Consejo y oración para hoy

25 de octubre

Habacuc 3:3–8 RVR60

Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Selah Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. Delante de su rostro iba mortandad, Y a sus pies salían carbones encendidos. Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. He visto las tiendas de Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron. ¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? ¿Contra los ríos te airaste? ¿Fue tu ira contra el mar Cuando montaste en tus caballos, Y en tus carros de victoria?

Donde Dios ha establecido su voluntad la cumple y él ha definido ya las manera de llevarla a cabo en el tiempo y forma que ha establecido.

Ningún personaje a través de la historia ha podido re-definir el curso del propósito de Dios para la humanidad; Ningún evento, por muy catastrófico que haya sido, ha cambiado el rumbo de la ruta que Dios ha establecido para su creación; ningún invento humano por muy avanzado que sea, ha influido para re-definir los propósitos de Dios para el ser humano.

Por esto cada uno de nosotros nos vemos en la necesidad de alinear nuestros planes a los de Dios para poder alcanzar en la vida la satisfacción anhelada.

Porque los únicos caminos por donde podremos transitar seguros son los de Dios, ya que nos llevan a nuestro destino final y no están expuestos a ser destruidos.

Esto nos da la seguridad que no importa cualquier evento o circunstancia, por muy destructiva o dolorosa que sea, impedirá que se cumpla en nosotros su voluntad agradable y perfecta.

Si estoy caminando en las sendas de Dios, no tendré temor de ningún mal. Mi vida tiene una senda marcada por Dios, voy a caminar poniendo atención a las señales que me indican por donde debo ir.

Leer cada día la Palabra de Dios me ayuda a ver mas claramente el camino de Dios.

Puedo estar seguro, confiado en que el camino que Dios ha trazado para mi vida me llevará a un destino feliz.

Oremos,

Padre reconozco la necesidad de someterme a tu voluntad, como todo lo creado se someterá finalmente a tu autoridad y poder.

Gracias porque has puesto en mi corazón la disposición de someterme a tu soberana voluntad reconociendo que eres tu quien merece mi alabanza.

Te pido que me des la sabiduría para comprender como actuar frente a situaciones que no puedo controlar, y me ayudes a tener paciencia para esperar la salvación que viene de ti.

Oro por los que todavía no te conocen, que necesitan humillarse ante tu autoridad y poder, sin esperar a que llegue el día que tu ira destruya y arranque de raíz el mal.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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