La Iglesia de Cristo, Mateo 16:18
Notes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Apertura:
La historia hasta ahora...
Génesis 1:31 — Dios creó todo
Génesis 1:27 — Todos creados a imagen de Dios
Génesis 3:6 — La Caída lo cambió todo
Génesis 3:15 — La promesa de redención de Dios
Génesis 12:2-3 — La Simiente de Abraham
Génesis 49:10 — La Simiente Real de Judá
Éxodo 12:23 — El Cordero Pascual
2 Samuel 7:13 — El Linaje de David
Isaías 53:6 — El Siervo Sufriente
Ezequiel 36:26 — La Vida Nueva Prometida
Isaías 65:17 — La Nueva Creación
Juan 19:30 — La Cruz
Romanos 1:3-4 — La Resurrección
“Dios es el creador de todo, y todo lo que creó fue bueno. Dios creó al ser humano para ser Sus representantes en este mundo bueno, pero su decisión de desobedecer a Dios y ceder a la tentación resultó en la maldición del pecado sobre toda la humanidad y la creación. Sin embargo, junto con las consecuencias del pecado, Dios da esperanza: la promesa de la redención. Por medio de la familia de Abraham, y específicamente por medio del linaje real de Judá, David, las bendiciones del pacto vendrían al mundo. Debido a que el pueblo era culpable y merecían la muerte, los sacrificios de la ley Mosaica revelaron más claramente su necesidad de un substituto— el Siervo Sufriente. A través del Siervo y la obra del Su Espíritu, Dios establecería y daría vida a Su pueblo in el nuevo cielo y nueva tierra. Jesús es Aquel por medio del cual todas estas promesas encuentran su cumplimiento, primeramente en Su muerte por el pecado, y luego en Su resurrección victoriosa y reino como Rey”.
El pasaje de hoy:
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Cuando se menciona la iglesia de forma general, muchos naturalmente piensan en el establecimiento religioso autoritario con sus jerarquías, dogmas, políticas, y abusos. Sin embargo, eso no es lo que la Biblia define como Iglesia.
La iglesia que es el cuerpo de Cristo está compuesta por los discípulos redimidos de Jesucristo alrededor del mundo, y estos se congregan local y visiblemente de forma regular con el propósito de llevar a cabo la enseñanza de la Palabra de Dios, la edificación mutua, y las ordenanzas que ha dejado el Señor Jesucristo.
Eso es la iglesia al cual nos referimos al ver el pasaje de hoy.
Cada uno...
El Fundamento de la Iglesia
El Fundamento de la Iglesia
Mat. 16:18a
Mateo 16:18a (RVR60)
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia…
La declaración de Cristo acerca de edificar Su iglesia: sobre esta roca edificaré mi iglesia.
Los términos:
edificaré— se refiere a un acto futuro, algo especial que Él estaba por hacer.
iglesia— se refiere a un grupo de personas destacadas para un propósito específico.
mi iglesia— Este grupo de personas le pertenece a Jesús, son Su posesión.
El problema del supuesto sucesión papal:
La iglesia católica ha enseñado desde su comienzo que Cristo está aquí estableciendo al apóstol Pedro como el primer papa, la cabeza de la iglesia, o el fundamento sobre el cual la iglesia es edificada. Sin embargo, un examinación atenta demuestra que esto es falso, y la verdad es algo aún más grande.
No puede estar refiriéndose a Pedro por varias razones:
Lingüística y gramática:
Es obvio aquí que Jesús estaba haciendo un juego de palabras para ayudar a Pedro y los demás apóstoles entender lo que estaba por decir.
Sin embargo, hay tanto debate por los términos y la gramática del pasaje que ha llegado a ser un campo para expertos, lo cual le quita del entendimiento del creyente ordinario.
La Palabra de Dios se ha escrito para ser entendido, entonces no debe requerirnos un doctorado en lingüística bíblica para entender lo que significa.
Entonces permítenme darles un par de razones por la que esta roca no se refiere a Pedro siendo establecido como la cabeza o fundamento de la iglesia.
La práctica de Pedro demuestra que él mismo no tomó lo que Jesús dijo como estableciéndole como cabeza de la iglesia.
En Hch. 8:14, Pedro y otro apóstol son enviados a Samaria por la iglesia en Jerusalén, demostrando una sumisión de su parte.
