un ejemplo claro que podemos ver de un Discipulado es con Elías y Eliseo
1º Reyes 19:19–21 NBLA
19 Elías partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes delante de él, y él estaba con la última. Elías pasó adonde él estaba y le echó su manto encima. 20 Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: «Permítame besar a mi padre y a mi madre, entonces lo seguiré». Y él le dijo: «Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo?». 21 Entonces se volvió, dejando de seguirlo, tomó un par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, y la dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Henry, M. y Lacueva, F. (1999) Comentario Bı́blico de Matthew Henry. 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, p. 388.
El comentarista Matthew Henry menciona que:
“Eliseo era un hombre rico, pero no por eso no trabajaba, se le ve en el campo trabajando y como hijo y heredero de las tierras que trabaja. Cuando acude al llamado del profeta realiza un gran festín a la gente y familia del lugar para despedirse de ellos e involucrarse de lleno al ministerio, pues Elías le puso su manto encima, es decir un simbolismo de que le iba a impartir su dignidad y compartirían juntos las cargas del llamado de Dios.
Después del banquete se levantó Eliseo y fue tras Elías, y le servía (v. 21). No se contentó con asociarse con él, sino que se ofreció a servirle de criado (v. 2 R. 3:11).
“Así es como han de aprender los que han de enseñar; y los que más tarde han de regir, han de estar dispuestos a rebajarse y a servir.”

2. En el Nuevo Testamento:

Jesús con Pedro y Andrés (Mateo 4.19)
Mateo 4:19 NBLA
19 Y les dijo*: «Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres».
Pablo con Timoteo (2 Timoteo 2.2-3)
2 Timoteo 2:2–3 NBLA
2 Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros. 3 Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús.
Los creyentes con los nuevos creyentes (Efesios 4.12)
Efesios 4:12 NBLA
12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;

II. El Maestro

a) Cosas a imitar del Maestro

Mateo 11:29 NBLA
29 »Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas.

1. Llevar Su Yugo:

El yugo es un armazón firme que une dos animales de tiro por sus cuellos a fin de que puedan desarrollar tareas como un equipo.
Nuevo Diccionario Biblico Ilustrado (Yugo)
el término «yugo» designaba con frecuencia a un par de animales así unidos («yuntas»). Se emplea como símbolo de servidumbre y esclavitud (Jer. 28:2–14; 1 Ti. 6:1), y también de la pesada servidumbre de hallarse bajo la ley (Hch. 15:10; Gá. 5:1).
El Señor Jesús invita al creyente a tomar sobre sí Su yugo, y a aprender de Él; esto es, a abandonar su propia voluntad, a someterse a la voluntad de Dios, contentándose con un puesto de humildad; así será cómo hallará descanso para su alma. Su yugo es fácil, y Su carga ligera (Mt. 11:29, 30).
Esto es, ponerse a lado de Jesús para llevar Su carga (un llamado a estar sumiso a Cristo)
Hendriksen, W. (2007) Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Mateo. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, p. 528.
En la literatura judía un “yugo” representa la suma total de las obligaciones que en conformidad con la enseñanza de los rabinos, una persona debe asumir. Esta definición explica expresiones como “yugo de la tora”, “yugo de los mandamientos”, “yugo del reino de los cielos”, debido a la mala interpretación, la alteración y los añadidos a la Ley de Dios, el yugo que los maestros de Israel ponían sobre los hombros del pueblo era el de un legalismo totalmente falto de fundamento.
Era el sistema de enseñanza que enfatizaba la salvación por medio de la estricta obediencia a una multitud de reglas y ordenanzas. Ahora aquí, en 11:29, Jesús pone su propia enseñanza en contraste con lo que la gente se había acostumbrado a recibir. Cuando dice: “Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí” o “y llegad a ser mis discípulos”, quiere decir: “Aceptad mis enseñanzas, a saber, que una persona se salva por medio de su sencilla confianza en mí”.
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 727.
Un antiguo escrito judío contiene la advertencia:
“Pon el cuello bajo el yugo y permite que tu alma reciba instrucción”.
...y aprended de mí. “la palabra es -Manthanō-” (aprender) se relaciona íntimamente con mathetes (discípulo, o aprendiz) y refuerza la verdad de que los discípulos de Cristo son aprendices sumisos. Estos se someten al señorío de Cristo. Un yugo simboliza obediencia, y la obediencia cristiana incluye aprender de Cristo. Su yugo no tiene que ver con las exigencias de las obras de la ley, mucho menos con las de la tradición humana.
El Señor Jesús nos dejó ver que Su Yugo era La Voluntad de Dios, expresada en Su Palabra, pues con ella se defendió de Satanás en la tentación y mostró que la Palabra de Dios era Su deleite.
(Salmo 40.8)
Salmo 40:8 NBLA
8 Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de mi corazón».
(Mateo 4.4)
Mateo 4:4 NBLA
4 Pero Jesús le respondió: «Escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
El Señor Jesús al ponernos en Su yugo, nos pone en la posición de conocerlo para ser como Él, y al mismo tiempo eso nos transforma gradualmente y produce buenas obras en nosotros en este proceso.

