UN INTRUSO EN EL GALLIENERO
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AGUILAS
AGUILAS
"Un pastor que vivía en una cabaña cerca de un bosque y a cierta distancia de una montaña, tenía un corral con gallinas y un rebaño de cabras. Aquel año hubo una gran sequía, con lo cual la mayor parte de la hierba desapareció. Por esa razón, el pastor decidió llevar sus cabras a lo alto de la montaña, donde probablemente al haber más humedad, encontraría algo de hierba tierna para sus animales. Así lo hizo y, después de un largo caminar, llegó junto a la cima de la montaña. Allí sus animales pastaron durante unas horas, hasta que fue cayendo la tarde y el pastor decidió volver de nuevo a la cabaña donde vivía.
Bajaba entre las piedras con su rebaño cuando vio frente a él algo grande, que en seguida reconoció como un nido de águilas. Al acercarse observó que en el interior había dos polluelos, uno de los cuales se había matado al desprenderse el nido de la roca en la que se encontraba, el otro polluelo, aunque algo se movía, parecía estar gravemente herido.
Al pastor no le gustaban nada las águilas porque las tenía por enemigas. en alguna ocasión habían atacado a sus cabras e, incluso, se habían llevado a alguna de sus gallinas. No obstante, llevado por la lástima, el pastor se agachó, cogió con delicadeza el polluelo herido y lo llevó a su cabaña. Allí lo curó como pudo y empezó a alimentarlo con pequeños trocitos de carne, mientras dejaba que la naturaleza hiciera el resto. El animal se recuperó por completo y empezó a crecer y crecer hasta que se convirtió en un magnífico ejemplar adulto de águila.
A partir del momento en el que el águila se hizo adulta, las cosas empezaron a cambiar. El pastor, que inicialmente se sentía tan orgulloso por lo que había hecho, empezó a sentirse cada vez más inquieto con la presencia de aquel animal. De alguna manera, no lograba evitar que imágenes cargadas de emoción le vinieran a la cabeza y le recordaran lo que animales como aquél habían hecho con sus cabras y sus gallinas.
Un día, el pastor llegó a una decisión, la de abandonar el animal en el bosque, pensando que sin duda la naturaleza se ocuparía de nuevo en ayudarlo a sobrevivir. Tres veces llevó el pastor el águila al bosque y tres veces el águila le siguió dando pequeños saltitos en el suelo.
No sabiendo ya qué hacer para deshacerse del animal, el pastor pensó y pensó hasta que se le ocurrió la más absurda de las ideas: metería el águila en el corral con sus gallinas.
Cuando las gallinas vieron entrar en el corral a ese animal al que tanto temían, se adentraron despavoridas en la pequeña caseta en la que se refugiaban. Pronto se dieron cuenta del extraño comportamiento de aquel animal, que permanecía quieto y solo, y se fueron acostumbrando de forma progresiva a su presencia en aquel lugar.
Los años fueron pasando y aquella águila se acostumbró a vivir como una gallina. Comía lo mismo que comen las gallinas, se movía como las gallinas e incluso aprendió a emitir los mismos sonidos que emiten las gallinas.
Estaba la situación así, cuando pasó por aquella región un naturalista que estaba haciendo un estudio sobre las águilas de aquella región y, al pasar junto a la cabaña del pastor, contempló, incrédulo, el espectáculo que se ofrecía: ni más ni menos que un águila conviviendo con las gallinas. Corriendo, golpeó con fuerza la puerta de la cabaña del pastor, el cual al oír los ruidos abrió sobresaltado.
- ¿Quién es usted, qué es lo que quiere?
- Le ruego que me perdone, soy un naturalista que me dedico al estudio de las águilas y he visto algo inaudito, un águila viviendo entre las gallinas.
El pastor comprendió perfectamente la causa de la sorpresa de aquel investigador y, después de invitarle a entrar en su cabaña, le explicó la historia de cómo la encontró, la curó y la crió entre las gallinas.
El naturalista escuchaba absorto la historia, hasta que algo le "sacudió" bruscamente, algo aparentemente inocente, ya que fue sólo un sencillo comentario que hizo el pastor.
- Verá, amigo mío, el animal ha vivido tanto tiempo entre gallinas que ya no me queda la menor duda de que, aunque su forma siga siendo de águila, en su interior no es ya nada más que una gallina.
- De verdad que lo siento, pero no puedo estar más en desacuerdo con lo que acaba de decir - contestó el naturalista.
El pastor se sintió tal vez un poco agraviado porque quizás considerara que nadie conocía tan bien a aquel animal como él.
- Si está convencido, ¿por qué no me lo demuestra sencillamente haciendo que vuele?
El naturalista se fue al corral, cogió el águila e hizo lo primero que se le ocurrió, que fue lanzarla por los aires gritando "¡vuela!". El animal cayó pesadamente y se escondió en el interior del corral. El pastor hizo una mueca irónica, aunque ello no hizo que el naturalista se diera por vencido. Entonces, empezó a mirar a su alrededor como si buscara algo, hasta que se fijó en que a unos metros de allí había una escalera. Se acercó, la cogió y la apoyó en una de las paredes de la cabaña del pastor. Entró de nuevo en el corral, agarró el águila y subió con ella por la escalera hasta llegar al tejado. Desde allí, lanzó el águila por los aires diciendo "¡vuela!". El pobre animal se precipitó como una bola de plumas contra el suelo y se quedó unos instantes aturdido. En cuanto recuperó su compostura, rápidamente se escondió en el interior del corral.
El pastor dijo entonces:
- Si sigues así vas a matar a mi gallina.