En Hch. 11, después de estar en la casa del gentil Cornelio, compartiendo el evangelio por mandato de Dios, es confrontado por creyentes judíos por haberse juntado con gentiles.
En lugar de simplemente declararse como la cabeza de la nueva iglesia, que podía hacer lo que quisiera, les rinde cuentas y le explica en detalle como Dios le había guiado y abierto la puerta a compartirle el evangelio a los gentiles.
En Hch. 15, Pablo y Bernabé también tienen la oportunidad de presentar el evangelio a los gentiles, y al informar de algunos problemas que tuvieron en el camino, aunque Pedro está presente y da su opinión en este concilio (vs: 7-11), él individuo que da el juicio final no es Pedro, sino Jacobo, el hermano convertido de Jesús, quién había llegado a ser un líder en la iglesia de Jerusalén (vs: 13-21).
Más allá de la práctica, la enseñanza doctrinal de Pedro afirma que él no es la roca sobre el cual Jesús iba a edificar Su iglesia.
En su propia epístola, afirma que Jesús es la piedra viva, la roca sobre el cuál la iglesia sería edificada, 1 Ped. 2:4-8.
1 Pedro 2:4–8 (RVR60)
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
Esto concuerda también con la enseñanza del apóstol Pablo que encontramos en 1 Cor. 3:11. De lo contrario, habría gran conflicto entre Pedro y Pablo.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
La declaración de Pedro como el fundamento de la iglesia.
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Jesús resalta que esta declaración fue una revelación divina, no humana.
Este el fundamento de la iglesia de Cristo.
La iglesia está edificada sobre Cristo, y desarrollada por la enseñanza apostólica de los discípulos originales de Jesús, Ef. 2:19-22.
Efesios 2:19–22 (RVR60)
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Ilustración: El Fundamento de la Iglesia
FOTO:
Piedra principal
Piedra angular
Aplicación: El Fundamento de la Iglesia
El Poder de la Iglesia
El Poder de la Iglesia
Mateo 16:18b (RVR60)
… y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
La puertas del Hades.
Se refiere al poder de la muerte.
El adversario Satanás fue el que reinaba sobre la muerte, sin embargo, por su muerte y resurrección, Jesús destruyó esa autoridad del adversario, Heb. 2:14-15.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
No prevalecerá contra la iglesia.
Se refiere a que el poder del adversario de la muerte no tendrá ningún poder sobre la iglesia que Cristo edificaría.
Aún la misma muerte de Jesús, y la de sus seguidores, no detendría el poder de la iglesia de Cristo.
Gotquestions.org — “La iglesia no sólo se establecería a pesar de los poderes del Hades o del infierno, sino que la iglesia prosperaría a pesar de estos poderes. La iglesia nunca fallará, aunque generación tras generación sucumba al poder de la muerte física, otras generaciones se levantarán para perpetuar la iglesia. Y continuará hasta haber cumplido su misión en la tierra como Jesús ha mandado”, Mat. 28:18-20.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Esto implica la naturaleza militante contra las fuerzas del diablo que la iglesia debe tener. No debe sentarse pasivamente en su comodidad, sino debe estar activamente peleando contra los ataques del enemigo en nuestra cultura y sociedad con las armas espirituales que Dios nos ha dado, Ef. 6:10-12.
Efesios 6:10–12 (RVR60)
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Ilustración: El Poder de la Iglesia
CANCIÓN: Levántate, Iglesia
Levántate, iglesia del Señor, cíñete de Su armadura;
Oye la voz de Cristo el Capitán; de Su fuerza el débil tomará.
Con el escudo de la fe, al diablo no hemos de temer.
Ejército, armado de amor, ve y alcanza a los perdidos.
Nuestra misión será servir y amar, combatiendo al enemigo.
La espada de Su Espíritu traerá libertad a los cautivos.
Aunque haya pruebas por doquier, segura es Su salvación;
Jesús tendrá lo que ganó al morir: una herencia de naciones.
Mira en la cruz la gracia y el perdón, donde el Hijo fue inmolado;
Mas aplastados yacen a los pies del Señor Sus enemigos.
Conquistador, Se levantó, es Cristo quien resucitó;
Se cantará Su triunfo hasta que todo ojo pueda verlo.
