APÓSTOL JUDAS ISCARIOTE
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Introducción
Introducción
En la vida cristiana todos hemos sido testigos de casos en los que grandes hombres de Dios han cometido pecados serios, a veces infidelidad, adulterio en otras palabras. Y no solo de cristianos conocidos también puede que hayamos sido testigos de amigos, pastores o hermanos en la fe cercanos a nosotros que en algún momento estuvieron muy comprometidos con Dios con su obra, que eran ejemplo para nosotros pero en algún momento fallaron, se separaron, quien sabe hasta puede ser que muchos hayan renunciado a la fe.
En esos momentos nos preguntamos ¿Qué pasó con esta persona? ¿Cómo alguien que en algún momento fue ejemplo, como músico de Dios, como predicador, o como un cristiano entregado, termina apartándose de Dios?
Ese tipo de experiencias nos deben hacer preguntarnos a nosotros mismos ¿Qué tan firmes estamos en la fe? ¿Qué tan real es nuestra fe en Jesús?
Porque la Biblia y la experiencia nos enseñan que la vida cristiana no se trata solamente de ser llamado por Dios, de ser usado por Dios, la vida cristiana se trata de permanecer con Dios, de perseverar en medio de las dificultades de la vida.
De eso es lo que vamos a hablar hoy tomando como referencia el ejemplo de Judas Iscariote.
1.- Un hombre llamado por Jesús
1.- Un hombre llamado por Jesús
Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se reunieron con él. Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios. Éstos son los doce que él nombró: Simón (a quien llamó Pedro); Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó.
En mensajes anteriores el pastor Arielito y la pastora Nancita nos enseñaron sobre el llamamiento a varios de los apóstoles de Jesús, y cómo todos tomaron la decisión de abandonar todo y seguir a Jesús. En el caso de Judas no se nos dice mucho de cómo fue que Judas decidió seguir a Jesús. pero probablemente también tuvo que dejar muchas cosas para ser parte de los discípulos de Jesús.
No era fácil ser un seguidor de Jesús, Jesús mismo había advertido que “el hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza” Pero Judas decidió seguir a Jesús.
Incluso ya siendo parte de los discípulos de Jesús que eran más de 70, Jesús llama a 12 para que sean sus apóstoles, en el versículo de Marcos 3:13, dice que llamó a los que él quiso, para que se reunieran con él. Los llamó para que tuvieran una relación más cercana con Jesús. Los llamó para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar.
Probablemente Judas no era alguien de mala reputación, es muy probable que haya tenido una buena reputación, por eso la gente no hace un escándalo de que Jesús lo haya elegido como parte de los 12.
Hasta este punto, todo iba bien en la vida de Judas, era parte del grupo selecto de Jesús, llamado directamente por Jesús.
Creo que todos estamos aquí porque de una u otra forma hemos sido llamados por Jesús y tal vez muchos de nosotros hemos tomado la decisión de seguirle, de servirle, pero la situación, como vemos en el caso de Judas, eso no era todo. No es suficiente con haber sido llamado y haber aceptado el llamado, hay algo más que debemos hacer.
2.- Un hombre usado por Jesús
2.- Un hombre usado por Jesús
Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y ejercer autoridad para expulsar demonios.
Jesús envió a predicar a los 12 y a los 12 les dio autoridad para expulsar demonios. Ahí estaba Judas incluido.
Reunió a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos.
Les ordenó que no llevaran nada para el camino, ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino sólo un bastón. «Lleven sandalias—dijo—, pero no dos mudas de ropa.» Y añadió: «Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que salgan del pueblo. Y si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, al salir de allí sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos.»
Los doce salieron y exhortaban a la gente a que se arrepintiera. También expulsaban a muchos demonios y sanaban a muchos enfermos, ungiéndolos con aceite.
Los doce exhortaban a la gente a que se arrepintiera, los doce expulsaban demonios. Quien sabe tal vez hubo algunas personas que se arrepintieron por la predicación de Judas, tal vez algunas personas fueron liberadas de los demonios por medio de Judas.
En otras palabras Judas estaba siendo usado por Dios. Y es que Dios, puede usar a quien Dios quiera usar.
El hecho de que alguien sea usado por Dios no es lo mismo de que esa persona esté siendo aprobada por Dios. Jesús dijo que el podía usar hasta a las piedras para que hablen, cuando entraba a Jerusalem y los fariseos le decían “di a la gente que se calle” Jesús les dijo “si ellos callan las piedras hablarán” Es decir, Dios puede usar aún a las piedras. Dios uso un burrito para entrar a Jerusalem, y no creo que el burrito debería sentirse orgulloso por hacer sido usado por Dios. Usó una mula para hablarle a un profeta, uso un gallo para hablarle a Pedro.