2. Ser Manso.

Hendriksen, W. (2007) Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Mateo. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, p. 528.
Porque soy manso y humilde de corazón…
Al explicar la palabra “manso” es quien “encuentra refugio en el Señor, entrega su camino enteramente a él, dejándolo todo en manos de aquel que ama y cuida”.
Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento (πραΰς)
Esta palabra significa a. «suave», respecto a cosas, b. «manso» respecto a animales, c. «gentil» o «agradable» respecto a personas, d. «bondadoso» o «blando» respecto a cosas como actividades o castigos. El adverbio πράως denota una compostura apacible y amigable.
Ser manso es saber y reconocer ¡Quién está al mando de nuestra vida y ser obediente al Señor!

3. Ser Humilde.

(CNT) El significado básico es “bajo” también es “hacerse pequeño o debilitarse” “ser pobre” “despreciarse a uno mismo” esto era “abominable para los griegos.”
Cristo se despojó a sí mismo, no aferrándose a Su dignidad y se “despojó a Sí mismo” y se hizo “bajo” semejante a los hombres que había creado y vino a servir en obediencia al Padre y para beneficio de los pecadores.
(Filipenses 2.5-8)
Filipenses 2:5–8 NBLA
5 Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

4. Seguir sus Pasos

(1 Pe 2.21-23)
1 Pedro 2:21–23 NBLA
21 Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos, 22 el cual no cometió pecado, ni engaño alguno se halló en Su boca; 23 y quien cuando lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquel que juzga con justicia.
Pedro señala que Cristo debe ser el ejemplo máximo de nuestras vidas y enfrentar el sufrimiento como Él lo enfrentó.
No respondiendo con maldiciones, ni con amenazas, sino con Mansedumbre “encomendándose a Su Padre quien tiene cuidado de Él.”
Juan también señala en (1 Jn 2.6)
1 Juan 2:6 NBLA
6 El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.