Su Espíritu nos llene de valor, nos dé fuerza a cada paso.
Nos dé la fe para el premio obtener de un siervo fiel y bueno.
Los santos que lucharon ya celebran Su fidelidad;
Dios les guardó y así nos guardará hasta estar con Él en gloria.
Aplicación: El Poder de la Iglesia
El Propósito de la Iglesia
El Propósito de la Iglesia
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
El significado de las llaves del reino.
Naturalmente, llaves se usan para abrir o cerrar el acceso (puerta) a algo específico.
En este caso, ese algo es el reino de Dios.
Es necesario reafirmar que Jesús está estableciendo Su iglesia, del cual Sus discípulos serían esenciales a su desarrollo.
Jesús aquí les está dando la autoridad de abrir (por decir) las puertas del cielo e invitar al mundo a entrar.
El reino de Dios sólo tiene entrada por medio de ser nacido de nuevo, Jn. 3:3.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
El mensaje del evangelio es necesario para ser renacidos, 1 Ped. 1:23, 25.
1 Pedro 1:23, 25 (RVR60)
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre… Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
La proclamación fiel del evangelio de Jesucristo es la llaves del reino de los cielos.
Jesús reclama a los líderes religiosos de cerrar el acceso al cielo por vivir de forma hipócrita, Mat. 23:13.
Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
El poseedor de las llaves del reino.
Es obvio que Jesús está hablando a Pedro debido al énfasis individual a él, incluyendo el pronombre singular “a ti”.
A través del libro de Hechos, Pedro incluso es el que Dios usa para abrir el evangelio al resto del mundo:
Pedro predicó al comienzo de la iglesia el día de Pentecostés en Hechos 2. El abrió el reino de los cielos a los judíos con la predicación del evangelio.
Pedro, junto al apóstol Juan, abrieron el reino de los cielos a los Samaritanos al predicarles el evangelio en Hechos 8.
En Hechos 10, Pedro abre el reino de los cielos al mundo gentil al predicar el evangelio a Cornelio, un centurión romano y los de su casa.
Es razonable entender que, aunque Jesús habló a Pedro, igual tuvo en mente todos sus discípulos, Pedro siendo representativo de ellos.
Cada uno de ellos salió a predicar el evangelio en diferentes lugares, y aún fueron de misioneros predicando el evangelio.
Pedro— primero a los gentiles.
Santiago— misionero a España.
Andrés— misionero a Escitia.
Felipe— evangelista a Samaria.
Tomás— misionero a India.
Jacobo (hijo de Alfeo)— misionero a Egipto.
Simón el Zelote y Judas— misioneros a Egipto y Persia.
En Mat. 18:18, se encuentra la misma autoridad de “atar y desatar” dada a Pedro también ejercida por los líderes de la iglesia en la situación de la disciplina de la iglesia.
De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
La tarea de la iglesia.
El propósito de las llaves es el abrir y cerrar acceso al reino de los cielos, “atar y desatar”, demostrando que las acciones de la iglesia al desempeñar su propósito en la tierra, cumple la voluntad de Dios que está en el cielo.
La iglesia en si, es la representación de Dios en el mundo.
Por eso, Jesús les mandó a ser sus testigos al mundo, Hch. 1:8.
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Esta tarea de la iglesia evangelizar al mundo entero antes del regreso de Jesucristo, Mat. 24:14.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Ilustración: El Propósito de la Iglesia
“Si alguna vez el hombre logra adquirir amor a los pecadores que perecen y a su bendito maestro, el salvar a las almas será para él una pasión totalmente absorbente. Se dejará llevar de tal manera, que casí se olvidará de si mismo en salvar a otros. Será como el bombero valiente, quien no se preocupa por chamuscarse ni por el calor, con tal de rescatar a la pobre criatura sobre la cual la verdadera humanidad ha fijado su corazón. Si los pecadores han de ser condenados, al menos deje que salten al infierno por encima de nuestros cuerpos. Y si han de perecer, que perezcan con nuestros brazos alrededor de sus rodillas, implorándolos a quedarse. Si el infierno ha de llenarse, al menos que se llene en los dientes de nuestros esfuerzos, y que ninguno vaya allá inadvertido y sin oración”.
—Charles Spurgeon
Aplicación: El Propósito de la Iglesia