Dios estaba usando la vida de Judas para hacer su obra. Pero el hecho de ser usado por Dios no es una garantía de ser aprobado por Dios.
En el Sermón del Monte Jesús dice en Mateo 7:22-23
Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”
Jesús enseña que en el día del juicio habrá gente sacando todo un curriculum ministerial, Señor, yo fui, predicador, fui pastor, fui ujier, fui miembro de la alabanza, fui líder en la Iglesia. Pero dice Jesús que aun así a muchos dirá apártense de mi, jamás los conocí.
Las obras del ministerio no son una garantía de que nuestra vida esté bien con Dios, hay personas que pueden estar haciendo muchas cosas en la Iglesia pero pueden estar descuidando cosas que son más importantes como su relación personal con Dios, su vida de intimidad con Dios.
Por eso cuando Jesús dice que por los frutos podremos identificar a un falso maestro no se refiere a las muchas cosas que esté haciendo en el ministerio, para Jesús el fruto más grande es el corazón de la persona transformado por la gracia de Dios, y dice Pablo en Gálatas 5:22-23
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Eso, es más evidencia de una vida cambiada por Dios, que las muchas cosas que uno esté haciendo en el ministerio.
No estoy diciendo entonces que el servicio no sea importante, al contrario, estoy diciendo que nuestro servicio a Dios debe ser motivado por un corazón cambiado por Dios, es decir, nuestra vida de integridad nuestra vida de intimidad con Dios debe ser lo que nos motive a servir y a hacer cosas para Dios en el ministerio.
Porque se puede estar sirviendo, haciendo muchas cosas y tal vez las motivaciones o las intenciones de nuestro corazón no son las correctas y ahí está el problema.
Probablemente ese también era el problema de Judas.
Entonces, en lugar de buscar ser usados por Dios, busquemos ser aprobados por Dios, y que como consecuencia de eso, Dios use nuestra vida para su servicio.
Judas fue una persona llamada por Dios, usada por Dios, pero eso no es suficiente, porque hay una tercera cosas.
3.- Un hombre que traicionó a Jesús
3.- Un hombre que traicionó a Jesús
Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó:
—¿Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?
Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella.
Aquí hay algo interesante. Resulta que Judas era el tesorero del grupo, el tenía a su cargo la bolsa del dinero. Cuando se elige un tesorero en cualquier grupo, por lo general se designa a una persona confiable, o por lo menos que aparente ser confiable. Entonces el hecho de que Judas haya sido delegado como tesorero y que todos hayan estado de acuerdo es porque tal vez aparentaba tener una buena reputación.
Pero solo eran apariencias porque dice Juan, probablemente de esto se enteraron después, que Judas solía robarse dinero de la bolsa.
Aquí podemos ver que Judas tenía una debilidad por el dinero, una debilidad en su honestidad y honradez. Y lo interesante es que si estuvo 3 años como tesorero y no se daban cuenta que estaba robando es porque tal vez no estaba sustrayendo todo el dinero o mucho dinero sino que poco a poco, tal vez algunas moneditas, tal vez decía de esto no se han de dar cuenta.
Pero, lo que al inicio era poco, le llevó al final de su vida a traicionar a Jesús por 30 monedas.
Hermanos, cada uno de nosotros tiene sus propias debilidades, cada uno de nosotros nos conocemos, sabemos cuál es nuestra debilidad.
Puede ser que en ocasiones también pensemos que no es algo grande, no es algo serio, es como sacarse una monedita de la bolsa, una mentirita nomas, una pequeña fantasía en mi mente con alguna persona que no es mi esposa o esposo. Que se yo, a veces pensamos, no es mucho.
Pero, la situación es, que lo que empieza con algo pequeño puede llegar a ser algo grande. Tengamos en cuenta aquellos detalles, recordemos que todo pecado es una ofensa en contra de Dios, y de todo pecado necesitamos arrepentimiento.
No descuidemos nuestra vida de santidad, no descuidemos nuestros hábitos espirituales, recuerden que no basta con ser llamado por Dios y ser usado por Dios, debemos procurar ser aprobados por Dios.
No sabemos a ciencia cierta si Judas desde el inicio ya tenía malas intenciones o si en el camino fue extraviando su corazón, pero si sabemos que esto le apartó de Jesús. Y al tener su corazón endurecido, tomó la peor decisión que alguien podía tomar en la vida, la de traicionar a Jesús, y entregarlo por 30 monedas.