Por alguna razón, y a pesar de todas la evidencias en contra y de todas las críticas de aquel pastor, el naturalista tenía una absoluta certeza en que el espíritu de un águila jamás muere y, por eso, a pesar de todo, no se dio por vencido.
De repente, algo en el horizonte captó su atención.
- ¿Qué es aquello que se ve al fondo?.
- Es el pico de la montaña donde encontré el águila cuando se desprendió el nido, ¿por qué?.
- Porque la voy a llevar allí, donde ella nació, tal vez pueda así recordar sus orígenes y se dé cuenta de que puede volar.
- Tú estás loco, eres un insensato incapaz de darte por vencido. ¿Acaso no has tenido suficientes evidencias de los absurdo de tu teoría, de esa estupidez de que el espíritu de un águila nunca muere?.
El naturalista no se defendió, simplemente actuó. Entró de nuevo en el corral, cogió el águila y empezó a caminar con la vista puesta en el pico de aquella montaña. El pastor, sin entender muy bien por qué y viendo que caía la noche, cogió una linterna y les siguió. Durante toda la noche estuvieron subiendo por la montaña sin que el naturalista supiera qué hacer para despertar el espíritu dormido del águila.
Cuando llegaron al pico de la montaña, donde el águila había nacido, empezó a amanecer y entonces el naturalista observó algo curioso: el águila apartaba la mirada del sol. Sin saber muy bien por qué, agarró el pescuezo del animal y lo obligó a mirar al sol. En ese momento, el águila hizo unos extraños movimientos, abrió unas espléndidas alas y se puso a volar. Aquel día el águila recordó quién era en realidad y recuperó su verdadera identidad, que no era de gallina, sino de águila."
Isaías 40.29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
ÁGUILA. Varios animales reciben este nombre en Palestina; generalmente se aplica a la más poderosa de las aves de rapiña y, con ella, a otras especies de animales rapaces, por lo cual figura entre los animales impuros. Vuela a gran altura, con rapidez y majestuosidad, guardando con ferocidad su nido. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se cita frecuentemente en imágenes y comparaciones. Existen muchas variedades de águilas, y en Palestina se encuentran casi todas, siendo una de las más conocidas el águila real (Aquila heliacea). El nombre hebreo designa también otras aves de rapiña, con las que no debe confundirse (Dt. 14:12, 28; 32:11; Job 39:30; Ap. 4:7). El águila es frecuentemente asociada a las visiones de seres misteriosos que toman formas visibles por los hombres (Ez. 1:10). Ilustra también la rapidez con que se disipan las riquezas (Pr. 23:5). En la Visión de Ezequiel hay una semejanza de águila (Ez. 1:10; 10:14) que vuelve a mencionarse en Ap. 4:7. En la parábola de Ez. 17, Babilonia y Egipto son comparadas a un águila.
El creyente de hoy es muy similar a la ilustración que acabamos de oír , fuimos llamados para cosas muy grandes pero nos estamos acostumbrando a cosas demasiado pequeñas, 1pedro 2.9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Fuimos creados con propósitos grandes\ Abraham fue llamado de ur de los caldeos y creyó a Dios porque el que lo llamó es grande y sus llamamientos y propósitos son grandes.
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
El águila tiene un comportamiento muy particular…
SON MONOGAMAS
esto nos habla de fidelidad y firmeza, las gallinas no son fieles
LAS ÁGUILAS VUELAN POR ENCIMA DE LAS TORMENTAS
esto nos habla seguridad y esperanza, los discípulos se sentían bienaventurados de ser perseguidos por predicar a Jesuscristo, ellos estaban por encima de la tormenta… EL SIERVO DE ELISEO NO TENIA OJOS DE ÁGUILA, PERO EL ELÍSEO SÍ
LAS ÁGUILAS NO APRENDEN A VOLAR CON SALTOS EN LA TIERRA, SINO SIENDO LANZADAS DESDE LAS ALTURAS
Esto nos habla de la fe, la iglesia debe ser un pueblo que se mueve con eventos, ni por economía sino por la fe en Cristo
LAS AGUILAS TIENE UN MEMBRANA QUE LES PERMITE VER AL SOL DIRECTAMENTE SIN SER AFECTADAS POR LOS RAYOS DEL SOL
Y ESTA LE SIRVE PARA DOS COSAS … PRIMERO PARA NO SER VISTO POR SU OBJETIVO *son cristianos que no se dejan deslumbrar por las cosas y tentaciones de esta generación *
SEGUNDO PARA RESISTIR A SU ENEMIGO * Este es el creyente que pone su mirada hacia el sol de justicia y no en los ataques del enemigo*
SON AVES DIURNAS
Esto nos habla de no andar en tinieblas , las tinieblas son tipo de pecado, de las cosas ocultas…
NO SE COMEN SU PRESA ANTES DE QUE ESTA MUERA
Este es el cristiano que es prudente y no juzga a las personas y mas bien espera que estas mueran…
LAS AGUILAS SE RENUEVAN
Salmos 103:5
El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
DEBES TOMAR LA DECISION DE TRANSFORMARTE O MORIR
El águila es el ave de mayor longevidad de su especie; llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión.
A las cuatro décadas de vida sus uñas se vuelven apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas con las cuales se alimenta.
Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas envejecen y se tornan pesadas y de plumas gruesas. Volar se le hace ya muy difícil. Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su doloso proceso de renovación, que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
SALMOS 61.1 Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende.
2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo,
3 Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo.
4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
Después, al encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de hacer esto, esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que desprenderá una a una sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzara a desplumar sus plumas viejas.
Finalmente, después de cinco meses muy duros, sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años mas de vida».