III. El Mundo

Mateo 10:25 NBLA
25 »Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!
Más Referencias:
Juan 15:18 NBLA
18 »Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a Mí antes que a ustedes.
Juan 15:20 NBLA
20 »Acuérdense de la palabra que Yo les dije: “Un siervo no es mayor que su señor”. Si me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes; si guardaron Mi palabra, también guardarán la de ustedes.
Por un lado el Señor les está comunicando que el mundo tendrá una participación importante frente a lo que ellos son como discípulos de Cristo, pero no debe afectarles en su misión.
Se nos ha dicho en este pasaje que Cristo es el Maestro y el Señor, y los creyentes son los discípulos y los servidores, pero ahora el Señor Jesús agrega una ilustración más:
“el dueño de la casa” para adjudicarse este título, claramente en referencia del mundo.
Por supuesto que el Señor es el dueño de todo, Él es el creador de todo y dueño de todo.
Eso no debería sorprendernos si creemos en la doctrina de la creación. Lo que tampoco nos sorprende, pero sí nos indigna es que al Señor Jesús le llamaron “Beelzebú.”
Marcos 3:22 NBLA
22 Y los escribas que habían descendido de Jerusalén decían: «Tiene a Beelzebú; y expulsa los demonios por medio del príncipe de los demonios»
¿Quién es Beelzebú?
Era un dios falso adorado en la ciudad de Ecrón, de los Filisteos. Significa “Señor de las Moscas” Baal Zebub
Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (BEELZEBÚ)
Propiamente el nombre Beelzebú que se da en varios pasajes del NT se da en referencia al «príncipe de los demonios» (Mc. 3:22; Mt. 10:25; 12:26). Al parecer, los judíos tomaron este nombre como escarnio del dios de Ecrón, Baal-Zebub, «señor de las moscas», transformándolo en Baal-Zebel, בַּעַל זֶבֶל, «señor o dios del estiércol», que en la forma griega queda como Beelzebul, el Belcebú de la grafía castellana.
Otros lo conectan con el término zebul זְבוּל, «habitación», con lo que vendría a significar «señor de la casa o habitación», es decir, príncipe de las moradas infernales, el «príncipe de la potestad del aire» de Ef. 2:2.
Con esto le estaban diciendo al Señor Jesús lo más opuesto a Su naturaleza, pues él es Luz y no hay ningunas tinieblas en él. (1 Juan 1.5)
1 Juan 1:5 NBLA
5 Y éste es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, y en Él no hay ninguna tiniebla.
Lo que debió escandalizar aun más a los enemigos humanos de Cristo es que los verdaderos demonios le llamaban “Santo”
Marcos 1:24 NBLA
24 «¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quien Tú eres: el Santo de Dios»
El Señor Jesús nos está advirtiendo de lo que podría causar indignación en los que hemos creído en Él, cuando alguien no solo no nos recibe como enviados del Señor, sino que nos puede llamar “demonio, falso profeta, apóstata, y otras cosas por el estilo.”
Confiemos en las palabras de Cristo que dijo:
Juan 8:47 NBLA
47 »El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso ustedes no escuchan, porque no son de Dios».

Conclusión.

Claves para ser un buen discípulo:
Florence Nightingale “precursora de la profesión de Enfermería.” El fundador de la Cruz Roja Henri Dunant se inspiró en su trabajo.
“No negarle nada a Jesús.”
Juramento Nightingale de la enfermería
«Juro solemnemente ante Dios y en presencia de esta asamblea llevar una vida digna y ejercer mi profesión honradamente.
Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino, y no tomaré ni suministraré cualquier sustancia o producto que sea perjudicial para la salud.
Haré todo lo que esté a mi alcance para elevar el nivel de la enfermería y consideraré como confidencial toda información que me sea revelada en el ejercicio de mi profesión, así como todos los asuntos familiares en mis pacientes.
Dedicaré mi vida al bienestar de las personas confiadas a mi cuidado.»
Jim Elliot misionero en Ecuador y murió mártir por predicarles el evangelio en la selva.
“Consume mi vida, mi Dios, porque es tuya. No busco una larga vida sino una llena de ti, Señor Jesús”.
Jonathan Edwards, el gran predicador y teólogo a quien Dios utilizó para llevar avivamiento a los Estados Unidos coloniales.
“De ahora en adelante no voy a actuar por mi cuenta en ningún aspecto. ¡Me propongo ser absolutamente Suyo!”
Tomado de: MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 668.
Propongámonos ser auténticos discípulos de Cristo, llevando Su yugo, aprendiendo de Él, siendo como Él, no buscando lo nuestro, sino Su Gloria.
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