Desde ahí, el nombre de Judas ha sido asociado con la maldad y con la traición especialmente.
Uno de los doce, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes.
—¿Cuánto me dan, y yo les entrego a Jesús?—les propuso.
Decidieron pagarle treinta monedas de plata. Y desde entonces Judas buscaba una oportunidad para entregarlo.
Cuantas veces nosotros también hemos buscado alguna oportunidad para traicionar a Jesús, a veces por nuestras debilidades, preferimos el placer momentáneo, la satisfacción de un momento, en lugar de Jesús, a veces también preferimos las 30 monedas que ser fieles a Dios.
Sin embargo hay algo más en esta historia, y es que, tenemos un Dios de gracia, un Dios que siempre, siempre está dispuesto a perdonarnos y darnos otra oportunidad, entonces es importante que cuando nosotros fallamos lo que debemos hacer es ir a la presencia de Dios y pedir su perdón, debemos esperar en la gracia de Dios.
Esto me lleva al último punto de este mensaje y es que Judas fue un hombre que rechazó la gracia de Jesús.
4.- Un hombre que rechazó la gracia de Jesús
4.- Un hombre que rechazó la gracia de Jesús
Tenemos un Dios que es un Dios de gracia, que no importa lo que hayamos hecho el siempre está dispuesto a perdonar, el está ofreciendo su perdón. Jesús incluso estando en la cruz oró por el perdón de aquellos que le estaban crucificando.
Pero para obtener el perdón debemos ir a Jesús, debemos confiar en él, en su gracia, reconocerlo como nuestro Señor y Salvador.
Judas, aun después de haber traicionado a Jesús, tenía la oportunidad de ir a Jesús y pedirle perdón por su pecado, y estoy seguro que Jesús en su amor lo hubiera perdonado.
En seguida Judas se acercó a Jesús y lo saludó.
—¡Rabí!—le dijo, y lo besó.
—Amigo—le replicó Jesús—, ¿a qué vienes?
Entonces los hombres se acercaron y prendieron a Jesús.
Me impacta esta escena, ya que Jesús, aunque sabía a lo que Judas iba le dice: Amigo, ¿a qué vienes?
Probablemente hasta el final Jesús le estaba mostrando su amor y dándole la oportunidad de reconocer su error.
La Biblia nos cuenta que Judas después de que se dio cuenta de lo que había hecho sintió remordimiento. Probablemente Judas no se imaginaba que iban a condenar a muerte a Jesús. O simplemente se dio cuenta del mal que hizo y eso le hizo sentir mal.
Mateo 27:3–5 (NVI)
Cuando Judas, el que lo había traicionado, vio que habían condenado a Jesús, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos.
—He pecado—les dijo—porque he entregado sangre inocente.
—¿Y eso a nosotros qué nos importa?—respondieron—. ¡Allá tú!
Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó.
Judas sintió remordimiento, reconoció que había pecado, pero el problema fue, que no fue a Jesús para encontrar gracia y misericordia. Judas fue a los sacerdotes, y ellos le respondieron: ¿Y eso a nosotros qué nos importa?
Judas buscó el perdón por medio de los religiosos de su tiempo, es decir prefirió acudir a la religión. Pero los religiosos le dijeron: ¿Y eso a nosotros qué nos importa?
Judas no pudo encontrar descanso en su conciencia por medio de la religión, él necesitaba de Jesús, porque solo él nos puede otorgar perdón y paz en nuestro corazón, por eso Judas, no pudo encontrar paz y fue y se ahorcó.
Conclusión
Conclusión
Amados hermanos, todos de una u otra forma, en algún momento hemos traicionado a Jesús, cuando hemos pecado y hemos preferido un momento de placer o hemos preferido satisfacer una necesidad personal antes que hacer la voluntad de Dios.
Pero, si algo podemos aprender de la historia de Judas es que lo que nos puede da perdón y restaurar nuestro corazón no son nuestros actos religiosos, no es el cantar o levantar las manos, el ofrendar, o el servir en varios ministerios. Ya que, como había comentado, no se trata de ser usado por Dios, se trata de ser aprobado por Dios.
Entonces, el perdón a nuestros pecados, la restauración y la paz que necesitamos la podemos encontrar solamente en Jesús.
Dice el autor de hebreos:
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Judas fue un hombre llamado por Dios, usado por Dios, pero al final de su vida se apartó de Dios, y rechazó la gracia de Dios.
Nosotros no deberíamos rechazar la gracia de Dios, solo por la gracia de Dios podemos permanecer firmes en nuestra fe y ser fieles hasta el final.